LOS PECADOS INCONSCIENTES

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La parashá de esta semana, Parashá Vaikrá, inicia un nuevo libro de la Torá, el Jumash Vaikrá, el tercero de los cinco libros de Moshé. Trata sobre los korbanot, los sacrificios que eran traídos al Tabernáculo del desierto, y al Templo. Uno de los tipos de sacrificios que son discutidos ampliamente es la ofrenda del pecado. La persona peca sin saberlo, בשגגה , bishgagá entonces se le hace traer un korbán jatat, (una ofrenda por el pecado) al Mishkán, el Tabernáculo, al Mikdash, al Santuario.

El primer versículo de la porción de la lectura de la Torá de esta semana dice: נפש כי תחטא בשגגה , nefesh ki tajtá bishgagá, “un alma que peca sin saberlo”. Y después continúa enumerando distintas almas, y cada una de las diferentes almas tienen diferentes leyes con respecto a la ofrenda del pecado que debe traer.

Comienza con: אם הכהן המשיח יחטא בשגגה , “Im haCohen hamashíaj iajtá bishgagá”, si el supremo sacerdote, si el sacerdote ungido pecara, entonces su ofrenda deberá ser tal y cual ofrenda. Y continúa diciendo אם כל עדת ישראל

ישגו , si toda la congregación de Israel, que significa la Corte Suprema de Israel, ישגו , ishgú, comete un error en el juicio y enseñan que algo que en realidad está prohibido, una transgresión muy severa, y enseñan que está permitida, ellos también tienen que traer una ofrenda de pecado.

Y luego la tercera categoría es אשר נשיא יחטא , “Asher nasí iajtá”, “Cuando el príncipe pecara”, si el príncipe o sea el rey del pueblo peca, él también tiene que traer una ofrenda especial. Y finalmente, el cuarto nivel es un alma simple, נפש אחת מעם הארץ , “un alma simple del pueblo”, si el alma de un individuo común y corriente peca entonces su ofrenda de pecado deberá ser tal y cual.

Tenemos así al comienzo un verso que dice en general: נפש כי תחטא בשגגה , nefesh ki tajtá bishgagá, “un alma que peca sin saberlo”. Todas las almas bajo una categoría general deberán traer una ofrenda por el pecado cometido sin saberlo, y después se dieron cuenta que en realidad cometieron un pecado. Y luego procede a enumerar estos cuatro niveles comenzando con el sumo sacerdote, la suprema corte, después el rey, y finalmente un individuo.

Cuando estudiamos la Torá y meditamos acerca de su significado, de sus enseñanzas profundas para nosotros, de acuerdo con el estilo del Baal Shem Tov, sentimos que todo lo que nos trae la Torá pertenece a cada uno de nosotros en cada situación, en cada lugar, y en cada momento de nuestras vidas. Por eso de hecho tenemos que encontrar todas estas categorías dentro de nosotros mismos, esto significa que en cada uno de nosotros también existe una chispa del Sacerdote Supremo, y una chispa de toda la congregación, es decir, el Sanhedrín, la Corte Suprema, y también una chispa de rey, una cualidad real en el alma y también de un individuo común, un judío corriente.

De hecho cada alma debe encontrar todas estas cuatro categorías dentro de sí, y cuando vea cualquier pecado, cualquier cosa que haga mal sin saberlo, cuando involuntariamente hace algo malo, tiene que entender que en realidad su sumo sacerdote interior ha comenzado a pecar, y luego continua pecando su corte suprema interior, y luego su rey interior pecando, hasta que finalmente, él como judío común y corriente ha cometido un pecado. Si toma conciencia de esto, esa es la forma de traer la ofrenda para expiar el pecado y rectificar la profunda raíz psicológica inconsciente del pecado.

Entonces ¿Esto qué significa? Significa que primero debemos ver en nosotros al Supremo Sacerdote ¿Qué es el Sumo Sacerdote, הכהן המשיח , qué significa el sacerdote ungido? El sumo sacerdote es un maestro inspirado. El sacerdote está para enseñar la Torá a la gente, pues es el Sacerdote Supremo, ungido con el aceite que le confiere la inspiración Divina especial para enseñar, esa es una función del Sacerdote Supremo.

La segunda función en importancia del supremo sacerdote es expiar por nosotros, nos tiene a todos en su mente y cuando realiza su servicio en el Templo, su servicio está expiando por nosotros. ¿Y esto que quiere decir? Quiere decir que esa persona, ese individuo siente todas las penas del pueblo judío, de cada individuo, reza profundamente por cada uno y debido a sus rezos, y debido a su servicio trae expiación y alivio por todo el sufrimiento del pueblo judío.

Éstas son dos las funciones básicas del Supremo Sacerdote, enseñar con inspiración y rezar por las personas, expiar por las personas. Si yo peco, el origen de mi pecado es que algo está mal en mi sumo sacerdote interior, no estaba lo suficientemente conectado, no estaba lo suficientemente inspirado, ese es el comienzo del pecado.

La segunda fase del pecado es la Corte Suprema. ¿Qué significa que tengo la Corte Suprema dentro de mí? Tener la Corte Suprema es tener un sistema, un sistema de justicia para juzgar qué es bueno y qué es malo, para decirme qué es correcto y que es incorrecto, y para decirle a los demás también, instruirlos en lo que está bien y lo que está mal. Si algo sale mal en este sistema interno de juicio del conocimiento de lo bueno y lo malo, me equivocaré, de algo incorrecto diré que está bien, que es correcto. Esa es la segunda fase del pecado interno del alma.

Después viene la tercera fase que es mi función como líder. Cada judío, cada alma tiene la función de liderar a otros, esa es su cualidad de realeza. Si guío a los demás de una forma equivocada, lo que también tiene que ver con darle a cada persona su misión, decirle, tratando de instruir a esta persona designándola para un puesto determinado, tratando de instruir, diciendo que esa persona debe ser designada para este puesto en particular, eso es lo que hace el rey, y que otra persona debe ser designada para otra posición. Si también hago un error y va mal, si hago algo mal en mi calidad de líder, a esto se le llama “que mi Rey ha pecado”.

¿Cuál es el común denominador de estos primeros tres niveles? Es que todo se relaciona con mi responsabilidad para con el pueblo judío y para con todo el mundo. Significa que tengo la responsabilidad de ser un Sacerdote Supremo, tengo la responsabilidad de ser una Corte Suprema, tengo la responsabilidad de ser un rey, pero también, incluso si el pecado es entre Dios y yo, todo pecado tiene que ver con una carencia en asumir bitul, “auto anulación”, asumiendo y funcionando inapropiadamente como responsable del mundo a mi alrededor.

Tengo estos tres niveles dentro de mí, el Sacerdote Supremo, la Corte Suprema, el Rey, y si algo sale mal en alguno de estos tres niveles, realmente todo comienza en el Sacerdote Supremo, desde la inspiración y sentirse conectado y rezar por todos, por todo el pueblo judío, por todo el mundo, por la redención, para que llegue el Mashíaj.

Si algo va mal al inicio, continuará mal en todos los niveles del alma hasta que el individuo al final comete un pecado. Esto es lo que aprendemos del orden de los diferentes personajes que pecan aquí y que están todos dentro de mí, todo está bajo la categoría general de נפש כי תחטא בשגגה , nefesh ki tajtá bishgagá, “una alma que peca sin saberlo”. Una vez más, el primer versículo habla sólo de un alma, lo que significa que todas las almas tienen todos estos niveles y dimensiones.

Quiera Hashem ayudarnos para rectificar, traer expiación a nuestras almas al reconocer que tenemos dentro de nosotros mismos al Sacerdote Supremo, a la Corte Suprema, y al Rey, y si rectificamos todas estas funciones dentro nuestro, entonces no pecaremos y así llegará la redención al mundo.

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