SOD HATZIMTZUM (“EL SECRETO DE LA ‘CONTRACCIÓN'”)

Tres etapas del secreto de la “contracción”: la remoción de la Luz Infinita de Di-s, la “impresión” de que Di-s se “retira” de la creación, el “rayo” de luz Divina que irradia en la oscuridad primordial

  • Tzimtzum           
  • Reshimu       
  • Kav

Tzimtzum: Contracción

El concepto de tzimtzum, la contracción y “remoción” de la luz infinita de Di-s para permitir la creación de realidades independientes, está elucidado en las enseñanzas del Arizal. En las generaciones que le sucedieron, se desarrollaron dos escuelas de pensamiento con respecto al significado del “tzimtzum“: una tomó el concepto literalmente (es decir, que la luz infinita de Di-s ya no está presente dentro del “vacío” o “útero” de la creación del universo) mientras que la otra, la del Baal Shem Tov y sus discípulos después de él, entendieron que este concepto no debía ser interpretado literalmente, sino más bien era una referencia a la manera según la cual Di-s imprimió Su presencia sobre la conciencia de la realidad finita.

En verdad, de acuerdo a la aceptada segunda opinión, desde la perspectiva de Di-s, como si fuera, Su omnipresencia y la de Su luz infinita es permanente, sin experimentar ningún cambio antes ni después de la Creación. Desde nuestra perspectiva, sin embargo, Su luz parece desaparecer. Esto es necesario por el acto mismo de la creación, la concesión del libre albedrío al hombre y la consumación del máximo deseo de Di-s, “revelarSe aquí abajo”.

Uno de los dilemas filosóficos que encuentran su resolución en la doctrina del tzimtzum es el interrogante de cómo puede emerger la finitud de lo infinito y la pluralidad de la unidad absoluta.

Para meditar y experimentar:

En jasidut se explica que el acto Divino del tzimtzum, la manifestación del atributo Divino de guevurá (“poder” o din, “juicio severo”), el ocultamiento de la omnipresencia absoluta de Di-s es en definitiva en aras de su revelación.

El tzimtzum se explica como el proceso por medio del cual un “maestro”, con un resplandor infinito de su conocimiento y perspicacia, debe ocultar totalmente su nivel de entendimiento para comenzar a enseñar y dirigirse a un estudiante que no tiene ningún conocimiento previo. La intención y el deseo final del maestro es iluminar la conciencia de ese estudiante con el brillo de su propia mente, pero antes debe “contraerse” y restringirse. El reshimu o “residuo” (ver página siguiente) remanente de su resplandor se convierte en el punto inicial desde y por medio del cual emanarán las valiosas enseñanzas para su estudiante (por medio del kav, como se explicará).

Reshimu: Impresión

Ereshimu es la impronta residual que quedó de la luz infinita que Di-s “retiró” de la Creación por medio del proceso de tzimtzum. Al contrario del reshimu resultante de la luz Divina infinita y el plan Divino de la creación que quedó en el avir kadmon, como ya se mencionó, en el caso que aquí nos ocupa el reshimu es suficientemente “débil” y virtualmente “invisible” (“no existente”) como para permitir la existencia de una realidad independiente a la cual sirve como “trasfondo” Divino.

Ereshimu es comparado a la fragancia del vino que queda en la copa, después de haberla vaciado.

Para meditar y experimentar:

Ereshimu es la conciencia de saber que hemos “olvidado”, es el conocimiento que incita a buscar lo que se ha perdido, la percepción de que Di-s está “jugando” con Su creación, por así decirlo, el juego Divino de “las escondidas”. Una melodía olvidada que resuena en el fondo de nuestra mente y aunque no se la puede recordar se la busca constantemente; siempre que se oye una nueva melodía, que podría ser la que buscamos, el reshimu nos dice que no es ella.

A menudo el reshimo se lo cita como el nivel de la luz trascendente de Di-s (sovev kol almin) luego del tzimtzum inicial. Como una etapa intermediaria entre la verdadera luz trascendente (previa al tzimtzum) y la luz inmanente (memale kol almin, que aparece luego del tzimtzum, en la forma de kav, como se explicará), el reshimu es denominado como “el que abarca todos los mundos” (sovev kol almin). Es el poder inherente en la unicidad Divina capaz de “albergar” (“sustentar”) la pluralidad de la existencia finita.

Es el reshimu el origen primario de los “recipientes”, la “materia” de todos los mundos. Es el primero, absolutamente abstracto “cuerpo” de la realidad. Así como Adam fue creado primero como un cuerpo sin vida, “polvo de la tierra”, antes de que Di-s sople en sus narices el aliento de vida, similarmente la existencia del reshimu precede la entrada de la kav, como será explicado.

Kav (línea): “Línea” o “Rayo” de luz infinita

Dentro de la oscuridad primordial, la “noche” del vacío creado por el tzimtzum con el “punto” del reshimu en su interior (llenando el vacío con el ser “potencial”), Di-s irradió un rayo de luz Divina, el rayo de la “mañana”.

Este rayo de la “mañana” es la revelación de la inmanencia de Di-s en la creación. Le otorga a cada ser creado, de acuerdo con el nivel de conciencia de cada uno, la percepción de que Di-s está con él (donde sea que esté y cualquiera sea el estado de su ser), creándolo contínuamente de nuevo y que Su providencia Divina está siempre cuidándolo .

a) Para meditar y experimentar:

Lkav posee dos dimensiones, una externa y otra interna. La dimensión exterior de la kav, denominada kav hamidá (“la línea de la medición”, “la vara de medida” o “regla”) corresponde a su poder de “medir”, de definir límites para cada ser creado y por lo tanto diferenciando entre ellos.

La dimensión interior de la kav, conocida a menudo como el jut (“el hilo” que “cose” la realidad), corresponde a su poder de “interinclusión”, de manifestar la presencia del “todo” (todas las “partes”) en cada una de sus “partes”, como un holograma).

La revelación de la dimensión interior de la kav es conocida en cabalá como “la entrega de la Torá” a Israel (porque el poder de la Torá es el que sirve para manifestar la verdadera “interinclusión” y unidad en la aparente pluralidad de la creación). La Torá es nombrada en la Biblia como “la hebra triple”.

Las dos letras hebreas que forman la palabra kav son de hecho las dos letras internas de la palabra makom, “espacio”. Las dos mem, la primera y la última letra de makom, forman a su vez la letra mem (escrita en forma completa) que es el secreto de la presencia Divina dentro del espacio primordial o “atmósfera” (avir kadmon), como ya se mencionó. Así la misma palabra hebrea para “espacio” nos enseña que el rayo de luz inmanente de Di-s, la kav, permeará y manifestará el potencial de la infinita miscericordia de Di-s en el espacio primordial.

Entonces, vimos que en general la luz infinita de Di-s antes del inicio del proceso creativo, el despertar de Su deseo de crear para poder obsequiar bondad y bendición infinita a toda la creación, corresponde al atributo Divino de jesed, “bondad”.

b) Para meditar y experimentar:

El poder Divino de contraer y ocultar esa luz infinita para permitir que venga a la existencia la realidad creada, denominado el poder del tzimtzum, corresponde al atributo Divino de guevurá, “poder”.

El rayo de la “mañana” de inmanencia Divina, la kav, corresponde al atributo Divino de tiferet, “belleza”, el atributo de rajamim, “miscericordia”.

Estas tres etapas corresponden a las almas/raíces de los tres patriarcas del pueblo judío, Abraham (jesed), Isaac (guevurá) y Iaacov (tiferet y rajamim).

El verbo de la frase en la Biblia que alude al rayo de la “mañana”, el kav, entrando en el vacío del tzimtzum es: 

de la frase en la Biblia que alude al rayo de la “mañana” del kav entrando en el vacío del tzimtzum “entonces atravesará [yibakah] Tu luz como la mañana” – es de hecho una permutación de las letras del nombre Jacob (Iaakov).

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