PARTE 11   LOS SISTEMAS FISIOLÓGICOS DE ACUERDO A UN MODELO CABALÍSTICO

…Así dijo Di-s a estos huesos: ‘He aquí, Yo traeré el espíritu dentro de vosotros y viviréis. Y Yo pondré en vosotros vasos sanguíneos y haré crecer carne sobre ustedes y los cubriré con piel. Y les daré espíritu y viviréis, y sabréis que Yo soy Di-s‘.

En el pasaje anterior de Ezekiel 37 encontramos una descripción del cuerpo de cuatro niveles —huesos, vasos sanguíneos, carne y piel— y un quinto nivel espiritual que le da vida al cuerpo, el espíritu. El modelo más apropiado para un análisis comparativo de esta estructura es el nombre esencial de Di-s de cuatro letras, con el ápice de la iud constituyendo el trascendente quinto nivel.

La primera de la cuatro etapas, la iud, alude al punto de conciencia esencial y seminal, por cuanto que la forma de esta letra es la más compacta de todo el alefbet, sirviendo como su núcleo estructural. Tomada a menudo como símbolo de una semilla, en la vida del cuerpo puede ser vista como los huesos (en especial porque la “semilla” del cuerpo está en la médula ósea, como se explicará más adelante). El sistema esquelético, el armazón básico del ser humano, sostiene los otros sistemas fisiológicos que reposan en él. Además de esto, la palabra hebrea para “hueso” (etzem) también significa “sí mismo” o “esencia”, que alude espiritualmente al núcleo de nuestro ser. Físicamente, esto se vuelve evidente por ser el bastidor del cuerpo.

El siguiente nivel de esta meditación continúa con la primera hei del nombre de Di-s. Se puede ver esta letra como tridimensional, con los dos lados pegados proyectando el largo y el ancho, mientras que la tercera dimensión está sugerida en el pie suelto que imaginamos como una línea que corre perpendicular a la página, evidenciando la dimensión de profundidad. En general, la letra hei alude a la expansión, en las tres dimensiones del cuerpo físico, desde el punto de la esencia que aquí es vista como el esqueleto. En términos espirituales, la hei corresponde a biná, el entendimiento del corazón que se extiende para dar vida al cuerpo entero (es decir, para “motivar” sus muchos miles de funciones). Así, la primera hei del Nombre de Di-s refleja el sistema circulatorio —la comunicación básica interna de fuerza vital dentro del cuerpo— el “entendimiento” interno del cuerpo y su autopreservación.

Lvav del Nombre de Di-s alude a las emociones básicas o atributos de carácter, que son seis, así como el valor numérico hebreo de esta letra. Los atributos de carácter de la persona, en relación a su entendimiento, son como la carne que cubre su cuerpo (la vav en particular corresponde a tiferet, que es el torso, el “tronco” del cuerpo) pero que incluye y está relleno con los vasos sanguíneos.

Finalmente, como la capa y vestimenta más externa del cuerpo, la piel exhibe la apariencia superficial que está expuesta y afecta a los demás, sirviendo apropiadamente como el “reinado” de las cuatro divisiones generales del cuerpo.

Como quiera que este sistema de cuatro niveles es utilizado para contemplar “existencia”, hay siempre un quinto nivel todo abarcador que da vida a los otros cuatro. Este nivel es visto como el origen de la existencia, y en el caso del cuerpo es el espíritu de vida que viene a animar a los otros niveles. Como veremos en breve, este nivel corresponde al sistema respiratorio.

El siguiente cuadro resume el modelo general que hemos descripto.

el espíritu de vida [la respiración]keter— coronaespina de la iud
los huesosjojmá—sabiduríaiud
los vasos sanguíneosbiná—entendimientohei
la carnemidot—atributos de caráctervav
la pielmaljut—reinadohei

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