Pirkei Avot 3:18: Y AHORA, DE POSTRE

Rabi Eliezer (el hijo de) Jisma dijo: las leyes de kinin (parejas de ofrendas de aves) y las claves para el cálculo de los períodos menstruales – ellas mismas son el cuerpo de la ley de la Torá. Los cálculos de equinoccios y la guematria son los postres de la sabiduría.

Los “cálculos de los equinoccios” se refieren por supuesto a la astronomía (usados por ejemplo en las leyes de santificación de la luna nueva). La Guematria se refiere al “cálculo de letras y notrikon [acrónimos]”, que se encuentran entre las metodologías utilizadas para interpretar la Torá. Son los “postres de la sabiduría”, lo que significa que, “como un postre que se come al final de una comida, están destinados a dar placer”.

Continuando con la explicación anterior podemos decir que “las estaciones solares y la guematria” son los cálculos de guematria que vienen al final del estudio de un pasaje particular del estudio de la Torá, una vez que ya hemos abarcado y resumido el contenido que se está estudiando. Los sabios emplearon una técnica similar cuando nos enseñaron que las dos letras samej y ayin son las iniciales de las palabras, “hacer señales”, simanim asé (סִימָנִים עַשֵּׂה) “y adquiere la Torá”, veTorá qné (וְתוֹרָה קְנֵה), lo que significa que cada vez que concluimos el estudio de una tema, debemos crear “signos” o acrónimos que capturen el meollo de lo que hemos estudiado; revisar estos signos nos ayudará a recordar rápidamente lo que hemos aprendido permitiéndonos adquirir las enseñanzas. Para adquirir la Torá se recomienda realizar señales que faciliten recordar los aspectos. Los signos suelen estar asociados a números y los valores del texto se utilizan como una señal. Esto lo demuestra bellamente Maimónides, quien al escribir su códice legal, el Iad, se preocupó de enumerar el número de mandamientos en cada sección, el número de reglas generales y otros detalles, todo con números.

Sin embargo, cuando nos dedicamos al estudio de la Torá – y la Torá se describe como “más larga que la tierra y más ancha que el océano”, ciertamente es posible sumergirse en el contenido, profundizar y ampliar el conocimiento, cada vez más, sin llegar nunca a la etapa de encontrar guematriot – alusiones numéricas y acrónimos. En consonancia con nuestra mishná, podemos decir que uno puede sentarse a comer y contentarse con el plato principal. Sin embargo, cuando finalmente se completa la comida, se espera el postre y es el cometido del postre dejarnos un dulce recuerdo de toda la comida. Por lo tanto, al estudiar Torá y terminar un tema determinado, es cuando debemos buscar y encontrar guematriot, eso nos ayudará a resumir y memorizar el material. En Cabalá, los valores de las letras, es decir, la guematria, están asociados con la sefirá de reinado, la sefirá final. Cuando ameritamos encontrar una guematria hermosa, sentimos que hemos terminado nuestro aprendizaje y finalizado el tema, encerrándolo profundamente en nuestra memoria.Los cabalistas, sobre todo el santo Arizal (Rabi Isaac Luria), usaban la guematria con frecuencia. En contraposición, los ensayos y discursos de las enseñanzas jasídicas de Jabad no suelen emplear la guematría. La razón de esto es que cuando se trata del pensamiento jasídico, todavía nos encontramos en medio de nuestros esfuerzos por comprender completamente los contenidos. Seguimos ampliando y profundizando el pensamiento jasídico a lo largo del tiempo y, por lo tanto, aún no hemos llegado al final de la “comida” ni a la necesidad del “postre”. Sin embargo, notamos que las enseñanzas del Rebe de Lubavitch, particularmente de los últimos años, apuntan claramente a proporcionar un resumen y una finalización del pensamiento jasídico. No sorprende entonces que el Rebe empleara la guematría con mayor frecuencia en los últimos años.

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Rabi Eliezer (el hijo de) Jisma dijo: las leyes de kinin (parejas de ofrendas de aves) y las claves para el cálculo de los períodos menstruales – ellas mismas son el cuerpo de la ley de la Torá. Los cálculos de equinoccios y la guematria son los postres de la sabiduría.

Los “cálculos de los equinoccios” se refieren por supuesto a la astronomía (usados por ejemplo en las leyes de santificación de la luna nueva). La Guematria se refiere al “cálculo de letras y notrikon [acrónimos]”, que se encuentran entre las metodologías utilizadas para interpretar la Torá. Son los “postres de la sabiduría”, lo que significa que, “como un postre que se come al final de una comida, están destinados a dar placer”.

Continuando con la explicación anterior podemos decir que “las estaciones solares y la guematria” son los cálculos de guematria que vienen al final del estudio de un pasaje particular del estudio de la Torá, una vez que ya hemos abarcado y resumido el contenido que se está estudiando. Los sabios emplearon una técnica similar cuando nos enseñaron que las dos letras samej y ayin son las iniciales de las palabras, “hacer señales”, simanim asé (סִימָנִים עַשֵּׂה) “y adquiere la Torá”, veTorá qné (וְתוֹרָה קְנֵה), lo que significa que cada vez que concluimos el estudio de una tema, debemos crear “signos” o acrónimos que capturen el meollo de lo que hemos estudiado; revisar estos signos nos ayudará a recordar rápidamente lo que hemos aprendido permitiéndonos adquirir las enseñanzas. Para adquirir la Torá se recomienda realizar señales que faciliten recordar los aspectos. Los signos suelen estar asociados a números y los valores del texto se utilizan como una señal. Esto lo demuestra bellamente Maimónides, quien al escribir su códice legal, el Iad, se preocupó de enumerar el número de mandamientos en cada sección, el número de reglas generales y otros detalles, todo con números.

Sin embargo, cuando nos dedicamos al estudio de la Torá – y la Torá se describe como “más larga que la tierra y más ancha que el océano”, ciertamente es posible sumergirse en el contenido, profundizar y ampliar el conocimiento, cada vez más, sin llegar nunca a la etapa de encontrar guematriot – alusiones numéricas y acrónimos. En consonancia con nuestra mishná, podemos decir que uno puede sentarse a comer y contentarse con el plato principal. Sin embargo, cuando finalmente se completa la comida, se espera el postre y es el cometido del postre dejarnos un dulce recuerdo de toda la comida. Por lo tanto, al estudiar Torá y terminar un tema determinado, es cuando debemos buscar y encontrar guematriot, eso nos ayudará a resumir y memorizar el material. En Cabalá, los valores de las letras, es decir, la guematria, están asociados con la sefirá de reinado, la sefirá final. Cuando ameritamos encontrar una guematria hermosa, sentimos que hemos terminado nuestro aprendizaje y finalizado el tema, encerrándolo profundamente en nuestra memoria.Los cabalistas, sobre todo el santo Arizal (Rabi Isaac Luria), usaban la guematria con frecuencia. En contraposición, los ensayos y discursos de las enseñanzas jasídicas de Jabad no suelen emplear la guematría. La razón de esto es que cuando se trata del pensamiento jasídico, todavía nos encontramos en medio de nuestros esfuerzos por comprender completamente los contenidos. Seguimos ampliando y profundizando el pensamiento jasídico a lo largo del tiempo y, por lo tanto, aún no hemos llegado al final de la “comida” ni a la necesidad del “postre”. Sin embargo, notamos que las enseñanzas del Rebe de Lubavitch, particularmente de los últimos años, apuntan claramente a proporcionar un resumen y una finalización del pensamiento jasídico. No sorprende entonces que el Rebe empleara la guematría con mayor frecuencia en los últimos años.

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