¿Tiene algún sentido hacer un cambio, cuando la persona que está en la relación conmigo no es parte del proceso de asesoramiento y cambio?
El rey Salomón nos enseñó:
“Como el agua refleja el rostro del que mira, el corazón del hombre se refleja en corazón del compañero”. El corazón del otro es como un espejo del estado de mi corazón, y si mi corazón es más abierto y limpio, naturalmente recibiré una actitud abierta y limpia del otro lado del relación también.
Y si hago un cambio, y me vuelvo más abierto y limpio, muy rápidamente provocará un cambio en la otra persona también.
Similar a este principio, Rabi Bunim de Peshisja lo deja claro en el primer verso de la parashá de nuestra semana, la parashá Vaierá:
“Y Se reveló a él Dios…”, en comparación con anteriores revelaciones de Dios a Abraham, donde se dice: “Y ser reveló Dios a Abram”.
La expresión “a él” refleja una relación más directa, que Dios mismo llega a él, y no sólo Su Nombre, la forma en que se revela a su entorno.
¿Y por qué de repente Dios se le revela así?
Porque justo antes de eso Abraham se circuncidó, él mismo hizo el brit milá, se rectificó y cortó la escoria, las partes ásperas y egoístas de su ser, y por lo tanto ahora quien está frente a él puede revelársele de una manera más interna y más limpia.
Que tengamos un Shabat de la limpieza interior y un encuentro profundo y limpio, con nosotros mismos. Y entre nosotros y el amo del mundo.
Shabat shalom,
El Equipo de Gal Einai https://new.galeinai.org/parasha-vaiera/