¿POR QUÉ ITZJAK AMA A EISAV?

Eisav y Iaacov: Las Encarnaciones de Itzjak

Según Rashi , la palabra “engendrar” en el primer verso de nuestra parasháh se refiere a Iaacov y Eisav, hijos de Itzjak. Basándonos en nuestra identificación de dos fases de nacimiento, natural y de consciencia, podemos decir que Eisav representa la habilidad de Itzjak para dar a luz de forma natural, sin pensamiento o volición, mientras Iaacov es una expresión del poder de Itzjak para dar a luz basado en una volición consciente. Así, Eisav representa el ser habitual e innato de Itzjak (las 3 sefirot inferiores desde victoria a fundamento), mientras Iaacov expresa el ser emocional e intelectual de Itzjak (las sefirot que van desde la bondad a la belleza, y desde la sabiduría al conocimiento, respectivamente). De todas maneras, Iaacov llega a manifestar completamente el intelecto de Itzjak, sólo una vez que ha vencido al ángel de Eisav, 1 quien le cambió su nombre a Israel יִשׂרָאֵל , la permutación hebrea de ראשׁ לי , “Yo tengo cabeza”, es decir la cabeza de Itzjak.

En este artículo nos concentraremos en la relación natural o habitual de Itzjak con Eisav. Ya que Eisav fue un producto de la capacidad natural, innata de Itzjak de dar a luz, lo amó de forma natural, incluso involuntariamente (tal como todo padre encuentra que tiene un amor natural por sus hijos, independiente de su voluntad consciente). La Torá afirma que Itzjak lo amaba porque Eisav siempre tenía en su boca la presa que había cazado.

Imaginación

Los descendientes de Eisav son la nación de Edom, cuyo nombre en hebreo ( אֶדוֹם ) proviene de la misma raíz que imaginación ( דמיון , dimaión ). El mundo natural en su estado salvaje es comparado con nuestra imaginación innata pero rebelde. Antes de que sea domada por la sabiduría del Torá, nuestra imaginación se considera como el instrumento de la inclinación al mal. Pero como fue explicado por el Arizal, las inclinaciones al bien o al mal en realidad en su origen en los mundos espirituales dos ángeles sagrados, dos fuerzas diferentes en la psique. En las enseñanzas jasídicas se explica que la inclinación al mal mantiene a un bebe vivo, al mantener vivo en el recuerdo del peligro. Sin la inclinación al mal, que primeramente está enfocada sólo en sobrevivir, un bebe podría una y otra vez poner su mano en una llama, sin ser capaz de imaginar las consecuencias de su acción. Mientras Eisav representa nuestro poder innato a imaginar las consecuencias físicas de nuestras acciones, sólo a través del estudio de la Torá nos volvemos capaces de imaginar las consecuencias de nuestras acciones desde una perspectiva espiritual, que es el regalo especial de Iaacov.

Por lo tanto, no es de sorprenderse que Itzjak esperara que Eisav tomase su lugar junto a él en el partzuf de los cuatro elementos naturales descriptos antes y que son la base para la representación humana de la carroza Divina. Expliquemos esto con un poco más de detalle.

Eisav, la Tierra, y la Humildad

La carroza Divina, que describe Ezequiel en el primer capítulo de su libro, es el instrumento sobre el cual cabalga el Omnipotente, es decir, se mueve de una expresión a la siguiente. La manera en que Dios maneja la carroza Divina puede ser comparada a la forma en que se expresa a través de la naturaleza. La naturaleza rectificada y perfecta (a través de la realización física de las mitzvot realizadas por el pueblo de Israel) puede alcanzar un estado en el cual está alineado exactamente con la voluntad del Creador. De la misma manera, un ser humano puede llevar sus facultades naturales a un estado en el que perfectamente reflejen la voluntad del Omnipotente. Las facultades naturales del hombre corresponden a los cuatro elementos básicos de la antigüedad: fuego, aire, agua y tierra.

En el pueblo judío, los tres patriarcas representan los tres primeros de estos elementos y, por tanto, estas tres primeras facultades naturales. Itzjak esperaba que Eisav pudiera representar la cuarta, que se corresponde con la tierra, y a la natural facultad judía de la humildad o modestia. Pero, aunque Eisav de hecho se conecta con la tierra, dándole así la esperanza a Itzjak de que podría completar la rectificación de Caín y Nóaj, descritos como hombres de la tierra, 2 al final Eisav fracasó y generó una falsa modestia,3 que más tarde encontró su camino en las enseñanzas de Jesús y de ahí al Cristianismo. 4 En cambio, sólo algunas generaciones después, Eisav pudo ser una verdadera encarnación del elemento tierra en el rey David, el más humilde de todos los hombres. 5 Así, el modelo completo de los elementos naturales y sus arquetipos judíos son:

Fuerzafuego 
Itzjak
BondadaguaAbraham
Belleza 
aire 
Iaacov
Reinotierra 
David

Eisav como parte de la Carroza Divina

Pero si agregamos a Eisav a los tres patriarcas, encontramos que el valor de su combinación numérica es 1014: אברהם יצחק יעקב עשו , Abraham-Itzjak-Iaacov-Itzjak . 1014 es también 3 veces el producto 26 y 13, el Nombre esencial de Dios Havaiáh, י־הוה y “uno” ( אחד , ejad ), las dos palabras que son la esencia del monoteísmo: “Dios es uno”.

Es más, Abraham fue la 20ª generación de la humanidad, Itzjak fue la 21ª, y Iaacov la 22ª. Juntos suman 63, que junto con las 22 de Eisav (quien fue gemelo de Iaacov y que por tanto, también es la 22ª generación de Adam), tenemos 85, que es el valor numérico de “boca” ( peh, פּה ). El Arizal divide 85, el valor numérico de “boca” en 63 y 22. 63 es el rellenado de Havaiáh que suma 63 (pronúnciese sag סג , en hebreo), y representa la boca del principio de la madre, o la sefiráh del entendimiento. 22 es, claro, el número de las letras del alfabeto hebreo. 6

Entre los órganos del cuerpo la boca corresponde a la sefiráh del reinado, durante el habla emite aire, y así es la sefirá del entendimiento (aire) expresada a través de la sefiráh del reinado, la cual corresponde al elemento tierra.

Itzjak construye a Eisav

Mencionamos arriba que si Eisav se hubiera rectificado como Itzjak esperaba, habría sido el alma arquetípica correspondiente al elemento tierra. 7 En la naturaleza, la construcción de la sefirá del reinado, la construcción de la tierra, es a través del poder del rigor representado por el elemento fuego. En las enseñanzas cabalísticas y jasídicas, es explicado que lo que dice Eclesiastés de: “todo viene de la tierra [no el planeta, sino el elemento], y todo vuelve a la tierra” 8 se aplica hasta al sol mismo. En todo caso, esta es la razón por la que Itzjak, quien representa al elemento fuego, ama y aprecia a su hijo Eisav y siempre trata de ayudarlo a construirse, tal como el fuego procura construir la tierra.

Los cuatro elementos y las cuatro almas arquetípicas que los representan, también corresponden a las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, tal como sigue:

Letra de HavaiáhElementoAlma arquetipo
iudaguaAbraham
heifuegoItzjak
vavaireIaacov
heitierraEisav

Eisav y el Tefilín Según Rabeinu Tam

Pero, mirando la columna final de estaa última tabla, vemos que está fuera del orden cronológico, ya que Eisav nació antes de Iaacov. Si escribimos las letras correspondientes a Havaiáh en su orden cronológico, tendremos: iud-hei-hei-vav ( יההו ), una de las 12 permutaciones posibles del Nombre Havaiáh . Esta particular permutación está relacionada con el orden de los pasajes de la Torá que mencionan a los tefilín9, tal como deberían ser escritos en el rollo de los tefilín según Rabeinu Tam. 10 De hecho, el primer nombre de Rabeinu Tam era Iaacov, y su apelativo Tam, que significa “simple” o recto, proviene del verso: “y Iaacov era un hombre simple. 11 Resulta así que tenemos aquí una seguláh especial para el tikún olam , el refinamiento del mundo, ya que depende de la rectificación de Eisav, el alma judía perdida (Eisav nació de una madre y un padre, Rivkah e Itzjak, que eran ambos justos): vistiendo el tefilín de Rabeinu Tam.

Los Tefilín hechos según el orden de Rashi refuerzan el judaísmo desde el interior, pero los tefilín hechos según Rabeinu Tam rectifican nuestra relación con las naciones del mundo. Nos permiten influir en ellos, ser “una luz para las naciones”,12 y para ayudar a ingresar a la era que esta descrita por el verso: “En ese momento, Yo transformaré a todas las naciones para hablar claramente para invocar a Dios y adorarlo juntos”. Todo esto está relacionado con la colocación del par adicional de tefilín llamado de Rabeinu Tam.

El orden de la redención y la ascensión del Mashíaj incluye cinco etapas que son aludidas en el verso: “Contemplad, mi siervo [el Mashíaj] va a prosperar [1], será elevado [2] y levantado [3] y exaltado [4], enormemente [5]”. 13 Vemos aquí 5 etapas de la redención. En este orden, la rectificación de las naciones de los mundos es la quinta y más elevada etapa a la que se hace referencia en la palabra “enormemente” ( מאד , meod ), que por permutación de las letras forma la palabra “Adam” ( אדם , Adam), aludiendo a la rectificación de toda la humanidad. La cuarta etapa implica la reunión de los exilios del pueblo judío. Estas dos etapas finales corresponden así al tefilín de Rabeinu Tam (la quinta etapa) y al tefilín de Rashi (la cuarta etapa).

(Basado en Dvar Torá diario del lunes 25 de Jeshvan, 5768 – noviembre 6, del año 2007).

NOTAS

1Génesis 32:25-30.

2Ibid. 4:2 y 9:20.

3El Término exacto es humildad, pero para el interés de relacionar esta facultad con algo que es bien conocido, algunas veces usamos humildad o modestia de forma intercambiable. Ver también la nota 5.

4Esta es la razón por la que los sabios identifican a la cristiandad como la herencia spiritual de Edom, al punto de identificar la cristiandad con Eisav.

5El rey David dice de sí mismo: “Y seré humilde a mis propios ojos” (2 Samuel 6:22). Moshéh Rabeinu es descrito por la Torá como “el más humilde de todos los hombres” (Números 12:3). Como se explica en Jasidut, uno no puede reflexionar sobre su propia humildad, y por otro lado la modestia es el producto de la verdadera autoreflexión. Por eso Moshéh no afirmó que era humilde (sólo lo expresó de forma retórica como “¿y nosotros qué somos?), mientras que David fue capaz de reflexionar con palabras acerca de su modestia. Para más acerca de Moshéh y David como los arquetipos de humildad y modestia, la llave para una salud psicológica, ver el primer artículo en nuestro volumen hebreo de Lev Lada’at . [que estudiamos en los cursos de Cabalá y Jasidut].

6 63 a su vez se separa en 22 , las generaciones de Iaacov y Eisav, y 41 —el valor numérico de “madre” אם , em . El 41 además se divide en 22, como arriba, y 19, el valor numérico de “Javáh” חוה , la arquetípica figura de la madre: “la madre de toda vida”.

7 Existe una correspondencia aún más temprana de los elementos con almas arquetípicas en las cuales, Abraham corresponde al agua, Efrón el Hitita a la tierra (su nombre en hebreo עפרון viene de la palabra para tierra, עפר , afar ), y los dos aspectos de Sar á h que se aluden en el verso: “la vida de Sarah fue… los años de la vida de Sará” corresponden al fuego (santidad) y al aire (vida).

8 Eclesiástes 3:20.

9 Existen cuatro porciones en los Cinco Libros de Moshé que mencionan la mitzvá del tefilín . Todas ellas están escritas en el pergamino que va dentro de los tefilín de la cabeza y en los cuatro pergaminos que van en los tefilín de la mano . Estas son : Éxodo 13:1-10, Ibid. 13:11-16, Deuteronomio 6:4-9, e Ibid. 11:13-21.

10 Existe una disputa halájica entre Rashi y su nieto Rabeinu Tam , en cuanto al orden en el cual deberían ser ordenadas las porciones de la Torá escritas en el pergamino en los tefilín . Según Rashi , se deben escribir según el orden en el que aparecen en la Torá misma. Según Rabeinu Tam, las dos lecturas que comienzan con la palabra והיה , vehaiáh (Éxodo 13:11-16 y Deuteronomio 11:13-21), otra permutación de Havayah , deberían ser inscritas en yuxtaposición entre las otras dos.

11 Génesis 25:27.

12 Isaías 42:6.

13 Ibid. 52:13.

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