DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh

En la parashá de la semana Jukat, se produce la transición entre la generación del desierto y la generación que entra a la tierra de Israel, y donde los tres líderes ceden su lugar: murió Miriam, murió Aarón, y sobre Moshé se decretó la pena de muerte.

Pero la Torá provee la medicina antes de la enfermedad, y esta es la historia de la vaca roja, la purificación de la impureza de la muerte con las cenizas de la vaca (es interesante que la palabra medicina, refuá רפואה, tiene las letras de vaca-pará-פרה,  y de cenizas-efer-אפר). Esta es una gran noticia: hay una manera de sobreponerse a la muerte y a la impureza que viene de ella. Hay vida incluso después de la muerte de los grandes líderes (la generación de gigantes), hay una nueva generación que sigue viviendo.

La medicina para la plaga de la muerte es el secreto de la fertilidad: quien muere deja tras de sí una semilla viva (y por lo tanto se considera viva). Es sabido que pará-פרה-vaca, proviene de “fructificad y multiplicaos”, y adumá-ואדֻמה-roja, es de Adam-אדם (y es llamado así porque fue creado “del polvo de la tierra [roja]”, afar de la adamá adumá). Entonces la vaca roja es la procreación y la multiplicación del hombre sobre la tierra. Incluso los conceptos de ceniza y aspersión simbolizan la semilla (como la fertilización de las plantas por el polvo). Dor holej vedor va, דור הולך ודור בא, “Una generación va y una generación viene”, dice el Rey Shlomó, y la transición entre ellos no es simple. Cada generación tiene su propio estilo, su forma adecuada de servicio a Dios.

¿Cómo puede uno pasar en paz de un camino a otro, “dejar de lado” hasta cierto punto lo que había y comenzar algo nuevo? Una vez más, la clave es la vaca roja: el secreto de la purificación con la vaca roja es con el polvo-ceniza, אפר-עפר, efer-afar, que alude a la cualidad de shiflut-humildad en la psiquis, como dicen los sabios que en mérito a las palabras de Abraham Avinu “y yo soy polvo y ceniza”, sus hijos tuvieron el mérito de recibir las cenizas de la vaca roja. El Shiflut permite pasar de manera más fácil de un camino a otro, porque el hombre no está “encadenado” a un cierto estilo e imagen de sí mismo. Ser de espíritu bajo y humilde como el polvo de la tierra se convierte en la plataforma dentro de la cual surgirá el líder de la próxima generación, צמח שמו ומתחתיו יצמח, tzamaj shemó umitajtav itzmaj, “su nombre crecerá y debajo suyo crecerá”. [Zejariá 6:12]

[Del libro del rabino Ginsburgh Maian Ganim, Manantial de los Jardines]

Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

39. Jukat – El Decreto

Lunes 5 de Tamuz 5778 – 18 de junio 2018

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