LA CREACIÓN Y SU AFIRMACIÓN

La parashat Bereshit culmina relatando la total repugnancia que Hashem sentía por la creación. La humanidad era la corona de toda la creación y debido a su abominable comportamiento Hashem se arrepintió de haber creado el mundo. Por lo tanto decidió arrasar la realidad con un diluvio, salvando a un sólo individuo justo, Noaj, y su familia.

El resto de la parashá relata cómo se repobló el mundo a partir de Noaj, su progenie y los animales que se salvaron en el arca y nos presenta también el primer pacto entre el Todopoderoso y la humanidad, hecho con Noaj (también conocido como el pacto Noájico), reestableciendo así la relación entre el Creador y Su creación y reafirmando Su compromiso de sostener al universo.

Entonces, mientras que el tema de la primera parashá de la Torá fue la creación del mundo, las enseñanzas Jasídicas ponen su atención en la reafirmación de la creación por parte del Todopoderoso, como tema central de la segunda parashá, Noaj. En este articulo veremos estos dos temas y como se unen en la Torá.

Desde Sabiduría a Corona

En la terminología cabalística, la creación del mundo es una expresión de la sefirá de sabiduría. La sabiduría se asemeja a la contracción: La concentración ad-Infinitum de algo hasta que desaparece de la vista. El Arizal dijo que para crear el mundo Hashem primero tuvo que contraer, como si fuera, Su Presencia y hacer como que Él no estuviera presente.

La reafirmación de la creación y el pacto relatado en la parashat Noaj son una expresión de la sefirá de Corona. De acuerdo a la Torá, el aspecto más importante de la teshuvá –el proceso de auto purificación de nuestros actos negativos y la redefinición de nuestra identidad– es interrumpir inmediatamente nuestras acciones negativas.

Como fue explicado, para crear el mundo Hashem tuvo que emplear la sefirá de sabiduría y ocultarse a sí mismo. Después de diez generaciones que enfurecieron al Todopoderoso, el diluvio fue el resultado de la revelación plena de Su Presencia, no dando lugar a la creación y causando así su destrucción.

Aun así, Hashem no la destruyó completamente, esto es, no se revelo tan completamente como para no dejar lugar para un futuro. Aun así, resolvió no volver a ocultarse tan completamente a Si mismo como para que no haya límites para la abominación, causando nuevamente la destrucción del mundo.

El inmediatamente aceptó placenteramente los sacrificios hechos por Noaj y selló un pacto eterno con él y su descendencia. Esta es la esencia de la paciencia, la cualidad interior de la sefirá de corona. Para continuar dándole legitimidad y reafirmar la Obra de Su mano, aun cuando haya caído en los abismos de la abominación, Hashem convocó a Su aspecto de paciencia infinita. 

Por lo tanto, la moraleja que nos deja la parashat Noaj es que una vez que hayamos tenido éxito en crear algo, no debemos destruirlo debido a la aparición de problemas o aspectos negativos, sino apelar a la paciencia y encontrar las maneras de reafirmarlo y repararlo.

Reafirmación y matemática

Ahora, el verso central que ilustra el tema de la creación en Bereshit es claramente: “En el comienzo, Elokim creó los cielos y la tierra”. El verso que ilustra el tema de la reafirmación de la creación en Noaj es: “Mientras exista la tierra, siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, el día y la noche no cesarán”.

 Escribamos estos versos en hebreo:

בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱ־לֹהִים אֵת הַשָּׁמַיִם וְאֵת הָאָרֶץ

Bereshit Bará Elokim et hashamaim veet haaretz

עֹד כָּל יְמֵי הָאָרֶץ זֶרַע וְקָצִיר וְקֹר וָחֹם וְקַיִץ וָחֹרֶף וְיוֹם וָלַיְלָה לֹא יִשְׁבֹּתו

ּ od col iemei haaretz, zera vekatzir, vekor vajom, vekaitz vajoref veiom valailav lo iashbotu

La guematria de estos dos versos combinados es:

5616 = 26 · 216, o י-הוה  ·גבורה, guevurá · Havaia

Pero guevurá (216) es = 63, aludiendo a los seis días de la creación.

5616 es también el producto de 156 y 62, o קיום, kium, “reafirmación” veces 62, donde, una vez más, 6 alude a los seis días de la creación. ¡Por lo tanto, la suma de ambos versos juntos puede entenderse como “la reafirmación de los seis días!”. La palabra para “reafirmación”, קיום es igual a Havaia (י־הוה) · 6, representando la forma matemática de reafirmar la conexión entre Hashem y Su obra de los seis días de la creación.

La manera en que el segundo verso reafirma el contenido del primero puede observarse también a continuación: el valor del primer verso solo es 2701= r 73, léase como el “triángulo de 73”, la suma de los números desde 1 a 73. Pero, 73 es la guematria de חכמה, jojmá, “sabiduría”, como indicáramos arriba. Bellamente, el segundo verso comienza con la palabra עד, od, “mientras que”, cuyo valor numérico es 74, uno más que jojmá, comenzando el segundo verso, como si fuera, donde el primer verso se detiene reafirmando la creación.

Nótese que el primer verso contiene 7 palabras y el segundo 14 (= 7 ┴ 7). Por lo tanto, tenemos tres unidades de siete palabras cada una. La primera, central, y última palabras en la primera unidad son: בראשית את הארץ, Bereshit et haaretzLa primera, central y última palabra en la segunda unidad son: עד הארץ וקר, od haaretz vekarLa primera, central, y última palabra en la tercera unidad son: וחם ויום ישבתו, vajom, veiom iashbotu. La suma de las nueve palabras es: 3120 = 20 · 156, o 20 · קיום, kium, significando que la suma es un producto de la “reafirmación”!

Inspiración: El instrumento de la reafirmación

Explicamos más arriba que el poder de reafirmar la creación, tener la paciencia que le permita persistir, proviene de la sefirá de Corona, el atributo Divino de misericordia. La sefirá de Corona se llama así porque es como la corona sobre la cabeza de un rey, está continuamente “sobrevolando“ encima de todas las otras. La sefirá de corona es también considerada la fuente de toda inspiración y creatividad. Hemos aprendido entonces que la creatividad requiere de paciencia, que es en realidad la capacidad de sintonizar con el Infinito del Todopoderoso que siempre está “sobrevolando” y sustentando pacientemente la realidad.

El jasidut explica que hay tres tipos de procesos-relaciones que gobiernan todas las interacciones en la realidad, llamadas: evolución,  investimento e inspiración. En otra parte hemos usado “omnipresencia” en lugar de “inspiración “. Aquí usamos “inspiración” debido a la discusión matemática que sigue a continuación; más adelante usaremos los dos términos indistintamente. La mayoría de las interacciones en el mundo físico descriptas como relaciones de causa y efecto pertenecen al tipo evolucionista. La electricidad haciendo brillar una lámpara eléctrica y el alma animando al cuerpo son ejemplos de investimento. Un ejemplo de inspiración seria la profecía. La paciencia del Todopoderoso al reafirmar la creación luego del Diluvio es también un ejemplo de relación inspiracional.

Sin duda, la relación tan especial con Nóaj inspiró al Todopoderoso a revelar Su omnipresencia luego del diluvio y reafirmar la creación. La Torá describe esta especial relación en el verso: “Y Noaj encontró gracia a los ojos de Hashem”. 

Este es el último verso de la parashá Bereshit, por lo tanto sirve como puente natural conectando Bereshit con Nóaj. Este es también uno de los versos donde la traducción no puede hacer justicia. En hebreo la palabra חן, jen, traducida como “gracia“, también significa “simetría“. Además es la forma inversa (simétrica) de נח, el nombre Noaj en hebreo. En suma, la palabra “encontró” está también etimológicamente relacionada con la palabra “realidad“. “Encontró gracia“ a los Ojos de Hashem se refiere a que Lo inspiró a revelar Su Omnipresencia, que puede ser entendido como un estado de simetría entre la realidad y el Creador, un estado en el cual es imposible distinguir entre lo humano y lo Divino, lo mundano y lo celestial y entre lo natural y lo milagroso.

Paralelos matemáticos

Existen paralelos matemáticos para evolución, investimento e inspiración. Los números triangulares (definidos anteriormente) exhiben cualidades evolutivas; los números cuadrados invisten cualidades y los números generadores de inspiración, los cuales son definidos como la suma de dos cuadrados consecutivos, exhiben las cualidades de la inspiración.

Analizando los dos versos centrales de Bereshit Noaj y el verso que describe a Noaj hallando favor a los ojos de Hashem podemos ver estos números en acción:

בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱ־לֹהִים אֵת הַשָּׁמַיִם וְאֵת הָאָרֶץ

Bereshit Bará Elokim et hashamaim veet haaretz

עֹד כָּל יְמֵי הָאָרֶץ זֶרַע וְקָצִיר וְקֹר וָחֹם וְקַיִץ וָחֹרֶף וְיוֹם וָלַיְלָה לֹא יִשְׁבֹּתו

ּ od col iemei haaretz, zera vekatzir, vekor vajom, vekaitz vajoref veiom valailav lo iashbotu

וְנֹחַ מָצָא חֵן בְּעֵינֵי יְ ־הֹוָה

veNoaj matzá jen beeinei Havaiah

El verso central de Bereshit contiene 7 palabras y el triángulo de 7 (=28) letras. Entonces, el primer verso que describe la creación exhibe números triangulares (anteriormente vimos que el valor del verso completo era triangulo de 73), ilustrando una relación evolutiva entre el Creador y la creación.

¡El verso central de Nóaj contiene 14 (= 7 ┴7) palabras y 49 = 7 al cuadrado letras! por lo tanto el verso central describe la reafirmación de la creación exhibida en números cuadrados, indicando la relación investida entre el Todopoderoso y la creación.

Asombrosamente, el valor numérico del verso Noaj matzá jen beeinei Havaiah es 421, el cual es un numero inspiracional, la suma de 142 y 152.

Investimento en potencia

Como describiéramos, el primer verso de la Torá y central de toda la creación, exhibe una relación evolucionista, ya que su guematria es un número triangular, etc. Inmediatamente después del primer verso, la Torá parece describir que la realidad cayó en un estado de caos: “Y la tierra estaba caótica y desolada con la oscuridad cubriendo la superficie del abismo…”. Pero este verso termina con las siguientes palabras: “y el espíritu de Elokim se cernía sobre la superficie de las aguas“. La guematria de estas palabras en hebreo es 1369 = 372. Un cuadrado perfecto indica un estado de investimento. Pero, debido a la cercana destrucción que se produjo durante el diluvio, sabemos que este estado no fue permanente. Aun el estado de investimento de reafirmación encontrado en parashat Noaj hace eco de este estado primigenio de investimento en potencia encontrado en Bereshit.

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