EL MISTERIO DEL MATRIMONIO:  “CENTRARSE EN EL OTRO”

Este artículo es parte de una serie de reescrituras del libro más vendido de HaRav Ginsburgh, El misterio del matrimonio, destinado a una audiencia universal.

Escrito por la Sra. Sara Esther Crispe, quien da muchas conferencias y entrena a solteros y parejas según las enseñanzas de HaRav Ginsburgh.

La primera etapa en un matrimonio saludable es aprender a unirse en una relación. Todas las relaciones comienzan con dos individuos que están interesados y atraídos el uno por el otro. Pero siguen siendo dos individuos. Lo siguiente es aprender a alinearse y fusionarse.

La Cabalá enseña que el proceso de crear amor verdadero requiere aprender a convertirse en “uno” en las tres dimensiones de espacio, tiempo y alma.

La conexión en el primer nivel, el nivel del espacio, sucede cuando cada uno puede rectificar sus emociones y tratar de enfocarse no solo en sus propias necesidades sino en las necesidades del otro. Implica un cambio de conciencia, lo que les permite comenzar a anteponer las necesidades de los demás a las propias.

La segunda etapa, el nivel del tiempo, ocurre cuando comienzan a ampliar sus emociones para abarcar naturalmente al otro individuo. Y en el nivel más alto, el del alma, ocurre cuando los socios ya no pueden verse a sí mismos como dos individuos sino como un todo unido.

Es hermoso que en hebreo, el valor numérico de la palabra para “uno” (אחד) (pronunciado ejad), es 13, que también es el valor numérico de “amor”, ahaba (אהבה). Además, la palabra “uno” aparece tres veces en el relato de la creación de la Torá representando estas tres dimensiones de espacio, tiempo y alma.

Las tres frases en las que aparece son: “un día”, que corresponde al tiempo, “un lugar”, que representa el espacio, y “una carne, que representa la dimensión del alma. Más notable aún, cada versículo en el que aparece la palabra “uno” tiene exactamente 13 palabras – nuevamente, el equivalente numérico de la palabra “uno” (אחד)   ¡en sí mismo! Cuando hablamos de una pareja que se convierte en “uno”, la unificación debe tener lugar en todos los aspectos de la relación.

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