Sintoniza con tu tono y produce música hermosa

Parashat Jaiei Sará – La Vida de Sará

Día Domingo – 16 Mar Jeshván 5778 – 5-11-2017

Meditación Jasídica del Rabino Itzjak Ginsburgh

“Y la vida de Sara fue cien años y veinte años y siete años los años de la vida de Sara”. Rashi explica: “Cien años como veinte años porque (no) pecó, veinte años como una niña de siete años por su belleza”.

La primera alabanza de Sará es que no tenía pecado. La palabra hebrea para ‘pecado’ es jet, que es la raíz de hajtaá, que significa ‘errar’ o desviarse del objetivo. Pecar es perder el objetivo y Sarah no se desvió de su objetivo incluso ni por el grosor de un cabello. Ella era exacta y totalmente sintonizada.

La segunda alabanza de Sará es por su belleza. ¿Por qué una niña de siete años es más bella que una mujer de veinte años? Porque la belleza de un niño de siete años es inocente y pura. Ella no es consciente de su belleza y, por lo tanto, es una belleza verdadera. Así nuestros Sabios explicaron homiléticamente el versículo en Salmos 37:18: “Di-s conoce los días de los inocentes y su herencia será para siempre”, “Esta es Sara, que tenía un corazón inocente en sus obras… como una novilla inocente”

Podemos comparar la vida de Sarah nuestra Matriarca con una gran melodía. En verdad, cada persona tiene su propia melodía especial. Para que la melodía sea bella no debe perder su marca, debe ser exacta, no falsa y el músico debe estar perfectamente sintonizado con la melodía, entregándose a ella y fluyendo con ella con inocencia.

Pero eso no es todo. Hay un punto que crucial y sumamente necesario para que la melodía sea realmente hermosa. Si el músico está involucrado con su propia experiencia, es consciente de lo increíble que es su melodía y de qué es lo que la hace increíble, entonces ha perdido completamente la marca y ha arruinado su melodía. La inocencia de fluir con la propia música en forma natural y espontánea, tal como uno no se maravilla de la perfección de la ejecución que están realizando sus manos porque es parte de sí mismo.

La vida de Sará era una vida perfectamente en sintonía con Di-s, una vida de música hermosa. Pero ella era tan inocente que nunca se dio cuenta, y eso hizo que la melodía de su vida fuera tan perfecta.

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