DIFUNDIR EL MILAGRO

Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh

La ofrenda de agradecimiento se presenta en cuatro instancias, como aprendemos del capítulo 107 de los Salmos:

“Agradecerán a Di-s por Su misericordia y Sus maravillas para las personas. Y ofrecerán ofrendas de agradecimiento y relatarán Sus obras con alegría”.

“יוֹדוּ לַה’ חַסְדּוֹ וְנִפְלְאוֹתָיו לִבְנֵי אָדָם. וְיִזְבְּחוּ זִבְחֵי תוֹדָה וִיסַפְּרוּ מַעֲשָׂיו בְּרִנָּה”

Iodú laHashem jasdó veniflotav livnei Adam. Vaizbejú zivjei todá vaisaperu maasav beriná

Esta es también la fuente en la Torá de la bendición “hagomel” que una persona recita cuando sale de una situación peligrosa, como lo determina la ley judía: “Cuatro deben agradecer: la persona enferma que es sanada, el prisionero que salió de prisión, los que viajaron por el mar cuando volvieron, y los viajeros cuando llegan a una zona poblada. Y deben dar gracias en presencia de diez.” (Rambam, Leyes de Bendiciones 10:8).

La ofrenda de agradecimiento y la bendición Hagomel tienen dos componentes: Primero, gracias por el gran bien que se hizo por mí, una expresión personal de la sefirá de Hod en el alma, como está dicho: “Ellos le agradecerán a Di-s (iodú-יודו, similar a Hod-הוד) por su misericordia”. “Estaba peligrosamente enfermo y ahora estoy vivo y saludable, qué misericordia”, dice el sobreviviente. Solo por esto es suficiente con una oración personal a Di-s.

Pero debe agregarse la siguiente etapa: “y sus maravillas para las personas”. Debemos prestar atención no solo al bien que me sucedió a mí, sino también a la revelación Divina que tuvo lugar, el maravilloso milagro que ocurrió (aunque fuera investido de naturaleza). Esto debe ser glorificado y exaltado, una expresión de la sefirá de Tiferet. Para lograr esto el milagro debe ser publicitado, uno debe ascender al Templo y hacer una gran fiesta de agradecimiento que consiste en la carne de la ofrenda de agradecimiento y cuatro tipos de pan. En esta segunda parte el acto de agradecer adquiere un significado adicional, también para la persona, que logra una comprensión más profunda de la gran maravilla que le sucedió. Se llena de canción:

“בָּרְכִי נַפְשִׁי אֶת הוי”/Bendice alma mía a Havaiá”,

de la misma guematria que

ארבעה צריכים להודות/ “Cuatro deben agradecer”.

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