EL CEREBRO Y EL CUERPO: INVIRTIENDO LOS LADOS

El verso “y de mi carne captaré la Divinidad” es uno de los fundamentos básicos de la Cábala: enseña que el hombre puede servir como parábola de la Divinidad: “de [meditar] en la carne captaré la Divinidad”. 

La parábola principal de la literatura de la Cabalá es el cuerpo humano: de muchos niveles espirituales se toman como alegoría los órganos del cuerpo, y la Cabalá más famosa es el paralelismo [hakbalá] de las Sefirot con los órganos del cuerpo, que ya aparece en Pataj Eliyahu en el Tikunei Zohar. En Jasidut la parábola principal es el alma humana, y a partir de una observación profunda del alma se construye un sentido y captación de la Divinidad. La ciencia moderna nos invita a volver a mirar la parábola del cuerpo, pero de una forma más abstracta y compleja.

Uno de los descubrimientos interesantes de la investigación del cerebro (un campo fascinante en sí mismo) es que los dos lóbulos del cerebro son responsables de ambos lados del cuerpo, pero a la inversa: el lóbulo derecho es responsable del lado izquierdo del cuerpo y el lóbulo izquierdo es responsable del lado derecho. ¿Cuál es el significado interior de este hecho?

La escalera de las emociones

Una de las estructuras familiares de la Cabalá (que en algunas variantes de la plegaria también se nombran en varias ocasiones) es dejilu-rejimu y rejimu-dejilu, temor-amor amor-temor. En primer lugar, el servicio a Dios consiste en aceptar el yugo y el temor reverencial simples a Dios. Entonces el hombre asciende y amerita el amor emocional a Dios, conocido en el jasidismo como ahavat Olam, “amor del mundo”.

La siguiente etapa es su meditación intelectual que da lugar a un amor más poderoso, conocido en el jasidismo como ahavá ravá, ‘un gran amor’, y de ahí asciende a un temor superior, iráa elioná, la experiencia de la presencia de Dios que provoca la anulación y el temor ante Su presencia.

Los cuatro escalones corresponden (por supuesto…) a las cuatro letras del nombre Havaiá, el Tetragamaton, pero es posible comparar los dos escalones inferiores con las dos primeras sefirot del corazón: bondad y rigor, jesed y guevurá. En cierto sentido es un palalelismo más simple y deseable, ya que el poder interior de Jesed-Bondad es ahabá-amor y el interior de guevurá-Poder o Rigor es iraá-temor (en guematria יראה=גבורה, temor=poder). Si son paralelos, entonces los cuatro peldaños de la escalera corresponden a las siguientes sefirot:

Temor Supremo – Sabiduría (Iud del Nombre Havaia)

Amor Tremendo – Entendimiento (hei)

Amor del Mundo – bondad

Temor Inferior – poder

De esto surge que una inversión de lados aquí: la sabiduría de la derecha y el poder de la izquierda son dos niveles de temor, y el entendimiento de la izquierda y la bondad de la derecha son dos niveles de amor. Se conectan en forma cruzada

Inversión de lados – en el cuerpo y el servicio a Dios

Esta estructura se refleja claramente en los descubrimientos científicos sobre la estructura del cerebro: los dos lóbulos del cerebro, derecho e izquierdo, corresponden en el Zohar con sabiduría y el entendimiento, respectivamente, y este paralelo se explica extensamente incluso por el conocimiento científico de su varias funciones. A este paralelo debe agregarse lo que se dice en Tikunei Zohar, que la mano derecha corresponde a la sefirá de jesed y la mano izquierda a guevurá. Si es así, tanto en el cuerpo como en la mente hay una conexión especial entre la parte superior derecha y la parte inferior izquierda, y entre la parte superior izquierda y la parte inferior derecha. 

Del libro ‘Unión de la Torá y la Ciencia’, Caso Modelo 3: La Estructura del Cerebro

https://madmimi.com/s/ff58341

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