IOM REVII – DÍA 4

Transmutación

Durante los días que restan de esta semana de la perashah Noaj, nos concentraremos en la ventana que se le ordenó hacer a Noajen el arca (1)y la famosa explicación del Baal Shem Tov acerca de ella. En la Torá, la palabra hebrea para ventana es tzohar. Nuestro maestro el santo Baal Shem Tov enseñó que: (2)

La dulcificación de los juicios severos en su origen, según las escrituras del Arizal, se consigue con la transmutación de letras, porque todo decreto es sólo letras. Este es el significado profundo de la instrucción que se le dio a Noaj de construir una ventana en el arca, mitigar el juicio severo transformándolo en misericordia transmutando las letras de tzarah [dificultades] en tzohar [ventana o luz].

Lo que está revelando el Baal Shem Tov es cómo funcionan los milagros en los tiempos modernos, a través de la sabiduría de la transmutación lingüística. Dos cosas con nombres son similares pueden ser transmutadas una en otra.

Transmutación, lenguaje y creación

Hay una famosa historia en el Talmud (3) respecto al sabio Rabí Janina ben Dosa. Rabí Janina vivía en una pobreza terrible. Un viernes por la tarde, justo antes del encendido de las velas, su hija se dio cuenta que había confundido una vasija llena de vinagre por una de aceite y con ella había llenado las candelas. Era evidente que las llamas se apagarían inmediatamente y no tendrían luz en shabat a la noche. Rabí Janina vio la angustia de su hija y dijo: “Quien declaró que arda el aceite, declarará que el vinagre arda”. Y efectivamente, las llamas no se apagaron durante esa noche y durante todo el día siguiente. Con estas palabras aparentemente simples y una profunda fe, rabi Janina pudo realizar un sorprendente milagro.

Utilizando la explicación del Baal Shem Tov, podemos entender el significado de las palabras de Rabi Janina: “El que declaró”, se refiere por supuesto al Todopoderoso, específicamente en Su calidad de El Creador. ¿Cómo creó Dios el mundo? ¡Con la palabra! La historia del Génesis relata de hecho cómo Dios proclamó que el mundo sea, por lo tanto el proclamó que el aceite arda. ¿Cómo realizó esto? ¡Simplemente llamando al aceite por su nombre en hebreo שמן, shemen! A diferencia de otros lenguajes, que tuvieron una evolución natural, el hebreo es un lenguaje con el que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él.

El nombre en hebreo de un objeto es su esencia, por lo tanto, se desprende de esto que si podemos acceder a las letras, es decir a la esencia, a partir de las cuales el objeto es construido, podremos manipular esas letras para crear una palabra diferente, transmutando así un objeto en otro.

Estados de la nada

¿Cómo podemos acceder a las letras que conforman la esencia de un objeto? Jasidut está basado en la observación de que tal como son las cosas arriba, así son abajo. La Creación como ocurrió por la declaración de Dios, es descripta como “algo de la nada”. Entonces, el orden original de las letras que componen el nombre de algo en hebreo, provino de la nada. Para poder cambiar ese orden, para reordenar las letras, uno debe regresarlas a su origen en la nada y entonces así pueden ser reordenadas.

Para hacer esto el secreto es que uno mismo debe acceder a la nada. Para trabajar con la nada, se debe ser capaz de experimentarla. Por consiguiente, enseña el Baal Shem Tov, la primera condición para ser capaz de transmutar la realidad es conseguir un estado de auto anulación, de suma humildad en la experiencia propia.

En el jasidismo, el desinterés o auto anulación es el aspecto experimental de la sefirá de sabiduría. Dice el verso acerca de la sabiduría: “Y la sabiduría se encuentra en la nada”. (4) Por cierto, hay una expresión bíblica que relaciona la sabiduría con la permutación de las letras. Este arte es llamado “la sabiduría de las combinaciones”. (5)

Narrativa y Transmutación

El Baal Shem Tov penetra más aun en el proceso de la transmutación lingüística. Cierta vez explicó que para cambiar el orden de las letras y transmutar צרה, tzarah, “dificultad o estrechez”, en “luz”, tzohar, צהר, se deben considerar todas las permutaciones, no sólo estas dos.

Cada verbo hebreo está compuesto por tres letras, que pueden ser combinadas siempre de seis maneras diferentes. Por supuesto, no todas las seis permutaciones posibles tienen significado en la lengua sagrada. (6) En el caso de las tres letras de la raíz que nos ocupa, sólo cinco lo tienen. El Baal Shem Tov explica que en el proceso de transmutación de “tribulación” en “luz” estas cinco combinaciones con significado se suceden en el siguiente orden:

Primero se debe correr (הרצ, aratz) a realizar una mitzvah con la cual el problema (צרה, tzarah) causado por el opresor (הצר, atzar) despierta una nueva voluntad (רצה, ratzah) arriba que transforma la voluntad del opresor abajo creando así una nueva luz (צהר, tzohar) revelando las 370 luces del rostro del Rey Viviente.

Luego volveremos a ver esta “narrativa transmutadora” en forma más profunda.

El Arte de las Permutaciones

Para comprender cabalmente la manera en que están conectadas entre si varias permutaciones y cómo se formó la transformación narrativa del Baal Shem Tov, debemos explicar la correspondencia entre cada conjunto de seis permutaciones posibles formadas por tres letras y las sefirot. Para comprender el modelo veamos el Nombre esencial de Dios, Havaiah, י-הוה. Por supuesto, esta no es una elección arbitraria, ya que esta es la palabra más importante del lenguaje hebreo y es la palabra seminal de todo el idioma.

Ya estamos familiarizados con la correspondencia entre las cuatro letras de Havaiah y las sefirot:

El Nombre tiene tres letras diferentes, י (iud), ה (hei), y ו (vav). Vamos a tomar entonces estas tres letras como el origen de nuestras seis permutaciones posibles. A pesar de que la vav representa a las seis sefirot desde bondad hasta fundamento, a veces corresponde a la sefirah clave de estas seis, conocimiento. Estas tres letras corresponden a las tres sefirot intelectuales: sabiduría, entendimiento y conocimiento. (7)

Ahora, sin incursionar en la lógica que hay detrás de esta correspondencia, (8) las seis permutaciones posibles de estas tres letras se corresponden con las seis sefirot de esta manera:

Independientemente de las tres letras con las que comenzamos, si podemos encontrar su correspondencia correcta con las tres sefirot intelectuales, podremos identificar fehacientemente las seis permutaciones con las seis sefirot emotivas. Entonces, al estudiar las tres letras que componen la palabra צרה, tzarah, el paso más importante es identificar correctamente el rol que juega cada una de ellas.

En este caso:

  • ר (reish) corresponde a sabiduría. En hebreo significa “cabeza” o “comienzo”, aludiendo entonces al verso “El principio de la sabiduría es el temor a Dios…”.
  • ה (hei) corresponde (como en las letras del Nombre de Dios) a entendimiento.
  • צ (tzadik) corresponde a conocimiento. “Tzadik” está relacionada con la sefirah de fundamento (como en el verso: “El tzadik es el fundamento del mundo”). El fundamento tiene su origen en el conocimiento. Este es uno de los secretos de agitar el lulav, que simboliza el fundamento y los órganos reproductores, empujando hacia arriba para despertar el conocimiento de donde se origina la gota seminal.

Ahora podemos continuar la comparación de las seis posibles permutaciones de estas tres letras con las sefirot, como sigue:

Sumergiéndonos en la narración

Ahora, volvamos a la meditación narrada que presentamos al principio. El orden de las permutaciones en ella es:

1)              הרצ  (correr)    –    reconocimiento

2)              הצר (opresor)    –    poder

3)              צרה (aflicción o dificultad)  –    belleza

4)              רצה (voluntad)    –    victoria

5)              צהר (luz)    –    fundamento

Correr (a realizar una mitzvá) es el comienzo de todo trabajo espiritual. Su correspondencia con reconocimiento nos recuerda que cada día nuestro trabajo espiritual se inicia a la mañana con: Mode Aní, “reconozco yo”, que es la declaración de nuestro reconocimiento de la fe que Dios tiene en nosotros. Para realizar la mitzvá en si se necesita superar a un opresor, nuestra inclinación al mal, requiriendo una cantidad tremenda de poder para batallar contra el suyo. Este mismo poder es necesario para superar a su derivado, el estado de tribulación y estrechez, de la misma manera que belleza deriva de poder.

La victoria llega cuando el opresor es transformado al ser sumergido en las “profundidades de las alturas” (עומק רוםomeq rom) del Sefer Ietzirá, que corresponde a victoria. Esta es la intención inherente en la bendición de רצה, ratzah, “Sea Tu Voluntad [Dios] que…”, de la amidah (la plegaria silenciosa) que sigue la bendición de שֹׁמֵעַ תפלהshomea tefilah, “El que oye las plegarias…”, que corresponde a belleza.

Finalmente, la nueva voluntad formada en victoria es atraída abajo a fundamento, donde nace una luz nueva a la que alude el verso: “La luz de los tzadikim será alegría”, אור צדיקים ישמח, or tzadikim isamaj. El valor en hebreo de este verso es 819, que es el valor de ימות המשיח, iemot hamashíaj, “los días del mashíaj”, y de דוד מלך ישראל חי וקים,David Melej Israel jai vekaiam, “David el rey de Israel está sano y salvo” (gracias a esta luz de los tzadikim que lo sana constantemente) y el de אחדות הפשוטה, “la Unión simple”.

819 es también la “pirámide” de 13, es decir, la suma de todos los cuadrados desde 12 hasta 132, 13 = אחד, “uno”.

Volvamos nuevamente a la enseñanza del Baal Shem Tov, la transmutación de tzarah en tzohar, estrechez en luz. Hemos descubierto que estas dos palabras corresponden a belleza y fundamento, ilustrando la expresión idiomática “el cuerpo [belleza] y el [órgano del] pacto [fundamento] son uno”.

Hemos visto también que la meditación narrativa que comprende las 5 permutaciones con significado no comienza con belleza, pero si termina con fundamento, lo que nos dice que el estado de “aflicción” no es el comienzo. Más bien es el resultado de la necesidad que tenemos de superar los estados de opresión en nuestra búsqueda del camino que revela la luz nueva de Dios en el mundo. Por cierto, estos problemas y aflicciones son sólo temporarios y sirven en definitiva sólo para sumar energía a la nueva luz que se revela al final.

 NOTAS

1. Génesis 6:16

2. Keter Shem Tov 1:87

3. Taanit 25ª.

4. Iov 28

5. El campo matemático moderno que trata acerca de las permutaciones se llama “combinatoria”

6. Rabí Abraham Abulafia enseña que con la llegada del Mashíaj toda posible combinación tendrá significado. La redención expande el alcance de nuestro entendimiento del lenguaje en general. Más específicamente, como el hebreo es el lenguaje de Dios y con el cual creó el cosmos, la ampliación del hebreo indica una conexión más profunda con el Todopoderoso y un entendimiento más amplio de la naturaleza.

7. En la santidad, el intelecto es el que da nacimiento a las cualidades del corazón. La mente estudia Torah y el corazón se refina en consecuencia con la iluminación del intelecto.

8. Pri Etz Jaim, Shaar Halulav, cap. 3. El secreto de esta correspondencia fue revelado por el Baal Shem Tov mismo en sus intenciones para la inmersión en la mikveh (Keter Shem Tov 1:2). Ver en extenso nuestro volumen en hebreo Sod Hashem Lireaav, pág. 102-4. Ver también Zohar III, 17ª.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *