RABI NOJUM DE CHERNOBIL

En honor al aniversario del fallecimiento de Rajel Imeinu.

 Se acostumbra ir al tzadik a pedirle una bendición, entonces el tzadik reza para que se realicen salvaciones en la tierra. Se le trae un pidión, “rescate”, que también implica dinero de tzedaká, con la lista de quien necesita curación, la salvación, y el tzadik sabe cómo se realiza un pidión nefesh, “rescate del alma” para quien lo necesita.

 Entonces siempre implica entregarle dinero, tzedaká, “la tzedaká salva de la muerte”. No hay una segulá, un mérito más poderoso, más general que dar tzedaká por cualquier sufrimiento que venga.

 Rabi Najum de Chernobil era muy sensible ante dos situaciones, por un lado sacrificaba su vida para rescatar a los cautivos, como el Baal Shem Tov y muchos otros tzadikim y por una mujer que tiene dificultades para dar a luz. Cierta vez estaba en medio de la plegaria silenciosa, “shemoná ezré”, la amidá que como es sabido está prohibido interrumpir ni dejar de prestar atención para nada. Cuando el judío está rezando parado frente a Dios, como un siervo frente a su amo. Pero aparentemente le había dado instrucciones a sus asistentes, a sus jasidim, que si se presenta un caso de una mujer con dificultades para parir, incluso si está en medio de la plegaria silenciosa, le debían entregar el papel del “rescate”.

 Y así fue, cierta vez una mujer tenía dificultades para dar a luz, le trajeron el rescate con el nombre de la mujer y una suma de dinero. Y en medio de su plegaria, como si fuera dejó de rezar, leyó el papel y además contó el dinero. Cuando hace falta contar el dinero de la tzedaká, eso produce salvaciones.

 Esta es sólo una historia milagrosa, donde sorprende en un tzadik, e incluso en un judío simple que se detenga en medio de la plegaria para contar dinero. Y así acostumbraba rev Najum de Chernobil, su mérito nos proteja, quien realizó toda la acción del rescate, porque ante todo era una situación de peligro de vida, y ante esa situación está permitido, y hay que interrumpir la plegaria. Pero también sabía que tenía el poder que recibió al contraer matrimonio, ante su padre, que sus plegarias son recibidas Arriba en el Cielo, y así acostumbraba. Estaba parado en medio de la plegaria hablando con Hashem, y ahora vienen a pedirle, por Providencia Divina, que tiene que despertar grande misericordia para salvar a una mujer, salvar a un niño que está por nacer. Entonces, con total naturalidad, cuenta el dinero, lee el texto del rescate, y viene salvación a la mujer y al niño.

 Hasta aquí la historia. Por eso también, que la mujer no pueda dar a luz, eso toca lo más profundo del alma del tzadik, despertar la misericordia y producirlo.

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