El servicio a Dios  y la rectificación de las cualidades del corazón

1 – MOSHÉ RECIBIÓ LA TORÁ DEL SINAÍ

 El Tratado de los Padres comienza con el verso: “Moshé recibió la Torá del Sinaí”. No está escrito “Monte Sinaí” sino simplemente Sinaí. Está el monte Sinaí y también el desierto del Sinaí. ¿Qué es esto en la psiquis? Monte Sinaí es una pequeña elevación, aunque era la montaña más baja, de todas maneras, era una montaña que se eleva sobre la tierra. En cambio, el “Desierto del Sinaí” es como dicen los sabios: “La Torá no existe sino en quien se hace a sí mismo como un desierto”, el Desierto del Sinaí. Como está dicho “Como el polvo será mi alma para todos”, que es la completa humildad, llanura. Entre los sabios hay dos opiniones. Una dice que, en el hombre sabio, en el estudioso de la Torá es correcto que tenga un octavo de un octavo de auto elevación, esa sensación de “se enalteció su corazón en los senderos de Dios”, cuando va a cumplir un precepto. Hay otra opinión opuesta que dice no, no tiene que existir ni una pizca de orgullo. El Rambam legisla de la misma manera, no tiene que haber nada de orgullo. Entonces hay dos interpretaciones de “Moshé recibió la Torá en el Sinaí”, ambas son con modestia, aunque dos niveles de modestia. O la recibió del Monte Sinaí o del Desierto del Sinaí. Incluso cuando el Todopoderoso se dirige por primera vez a Moshé en la zarza ardiente, le dice: “Moshé, Moshé”. Entonces también se puede interpretar que la primera vez Moshé es un octavo de octavo, pero el segundo Moshé es no tiene que haber ni una pizca. “Y el hombre Moshé era muy humilde, más que cualquier hombre sobre la faz de la tierra.”

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