“Era un Shabat normal en lo del Baal Shem Tov”, comenzó el Maguid contando, “hasta el final”. Inmediatamente después del final de arvit, la oración de la noche, incluso antes de la Havdalá, una mujer entró en la habitación donde estaban orando el Baal Shem Tov y sus jasidim.
“¡Rebe, debe ayudarme!” Ella exclamó.
“¡Necesito dinero urgentemente para casar a mi hija y no tengo ni un centavo en el bolsillo!”
El Baal Shem Tov la escuchó y luego ordenó a sus seguidores que metieran las manos en los bolsillos y dieran todo el dinero que encontraran por la importante causa. Sorprendentemente, el dinero que encontraron en sus bolsillos llegó exactamente a la cantidad que la mujer dijo que necesitaba.
“Díganme”, el Maguid concluyó su historia, “¿Cuál es la lección que se puede aprender de esta historia del Baal Shem Tov?”
Un jasid expresó su opinión:
“La historia muestra los poderes milagrosos del Baal Shem Tov. Aunque el incidente ocurrió unos minutos después de Shabat. Y ningún estudiante tenía dinero en el bolsillo, por supuesto: el Baal Shem Tov realizó un milagro para ayudar a la pobre mujer.
“Tenemos muchas historias que muestran la habilidad del Baal Shem Tov para hacer milagros”, dijo el Maguid.
“Para eso, no necesitamos esta historia en particular”. “Pero aquí fue un doble milagro: no solo el Baal Shem Tov hizo que el dinero aparezca milagrosamente, sino que esa era la cantidad exacta – hasta el último kopek”, intervino otro jasid.
El Maguid dijo una vez más que no escasean las historias que ilustren milagros asombrosos, incluso duplicados y multiplicados, que el Baal Shem Tov ha realizado.
Un tercer jasid dijo:
“Está claro que el Baal Shem Tov es capaz de realizar milagros maravillosos. Pero el Baal Shem Tov podría haber hecho aparecer todo el dinero en su propio bolsillo, y así cumplir él mismo esta mitzvá. Pero debido a su gran amor por los demás, quiso compartir esta mitzvá con ellos y así hizo que el dinero apareciera en los bolsillos de todos los presentes. Creo que ese es el mensaje de la historia”.
“Si se me permite hablar”, dijo el Maguid, “Creo que esta historia no trata en absoluto del Baal Shem Tov. Creo que esta historia trata realmente de la grandeza de sus alumnos. Aunque el Shabat acababa de terminar y ninguno de ellos tenía dinero, se metieron las manos en los bolsillos e hicieron lo que el Rebe instruyó con completa fe y sin dudar…”
