ITZJAK, HIJO DE ABRAHAM, ABRAHAM ENGENDRÓ ITZJAK.

“Estas son las generaciones de Itzjak, hijo de Abraham, Abraham engendró a Itzjak.” Así comienza nuestra parashá de la semana.

Uno de pronto se sorprende por la aparentemente duplicación de las palabras: Itzjak el hijo de Abraham” y “Abraham engendró Itzjak”.

¿Cual es la diferencia entre estas dos expresiones? El Midrash, el Talmud y otros textos ofrecen diferentes explicaciones. (1) Nos gustaría agregar una explicación adicional que está basada en todas las que han sido dichas hasta ahora por varios comentaristas.

Ella se basa en algunos de los conceptos más importantes en la interpretación jasídica de la cabalá y nos brindara lecciones invalorables para incorporar a nuestra vida acerca de una de las dificultades más frustrantes de la vida.

Comencemos con algo general. La primera parte del verso: “Itzjak el hijo de Abraham” describe al segundo de nuestros patriarcas como hijo de Abraham en cuanto a su naturaleza y comportamiento; pero la segunda viene a decirnos que Abraham también le dio voluntariamente sus rasgos intelectuales y emocionales.

Para entender esta idea debemos introducir la división de las sefirot como sigue: (2)

-Intelectual: sabiduría, entendimiento y comprensión

-Emocional: benevolencia, rigor y belleza

-Comportamiento: Victoria, reconocimiento y fundamento

Antes del advenimiento del jasidut este esquema era bien conocido, pero la nomenclatura para referirse a cada grupo estaba basada en las iniciales de cada componente. Así, el primer grupo es conocido como חב”ד , jabad , el segundo חג”ת , jagat , y el tercero נה”י , nehi . (3) En hebreo, estas tres categorías esa conocidas como מושכל, muscal , “intelectual”, מורגש , murgash , y מוטבע , mutba, comportamiento.

Por su naturaleza, Abraham e Itzjak eran completamente opuestos. Desde este punto de vista Abraham provenía del elemento agua, el origen del paradigma de la sefirah de benevolencia, de la cual Abraham es su alma arquetípica, por lo que los sabios lo describen como “extraído por Dios como el agua”.

Por su parte, la naturaleza de Itzjak era de fuego, característico de la sefirá de rigor, de la cual Itzjak es su alma arquetípica. La raíz elemental de Itzjak se relaciona con su conexión y su parecido a un sacrificio perfecto ( olah tmimah ) que debía ser consumido como todos los sacrificios en el fuego del altar. 

Como en los próximos días vamos a utilizar la correspondencia entre las sefirot y los cuatro elementos de la naturaleza, vamos a presentarla completa:

poderfuegobenevolenciaagua
bellezaaire
reinadotierra

¿Cómo pudo Abraham, en tanto agua, engendrar a un Itzjak de fuego?

La respuesta es que, en la mayoría de los casos, el proceso natural de nacer revela los rasgos de carácter ocultos, aunque existentes, que poseen los padres, que usualmente los experimentaron sólo levemente en la profundidad de su psiquis por estar ocultos, pero de todas maneras presentes.

Tener hijos es entonces para los padres una vivencia exploratoria y reveladora, porque ven algo de si mismos que a lo mejor pensaron se había perdido o nunca se habrían de expresar en sus propias vidas, pero que repentinamente vuelven a revivir por si mismas en la forma del carácter de sus hijos.

Llamamos a este un proceso natural porque se produce completamente sin la intervención de nuestra voluntad o conciencia. En otras palabras, las características latentes pero presentes que componen el carácter natural del chico se origina en las sefirot existentes en los padres.

El carácter de fuego del hijo ya estaba presente, aunque oculto, en Abraham.

Pero, la segunda frase “Abraham engendró a Itzjak”, implica un segundo nacimiento del hijo, que, a diferencia del primero, le transfirió el carácter consciente del padre –asociado a sus sefirot emocionales e intelectuales– a las emociones e intelecto propios de Itzjak.

La aplicación de esta idea a nuestra vida diaria tiene que ver con aquellas cosas que parece que proyectamos, pero no sentimos que reflejen verdaderamente quienes somos. Por ejemplo, hay personas que están frustradas porque parece que despiertan animosidad o temor en los demás, a pesar de que no se ven a si mismos de esa manera sino como personas buenas y gentiles.

Si usted experimenta ese tipo de frustración o alguna similar, debe preguntarse a si mismo ¿por qué produzco tal o cual sensación o proyecto determinadas vibraciones, mientras que en realidad siento que soy lo opuesto? Puede suceder que se vea a si mismo como un individuo simpático y delicado, pero al mismo tiempo sentir que por alguna razón la gente se siente amenazada ante su presencia.

“¿Como puede ser?” se pregunta.

La respuesta es que alberga latentes ciertos “genes” de carácter, aunque en realidad están muy presentes, que solo se revelan en su descendencia, manera por la cual usted expresa su inconsciente. Según su auto percepción, usted parecería ser justamente lo opuesto a como se manifiesta.

¿Qué puede hacer uno en esta situación tan familiar y corriente?

La falta de control que tiene sobre estos rasgos de carácter latentes es el resultado de que hayan permanecido inconscientes y por eso no es capaz de ejercer ninguna acción voluntaria sobre ellos. Para remediar esta situación, para expresar esos genes de una manera positiva, debe transformar el proceso de del nacimiento de esos genes, o sea de su expresión, en un proceso revelado conscientemente tanto intelectual como emocionalmente.

De esa manera podrá expresarlos en el contexto adecuado, en un lugar donde tendrán una influencia positiva y constructiva.

Por ejemplo, hay momentos en que la gente siente en usted una amenaza, aunque en realidad sea una persona esencialmente amorosa y cuidadosa. Pero si pudiera expresar su poder en un contexto positivo, transmitiéndolo de una manera que no necesite encontrar esas formas propias de expresión que le causan sorpresa y vergüenza, transformaría esa sensación de amenaza en un interés por colaborar.

Un control de este tipo es llamado “mente madura” en Cabalá, מוחין דגדלות , mojin degadlut, pensar como adulto, con una visión amplia y en aras de los objetivos que valen la pena de verdad. Expresión que como una mente madura ya lo está intuyendo, está implícita en las palabras “Abraham engendró a Itzjak”. 

Ahora, ¿Cual era el gen que estaba latente en Itzjak? Claramente era Iaacov.

Por cierto, la guematria de Iakov, יעקב , es la misma que la de צאצא , tzeetzá , que significa “descendiente”. Si se fija en la forma en que se escribe esta palabra verá que está compuesta por las mismas dos letras duplicadas, צא , tzadik alef , que significa “salir” en hebreo. Entonces, la palabra hebrea para “descendencia” puede ser interpretada como implicando “salir”.

La primer tzee , “salir”, se refiere a la expresión natural e inconciente de nuestro carácter latente; la segunda tzá , a la expresión intelectual y emocional conciente de nuestros rasgos de carácter latentes.

Cuando Iaakov tenia צא = 91, tzadik alef años, dio nacimiento a Iosef, el alma arquetípica de la sefirah de fundamento, que como la de belleza se encuentra en el eje central del árbol de las sefirot. Y en verdad eran particularmente similares. Encontramos en el Zohar que el “cuerpo”, que corresponde a la sefirá de belleza y el “órgano reproductor masculino”, que corresponde a fundamento, son considerados como uno. (4)

De todas maneras, la primera se encuentra levemente desplazada hacia la derecha y la segunda hacia la izquierda, indicando la conexión entre las generaciones que representan: Iaacov conectado a Abraham y Iosef a Itzjak, mostrando una vez más como los rasgos latentes pueden ser completamente opuestos a la esencia revelada.

La primera vez que encontramos este doble proceso de expresión es en relación a Noaj. Luego de casi un año entero en el arca, Dios le ordeno: ” sal del arca, tú y tu esposa y tus hijos y sus esposas. Saca todas las clases de criaturas vivientes que están contigo…”. En el texto hebreo, la palabra para “salir” es צא , tzé , y para “sacar” es הוצא , hotzé , derivada de la primera.

Entonces, “salir” es un proceso natural sin ninguna intención especial, pero “sacar” es un proceso conciente y poderoso.

Sorprendentemente, incluso la palabra hotzé alude a las sefirot intelectuales y emocionales. Se escribe היצא , hitzé , pero se dice hotzé , resaltando así las tres letras que cambian entre la forma escrita y la oral de la palabra: iud-hei-vav . Estas son también las tres letras del Nombre esencial de Dios, Havaiah , que se refieren respectivamente a las sefirot de sabiduría, entendimiento y belleza.

 NOTAS

•  Para profundizar en algunas de estas respuestas y cómo corresponden a los 4 aspectos de la metodología de la Torah, ver Likutei Sijot (en hebreo) vol. 3, pág. 33-9.

•  Ver también ¿Qué Necesita Saber Acerca de la Cabalah? De próxima publicación.

•  Como fue discutido en enseñanzas anteriores, estas tres agrupaciones forman la base de la descripción del Arizal de la inclusión de un partzuf dentro de otro, donde las tres sefirot inferiores, el nehí del partzuf inmediatamente superior están incluidas dentro de las tres sefirot superiores, el jabad , del partzuf inmediatamente inferior. Hay muchas excepciones a esta fórmula, pero esta es la mejor conocida. Además, cada grupo de tres sefirot representa otro estado de madurez en el desarrollo del partzuf .

•  Tikunei Zohar 69 (106a). Ver también Zohar I, 153b- 153a.

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