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ELEVEN LAS MANOS AL SAGRADO Y BENDIGAN A HAVAIÁ

Salmo 134:2: Lectura de la Torá Matot – Las Promesas 

La bendición de lo Alto se recibe con la bendición desde abajo. Raava deraavin, ratzón haretzonot, El Deseo de los Deseos que se revela en la hora de la tercera comida de Shabat.

Números Capítulo 30 

2 Moshé les habló a los cabezas tribales de los israelitas, diciéndoles que ésta es la palabra que Dios había mandado:

 וַיְדַבֵּ֤ר משֶׁה֙ אֶל־רָאשֵׁ֣י הַמַּטּ֔וֹת לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל לֵאמֹ֑ר זֶ֣ה הַדָּבָ֔ר אֲשֶׁ֖ר צִוָּ֥ה יְהֹוָֽה: 

3 Si un hombre hace un voto a Dios, o hace un juramento para obligarse, no debe quebrar su palabra. Debe hacer todo lo que expresó verbalmente.

 ג אִישׁ֩ כִּֽי־יִדֹּ֨ר נֶ֜דֶר לַֽיהֹוָ֗ה אֽוֹ־הִשָּׁ֤בַע שְׁבֻעָה֙ לֶאְסֹ֤ר אִסָּר֙ עַל־נַפְשׁ֔וֹ לֹ֥א יַחֵ֖ל דְּבָר֑וֹ כְּכָל־הַיֹּצֵ֥א מִפִּ֖יו יַֽעֲשֶֽׂה: 

4 [Ésta es la ley] cuando una mujer hace un voto a Dios o se ata por una obligación mientras es todavía una joven en la casa de su padre.

 ד וְאִשָּׁ֕ה כִּֽי־תִדֹּ֥ר נֶ֖דֶר לַֽיהֹוָ֑ה וְאָֽסְרָ֥ה אִסָּ֛ר בְּבֵ֥ית אָבִ֖יהָ בִּנְעֻרֶֽיהָ: 

5 Si su padre guarda silencio cuando oye su voto u obligación autoimpuesta, entonces todos sus votos y obligaciones autoimpuestas deben cumplirse.

 Hay una famosa parábola transmitida por los tzadikim sobre el anillo del rey que se perdió. Todas las personas grandes e importantes lo buscaron, pero finalmente un simple campesino lo descubrió sin buscarlo. Está escrito que el Mashíaj vendrá cuando no pensamos y no somos conscientes de su venida. Para nosotros, ser inconscientes significa no pensar: “¿Quién soy yo en lugar de todos los grandes maestros espirituales?” Está escrito, “El que camina con simpleza y sinceridad camina seguro”. Si el Rebe nos dijo: “Hagan todo lo posible para traer el Mashíaj”, entonces debemos hacerlo con sinceridad e ingenuidad y no pensar en todas las posibles preguntas y objeciones. Mashíaj es como un objeto perdido que queremos encontrar, como dice el Salmo “Encontré a David mi siervo”. Cuando nos topamos con un objeto perdido sucede sin nuestra atención: debemos ser ajenos a todos los demás cálculos. Está escrito: “Tres cosas vienen de repente, una serpiente, un tesoro y el Mashíaj”, “El maestro (Mashíaj) vendrá de repente”. Toda persona debe verse a sí misma como si todo dependiera de ella; no importa si es grande o pequeña.

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