PIRKEI AVOT
פִּרְקֵי אָבוֹת
El Tratado de los Padres
PIRKEI AVOT
Sesenta Reinas – Sesenta tratados sin el Tratado de los Padres 7
«La buena educación precedió a la Torá» 7
2 Ética de los Padres – Aprender cómo ser buenos 8
3 Ética de los Padres -. Tomar Algo Bueno 9
Pregunta a tu padre y él te relatará, a tus ancianos y ellos te dirán 10
Orientar a la Juventud a elegir el Bien 11
Juventud – la Sefirá de Fundamento 11
La Aparición de la Juventud en los Siete Poderes Emotivos del Alma 12
Una chispa de Moshé – la humildad en cada alma judía 18
Los Secretos de la Humildad en el Sinaí 19
Humildad – el séptimo y más querido atributo con el cual se adquiere la Torá 19
La explicación dada por el “Avodat Israel” 19
El enfoque de tres etapas para rectificar la realidad 21
Derej Eretz y Melajá: Amor Natural y Amor Generado al Prójimo Israel 25
Bondad Amorosa y Belleza Juntas 26
La explicación del Notzer Jesed 28
Ética de los padres – Pirkei Avot 2: 6 29
El Pshat: Interpretación Literal 29
El Remez: Interpretación Alusiva 30
El Derash: Interpretación más profunda 30
El Sod: El Secreto, la parte oculta de la Torá 31
Los tres tipos de conciencia 34
- PIRKEI AVOT 3:7: TRANSITANDO EL CAMINO: EL ESTUDIO DE LA TORA, LA VIDA Y EL EGO 36
- ¿QUÉ ESTÁ PRIMERO, DIOS O EL PRÓJIMO? 39
Asumir la responsabilidad por la transgresión 44
(Pirkei Avot, capítulo 5:18). 50
Las Adquisiciones y las Sefirot 57
VIDEOS Rabino Itzjak Guinsburgh 59
PIRKEI AVOT el servicio a Dios y la rectificación de las cualidades del corazón 59
- 1 – MOSHÉ RECIBIÓ LA TORÁ DEL SINAÍ 59
- 2 – TODOS TUS ACTOS ESTÁN ESCRITOS EN EL LIBRO 60
- 03 – SI LAS PERSONAS TE AMAN, 61
- DIOS TE AMA 61
- 04 – LA CORONA DEL BUEN NOMBRE 63
- 05 – UN AMOR INCONDICIONAL 64
- 06 – DIOS REINARÁ POR SIEMPRE JAMÁS 65
las Cuatro Preguntas del Seder de Pesaj 67
y comenzamos con Pirkei Avot 67
Estudiantes de Abraham: Pirkei Avot 5:19 68
La Comprensión de los atributos 69
- LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO Y LA ALEGRÍA EN MEDIO DE LA TRISTEZA 71
- CABALÁ Y JASIDUT: EL CONSEJO DE LOS PADRES 72
Bamidbar Números Capítulo 26 73
Meditaciones jasídicas
1.- INTRODUCCIÓN AL TRATADO DE LOS PADRES
Hay una costumbre en muchas comunidades judías de estudiar Pirkei Avot durante los meses de verano, un capítulo por semana en cada Shabat. Nos gustaría sugerir que si hay una elección sobre qué programa de enseñanza pública de la Torá se debería establecer es Pirkei Avot. Además, Pirkei Avot es quizás el mejor material con el cual acercar a los judíos a la Torá y de la observancia de las mitzvot. Si tienes conexiones con otros judíos, no hay nada que tenga más poder para traerlos de vuelta a la Torá y a Dios que el estudio de Pirkei Avot.
Según la Cabalá hay tres niveles diferentes de conciencia en la psique, conocidos por sus acrónimos:
- Jabad: las facultades intelectuales de Jojmá (sabiduría), Biná (entendimiento), y Daat (conocimiento).
- Jagat: las facultades emotivas de Jesed (bondad), Guevurá (poder), y Tiferet (belleza).
- Nehi: las facultades de conducta o acción de Netzaj (victoria), Hod (reconocimiento), y Iesod (fundamento).
De estos tres, nuestro énfasis presente recae sobre la rectificación de jagat, las emociones, y específicamente en la corrección de nuestras emociones a través del estudio de Pirkei Avot. Considerando que el estudio del Jasidut, específicamente el Jasidut Jabad, rectifica las facultades intelectuales, y observar las leyes del Shulján Aruj (Código de Ley Judía) rectifica las acciones, estudiando Pirkei Avot rectificamos las emociones.
Rectificando las emociones
Las emociones juegan un papel importante inspirándonos a actuar de acuerdo a nuestra raíz espiritual. Idealmente, el comportamiento se expresa de manera natural y estable, en tanto las emociones están llenas de conflictos y compulsión.
Es como consecuencia de la naturaleza tumultuosa de las tres emociones del corazón –la bondad, el poder y la belleza– lo que hace su rectificación tan importante. Esto es especialmente cierto durante los meses de verano, el tiempo en el que uno debe «guardar» especialmente sus ojos para ver sólo lo que es bueno y modesto. Como los sabios enseñan: «el ojo ve y el corazón desea.»
Mientras que la observación del Shulján Aruj rectifica las facultades más estables de comportamiento -victoria, reconocimiento y fundamento- como se ha mencionado, es específicamente a través del estudio de Pirkei Avot que rectificamos las emociones más impulsivas.
El Arizal dice que quien refina los poderes emotivos del alma, completamente, automáticamente corrige su mente -las tres facultades intelectuales de sabiduría, entendimiento y conocimiento. Pero quien refina sus acciones -victoria, reconocimiento y fundamento- no tiene necesaria y automáticamente rectificadas sus facultades emotivas y rasgos de carácter, las midot. Rabi Saadia Gaón escribe que el cometido principal en la vida es rectificar nuestras midot. Y de esto se trata Pirkei Avot.
Estudiar con Alegría
El Rey David también sabía que al rectificar las facultades emotivas automáticamente se rectifica el intelecto. Esto significa que un judío bueno es automáticamente un judío sabio. Pero David cometió el error de asumir -antes del pecado con Batsheva- que lo mismo se puede decir de quien ha rectificado sus acciones.
Tienes que rectificar tus acciones, pero no creas que esto significa que has rectificado automáticamente tus midot, tus rasgos de carácter (simplemente mira a tu alrededor y verás que esto es cierto).
Que a través del estudio de Pirkei Avot durante estos meses de verano, logremos llegar a la purificación del corazón con alegría. Como es sabido, el rey David mismo, ejemplo consumado del retornante (baal teshuvá) en la Torá, también es conocido como el «dulce cantor de Israel.»
“Una es mi paloma, mi perfecta”
Sesenta Reinas – Sesenta tratados sin el Tratado de los Padres
En el Midrash Rabá de El Cantar de los Cantares1 rabi Itzjak pregunta: “¿Cuáles son las sesenta reinas?”, son los sesenta tratados de las halajot etc.” Y está dicho: “son sesenta los tratados de las halajot”, y vino Rabi Itzjak y excluyó del total de sesenta al Tratado de los Padres, porque son todos principios morales y rectificación de las cualidades y no es un tratado de halajá.2 Es sabido que hay 63 tratados y 6 órdenes de la Mishná, pero cuando se consideran a los 3 babot [Baba Kama, Baba Metzía y Baba Batra] como un tratado de Neziḳin, “Daños”, y no se cuenta al Tratado de los Padres, entonces hay exactamente sesenta tratados en la Mishná, “Sesenta son las reinas”.
La continuación del versículo es «Una es mi paloma, mi perfecta.» En ese Midrash Rabi Itzjak explica esta expresión a su manera, (ver allí) pero tenemos que resaltar que “las sesenta reinas” se refiere a los sesenta tratados de halajá, podemos decir que “Una es mi paloma, mi perfecta” alude al Tratado de Pirkei Avot.
«La buena educación precedió a la Torá»
Una de las razones3 por las que este tratado se llama «Padres», es porque el perfeccionamiento de los poderes emotivos del alma es el principio «padre» y la raíz de la observancia de todos los preceptos prácticos en la Torá: la halajot. Como dicen los sabios, «La buena educación precedió a la Torá»4 (en la Cabalá y Jasidut, esta afirmación es explica como que significa que un buen comportamiento, es decir, el perfeccionamiento de los poderes emotivos del alma, tiene prioridad sobre la Torá, es decir, enseñar halajot). Una alusión numérica a esta idea es que los «Padres» (אָבוֹת ) tiene el mismo valor numérico que «Una» (אַחַת ) – «Una es mi paloma, mi perfecta.»
2 Ética de los Padres – Aprender cómo ser buenos
El objetivo de Ética de los Padres es ser bueno – un buen judío (יְהוּדִי טוֹב , iehudí tov), comportarse como un hijo (בֶּן , ben) con su Padre en el Cielo; de hecho, los dos términos hebreos comparten el mismo valor numérico, 52. Los tratados de la halajá (las sesenta «reinas») nos enseñan cómo observar correctamente las mitzvot por pura fe («Todos tus preceptos son fe»), sin embargo, aprender a ser una buena persona y un individuo honesto (además de observar los preceptos y todos sus detalles) es también aprender de la Torá, ya que «no hay algo bueno sino la Torá.» Este material de estudio está prologado en el tratado de Avot [Padres], que comienza así: «Moisés recibió la Torá en el Sinaí», como los sabios lo describen en una adivinanza popular: «El bien [refiriéndose a Moisés, de quien se afirma: ‘porque él era bueno’’] vendrá, y recibirá el bien [se refiere a la Torá, de la que se afirma: ‘Porque os he dado una ética buena’] del Bueno [Dios, de quien se dice: «Dios es bueno con todos»] para los buenos [el pueblo judío, de quien se afirma: ‘Dios se ha beneficiado de los buenos.’]»5
Esto se afirma explícitamente en el segundo capítulo de la Ética de los Padres en la respuesta a la pregunta, «¿Cuál es un buen camino al que una persona debe aferrarse?» En la respuesta abarcadora de «un buen corazón».6
«Un buen corazón» (לֵב טוֹב , lev tov) es igual a 49, que es una alusión a la rectificación en general alcanzada durante los cuarenta y nueve días del Omer. Estos son los días en que se lee la Ética de los Padres, observando así el precepto de «la buena educación precedió a la Torá», es decir, la rectificación de los poderes emotivos del alma antes de recibir la Torá en Shavuot.
Un buen corazón» (49) = 7 veces 7, que alude a la inter inclusión de los siete poderes emotivos del alma, desde la bondad en la bondad hasta el reinado en el reinado, con lo que estamos familiarizados de las intenciones que tenemos al contar el Omer.
Por otra parte, más allá de la rectificación de los siete atributos del corazón, la bondad es la rectificación de la psiquis de principio a fin -por el poder de la fe, el primer poder del alma (la motivación interna de la cabeza superior de la sefirá de la corona), hasta el poder de la humildad, el poder final del alma (la motivación interna de la sefirá de reinado). La alusión numérica a esto es que de todos los nombres de los poderes de la psique, sólo el primero y el último son divisibles por 17 («bueno»; טוֹב , tov). Fe (אֶמוּנָה , emuná; 102) es igual a 6 veces 17 (las seis combinaciones de las tres letras de la palabra «bueno» (טוֹב ) y «humildad» (שִׁפְלוּת , shiflut; 816) es igual a 48 (la mente; מֹח , moaj) veces 17 (es decir, 8 veces «fe»; אֶמוּנָה ), aludiendo al hecho de que “el final se inserta en el principio y el principio en el final».
Esta alusión nos enseña que el punto intrínseco de todas las potencias del alma, de principio a fin, es la bondad (la bondad de Dios, que es la esencia de la bondad, y la bondad de cada judío, que -desde el punto de vista de su esencia interior- es esencialmente bueno). Este punto de bondad es la más alta intención que podemos alcanzar mediante el estudio de la Ética de los Padres.
3 Ética de los Padres -. Tomar Algo Bueno
El propósito del tratado de Avot es enseñarnos cómo ser buenos. De hecho, en los seis capítulos del tratado hay 108 (la guematria de «tomar», קח , kaj) mishnaiot («versos») que nos enseñan a ser buenos. Esta alusión numérica se refiere al versículo: «Retorna, Israel, a Havaiá, tu Dios… tomad con vosotros palabras… y tomad bondad.»
Las 108 mishnaiot en el tratado Avot también alude a la palabra «ley» (חֹק , jok; 108).
Mientras que una ley es un tipo de mandamiento supra-racional, la bondad es algo que puede ser comprendido con un «buen» razonamiento. Por lo tanto, todas las enseñanzas de Ética de los Padres son un tanto paradójicamente «buenos estatutos», que ofrecen al individuo una sensibilidad interior hacia la bondad y el valor de las enseñanzas de la Torá, incluso aunque no se entiendan plenamente en sus mentes. Las increíbles enseñanzas del tratado de Avot son aceptadas como leyes Divinas cuya bondad se percibe muy bien tanto por la mente como por el corazón.
La expresión «una buena ley» (חֹק טוֹב , jok tov) se menciona explícitamente en la Biblia en el versículo: «Y sobre el monte Sinaí Tú has descendido, has hablado con ellos desde el Cielo, y les diste leyes honestas y enseñanzas verdaderas, y buenos estatutos y mandamientos».
En toda la Biblia, la frase «monte Sinaí» aparece 17 veces («bueno», tov, טוֹב ), en alusión a la «buena ética» que hay en el tratado Avot, que comienza así: “Moisés recibió la Torá en el Sinaí” (“el Bueno vendrá y recibirá el bien de la buena para el buenos”, como vimos). De estas 17 veces, 16 de ellas están en los cinco libros de la «Torá de Moisés», y una vez en el versículo antes mencionado en Nejemia. El libro de Nejemia es de hecho la segunda mitad del libro de Ezra, y los sabios se refieren a los dos como un solo libro. Como Ezra-Nejemia (עֶזְרָא נְחֶמְיָה ) es igual a Iehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ ) podemos ver cómo se alude aquí al secreto de la Mishná de apertura de la Ética de los Padres: «Moisés recibió la Torá en el Sinaí y la transmitió a Iehoshúa, y Iehoshúa a los Ancianos y los Ancianos a los Profetas y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea [durante la época de Ezra y Nejemia]».
1 Parashá Koraj 9:2
2 Ver Jidushei HaRaShash, Bamidbar Rabá, Koraj, 23.
3 En este sentido véase, Tiferet Israel, y las explicaciones sobre la Ética de los Padres por el Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendel Schneerson.
4 Tana Devei Eliahu 1.
5 Esto se refiere en la guematria, «Moisés recibió la Torá en el Sinaí» (מֹשֶׁה קִבֵּל תּוֹרָה מִסִינַי , Moshé kibel Torá miSinai), que es igual a 74 (עֵד , ed, «testigo») veces 17 (טוֹב , tov, «bueno») -el pueblo judío son testigos a la bondad de Dios, «Vosotros sois Mis testigos, dice Dios.»
6 La alusión aquí es que la Ética de los Padres (פִּרְקֵי אָבוֹת , Pirkei Avot) es igual a «bueno» (טוֹב ; tov, 17) veces «porque es bueno» (כִּי טוֹב ; ki tov 47) siendo la media de 17 ┴ 47 = 32, que es el valor numérico de «corazón» (לֵב , lev), que es el «buen corazón», que incluye toda la bondad del alma de un individuo.
ÉTICA DE LOS PADRES – UN LIBRO PARA EDUCAR AL JOVEN
Pregunta a tu padre y él te relatará, a tus ancianos y ellos te dirán
De la explicación ofrecida por el autor de Avodat Israel, aprendemos que quien estudia Torá con humildad -del aspecto de «Moshé recibió la Torá en el Sinaí», donde el Sinaí es la humildad, como vimos- es llamado un «joven» (como se indica con referencia a Moshé, Ieoshúa y el profeta Shmuel). En este caso, las dos palabras «juventud» (נַעַר , naar) y «anciano» (זָקֵן , zakén) forman una pareja que a menudo aparece junta en la Torá. Por ejemplo, con referencia a la salida de Egipto el verso dice: “Con nuestros jóvenes y nuestros ancianos iremos» (con los jóvenes mencionados antes de los ancianos, siguiendo el orden de madurez). Del mismo modo, la frase «de menor a mayor» aparece una vez en cada una de las tres partes de la Biblia, Torá, Profetas y Crónicas.
Afirma el versículo: «Pregunta a tu padre y él te relatará, a tus ancianos y ellos te dirán.» En el tratado de Avot, el padre anciano -quien ha adquirido la sabiduría- enseña a su hijo –el joven- el conocimiento. Quien estudie la Ética de los Padres se siente como si fuera un joven que está aprendiendo moralidad de sus antepasados. Esta idea es aludida en la frase: «Escucha hijo mío, la ética tu padre».6
Así como el libro de Proverbios es el principal libro de educación en la Torá Escrita, así también y más aún, la Ética de los Padres es el principal libro de educación en la Torá Oral, que es conocido por ser aún más precioso para Dios que la Torá, como establecen los sabios: «Son para Mí más preciadas las palabras de los escribas que el vino de la Torá.» En el versículo, «Educa al joven de acuerdo a su manera, incluso cuando envejezca se alejará de ella” hay 34 letras, ó 2 veces 17, que alude a los dos tipos de “bien” (טוֹב , tov; de guematria 17), mencionado en la frase: “Bueno para los Cielos y bueno para las criaturas,” como se explicó anteriormente que el principio más importante que debemos aprender de la Ética de los Padres es cómo ser bueno.
Orientar a la Juventud a elegir el Bien
Los comentaristas explican que “joven” (נַעַר , naar) está relacionado con «despierto» (נֵעוֹר , naor), como en la expresión «volver a despertar» (חוֹזֵר וְנֵעוֹר , jozer venaor), que es la interpretación cabalística de la frase: «Mi corazón está despierto» (לִבִּי עֵר , liví er).
Otra explicación de la palabra «joven» (נַעַר , naar) es como en la raíz que aparece en la frase: «Sacúdete, levántate del polvo” (הִתְנַעֲרִי מֵעָפָר קוּמִי , hitnaari meafar kumi).7
La primera vez que aparece la raíz נ-ע-ר en la Torá es en el verso: «porque el instinto del corazón del hombre es malvado desde su juventud.» De este verso los sabios enseñan que incluso un bebé recién nacido es llamado «joven» (נַעַר ), desde el momento en que es «sacudido» (נִנְעַר , ninar) afuera del vientre de su madre.
Con referencia a la frase: «Y el joven fue un joven,” el Radak explica que un «joven» se refiere a alguien con inteligencia y fortaleza mental para distinguir entre el bien y el mal. Esta explicación es el fundamento para el midrash de los sabios sobre el versículo siguiente: «y sacrificaron el buey y llevaron al joven a Elí», que describe cómo Shmuel, a la edad de dos años de edad, enseñó una instrucción contraria a las enseñanzas de Eli, que sacrificar el animal para ofrendarlo en sacrificio es kosher incluso cuando se lleva a cabo por un laico (es decir, no por un cohen).
En otra parte, se hace una referencia al hecho de que los jóvenes judíos son buenos jóvenes que nunca han probado el sabor del pecado (que nunca han tenido relaciones con una mujer, como una virgen).
El deber del padre en la educación de su hijo es dirigir sus instintos naturales hacia salidas positivas. Una alusión a esta idea es que «Padre-joven» (אָב נַעַר , av naar) es igual a 17 (טוֹב , bueno) veces 19 = 323, que es el valor medio de las dos palabras antes mencionadas, «malo desde su juventud» (רַע מִנְעֻרָיו ).
Juventud – la Sefirá de Fundamento
El Zohar explica que «joven» (נַעַר ) se refiere a la sefirá de fundamento, la señal del pacto sagrado. Por lo general, esto significa cuidar el pacto, es decir, la pureza de la juventud, como se mencionó anteriormente. Sin embargo, a veces se refiere mancillar el pacto (en cuyo caso, la rectificación de los «pecados de juventud» se produce mediante el estudio de la Ética de los Padres en profundidad, por sí mismo). Fundamento se conoce como la «pequeña extremidad» de un hombre, en la que su pureza se refiere una vez más al sentimiento de pequeñez mencionado anteriormente.
El fundamento propaga la abundancia y la transfiere al reinado (que es el sentimiento que tiene la juventud de la humildad). Por otra parte, el que merece ser llamado «joven» en santidad, su atributo de fundamento se eleva para ser inter-incluido en las dos sefirot de victoria y reconocimiento, que propaga y vacía su abundancia en el fundamento (a fin de ser transferido al reinado).
En muchos lugares, «joven» (נַעַר ) se refiere a un asistente, como se afirma explícitamente en referencia a Iehoshúa: «Y su asistente era Iehoshúa ben Nun, un joven etc», que se refiere al secreto de la sefirá de fundamento (Iehoshúa era de la tribu de Efraím, el hijo de Iosef, que es el alma arquetípica asociada a la sefirá de fundamento) que sirve a las sefirot que están por encima de ella (victoria y reconocimiento; victoria en particular, como el final de la línea derecha de las sefirot, por recibir de la sabiduría superior, el principio de la línea derecha) y también el reinado que está debajo de ella (todo su propósito es servir como mensajero, como en Cábala que todo emisario se asocia con la sefirá de fundamento, un «mensajero»). En referencia a la potencia de la sefirá de fundamento (virilidad) se dice: «Su arco fue despertado y agitado [es decir, ‘Su fuerza fue por cierto revelada’]» (עֶרְיָה תֵעוֹר קַשְׁתֶּךָ ), una frase que incorpora el «portal” de dos letras [«despierto» (עֵר , er)] de «joven» (נַעַר , naar) dos veces. Esta frase se refiere a la alegoría de un arco que dispara flechas al blanco (reinado) sin desviarse nunca.
La Ética de los Padres – el Poder de Atracción de Fundamento en el Padre, al Fundamento en el Hijo
De acuerdo con esta idea, estudiar la Ética de los Padres -el padre educando al joven– hace realidad el secreto cabalístico de «el fundamento del Padre [es decir, la sabiduría] es largo y termina en el fundamento del pequeño rostro [es decir, los poderes emotivos del alma]. «Esto significa dirigiendo hacia abajo la auto-{anulación de la sabiduría para iluminar al fundamento del pequeño rostro, que es el poder del alma para ser estimulada (la luz de la sabiduría se despierta en el fundamento) con el fin de verificar el consejo de los dos riñones, es decir, victoria y reconocimiento, en la realidad (el reinado).
Esta expansión de las energías es el secreto cabalístico de «Moshé recibió la Torá en el Sinaí y la transmitió a Iehoshúa». En este caso, Moshé representa el fundamento del padre y Iehoshúa personifica a «Shaul de Rejovot Hanahar» (el sexto de los ocho reyes del «caos»), el fundamento que recibe en su raíz en la figura de la madre (la sefirá de entendimiento, como se explicará más adelante que la relación entre Moshé y Iehoshúa representa la relación entre sabiduría y entendimiento, es decir, el sabio y el erudito de la Torá).
La Aparición de la Juventud en los Siete Poderes Emotivos del Alma
Así, hemos encontrado «un joven» en cada una de las siete sefirot inferiores:
En bondad, «Porque Israel es un joven y yo lo amo» –el joven que se despertó8 al servicio a Dios a través de que el amor de su Creador despierta el amor desde Arriba: «Como [al mirar en] el agua, el rostro refleja el rostro”.9
En poder: «Juventud» (נַעַר , naar), que significa «agitado», como en la frase «Sacúdete, del polvo levántate » (הִתנַעֲרִי מֵעָפָר קוּמִי ) en relación con el secreto cabalístico del poder que construye el reinado.
En belleza: «Porque el instinto del corazón del hombre es malvado desde su juventud»10 convirtiendo a la razón del despertar del atributo de juicio (poder) en la causa del despertar del atributo de misericordia (la fuerza motivadora interior de belleza), como se explica en Cabalá y Jasidut en referencia al hecho de que inicialmente: «Porque el instinto del corazón del hombre es malvado desde su juventud», fue la razón de la destrucción del mundo y después se convirtió en la base del pacto que Dios hizo para nunca más destruir el mundo de nuevo.
En victoria y reconocimiento («las dos caras de un mismo cuerpo»), el «consejo de los riñones», un joven es un niño inteligente y sagaz, capaz de distinguir entre el bien y el mal.
En fundamento, el joven es un mozo preciado que es puro y limpio de todo pecado (guardando el pacto). También en fundamento, el joven es un asistente devoto a su maestro [como en el secreto cabalístico de «más grande es servir a la Torá (en fundamento) que su estudio (en victoria y reconocimiento)].»
En reinado, la juventud es el asunto de sentirse pequeño y humilde, como se explica en la interpretación mencionada por el autor de Avodat Israel.
Los Jóvenes en la Torá
Antes mencionamos que Moshé, Iehoshúa y Shmuel son llamados «un joven» en la Torá (el autor de Avodat Israel enfatiza Iehoshúa y Shmuel, en particular, porque Iehoshúa fue llamado «un joven», cuando él era un adulto y con referencia a Shmuel, la interpretación es que él siguió siendo «un joven» pequeño y humilde toda su vida).
Sin embargo, en los cinco libros de la Torá, hay trece personas que se conocen como «un joven»:
Eliezer, siervo de Abraham: «Excluyendo sólo lo que comieron los jóvenes, etc», tal como Rashi interpreta cómo éstos eran alumnos de Abraham que salieron con él a la guerra contra los reyes, pero en realidad se refiere sólo a Eliezer; como interpretan los sabios y lo menciona Rashi.
Ishmael: «Y corrió Abraham hacia el buey… y se lo dio al joven y rápidamente se hizo», como Rashi interpreta: «Este fue Ishmael [que deseaba Abraham] para educarle en realizar mitzvot.» Más adelante en la Torá Ishmael es referido un número de veces como un «joven».
Itzjak: en el sacrificio de Itzjak dice el verso: «Y yo y el joven iremos allí» y después, «No arrojes tu mano sobre el joven» (antes el versículo dice que Abraham tomó consigo a sus dos jóvenes y Rashi explica que se trataba de Eliezer e Ishmael, los dos jóvenes que se mencionan previamente en la Torá.
Eisav y Iaacov: «Y los jóvenes crecieron, y Eisav… y Iaacov…”
Shejem ben Jamor: «Y el joven no demoró en llevar a cabo el asunto» Por otra parte, en hebreo, «Jamor» (חֲמוֹר ) significa «burro» y «rebuzno» (נְעִירָה ), [es decir, el sonido de un burro] es de la misma raíz que «joven» (נַעַר ).
Iosef: «Y él era un joven con los hijos de Bilhá, etc» (Iosef es el séptimo de los jóvenes en la Torá, y «Todos los séptimos son queridos, este es el punto medio de los trece jóvenes, en relación con el secreto de la rectificación de la «verdad», el séptimo atributo de los trece atributos de la fe, que es el asunto principal de la juventud que guardando su «verdad».
Biniamín: «Envía al joven conmigo», «El joven no puede dejar a su padre», etc, (Biniamín es nombrado como «un joven» siete veces en la Torá).
Efraín y Menashé: «El ángel que me redime de todo mal [una referencia a ‘el instinto del corazón del hombre es malvado desde su juventud»] bendiga a los jóvenes.»
Moshé: como dice el versículo: «Y he aquí, había un joven llorando.»
Iehoshía: «Y su asistente, Iehoshúa ben Nun era un joven.»
Gershom: «Y los jóvenes corrieron a decirle a Moshé, etc», como interpreta Rashi: «Hay quienes dicen que se trataba de Gershóm hijo de Moshé.»
Además, hay dos mujeres que son llamadas «doncella»,11 Rivká (»Y la doncella era de muy buena apariencia») y Diná («Y él amaba a la doncella»). Toma en cuenta que la pareja de cada una de estas «doncellas», también es conocida como «un joven».
Alusiones juveniles
Aquí vemos que el primer «joven» en la Torá («Todo sigue de acuerdo al principio») es Eliezer (que en la mayoría de sus reencarnaciones sale de su estado cananeo de «maldito» y se convierte en «bendito», y finalmente llega a la raíz del Mashíaj, hijo de David, como se menciona en las obras del Arizal). Eliezer (אֱלִיעֶזֶר ) tiene la misma guematria que «Y mi corazón está despierto» (וְלִבִּי עֵר ), que se refiere a «despertar» el significado principal de «joven» (נַעַר ), como se mencionó anteriormente.12
El último «joven» en la Torá es Guershom («Todo sigue de acuerdo al final»). Puesto que Eliezer también es el nombre del segundo hijo de Moshé, vemos que Gershom y Eliezer -«el final se inserta en el principio»- son hermanos [«hermano» en hebreo (אַח ) es de la misma raíz que «unión» (אִיחוּי )].13
Todos los jóvenes y doncellas antes mencionados deben estudiar Ética de los Padres de sus padres-ancianos [despertando así los trece atributos de misericordia, con los dos Nombres de Dios que les preceden, que se refieren a la misericordia simple por los justos y los baalei teshuvá (retornantes al judaísmo), correspondientes a Rebeca y Dina. Esto se relaciona con el secreto cabalístico de «La mujer virtuosa es la corona de su marido».]
NOTAS
1 Tania, cap. 42.
2 En el nombre «Moshé» (מֹשֶׁה ) la letra del medio es שׁ , (300), que también es igual a «espíritu de Dios» (רוּחַ אֶֿלֹהִים , Ruaj Elokim) y la primera y la última letra de su nombre forman la palabra «qué» (מַה , má).
3 El significado literal de esta frase es «Quien es pequeño es grande.» Sin embargo, la palabra «grande» (רַב , rav) (es decir, lo contrario de pequeño) en arameo es idéntica a la palabra «rabino».
4 Las letras de «Akiva» (עַקִיבָה ) cuando es deletreado de esta manera, se pueden reorganizar para leer עקב יה , ekev Kiá, que alude a la frase: «A raíz de la humildad viene el temor de Dios» (עֵקֶב עֲנָוָה יִרְאַת הוי ‘).
5 Las letras de la palabra «mi hijo» (בְּנִי , bení) son las letras iniciales de las tres palabras, «hijo» (בֶּן , ben), «juventud» (נַעַר , naar), «Israel» (יִשְׂרָאֵל ). El valor numérico total de estas tres palabras es igual al valor numérico de «En el principio» (בְּרֵאשִׁית ), que alude al propósito final de la creación del mundo.
6 Donde las letras de la palabra «mi hijo» (בְּנִי ) son las letras iniciales de las tres palabras, «hijo» (בֶּן , ben), «juventud» (נַעַר , naar), «Israel» (יִשְׂרָאֵל ), como en la nota previa.
7 Las letras iniciales de las tres palabras en esta frase forman kama (קמה ), el nombre Divino relacionado con el establecimiento de un rey.
8 «Despertar» מִתעוֹרֵר tiene la misma raíz que «joven» (נַעַר ).
9 Proverbios 27:19.
10 Génesis 8:21.
11 La forma femenina de «joven» es נַעֲרָה , neará, pero en los dos casos antes mencionados la palabra está en una forma no convencional, escrito sin la hei final (נַעֲרָ ).
12″Eliezer joven» (אֱלִיעֶזֶר נַעַר ) es igual a «Abraham Itzjak Iaacov» (אַבְרָהָם יִצְחָק יַעֲקֹב ) los tres patriarcas, que son los «padres» de la Ética de los Padres, que educa a los niños-jóvenes.
13 «Gershom Eliezer» (גֵרְשׁוֹם אֱלִיעֶזֶר) = 861 [el triángulo de 41 – «madre» (אֵם )] = «Israel es un joven» (נַעַר יִשְׂרָאֵל ) como en el versículo: «Porque Israel es un joven y Yo lo amo.
UNA PORCIÓN EN EL MUNDO VENIDERO
Introducción a Pirkei Avot
Todo Israel tiene una porción en el Mundo Venidero, como está dicho, “Y en Tu pueblo son todos justos. Heredarán la tierra para siempre. Son la rama de Mi plantío, la obra de Mis manos, de la que me enorgullezco”.
Se acostumbra comenzar el estudio de Pirkei Avot con esta mishná, que es del tratado del Sanedrín.[1] Aunque esto aparentemente es solo una costumbre, “una costumbre de Israel se considera Torá”, por lo tanto, nos tomamos las costumbres muy en serio. Se han dado varias razones para la costumbre de comenzar el Pirkei Avot con esta mishná en particular,[2] aquí exploraremos este tema.
El concepto de “el mundo venidero”, o Olam Habá, como se le llama en hebreo, aparece principalmente en la Torá oral, pero no se menciona explícitamente en la Torá escrita. En última instancia nuestro objetivo es conectar nuestra realidad presente, o “Este Mundo” (Olam Hazé) con el Mundo Venidero. En muchos sentidos, Pirkei Avot es la puerta de entrada al estudio de la Mishná, el fundamento de la Torá oral. Es muy apropiado, como explicaremos, colocar esta mishná que describe el Mundo Venidero como una puerta de entrada a Pirkei Avot, la puerta de entrada a la Torá Oral.
El santo Arizal (Rabi Itzjak Luria) explica que el Mundo Venidero es un apelativo de la sefirá de entendimiento. En nuestro servicio a Dios ocuparse de la sefirá de entendimiento se realiza a través de la meditación,[3] o hitbonenut, como se llama en hebreo. Acerca de esta meditación, el rey David dijo: “Conoce al Dios de tu padre y sírvele”.[4] Esto significa meditar profundamente en la grandeza de Dios y enfocarse en Dios con la fuerza y el coraje del corazón y la mente “.[5]
Podemos pensar que el servicio de la meditación no es relevante para todos, después de todo, no todos están inclinados a pensar profundamente y meditar en Dios y la Torá. Pero la verdad es que “Todo Israel tiene una parte en el Mundo por Venir”, lo que significa que cada judío tiene una conexión interna con la sefirá de entendimiento (el Mundo por Venir) y la meditación. El Alter Rebe explica esto con más detalle en el Tania. Dice que esta fuerza y este rasgo, pensar profundamente en Dios y unir la conciencia con Dios, existe en cada alma de la Casa de Israel, ya que proviene del alma de Moisés nuestro maestro.
Cada uno es un tzadik gracias al alma Divina que hay en ellos. Esto es lo que se conoce como el punto del tzadik en todo judío. Este es el significado de las palabras: “Y tu pueblo son todos tzadikim“. Todos tienen el punto de un tzadik en ellos. Pero este punto puede estar oculto y necesita ser revelado e iluminado. Para lograr esto, el alma necesita mamar del alma de Moisés. ¿Cómo se hace esto?
Moisés es considerado el atributo de conocimiento, daat, de toda la Congregación de Israel. En cada generación hay chispas del alma de Moisés. Cada judío tiene una chispa oculta del alma de Moisés, o, en las palabras del Baal Shem Tov, cada judío tiene una chispa de Mashiaj en él. Los sabios de cada generación poseen grandes chispas reveladas en particular del alma de Moisés. Los sabios son, por tanto, los “ojos de la congregación” que tienen las herramientas y el talento para enseñar el conocimiento de Dios a la gente. Para despertar esta chispa de Moisés en sí mismo, una persona debe invertir sus esfuerzos en la meditación (“invertir esfuerzos con el espíritu y invertir esfuerzos con la carne”) y estar fuertemente conectado y tener fe en los verdaderos tzadikim. (También debe creer en el punto del tzadik dentro de sí mismo, “Y Tu pueblo son todos tzadikim“).
Cuando una persona conecta su corazón y su alma con los verdaderos tzadikim, la chispa de tzadik dentro de él se despierta y tiene el poder de iluminar de una manera revelada.[6]
Sintiéndose como una parte
Hay una enseñanza jasídica que explica otra mishná, “¿Quién es rico? El que está feliz con su suerte”,[7] de la siguiente manera: El que es feliz es aquel que está feliz de ser solo “parte”, es decir, una porción (del todo). Podemos aplicar este entendimiento a nuestra mishná, “Todo Israel tiene una porción [o” mucho”] en el Mundo por Venir”. Es decir, que el destino de una persona en el Mundo Venidero es su felicidad por el hecho de que es sólo una parte, que está incompleto.
Veamos la expresión “una porción en el mundo venidero” (חֵלֶק לָעוֹלָם הַבָּא, jelek leolam habá). El valor completo de la frase es 7 veces 46, que se divide claramente en la primera palabra, “una porción” (חֵלֶק) cuyo valor es 3 veces 46 y las dos últimas palabras, “en el mundo venidero” (לָעוֹלָם הַבָּא) cuyo valor es 4 veces 46. Asimismo, el valor de la primera y última letras en las tres palabras (חֵלֶק לָעוֹלָם הַבָּא) es 4 veces 46 y el valor de las letras restantes (חֵלק לָעוֹלָם הַבָּא) es ¡3 por 46! El común denominador, 46, es el valor de “Levi” (לוי), la tribu descrita como especialmente relacionada con la sefirá de entendimiento y el Mundo Venidero.
CAPITULO 1 MISHNÁ 1
«Moshé recibió la Torá de Sinai y la transmitió a Iehoshúa, Iehoshúa a los Ancianos; los Ancianos a los Profetas; y los Profetas la transmitió a los Hombres de la Magna Asamblea».
«Moshé recibió la Torá en el Sinaí» – Torá con humildad
Moshé recibió la Torá del Atributo de Humildad
«Moshé recibió la Torá del Sinaí». Esto se refiere al nivel del monte Sinaí, que es la montaña más baja, una cuestión de humildad, que es el nivel característico de Moshé, de quien se dice: «Y el varón Moshé era muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra.»
Una chispa de Moshé – la humildad en cada alma judía
Esto también es cierto de la chispa de Moshé en cada judío, según lo expuesto en el Tania1 en relación con el versículo: «¿Qué demanda Havaiá tu Dios de ti, sino el temor a Havaiá tu Dios?» Los sabios preguntan: «¿Puede el temor a Dios ser considerado algo insignificante?”, y responden: «Sí, para Moshé fue algo insignificante.» Rabí Shneur Zalman de Liadi, el Alter Rebe, explicó que esto realmente se puede afirmar con referencia a cualquier judío, debido a la chispa de Moshé que se encuentra en cada uno de nosotros.
El tema completo del versículo «¿Qué demanda Havaiá tu Dios de ti, sino temer [a Él]» se refiere a la humildad? Esto se puede aprender de la palabra «qué» (מַה , má), que alude al atributo de Moshé de la abnegación, como él mismo dijo, «Y nosotros qué somos»2. El temor a Dios es una cuestión de altruismo, la palabra aramea para «si» (אִין , in) alude al atributo de la “nada” (אַיִן , ain); «algo insignificante» se refiere al hecho de que a nuestros ojos ellos son «algo insignificante.»
Un ser individual que se considera «despreciable», se relaciona con el secreto de «quien es pequeño es un rabino3». Alguien pequeño es especialmente apropiado para ser un maestro de la Torá en quien brilla el alma de Moshé, como se nos enseña en Cábala que existe una «extensión de Moshé en cada generación.» Esta es también la idea cabalística en cuanto a la expresión «humildad [es decir, ser ‘despreciable’] es más grande que todo”, referido por Rabí Iehoshúa ben Levi, que alude a Iehoshúa quien recibió la Torá de Moshé, fue un Levita [ben Levi], como afirma la Mishná: «Moshé recibió la Torá en el Sinaí y la transmitió a Iehoshúa».
Los Secretos de la Humildad en el Sinaí
La guematria de «Sinaí» (סִינַי ) más uno (el kolel) es igual a «humildad» (עַנָוָה , anavá). Como cada una de estas palabras tiene cuatro letras, cada letra se puede multiplicar por la letra correspondiente en la otra palabra (un procedimiento llamado Haka´a pratit, multiplicación individual). El producto de esta multiplicación es 5050, que es el número triangular de 100, (la suma de los número desde 1 hasta 100) aludiendo a la belleza perfecta (יֹפִי, de valor numérico100), y también es igual a 10 veces 505, el valor numérico de Sará (שָׂרָה ), conocida por su belleza. Por otra parte 100 alude al versículo «¿Qué demanda Havaiá tu Dios de ti?» en referencia a la interpretación de los sabios: “No leas ‘qué’ (מַה , má), sino ‘cien’ (מֵאָה , meá)». Esta letra adicional en esta nueva interpretación del versículo, la alef, ¡lleva a 100 el número total de letras en el verso! La nueva interpretación del versículo alude a la mitzvá de decir cien bendiciones cada día.
Humildad – el séptimo y más querido atributo con el cual se adquiere la Torá
El capítulo final del Tratado de Avot, conocido como «Kinián Torá», lit. “adquisición de la Torá”, enumera cuarenta y ocho cosas con que se adquiere la Torá. “… La Torá se adquiere con cuarenta y ocho cosas. Ellos son: estudio, oír, articulación, comprensión, temor disciplinado, temor reverencial, humildad…”
El atributo de la humildad es el séptimo de los cuarenta y ocho atributos que se enumeran, y «Todos los séptimos son queridos.» Moshé es también la séptima generación desde Abraham. Esto concuerda con el hecho de que «Moshé recibió la Torá en el Sinaí», es decir, por el atributo de la humildad.
La explicación dada por el “Avodat Israel”
En su interpretación de la Ética de los Padres del “Avodat Israel» [Rabi Israel Hopshtein de Koshnitz], escribe: «de acuerdo a nuestro grado de humildad, uno recibe santidad del Creador… Si una persona es modesta y humilde, entonces causa que Dios descienda y se contraiga a Si Mismo, por así decirlo, hacia esa persona.»
Continúa explicando que Moshé sembró el atributo de la humildad -el recipiente a través del cual se pueden integrar la santidad y las innovaciones de la Torá en nuestras almas- en todas las generaciones que le siguieron, como dice el versículo: “Luz es sembrada para los justos y para los honestos de corazón, alegría.” Las letras finales de las palabras en este versículo (אוֹר זָרֻעַ לַצַדִיק וּלְיִשְׁרֵי לֵב שִׂמְחָה ) forma: Rev Akiva (ר’ עַקִיבָה ),4 escrito con la letra hei al final en lugar de la habitual alef). El midrash nos enseña que Moshé pidió que la Torá fuera entregada a través de Rabí Akiva, pero le oyó decir que todo lo que se enseña y se innova fue entregado como halajá a Moshé en el Sinaí («Todo lo que un sabio veterano innovará en el futuro ya se le dijo a Moshé en el Sinaí”), lo que significa que todo llegó a Rabí Akiva a partir del atributo de humildad de Moshé.
Preservar la Juventud
Luego, el autor de Avodat Israel escribe que quien tiene humildad es llamado “un joven”. Moshé fue llamado joven cuando lloró como bebé en su cuna en el río Nilo: “Y he aquí que el joven estaba llorando». Iehoshúa (quien recibió la Torá de Moshé en mérito de su humildad) fue conocido como joven cuando servía como ayudante de Moshé «y Iehoshúa ben Nun era un joven»; del mismo modo, Shmuel, que es tan valioso como Moshé y Aarón juntos, es llamado un joven: “Y el joven era todavía un joven.»
En la frase refiriéndose a Shmuel, la palabra «juventud» aparece dos veces, lo que nos enseña que permaneció sin pretensiones y humilde como un joven durante toda su vida. La humildad de Shmuel comenzó con el hecho de que su madre le hizo una «pequeña capa», de tal manera que siempre se vistiera con el atributo de la «pequeñez». Por eso tenemos la costumbre de vestir una pequeña prenda con cuatro puntas en todo momento (incluso cuando dormimos).
Este es el tema del verso «Porque Israel es un joven y lo amo y desde Egipto le he llamado Mi hijo».5
CUANDO EL DEBER SE CONVIERTE EN PLACER
Pirkei Avot 1:3
Antigonos de Sojo recibió la tradición de Shimán el Justo. Él decía: No sean como sirvientes que sirven a su amo en aras de recibir la recompensa. Más bien, sean como sirvientes que sirven a su amo, no en aras de recibir la recompensa. Y que el temor al Cielo esté sobre ti.
La versión bien conocida de este pensamiento es: “Sé como sirvientes que sirven a su amo no en aras de recibir la recompensa”. Hay una segunda versión presentada por los primeros comentaristas medievales: “Sé como sirvientes que sirven a su amo en aras de no recibir recompensa”. [Ver Rashi, Rabeinu Ioná, Tosfot Iom Tov y más.] Estas dos variantes se refieren a dos tipos de servidores, uno más elevado que el otro.
¿Quién es un sirviente que sirve a su amo no por el bien de la recompensa?? El que ama a su amo y quiere que su trabajo se realice de la mejor manera. Sabe que su trabajo tendrá éxito solo cuando funcione como el “brazo largo” de su maestro, sin hacer todo tipo de cálculos para su propio beneficio. Simplemente debe hacer lo que se supone que debe hacer. Es cierto, hay deberes que son aburridos y difíciles, pero él no tiene esto en cuenta. Todo lo que piensa es en el bien de su maestro. Si resulta que por el bien del maestro, debe realizar una tarea interesante, genial. Pero si tiene que realizar una tarea aburrida, lo hará sin pensar demasiado. El disfrute derivado del trabajo es la recompensa del sirviente. Es muy feliz de recibir la recompensa, pero no lo motiva. Si obtiene una recompensa, es feliz y si no, eso también está bien.
Cuando la recompensa no es la motivación, se dice que una persona ha “aceptado el yugo”, [Según Avodá Zará 7:5. Tana D’vei Eliiahu: Una persona siempre debe prepararse para las enseñanzas de la Torá como un buey bajo el yugo y un burro bajo la carga”.] como en el “yugo del cielo”, un concepto que es fundamental para servir a Dios. Esta fue la esencia de la declaración del pueblo de Israel en el Monte Sinaí: “Haremos y escucharemos”. [Éxodo 24:7.] En primer lugar, “haremos” todo lo que se nos ordena, y solo después, “escucharemos “, haciendo todo lo posible para comprender la razón de lo que hemos sido ordenados hacer. Sin embargo, hay un inconveniente en este enfoque: el sirviente no se identifica completamente con su amo y tiene que obligarse a sí mismo a realizar sus deberes. Por esta razón, solo pasaron cuarenta días después de recibir la Torá, y el pueblo de Israel ya desafió la voluntad de Dios y adoró al Becerro de Oro.
El midrash escribe que en el futuro, “Una nueva Torá saldrá de mí”. [Vaikrá Rabá 13:3.] (Aunque esto no significa que habrá una nueva Entrega de la Torá, como enseñó el Alter Rebe de Jabad). Uno de los significados de esta frase, “una nueva Torá” es que no diremos “haremos y escucharemos”. En cambio, diremos: “Escucharemos y haremos”. [Esto se explica en profundidad en Lev Lada’at p. Del rabino Ginsburgh. 44)] Estaremos seguros de que la palabra de Dios será agradable para nosotros, sin necesidad de que nos obliguemos a cumplir con Sus mandamientos. Será lo más natural y alegre que hagamos. Así podremos “escuchar” con placer y cumplir todos los mandamientos de Dios. Este es el nivel del sirviente que sirve a su amo “en aras de no recibir recompensa.” Él encuentra tanto placer en el deber en sí mismo, que no quiere ninguna recompensa, ningún placer parcial que pueda recibir como recompensa.
El enfoque de tres etapas para rectificar la realidad
Nitai el Arbelita dijo: “Aléjate de un mal vecino, no te unas a una persona malvada, y no abandones la fe en la retribución”. (Pirkei Avot 1:7)
“Aléjate de un mal vecino y no te unas a una persona malvada”. Esta afirmación es la base para comprender las palabras de Maimónides, quien escribe:
“Una persona que vive en un lugar donde las normas de comportamiento son malas y los habitantes no siguen el camino recto debe trasladarse a un lugar donde la gente sea justa y siga los caminos del bien. Si todos los lugares con los que está familiarizado y de los que oye informes siguen caminos inadecuados… debería permanecer solo en reclusión…. Si son malvados y pecadores y no le permiten residir allí a menos que se mezcle con ellos y siga su comportamiento malvado, debería salir a cuevas, matorrales y desiertos [en lugar de] seguir los caminos de los pecadores…” [Hiljot Deot 6:1]
¿Hemos visto alguna vez el caso de un gran sabio huyendo al desierto? El mismo Maimónides vivió entre los no judíos en Egipto, una tierra decadente. Además, ¿no estamos llamados a “perfeccionar el mundo bajo la soberanía Divina”? [Según la oración “Aleinu Leshabeaj”, escrita por Iehoshúa Ben Nun.] Si es así, ¿quién puede darnos permiso para ignorar nuestra misión destinada y huir del mal para salvar nuestro pellejo?
La respuesta es que la directiva de distanciarse de las personas malvadas es solo un primer paso en un proceso de tres etapas de *sumisión, separación y dulcificación*, como enseñó el Baal Shem Tov. [Keter Shem Tov 28.] La primera etapa, el abandono de la sociedad, es como una señal de advertencia que se corresponde con el atributo de sumisión en el alma. Al seguir esta directiva, esencialmente estamos admitiendo que solo somos humanos y, por lo tanto, somos vulnerables y podemos ser influenciados negativamente. Nadie se puede reclamar inmunidad ante la influencia adversa de vecinos y amigos de mala voluntad. Posteriormente, sin embargo, podemos lograr las etapas de separación y dulcificación.
El proceso de tres etapas es el siguiente: Primero, me someto al hecho de que no puedo confiar en mí mismo y soy consciente de que si me asocio con personas negativas, me uniré a la multitud, porque también tengo una fuerte inclinación al mal. Debo recluirme en lugares como “cuevas y desiertos” para no ser influenciado por la gente equivocada.
Si mi sumisión realmente me ha llevado a distanciarme de la influencia negativa, entonces mi próximo paso es separar entre mi propensión al mal y mi alma Divina dentro de mí, permitiéndome fomentar mi propensión al comportamiento bueno y amable. En última instancia, puedo reincorporarme a la sociedad, utilizando mi nueva comprensión de que tengo la misión de influir (en vez de ser influenciado) a la sociedad, endulzando y rectificando así la realidad.
Es importante darme cuenta de que la etapa intermedia de la separación me brinda una base firme sobre los aspectos positivos de mi personalidad y mi ser. Si me he separado adecuadamente de lo negativo, podré influir en los demás con mi actitud y comportamiento positivos. Una persona que realmente está influyendo sobre su entorno no se verá afectada negativamente por él. (Un principio similar se encuentra en las leyes de la cashrut. Cuando se calienta un recipiente para hacerlo casher, mientras está expulsando lo que tiene absorbido, no absorberá simultáneamente nada nuevo de su entorno).
Las tres frases de la enseñanza de Nitai el Arbelita son paralelas a estas tres etapas:
- *Alejarse de un mal vecino exige sumisión para que podamos distanciarnos en un desierto virtual.*
- *No apegarnos a una persona malvada representa la etapa de separación en la que nos separamos de los malvados, por así decirlo, incluso dentro de nosotros mismos.*
- *No abandones la creencia en la retribución que representa dulcificar. Para dulcificar nuestro entorno, no debemos desesperarnos por el mal que podemos enfrentamos. Sabe que depende de ti rectificarlo y está en tu poder.*
Dicen los sabios: “El mundo fue creado para mí” [Tratado de Sanhedrín 4:5.], para que puedas rectificarlo.
Leshaná tová umetuká
PIRKEI AVOT 1:6 UN REBE QUE ES AMIGO
Iehoshúa hijo de Perajia, decía: Adopta para ti un rabino, adquiere un amigo y juzga a cada en forma meritoria. (Pirkei Avot 1:6)
Rabi Noson Dovid de Shidlowtza, nieto del Judío Santo, propuso una explicación un poco en broma, pero muy profunda para esta mishná. Cuando un Rebe jasídico pasa al otro mundo, es difícil para sus jasidim aceptar inmediatamente un reemplazo. A sus ojos, el nuevo Rebe no puede llenar los zapatos de su gran y justo Rebe recientemente fallecido. El rabino Noson Dovid explicó que esta es la explicación de las palabras en nuestra mishná “Adopta para ti un rabino”: Aunque, en tu opinión el nuevo Rebe no sea digno de su elevada posición, no obstante, adóptalo como tu Rebe en contra de tu voluntad. Y si dices que no tiene sentido adoptar un Rebe en contra de tu voluntad cuando tu corazón no está abierto para él, nuestra mishná tiene una respuesta: “Adquiere un amigo”. Asume para ti mismo un Rebe que sea digno de ser tu amigo, alguien con quien puedas conectarte. Entonces, incluso si no puedes aceptarlo como tu Rebe, no obstante habrás adquirido un amigo que puede ayudarte a perfeccionarte.
Pero mientras consideras al nuevo Rebe tu buen amigo pero indigno de ser Rebe, ¿qué pasa si el mismo Rebe piensa que es tu Rebe y no solo tu amigo? Y si sabes que no es digno de la posición de Rebe, entonces no es un hombre de verdad. ¿Cómo puedes conectarte con él? Nuestra mishná también tiene una respuesta para este dilema: “Juzga a todo hombre en forma meritoria”. Ve a tu Rebe como una persona que también simplemente quiere conectarse contigo como su amigo y no como su Rebe. Aunque lo llames “Rebe”, cree en tu corazón que él no se ve a sí mismo como su Rebe, sino más bien como tu amigo.
Después de que un Rebe fallece, sus jasidim sienten que es imposible encontrar un nuevo Rebe. Ellos están conectados con su Rebe con todo su corazón y toda su alma y es extremadamente difícil para ellos reemplazarlo. Por lo tanto, la mishná dice: “Adquiere para ti un Rebe”, incluso en contra de tu voluntad, específicamente cuando estás al borde de la desesperación y sientes que todo tu mundo se ha derrumbado. Adopta un Rebe sin hacer comparaciones. Al final, el nuevo Rebe encontrará su camino hacia tu corazón y tu alma. Adopta un nuevo Rebe inmediatamente, el mismo día, como es costumbre que en el funeral del Rebe anterior los jasidim aceptan al nuevo Rebe sobre sí mismos y se conectan con él. Si esperan, la duda se infiltrará e interrumpirá el proceso y el potencial de conexión.
¿Cómo va a ayudar a adoptar un Rebe en contra de tu voluntad? La mishná continúa: “Adquiere un amigo”. Busca a alguien que sea al menos digno de ser tu amigo. Alguien con quien puedas sentirte cercano. (Nuestra mishná comienza con la palabra “adquirir”, incluso en contra de tu voluntad, y continúa con “adquirir”, una adquisición requiere intención, de acuerdo con la ley judía).
Un ejemplo de esto fue después del fallecimiento de Rebe Bunim de Peshisja. El Jidushei Hari”m de Gur (Rab Itzjak Meir Alter, 1799-1866) aceptó a su amigo, el Rebe de Kotzker, como su nuevo Rebe. En cierta manera, así es como el Alter Rebe se relacionó con el Rebe Menajem Mendel de Vitebsk, a quien aceptó como su Rebe después del fallecimiento del Maguid de Mezritch. (Y tal vez esta sea la razón por la que Rabi Menajem Mendel de Vitebsk no se cuenta entre los Rebes de Jabad). “Y juzga a cada uno en forma meritoria”. Supón que el nuevo Rebe siente lo mismo. Todos lo llaman “Rebe”, pero él tiene verdadera humildad y desea vincularse con sus jasidim (incluidos aquellos que no conocían al Rebe anterior y para quienes él es su primer Rebe).
Esta explicación “irónica” se ha convertido en la explicación más pertinente para nuestra era. De alguna manera, hemos regresado a los primeros años de la era del Baal Shem Tov, cuando todo el grupo era ‘amigos’ y no rebe y jasidim, sintiendo que cada uno de ellos está más rectificado que los otros.
TORÁ Y AMOR
Pirkei Avot 2:2
Rabán Gamliel, hijo de Rabí Iehuda Hanasí, dijo: “Es bueno el estudio de la Torá con derej eretz (el camino de la tierra), porque el esfuerzo que requieren ambos mantiene el pecado alejado de la mente. En tanto que el estudio de la Torá que no está combinado con melajá (trabajo), finalmente cesará y acarreará el pecado…
El rabino Ovadia de Bartenura explicó que derej eretz significa trabajo o negocio. Ocuparse tanto con la Torá como con el derej eretz hace que uno olvide el pecado, porque la Torá agota las fuerzas y el trabajo quebranta el cuerpo. Como resultado, se anula la inclinación al mal de la persona.
Si una persona se afana en el estudio de la Torá y, al hacerlo, se olvida del pecado, ¿por qué también necesita melajá o trabajo? Esta pregunta invita a la mishná a agregar que cualquier estudio de Torá que no incluya también la melajá, finalmente cesará. Porque si una persona no trabaja, pasará hambre y finalmente se convertirá en un ladrón y olvidará su conocimiento de la Torá. La mayoría de los comentarios entendieron que los términos derej eretz y melajá se refieren a lo mismo. Sin embargo, este enfoque hace que sea difícil entender por qué se emplearon dos términos diferentes para describir la misma acción. Más precisamente, aunque los dos términos tienen un significado cercano, cuando se aplican al trabajo duro y a la labor, no está del todo claro en qué se diferencian. [1]
Derej Eretz y Melajá: Amor Natural y Amor Generado al Prójimo Israel
El Baal Shem Tov nos proporciona una explicación revolucionaria. Melajá se refiere a acciones que aumentan el amor de uno por el prójimo judío: ahavat Israel. Para que la Torá sea sostenible, uno debe emprender acciones que aumenten su ahavat Israel. Esta nueva interpretación del Baal Shem Tov tuvo un efecto poderoso en el santo Rabi Levi Itzjak de Berditchev, quien invirtió toda su vida en desarrollar su amor por sus compañeros judíos.
El Rebe de Lubavitch enfatizó que para que la Torá se mantenga en la realidad, para que continúe desempeñando un papel central en todo lo que somos como pueblo, no es suficiente que amemos a los demás pasivamente. Debemos esforzarnos y dedicar un gran esfuerzo a fin de dedicarnos constantemente a ayudar a otros tanto material como espiritualmente. [2]
Siguiendo esta explicación, derej eretz (el primer término que aparece en la mishná) se refiere a nuestro amor por nuestros hermanos judíos arraigado naturalmente. Por naturaleza, todo judío es compasivo, vergonzosos e inclinado a hacer actos de bondad. Este es el estado descrito como “derej eretz que precede a la Torá”. [3] Melajá representa entonces el desarrollo de estos rasgos naturales más allá de su expresión innata. Esto se logra a través de un esfuerzo práctico para aplicarlos día a día y a través de la contemplación de estos rasgos que surgen a raíz del estudio de la Torá. De esta manera, derej eretz y melajá juntos completan la Torá.
¡Sorprendentemente, la suma de los valores numéricos de derej eretz (דֶּרֶךְ אֶרֶץ) y melajá (מְלָאכָה) es igual al valor numérico de Torá (תּוֹרָה)! Además, las letras iniciales de derej eretz y melajá forman la palabra “adam” (אָדָם), como en el verso, “Esta es la Torá, un hombre”, [4] que los sabios interpretan en el sentido de que el objetivo de la Torá es para mejorar las relaciones entre las personas y convertir a un individuo en un “hombre”, en el sentido de menschlijkeit.
Bondad Amorosa y Belleza Juntas
Ahavat Israel es una expresión de la sefirá de bondad amorosa o jesed (el amor es la dimensión interior del jesed). Expresar activamente ahavat Israel a través de acciones y campañas para ayudar a otros es la expresión práctica de este amor, que corresponde a la sefirá de la victoria (netzaj), que se encuentra justo debajo de la bondad amorosa en el eje derecho de las sefirot. La victoria es la sefirá que actúa sobre nuestra bondad amorosa y la manifiesta activamente en la realidad. Como tal, se considera la herramienta práctica de la bondad amorosa.
Es muy importante para nosotros refinar nuestros rasgos de carácter. Uno de los principios centrales del desarrollo del carácter es refinar nuestras facultades emocionales. La victoria se logra refinando verdaderamente la voluntad de salir en campañas para ayudar a otros, desarrollando así un gusto delicado por hacer un favor al prójimo. [5]
La Torá está asociada con la sefirá de la belleza (tiferet). Por lo tanto, la unión de “Torá con melajá representa la unión de estas dos sefirot: tiferet y netzaj. Tiferet se identifica como el principal partzuf masculino (Zeir Anpin), el mashpía, dador o influyente. La Torá también desciende de arriba hacia abajo para unirse con la realidad e influir en su desarrollo. Por tanto, el papel de la Torá es fecundar la realidad, por así decirlo. Se explica que cuando el hombre está en un estado de influyente está asociado con la sefirá de netzaj, como en el Zohar, “Él está en netzaj”. [6] En otras palabras, melajá (netzaj ) sirve como una vestimenta que sostiene y completa la columna de la Torá.
En cierto sentido la Torá y la oración son opuestos. Desde la perspectiva de la Torá todo parece estar bien y perfeccionado. La oración, por otro lado, enfatiza la falta y la necesidad de la realidad. Esta brecha se cierra por medio de la melajá, por medio de las campañas que emplea la Torá, inyectando así la perfección de la Torá en una realidad deficiente, pero con la confianza (proporcionada por la sefirá de netzaj, cuya experiencia interna es de confianza) de que el mundo está listo para la visión de la Torá. La melajá de actualizar la visión de la Torá es, en efecto, el derej eretz innato que se ha adaptado a las necesidades de la realidad.
Notas
[1] . Véase Merkevet Hamishná y Pirkei Moshé, quienes, debido a esta dificultad, siguieron otra línea de comentarios. Vea otros comentarios en Midrash Shmuel.
[2] . Basado en Likutei Sijot vol. 1 parashat Kedoshim (Cap 14 en adelante). Véase también Keter Shem Tov (edición Kehot), anexo 110.
[3] . Ialkut Shimoní Bereishit 34.
[4] . Números 19:14.
[5] . Haiom Iom para el sexto día del Primero de Adar .
[6] . Tikunei Zohar tikun 13 (28b). Véase también Etz Jaim 29:5.
¿QUIÉN PUEDE SER JASID? PIRKEI AVOT 2: 5
(Raban Gamliel ben Rabi Iehuda haNasí)
También decía:
“Un patán no puede ser temeroso del pecado y un am ignorante no puede ser un jasid.”
El rabino Ovadia de Bartenura explica esta mishná: Un patán (en hebreo, patán, bur, significa también “bruto” y “pozo”, bor) está vacío de todo, y ni siquiera sabe cómo hacer negocios. El patán también es peor que un am haaretz (literalmente, “un hombre de la tierra”, pero implicando un ignorante) porque aunque el am haaretz no puede ser un jasid, o sea, literalmente, una persona piadosa (que hace más de lo que exige la letra estricta de la ley), todavía puede temer al pecado, porque es un experto en negocios.
Según Bartenura, un patán es una persona que no comprende cómo funcionan las cosas en este mundo; es como un campo en barbecho sin arar (llamado sdé bor, en hebreo). La persona tiene que ser como un campo arado. Arar también puede significar tener pensamientos profundos que hacen “surcos” en el cerebro. El am haaretz en nuestra mishná es una buena persona. Está inmerso en la sociedad y mantiene relaciones civilizadas con los demás, aunque no estudió Torá. Así, un am haaretz también puede temer al pecado, porque “miedo” significa “sensibilidad” y la sensibilidad para no pecar ante Dios comienza con la sensibilidad hacia otras personas.
De nuestro patriarca Itzjak podemos aprender a convertir un campo en barbecho en un campo arado. “E Itzjak salió a conversar en el campo”. (Bereshit 24:63) Primero observemos que Itzjak (יִצְחָק) es igual a patán (בּוּר). Según los sabios, sabios, [Pesajim 88a.] Itzjak fue a conversar, que significa orar, en el Monte Moriá, el Monte del Templo, y a eso se le atribuye haberlo llamado “campo”. Itjzak sale al campo para hacer un recuento personal, para arar lo más profundo de su alma y para orar ante Dios desde lo más profundo de su corazón. Esto es como arar el campo y volverse sensible al pecado, es decir, temeroso del Cielo. Pero por mucho que Itzjak pudo arar su propio “campo”, también es el padre de Eisav, a quien se describe como “un hombre del campo”. Eisav permaneció en barbecho, desprovisto del temor al cielo, temor al pecado o sensibilidad hacia los demás.
Para obtener una comprensión más profunda del concepto de am haaretz, veamos el comentario del rabino Ovadia de Bartenura sobre otra mishná de Avot, que dice: “[Quien dice,] ‘Lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío’, es un am haaretz“. [5:10.]
El rabino Ovadia escribe que de acuerdo con esta mishná el am haaretz es una persona “que se beneficia y beneficia a los demás por igual”. De hecho, tal conducta desarrolla la tierra. Pero esta persona no conoce el versículo: “El que aborrece los regalos, recibirá la vida”. [Proverbios 15:27.] Este es el [significado] del término am haaretz en todos lados. Se refiere a un individuo que quiere desarrollar la tierra, pero no tiene la sabiduría para identificar cómo refinarla adecuadamente.
Volviendo a nuestra mishná en el capítulo 2, que establece que un am haaretz no puede ser un jasid. Aquí también, el am haaretz es una buena persona con buenas intenciones. Sin embargo, carece de la sabiduría de la Torá para comprender la forma correcta de hacer cambios para rectificar la sociedad y desarrollar el mundo. Hay mucha gente buena en la política hoy que encaja en esta descripción exacta. De esto aprendemos que para ser un verdadero jasid, uno tiene que saber cómo refinar correctamente la sociedad estableciendo las metas y la forma de conducta de acuerdo con la Torá.
La explicación del Notzer Jesed
En su comentario sobre la Mishná titulado Notzer Jesed, “Crea Bondad”, el Rebe de Komarna explica nuestra Mishná de una manera completamente diferente. Explica que un patán es una persona que estudia Torá, reza y cumple todas las mitzvot meticulosamente, pero es como un pozo de agua estancada. “Tal como fue ayer, así permanece hoy”, sin renovación en su servicio a Dios. Un patán como este no teme al pecado. El pecado significa carencia. Una persona que no tiene la sensación interior de estar perdiendo una oportunidad para renovarse tampoco sentirá que ha perdido otras oportunidades en su servicio a Dios. En su opinión ya es perfecto. Esta explicación también se aplica a una persona que posee el atributo del temor, como el patriarca Itzjak (cuyo nombre equivale al mismo valor que la palabra para “patán”, como se indicó antes). Itzjak es descrito en la Torá como cavando pozos, buscando agua viva que surja a la superficie. Así, es el ejemplo de una persona que ha rectificado el estado de estancamiento.
¿Quién es el am haaretz según el Rebe de Komarna? Sorprendentemente, explica que es el verdadero, sagrado y puro tzadik. ¿Por qué, entonces, un individuo que ha dedicado su vida a servir a Dios sería un am haaretz? Aunque santo y puro, todavía no ha logrado la completa anulación de sí mismo. En el fondo todavía se siente sutilmente como un ser separado, aunque sirva a Dios; y por lo tanto no está completamente anulado a la voluntad Divina. ¡Incluso una persona tan grandiosa no puede ser un jasid! Un jasid, argumenta el Rebe de Komarna, es alguien cuyos actos tienen como objetivo servir al Creador sin ningún interés propio. De hecho, el Zohar define al jasid como alguien cuyas acciones son para beneficio del Creador. [II, 114b.] Su único propósito es glorificar el Nombre de Dios en el mundo.
EL CRÁNEO FLOTANTE: CINCO NIVELES DE INTERPRETACIÓN[8]
Ética de los padres – Pirkei Avot 2: 6
“Él [Hilel el Anciano] también vio una calavera flotando sobre el agua. Él le dijo: “Porque ahogaste a otros, te ahogaron; y los que te ahogaron, ellos mismos se ahogarán”.
אַף הוּא רָאָה גֻלְגֹּלֶת אַחַת שֶׁצָּפָה עַל פְּנֵי הַמָּיִם. אָמַר לָהּ: עַל דַּאֲטֵפְתְּ אַטְפוּךְ, וְסוֹף מְטַיְּפַיִךְ יְטוּפוּן
El Pshat: Interpretación Literal
Esta mishná trata sobre Hilel. En el nivel del significado simple (el peshat), Hilel nos está enseñando sobre la Divina Providencia y lo que se conoce como “medida por medida”. El cráneo del asesino flota en el agua porque ahogó a otra persona.[9] Esto sigue la explicación de Maimónides de que esta es una realidad evidente. Comúnmente vemos cómo un individuo que inicia una acción maligna finalmente sufrirá ese mismo mal. Hilel también enseña que, “Lo que sale, vuelve”: las cosas malas son hechas a través de personas malas (מְגַלְגְּלִין חוֹבָה עַל יְדֵי חַיָּב). La palabra hebrea para “envolver” (מְגַלְגְּלִין, megalgelin, desarrollo de los acontecimientos), comparte una raíz con la palabra para “cráneo” (גֻּלְגֹּלֶת, gulgalta). También aprendemos la frase utilizada por la Torá para describir la responsabilidad por asesinato accidental (homicidio), “Dios hizo que llegara a la mano”.[10] Volviendo al individuo cuyo cráneo vio Hilel, aunque de hecho era susceptible de ser castigado con la muerte porque quienes lo mataron lo hicieron sin un tribunal de justicia, Hilel dijo que ellos también serían asesinados por elegir hacer este mal.[11]
El Remez: Interpretación Alusiva
En el nivel de la alusión (remez), comenzamos señalando que la raíz de dos letras טף se repite cuatro veces en esta mishná en las palabras arameas: אֲטֵפְתְּ אַטְפוּךְ מְטַיְּפַיִךְ יְטוּפוּן, . Esta raíz de dos letras alude a la santa connotación de Diosטפטפיה , que está relacionada con el pensamiento, específicamente con la Divina Providencia, que en el versículo, “Y pensó que los pensamientos para que ningún paria fuera desterrado”[12] se describe como que requiere pensamiento. Así como el principio de medida por medida se usa para castigar cuidadosamente a los malvados, Dios dedica una gran cantidad de esfuerzo reflexivo, por así decirlo, para asegurar que las almas perdidas y marginadas no se pierdan para siempre. De hecho, estos buenos pensamientos se utilizan en una medida aún mayor que los pensamientos sobre el castigo, siguiendo el principio rabínico de que la medida de bondad es siempre mayor que la del castigo[13] (וּלְעוֹלָם מִדָּה טוֹבָה מְרֻבָּה מִמִּדַּת פֻּרְעָנוּת, leolam midá tová merubá mimidat puraniuot). De acuerdo con este principio, Maimónides escribe que también es cierto que “quien inicia una buena acción disfrutará del resultado de su acción”.[14]
El Derash: Interpretación más profunda
El comentario del Midrash Shmuel[15] sobre nuestra mishná desafía el final de la mishná, “y los que te ahogaron, ellos mismos se ahogarán”. Escribe que sabemos de muchos asesinos que no fueron castigados por sus acciones. De hecho, murieron pacíficamente en sus camas. Además, ¿cómo podemos afirmar que cada persona que muere necesariamente mató a otra? Después de todo, la primera persona en ser asesinada fue Abel, ¡y no mató a nadie! Por lo tanto, el Midrash Shmuel sugiere que esta mishná alude a la reencarnación, que en hebreo se llama “guilgul” (גִּלְגּוּל), cognado con “cráneo” (gulgalta, גֻלְגֹּלֶת) y Hilel estaba diciendo que el asesino será asesinado en otra vida. En cuanto a Abel, lo mataron porque “contempló la santidad suprema”.[16] El rabino Iaakov Emden (conocido como Yaavetz) en su comentario sobre la mishná, Lejem Shamaim, explica con más detalle este concepto, diciendo que el cráneo que Hillel vio flotando en el agua era de Caín. Caín fue el primer asesino, que mató a su hermano Abel. Es de él que nos enteramos del amargo final de todos los asesinos, ya que él también fue asesinado, y por su propio tataranieto, Lemej.[17]
El Sod: El Secreto, la parte oculta de la Torá
Volviendo ahora a la dimensión interna de la Cabalá, los “secretos” (sod) de la Torá, encontramos que Arizal explica esta mishná de la siguiente manera:[18] Hilel es una reencarnación de una de las chispas de Moisés. El cráneo que vio era del faraón, tal como lo vio Moisés, así lo vio Hilel. Hilel le dijo al faraón: “Porque ahogaste a otros, te ahogaste”, es decir, porque ahogaste a niños judíos en el agua, también te ahogaste. Pero, según el Arizal, las últimas partes de las palabras de Hilel (con las que el Midrash Shmuel tuvo alguna dificultad) no se dirigen al cráneo, es decir, al faraón, sino al pueblo judío. Hilel dice así: “Y aquellos que continuarán ahogándote [el pueblo judío] en el futuro, [ellos también correrán el mismo destino que el Faraón y] ellos mismos se ahogarán”.
En otra parte,[19] el Arizal ofrece una explicación aún más profunda y sorprendente. Escribe que todo comenzó con Abel (la primera víctima de asesinato) que se reencarnó en Moisés. El cráneo alude al concepto cabalístico de la gulgalta (la corona de Arij Anpin, el origen de la voluntad en el Largo Rostro). Abel no mató a nadie, pero creó una mancha cuando miró las 370 luces en la gulgalta y así los separó de las otras facultades supraconscientes que se encuentran debajo de él (haciendo que, en cierto sentido, floten por encima de las facultades inferiores).
Para rectificar esta separación, Moisés, la encarnación de Abel, tuvo que ser colocado en una canasta flotando en el agua. Entonces, el cráneo ahora se identifica no con alguien sino con un concepto abstracto. Aunque el hecho de que Moisés flotara en la canasta rectificó el error de su encarnación anterior, en la práctica, fueron los egipcios cuyos decretos crearon la necesidad de colocar a Moisés en una canasta en el Nilo. Por lo tanto, son el tema de la frase final de la mishná, “y los que te ahogaron” y por su decreto de ahogar a todos los varones judíos, ellos también fueron castigados.
El Rebe de Komarna, en su comentario sobre el tratado Avot conocido como Notzer Jesed, “Creador de Bondad”, continúa el enfoque de Ari y explica que esta mishná puede interpretarse de manera positiva. Según él, la mishná se trata de profecía. La raíz de la profecía está en el gulgalta y la palabra aramea, “matado” (אֲטֵפְתְּ) comparte una raíz con “predicar” (הַטָּפָה). Mientras que ahora la fuente de la profecía está oculta, dice el Rebe de Komarna, en el futuro, será revelada en la “boca sagrada” (puma kadisha, פֻּמָּא קַדִּישָׁא).
La interpretación jasídica
El sexto Rebe de Lubavitch, el rabino Yosef Itzjak Schneersohn, explicó esta mishná desde una perspectiva jasídica.[20] Un individuo podría estar aprendiendo Torá, pero el aprendizaje se limita estrictamente al cráneo, es decir, a la mente. No afecta el cuerpo, el corazón, los brazos o las piernas de uno. Si una persona solo comprende la Torá intelectualmente, es como una calavera flotando en las aguas; la Torá aprendida no afecta su estructura emocional ni su comportamiento. Cuando no hay conexión entre la mente y el corazón, cuando ese individuo camina, es como una persona sin cabeza.
El cráneo en la explicación del Rebe de Lubavitch representa la fe y la fe debe irradiar por todo el cuerpo y expandirse por todos los atributos del alma. Aunque nuestra facultad de fe se identifica más específicamente con la cabeza más alta de la corona, la Cabeza Incognoscible (Radl”a), que es más alta que el cráneo, o gulgalta (como arriba, en la explicación de Arizal[21]), la Cabeza Incognoscible inspira la gulgalta (al igual que la gulglata misma “flota en el agua”). Volviendo a la interpretación de nuestra mishná según la Cabalá: el Sod —La mancha de Abel fue que separó la fe de las otras facultades internas del alma, comenzando por las de la corona. En efecto, Abel hizo que la fe flotara sobre las aguas en alusión a la supuesta sabiduría oculta (moja stimaa, מוֹחָא סְתִימָאָה), la cabeza más baja de la corona. Porque la sabiduría oculta, también conocida como el poder del intelecto (כֹּחַ הַמַּשְׂכִּיל), ilumina la mente y desde allí, todos los poderes del alma, Abel había separado la fe de todos ellos.
La mitzvá que conecta la fe con las otras partes de la corona y las facultades internas del alma es el tefilín. Al ponernos los tefilín, subyugamos nuestra mente a Dios con los tefilín de la cabeza). Además, empoderamos nuestras mentes para que gobiernen nuestros corazones con los tefilín del brazo y atraemos la fe para iluminar todo nuestro cuerpo, hasta las piernas. El impacto de los tefilín se menciona en su nombre bíblico. En la Torá,[22] los tefilín de la cabeza se llaman totafot (טֹטָפֹת), una palabra cuya raíz de 2 letras también esטף , la raíz de dos letras que se repite cuatro veces en la parte final de nuestra mishná.
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RECTIFICAR EL “TÚ”
Capítulo 3 Mishná 1
Akavia el hijo de Mahalalel dijo: Reflexiona sobre tres cosas y no llegarás a pecar. Sepa de dónde vino, adónde va y ante quién está destinado a rendir juicio y cuentas. De donde viniste – de una gota pútrida; adónde vas – a un lugar de polvo, gusanos y lombrices; y ante quien estáis destinados a tener un juicio y rendir cuentas – ante el supremo Rey de reyes, el Santo bendito, Uno.
Rabi Moshe de Kubrin explicó esta mishná de una manera novedosa. En lugar de dirigirse a la persona que lee la mishná, explicó que el pronombre “tú” en realidad se refiere a Dios. Por lo tanto, la mishná pregunta, ¿cómo es posible que un ser humano se dirija a Dios en segunda persona, “Tú”? algo que hacemos todos los días, varias veces, cuando rezamos la oración de la Amidá y cuando decimos bendiciones. Volvamos a leer la mishná siguiendo la interpretación de Reb Moshe de Kubrin:
Para dirigirse a Dios con el pronombre en segunda persona, “Tú”, sin que sea considerado pecado, debes mirar y reflexionar sobre estas tres cosas. Primero, sepa de dónde viene: ¿qué es lo que le da la estatura necesaria para dirigirse a Dios en segunda persona, “Tú”? En segundo lugar, sepa hacia dónde se dirige: debe comprender dónde terminará este “Tú” que pronuncia su boca. Tercero, sepa que antes de [decir] “Tú” debes comparecer en un juicio y rendir cuentas, es decir, debes reflexionar y preguntarte cómo es posible dirigirse a Dios como “Tú” sin haber experimentado el amor y el temor de Dios.
Todas estas son muy buenas preguntas que deben ser abordadas por cada persona que tiene una relación personal con Dios. La familiaridad íntima que tenemos con Dios como nuestro Dios personal (y no solo como el Creador de todo) requiere que dediquemos tiempo para apreciar adecuadamente este privilegio especial que se nos ha dado.
Los tres tipos de conciencia
Para resumir gran parte de la discusión que comenzaría después de estas tres preguntas, podemos usar el modelo de los tres tipos de conciencia que se encuentran en la Torá en general y en el pensamiento jasídico en particular. Estas han sido deliberadas extensamente en dos libros en hebreo titulados, “Conciencia Natural” y “La Naturaleza Judía”. Los tres tipos de conciencia se conocen como Conciencia Divina, Conciencia de uno mismo y Conciencia Natural. El primer estado del hombre fue uno de Conciencia Divina. Adam y Javá eran conscientes únicamente de su lugar divinamente ordenado en la creación y de su misión especial, cultivar y proteger la creación. Al comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, cayeron en un estado de autoconciencia, donde el propio interés y el egocentrismo hacen que sea casi imposible ver a Dios o incluso a otras personas. Hasta cierto punto, toda la batalla entre nuestras inclinaciones al bien y al mal se reformula en el pensamiento jasídico como una batalla sobre hacia dónde se dirigirá nuestra conciencia: hacia lo Divino o hacia nosotros mismos. Sin embargo, existe una tercera opción, que puede combinar los dos estados de conciencia. Es un estado algo ideal que es denominado conciencia natural. Este estado de ser fue elaborado especialmente por Rabi Issac de Homil, uno de los discípulos más importantes del Alter Rebe y candidato a ser Rebe. El estado de conciencia natural quizás fue mejor ejemplificado por los patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaacov, quienes combinaron el autoconocimiento introspectivo con un compromiso inquebrantable con Dios y la santidad en cada momento de sus vidas.
En la práctica, a lo largo del día, transitamos entre los diferentes tipos de conciencia. Dado que cualquier toma de conciencia del “otro”, en este caso Dios, y dirigirse a Él en segunda persona (Tú) es un acto de conciencia, se deduce que las tres preguntas planteadas por esta mishná basada en la lectura de Reb Moshe de Kubrin, pueden ser respondidas refinando la perspectiva de cada modo de conciencia. En resumen, la autoconciencia necesita ser disminuida, la conciencia Divina necesita ser fortalecida y la conciencia natural necesita ser purificada. Veamos esto con más detalle.
Cuando contemplamos lo que nos ha dado el derecho de dirigirnos a Dios como “Tú”, y nos damos cuenta de que no es por nuestro propio mérito, sino por el mérito de nuestros antepasados, evoca una humildad y una inmensa sumisión en el alma, que es la rectificación de la autoconciencia. Sobre este telón de fondo de comprender cuán bajos somos en realidad, podemos comenzar a dirigirnos hacia Dios como “Tú”. Contemplando hacia dónde se dirigen nuestras palabras, hacia dónde se dirige la expresión “Tú”, hacia el Creador que está en y alrededor de todo, somos capaces de fortalecer nuestra conciencia Divina al ascender a alturas elevadas. Contemplando la necesidad tanto de amor como de temor por Dios es lo que rectifica nuestra conciencia natural. Este temor y respeto reverencial por Dios tiene sus raíces en el hecho de que el alma es una “parte literal de Dios”.
La conciencia natural es la meta de este proceso de tres etapas. El nombre del autor de esta mishná, Akavia, hijo de Mahalalel, también alude a la conciencia natural. Akava deriva de la palabra “talón” (akev), recordándonos el verso, “Sobre los talones de la humildad llega el temor del Cielo” (Proverbios 22:4). El nombre de su padre, Mahalelel, literalmente significa “el que alaba a Dios”. Por lo tanto, su nombre demuestra el principio de que todo comienza con una conciencia de humildad y bajeza, que en la mishná se relaciona con la pregunta de “de dónde vienes”. Mahalalel se refiere al objetivo final de la oración, alabar constantemente a Dios. La palabra que se usa aquí para “alabanza” es análoga a la que se usa en el último verso de los Salmos: “Mi alma entera te alabará, Dios…”, que los sabios interpretan como “con cada respiración (neshimá, afín a neshamá, alma) que respiramos alabamos a Dios”.[23] Esta es la esencia de la conciencia natural -cuando nuestra naturaleza, nuestra misma respiración, está constantemente alabando a Dios.
Dios consciente del hombre
Las tres cosas en nuestra mishná nos recuerdan las palabras de Rebi en el capítulo 2 de Pirkei Avot,
Contempla tres cosas y no pecarás: conoce lo que está por encima de ti: un ojo que ve, un oído que escucha, y que todas tus obras estén inscritas en un libro.
En contraste con nuestra mishná de Akavia que está escrita desde la perspectiva del hombre dirigiéndose a Dios, las palabras de Rebi están escritas desde la perspectiva de Dios dirigiéndose al hombre. En otras palabras, los tres objetos de contemplación de Rebi: un ojo que ve, un oído que escucha y un libro en el que se inscriben todas sus acciones, son los elementos de la Divina Providencia, de la conciencia de Dios del hombre.
Desde la perspectiva de Dios, lo primero que debes saber es que estás presente ante Dios. Tu importas. Aprendemos esto de la forma en que el Ba’al Shem Tov interpretó estas palabras: Sabe – que lo que está arriba es – para ti. Lo que significa que sus acciones tienen sentido, tus decisiones son importantes y están influyendo constantemente en todo lo que está decretado en el cielo. Específicamente, “un ojo que ve” significa que Dios ve cómo tu contemplación de “saber de dónde vienes”, y así Él ve tu humildad que evoca esta contemplación. “Un oído que escucha” significa que Dios escucha tu intención interior cuando te vuelves hacia Él y cuando contemplas la cuestión de “adónde vas”, como se indicó anteriormente. Finalmente, “todas tus obras están siendo inscritas en un libro” corresponde a la importancia prestada a la conciencia natural que refinas como resultado de contemplar “ante Quien estás destinado a ser juzgado y rendir cuentas” sobre tu amor y temor a Dios.
EL TRATADO DE LOS PADRES
Pirkei Avot 3:2: ¿NECESITAMOS UN GOBIERNO?
Rabi Janina, diputado de los Kohanim, decía: oren por la integridad del gobierno, porque si no fuera por el temor a su autoridad, un hombre se tragaría vivo a su prójimo.
El gobierno es una necesidad muy básica de la sociedad, todos somos socios. La existencia misma de la humanidad requiere cooperación. (“El hombre es un animal político” – Aristóteles). Todos estamos en el mismo barco y si no hubiera temor al gobierno el barco se hundiría rápidamente. La raíz de este concepto está en la sefirá de biná (entendimiento – Ima -Madre) donde aprehendemos que la existencia requiere responsabilidad y no se sostiene por sí misma. Entendemos un concepto por medio de un concepto diferente y luego captamos el resultado potencial. (Biná es llamada “omek ajarit“, “la profundidad del resultado final”). Por lo tanto el papel del gobierno es salvaguardar la existencia y organizar a todos los socios, porque son todos iguales y deben ser protegidos.
Sin embargo, hay un enfoque superior. “El reino de la tierra es imagen del reino de los cielos”[24]. El rey humano refleja el reino de Dios y de Él obtiene su autoridad. Según esto, el temor que el rey suscita en su ciudadanía es el talento de su alma para sentir la majestad de Dios y anularse ante ella. De esta manera, el reino modela la cultura humana como un sistema jerárquico que reconoce el abismo entre lo pequeño y lo grande, se rinde al Gran Dios y se identifica con Su bondad y benevolencia para derramarla sobre todos. La raíz de esta percepción está en la sefirá de Jojmá (sabiduría, Aba, Padre), en la cual la percepción es que la creación está vitalizada por su apertura a lo maravilloso y lo elevado. Hay un énfasis especial en la persona del rey y no en el sistema del reino en general.
En los reinos de las naciones del mundo se destaca el primer enfoque, la necesidad de un gobierno para evitar la anarquía. Sin embargo, para los reyes de Israel temerosos de Dios el enfoque está en el honor especial otorgado al rey (personalmente), como representante del reino de Dios sobre Israel y el mundo entero.
Por lo tanto, podemos decir que la transición del exilio a los días del Mashíaj es un ascenso desde la luz de la sefirá de biná en maljut a la luz de jojmá en maljut. Con respecto a biná (sin la luz de jojmá) se dice “Él me sentó en la oscuridad”[25], la oscuridad del exilio, cuando la Nación de Israel está esclavizada bajo el yugo de las naciones del mundo, de la cual se desprenden severos juicios. Por el contrario, en los días del Mashíaj habrá una revelación de la luz de jojmá en maljut, en la imagen de un rey justo que se anula a sí mismo ante Dios.
En la segunda era de los días del Mashíaj (que incluye la resurrección de los muertos) el Rey Mashíaj entregará completamente el reino al Rey de Reyes, el Santo, Bendito Sea. (Como está escrito que el Mashíaj es el noveno rey y Dios es el décimo). Y luego “Y Dios (solo) será Rey sobre toda la tierra, en ese día Dios será Uno y Su Nombre será Uno.”[26] No habrá necesidad de un rey de carne y hueso. Esta es la manifestación de la iluminación de la corona en la sefirá de maljut, la manifestación esencial de “la corona suprema es la corona de maljut”[27] y entonces “la tierra se llenará del conocimiento de Dios, como el agua cubre el mar”[28] (lo que significa que con la manifestación de la corona se manifiesta la sefirá de daat [conocimiento] y la fe se conceptualiza en la conciencia).
Hay tres cabezas en la corona. De abajo hacia arriba son: Reisha d’arij (la Cabeza del Infinito), que corresponde al atributo de voluntad. Esto se expresará cuando en el Templo “cumpliremos ante Ti las mitzvot según Tu voluntad”.[29] En el Templo cumpliremos la voluntad de Dios sin necesidad de que un gobierno humano nos diga que lo hagamos. “En el futuro por venir cuando las mitzvot serán anuladas”[30] es la manifestación de Reisha D’Ain (la Cabeza de la Nada), el placer Divino (y como resultado, el mandamiento se anula ante la revelación de Dios como una “vela al mediodía”[31] ante la luz del sol). Luego viene el Gran Jubileo, 50.000 jubileos, que es la manifestación de Radl”a, la Cabeza Incognoscible, la fe en la sefirá de corona.
PIRKEI AVOT 3:7: TRANSITANDO EL CAMINO: EL ESTUDIO DE LA TORA, LA VIDA Y EL EGO
Rabí Iaacob[32] dice: El que transita por un camino estudiando, e interrumpe su estudio para decir: “¡Qué hermoso es este árbol! ¡Qué hermoso es este campo arado!” la Torá lo considera como si hubiera desperdiciado su vida
רַבִּי יַעֲקֹב אוֹמֵר, הַמְהַלֵּךְ בַּדֶּרֶךְ וְשׁוֹנֶה, וּמַפְסִיק מִמִּשְׁנָתוֹ וְאוֹמֵר, מַה נָּאֶה אִילָן זֶה וּמַה נָּאֶה נִיר זֶה, מַעֲלֶה עָלָיו הַכָּתוּב כְּאִלּוּ מִתְחַיֵּב בְּנַפְשׁוֹ
La Torá es un árbol, “Ella es un árbol de vida para aquellos que se aferran a ella.”[33] Esta reflexión debería ocasionar que una persona que ve un árbol recuerde la semejanza del árbol a la Torá. No debería causar que detuviera su estudio. Específicamente, el árbol representa la Torá Escrita que desciende del cielo mientras que el “campo arado” mencionado en la mishná representa la Torá Oral, el resultado del trabajo humano.
Volviendo al autor de nuestra mishná, Rabi Iaacob, lo primero que hay que remarcar es que es un taná [sabio de la Mishná] único que no aparece en ningún otro tratado de la Mishná, excepto en el tratado de Avot. [34] Rabi Iaacob obviamente recibió su nombre del patriarca Iaacob considerado “el pilar de la Torá”. La conexión entre los dos se fortalece cuando descubrimos que Iaacob vivió durante 147 años, donde 147 es el valor de ” árbol hermoso”, ilan naé (אִילָן נָּאֶה). De hecho, la vida de Iaacob se divide en “árbol” (אִילָן), 91 años hasta que nació Iosef -un hito importante en su vida- y otros “hermosos”, naé (נָּאֶה), 56 años después del nacimiento de Iosef.
Según algunos comentarios, la forma de entender nuestra mishná es preguntar por qué alguien que está estudiando Torá interrumpiría su estudio para comentar sobre un árbol o un campo. El estudio de la Torá debe ser constante e ininterrumpido en el alma porque es a través de la Torá que la persona se aferra a Dios. Pero alguien que interrumpe su estudio debido a un fenómeno físico atractivo es como una persona que salta desde el techo de un edificio elevado en un intento por quitarse la vida.[35] Al hacerlo se separa de la vida real como dice el versículo: “Y ustedes que se aferran a Havaiá vuestro Dios están todos vivos hoy.”[36]
Aquel que interrumpe su estudio de la Torá de esta manera está demostrando que los árboles y los campos le interesan más que el estudio de la sagrada Torá. “Y es una profanación del honor de la Torá que un árbol sea más importante que su estudio de la Torá”.[37]
De acuerdo con esto, la expresión “¡Qué hermoso es este árbol!” es solo un síntoma del problema real, que es tener un orden de prioridades erróneo.
La raíz psicológica de las prioridades erróneas
Profundicemos más en la raíz del problema y descubramos la razón del desarrollo de este orden erróneo de prioridades, según el cual los asuntos y visiones de este mundo captan la atención más que la Torá y las mitzvot. Como explicaron los maestros jasídicos, el problema comenzó mientras la persona estaba estudiando Torá, mucho antes del encuentro descrito en la mishná.
Cuando una persona estudia Torá, debería permanecer asombrada ante la sagrada Torá, sintiendo su infinita profundidad, amplitud y longitud. Los sabios describen el sentido del infinito que la Torá invoca como el sentimiento experimentado por “un perro que lame el agua del océano”;[38] es imposible beber todo el océano y es imposible aprender toda la Torá. Este sentido de lo infinito hace que nos aferremos al que tiene el mayor poder de todos: el Todopoderoso, que nos da la Torá. Si una persona no se aproxima al estudio de la Torá de esta manera -percibiendo que realmente ha abarcado poco- después de cada vez que estudie se dará palmaditas en la espalda e imaginará, ya sea consciente o inconscientemente: “Qué persona grande y piadosa soy.” En lugar de aferrarse a Dios continuamente a través de la Torá, tal individuo se engrandece por el mérito de su estudio de la Torá.
La interpretación de su declaración, “¡Qué hermoso es este árbol!” se vuelve personal. Al señalar el árbol, se está refiriendo nada menos que a sí mismo: “Porque el hombre es [como] el árbol del campo”.[39] Al medir constantemente cuánto ha aprendido y cuánto ha progresado y cuánto quiere lograr, revela que su aprendizaje en realidad se centra en sí mismo, no en Dios. Incluso cuando está aprendiendo, su crecimiento personal -como el crecimiento de un árbol- es más importante para él que encontrarse con Dios a través de Su Torá. Por lo tanto, la motivación interior para su estudio no es la Torá en sí misma, sino lo que él puede obtener al estudiar Torá. Por lo tanto, es natural que otros eventos y vistas lo distraigan de su estudio.
El Maguid de Mezritch explicó la raíz de este problema usando las propias palabras de la mishná, de la siguiente manera:[40]
“El que transita por un camino” se refiere a una persona que se dedica a estudiar Torá. Al caminar se está identificando con las leyes de la Torá (llamadas halajot en hebreo, palabra que proviene de la misma raíz que “caminar”.[41] Pero es interrumpido. El Maguid explica que no es interrumpido su estudio por el paisaje que ve, sino su apego a Dios es interrumpido “debido a su estudio”, mimishnató (מִמִּשְׁנָתוֹ) La adición gramatical de la preposición relacional “debido” o “a causa de” sugiere que su incapacidad para concentrarse en solo la Torá se deriva del hecho de que mientras aprendía, se enfocaba en sí mismo y no en su conexión con Dios.
Este es un fundamento particularmente importante del servicio Divino. El estudio de la Torá debe realizarse con cuidado para no caer en el orgullo que separará al alumno de Dios. Tan pronto como una persona detiene el flujo de su estudio de la Torá para contemplarse a sí mismo, “Vaya, realmente estoy aprendiendo, soy el erudito de la Torá de quien los sabios dijeron: ““Oh” árbol, “Oh” árbol, ¿con qué puedo bendecirte?”[42] – está preocupado por sentir su propia existencia, su propia autoconciencia. Esto interrumpe su apego a Dios.
Salvar al mundo
Esto se aplica a mucho más que la Torá. Algunas personas ya han descubierto exactamente cómo rectificar el mundo. Mientras una persona esté pensando en su plan (su mishná) y cómo implementarlo -usando su hoja de ruta- se considera que está “transitando por un camino” como en nuestra mishná, en su camino hacia la rectificación del mundo. Si de repente se da cuenta de “qué hermoso es este árbol”, es decir, qué sensato y hermoso es mi plan, es precisamente en este punto que pierde todo su plan y “pierde su vida”, pues ahora su hoja de ruta no es para la rectificación del mundo, sino más bien, para su inflado de su ego personal.
¿QUÉ ESTÁ PRIMERO, DIOS O EL PRÓJIMO?
Pirkei Avot 3:10
Él (Rabí Janina Ben Dosa) también decía: Quien es agradable a sus semejantes, agrada a Dios. Pero el que no agrada a sus semejantes, no agrada a Dios.
Rabi Janina Ben Dosa nos enseña que la reacción de las personas hacia una persona en particular es la prueba de fuego para saber si Dios está complacido con esa persona o no. Como escriben los comentaristas sobre esta mishná “Una persona que es amada en la tierra, es sabido que es amado en las alturas” (Rashi y Rabi Ovadia de Bartenura). Una vez, el Ba’al Shem Tov salió de su habitación y simplemente recitó esta mishná a sus santos discípulos sin agregar nada. Los discípulos lo encontraron maravilloso. La enseñanza penetró profundamente en sus almas y despertó una reacción de cambio dentro de ellos. El Baal Shem Tov pudo efectuar esto porque un tzadik dice las palabras de la Torá de una manera iluminadora, que infunde sus palabras profundamente en los corazones de quien lo escucha.
De esto aprendemos que el principal servicio a Dios es específicamente entre el hombre y su prójimo. Este debe ser el punto de partida. Asegúrate de ser apacible y tranquilo con su prójimo. Esto no significa decir o hacer cosas falsamente para complacer a los demás, sino más bien tener un comportamiento agradable y acercarse a los demás de manera apacible. Si tu conducta es agradable a los demás, puedes estar seguro de que también es agradable a Dios.
Este es el secreto del nombre “Noaj”, que es la misma palabra que “apacible” (נֹחַ). Cuando la Torá lo menciona por primera vez, repite su nombre dos veces seguidas: “Estos son los hechos [o anales] de Noaj; Noaj [era…]”. Según el midrash, la aparente repetición (causada por la estructura de la compleja declaración hecha en el versículo) se refiere abajo y arriba: “Noaj era agradable a sí mismo, agradable al mundo, agradable a los padres, agradable a los niños, agradable arriba y agradable abajo”. Debido a que era agradable con sus semejantes, agradaba a Dios arriba.
Por el contrario, del verso, “Y serás limpio [de sospechas] ante Dios y ante Israel”, aprendemos que primero debemos ser limpios ante Dios y solo entonces ante otras personas, y si no podemos ser considerados limpios por ambos, entonces debemos preferir ser inmaculados ante Dios.
Por ejemplo, está escrito en el Talmud que si un rabino es amado por toda su congregación, es una señal de que no los reprende adecuadamente. Naturalmente, el rabino no quiere que ser desagradable a los miembros de su congregación, pero debido a que debe preocuparse principalmente por cumplir con su deber ante Dios, inevitablemente habrá miembros de su congregación a quienes no les agradará.
Otro ejemplo de este principio se encuentra en la siguiente descripción.
Los hombres escrupulosos (lit, limpios de intelecto) de Jerusalén actuaban de la siguiente manera: no firmaban un documento a menos que supieran quién estaba firmando con ellos, y no se sentaban en un juicio a menos que supieran quién estaba sentado con ellos, y no se unían a una comida a menos que supieran quién estaba comiendo con ellos.
Esto podría considerarse un ejemplo de limpieza extrema, teniendo cuidado con cualquier indicio de suciedad que pueda auspiciar la sensación de mantener distancia con los demás. Podemos resumir esto diciendo que uno debe ser agradable con otras personas y luego agradable con Dios y por otro lado, uno debe ser primero limpio ante Dios y solo luego limpio ante otros hombres. Entonces, ¿qué viene primero? ¿Cómo conciliar las dos recomendaciones diferentes?
La salida de la confusión comienza al comprender que ser agradable está asociado con la bondad, la sefirá de Jesed, que se encuentra en el eje derecho de las sefirot. Jesed causa afluencia al mundo, de arriba hacia abajo. Está asociado con la mano derecha que acerca a los demás. Por lo tanto, su enfoque se centra principalmente en los demás. Al actuar de una manera agradable con otras personas, uno merece encontrar el favor y agradar a Dios. Este principio también se aplica a la mitzvá del amor, que actúa a través del eje derecho. El Alter Rebe enseña que la mitzvá de amar a nuestro prójimo judío es más grande que la mitzvá de amar a Dios porque cuando amamos a nuestro prójimo judío, amamos a alguien a quien ama nuestro amado Dios. El amor más grande y perfecto a Dios se expresa de la mejor manera amando a los demás.
Por otro lado, servir a Dios a través de la limpieza actúa a través del eje izquierdo. Es el servicio identificado con el poder y la sefirá de guevurá, relacionado también con el temor al Cielo. La mano izquierda, identificada con la sefirá de poder, sirve para distanciar a los demás. La limpieza ante Dios es una dinámica que se aleja de los demás mientras que agradar a los demás conduce a la cercanía.
Debemos practicar simultáneamente ambas dinámicas, la bondad y el amor asociados al eje derecho y el poder y el temor asociados al eje izquierdo, con el fin de lograr la interinclusión entre ellos. Este es el secreto de la Atadura de Itzjak, cuando Abraham, cuya alma es arquetípica del eje derecho, el hombre de la bondad, el amor y que acerca a otros a Dios, se interincluyó con Itzjak, el hombre del poder o rigor, el temor y la pureza. Los valores numéricos de agradable (נֹחַ, noaj) y “limpio” (נָקִי, nakí) juntos equivalen a “aroma” (רֵיחַ, reaj), aludiendo a que el propósito final de trabajar con ambas dinámicas, la derecha y la izquierda juntas, es ofrecer un aroma dulce antes Dios.
¿QUIÉN ES SABIO?
Pirkei Avot 4:1
Pirkei Avot 4:1: Ben Zoma dice ¿quién es sabio? El que aprende de todos.
Como está dicho (Salmos 119:99):
“De todos mis maestros obtuve sabiduría, porque Tus testimonios son mi conversación”.
Hay tres enseñanzas de los sabios que se centran en la definición de la persona sabia y comienzan con las palabras, “¿Quién es sabio?” La primera es: “¿Quién es sabio? El que aprende de todos”, de nuestra mishná. El segundo es “¿Quién es sabio? El que ve lo que está naciendo”.[1] Y el tercero es “¿Quién es sabio? El que conoce su lugar”.[2]
Estas tres enseñanzas son paralelas a las tres sefirot del intelecto: Jojmá (sabiduría), biná (entendimiento) y daat (conocimiento). Por lo tanto, las tres definiciones de la persona sabia constituyen una inter-inclusión de las tres sefirot intelectuales (jabad) dentro de la sefirá misma de sabiduría, respondiendo a la pregunta de “Quién es sabio”, desde tres aspectos diferentes de la sabiduría.
“El que ve lo que está naciendo” refleja el aspecto de la sabiduría que se encuentra dentro de la sabiduría. El sabio ve cómo la creación está naciendo, incluido él mismo, es decir, cómo surge de la nada en todo momento.[3] Esta capacidad de ver la nada de la que está emergiendo el ser le infunde a uno el atributo de la auto-anulación, la dimensión interior o experiencia de la sefirá sabiduría. A esto se alude en el versículo, “Y la sabiduría se encontrará en [la capacidad de ver] la nada”.[4]
“El que conoce su lugar” refleja el atributo del entendimiento dentro de la sabiduría. La comprensión está asociada en la Cabalá con las dimensiones del espacio, siguiendo el verso, “¿Y dónde está el lugar del entendimiento?[5] En relación, esta es la raíz del ser dentro de la sabiduría (a diferencia de la sabiduría misma, que proviene de la nada, como se indicó anteriormente). El ser del espacio al que se refiere el entendimiento de la sabiduría es el ser rectificado, ya que se anula hasta su raíz y “conoce su lugar”. Por lo tanto, este es el sabio al conocer su lugar.
Finalmente, “El que aprende de cada persona”, la descripción del individuo sabio en nuestra mishná, refleja el atributo del conocimiento dentro de la sabiduría. El conocimiento se considera el alma o dimensión interior, de la sefirá de tiferet (belleza), que tiene múltiples facetas, y de la misma manera el atributo del conocimiento captura las características multifacéticas de “cada persona”.
Las tres descripciones de la persona sabia también tienen una correspondencia con las tres fiestas de peregrinaje a Ierushalaim: Pesaj, Shavuot y Sucot .
“El que ve lo que está naciendo” corresponde a la fiesta de Pesaj, cuando nacieron los Hijos de Israel y se convirtieron en una nación. Además, al comienzo de la misión de Moshé Dios le dijo: “Cuando saques a la nación de Egipto, servirás a Dios en esta montaña”, refiriéndose a la Entrega de la Torá en el monte Sinaí. Así, el pueblo judío se convirtió en esa persona sabia que ve lo que está naciendo, en este caso, la Entrega de la Torá que nació del Éxodo de Egipto.
“El que aprende de cada persona”, es paralelo al festival de Shavuot, la festividad que celebra recibir la Torá y estudiarla. Todo judío tiene una porción de la Torá. De hecho, el nombre Israel es un acrónimo de “Hay seiscientas mil letras en la Torá” (יֵשׁ שִׁשִּים רִבּוֹא אוֹתִיּוֹת לַתּוֹרָה).[6] Esto significa que cada una de las 600.000 raíces del alma de Israel tiene su propia letra, su propia enseñanza individual en la Torá. La persona verdaderamente sabia sabe que no es suficiente aprender Torá exclusivamente de los sabios, sino que cada individuo tiene que aprender de cada judío, de su letra única en la Torá.
“El que conoce su lugar” es paralelo a la fiesta de Sucot, la fiesta que celebra la gran cosecha de toda la comida para el invierno reunida en su lugar. Durante los Diez Días de Retorno (Aseret Iemei Teshuvá) que preceden a Sucot, estamos comprometidos en un retorno a Dios. Pero solo en Sucot nos reunimos y llegamos a nuestro lugar. Sucot es “el tiempo de nuestro regocijo”, la alegría de haber encontrado nuestro lugar en la sucá bajo las alas de la Divina Presencia de Dios.
NOTAS
[1] Tamid 32a.
[2] Reishit Jojmá, humildad c.7 sobre Avot 6:6; también Sanedrín 37a.
[3] Como se explica en Tania c. 43.
[4] Iob 28:12
[5] Ibíd
[6] Megalé Amukot 186.
MANTENERSE EN EL CARRIL DE LAS MITZVOT
Pirkei Avot 4:2
Ben Azai decía: Corre para cumplir una mitzvá menor y huye de una transgresión. Porque una mitzvá trae a continuación otra mitzvá y una transgresión trae otra transgresión. Porque la recompensa de la mitzvá es la mitzvá, y la recompensa de la transgresión es la transgresión.
El rabino Ovadiá de Bartenura explicó esta mishná de la siguiente manera: Así es funciona el mundo. A una persona que cumple una mitzvá, le resulta fácil realizar otras. Y a una persona que comienza con los pecados, es difícil separarse de ellos”. Esto puede parecer una sucesión interminable, de una mitzvá a la siguiente. No obstante, vemos que una persona que cumple una mitzvá, en la práctica posteriormente igual peca. A nivel simple, podemos decir que la primera mitzvá promueve el cumplimiento de otra mitzvá (como explica Bartenura) pero no proporciona un “seguro de mitzvá”. Si es así, debemos entender qué quiso decir Ben Azai en su enseñanza de que “una mitzvá trae otra mitzvá “. Además, ¿Cómo podemos evitar dejar un rastro de transgresiones detrás de nosotros?
Atribuye la Mitzvá a Dios
Hay una energía infinita en cada mitzvá, una bondad divina que se expande sin cesar. Pero debemos saber cómo relacionarnos adecuadamente con la mitzvá para revelar esa energía Divina dentro de ella. Si, después de realizar una mitzvá, sientes una sensación de logro personal, en realidad te has atribuido la mitzvá a ti mismo y no a su fuente Divina. Este es el secreto de la mordedura de la serpiente en el talón al final de una buena acción. La energía infinita intrínseca a la mitzvá se disipa y se vuelve finita y limitada, al igual que la persona que la realizó.
La solución es emplear el atributo de humildad y no pensar demasiado en uno mismo. Más bien, debes sentirte humilde, sabiendo que no hay nadie en este mundo, ni siquiera un tzadik, que no peque, como en el versículo “No hay un justo en la tierra que haga el bien y no peque”. [1] Incluso cuando una persona realiza una buena acción, hay un rastro de pecado o mancha. Debemos atribuir la buena acción completamente a Dios, quien nos da nuestra alma Divina y crea las condiciones necesarias para el cumplimiento de la mitzvá. Al hacerlo, devolvemos la mitzvá a Dios, haciéndola infinita, creando un rastro interminable de más y más mitzvot después de ella.
En física, el principio de inercia dice que un cuerpo en movimiento mantendrá su movimiento a menos que haya una fuerza que se le oponga, como la fricción. Lo mismo es cierto para el movimiento del alma cuando realizamos una mitzvá: cuanto más nos alejamos de la ecuación y permitimos que la mitzvá Divina funcione sin las trabas de nuestro propio ego, así continuará vibrando libremente en el mundo.
Este es el significado de “Corre para cumplir una mitzvá menor… porque la recompensa de una mitzvá es una mitzvá”. Debemos correr a la dimensión interior de la mitzvá, a la conciencia de “Dale lo que es suyo, porque tú y lo tuyo son suyos [incluidas tus mitzvot ]”. Con este enfoque una mitzvá traerá otra después.
Asumir la responsabilidad por la transgresión
“Una transgresión trae a continuación otra transgresión”. Si es así, ¿cómo podemos salir del círculo vicioso del pecado?
Así como tenemos que atribuir la mitzvá a Dios, también tenemos que atribuirnos la transgresión a nosotros mismos. Generalmente, tendemos a culpar a todos menos a nosotros mismos por nuestras transgresiones: las personas que nos rodean, nuestra educación, nuestras circunstancias y demás. Esto no es más que una forma elegante de culpar a Dios, quien crea todas estas circunstancias. “La necedad del hombre pervierte su camino, y su corazón se irrita contra Dios”. [2] Si elegimos esta forma de lidiar con nuestros pecados, será realmente imposible romper el círculo vicioso.
En cambio, debemos confesar y admitir nuestros pecados, como el rey David, quien cuando tuvo que enfrentarse a su pecado no trató de dar excusas. En cambio dijo: “He pecado”. [3] La transgresión y las faltas están en mí. Yo, y solo yo, tengo la culpa de mi situación. Este es el poder de la teshuvá (arrepentimiento), que detiene por completo la cadena de transgresiones en curso. La palabra hebrea para ‘transgresión’, aveirá, עברה, proviene de la raíz avar, עבר, que significa ‘pasado’. Tan pronto como arrojamos la transgresión al pasado y admitimos que ya pasó, el futuro se libera y todo se vuelve posible.
Este es el significado de “Huye de la transgresión”. Huye de la trampa de la transgresión responsabilizándote por ella y previniendo la reacción en cadena. Mitzvá kalá (276 מצוה קלה, una mitzvá menor) con el kolel (más 1) es igual a aveirá (277 עברה, transgresión). Apresúrate a realizar una mitzvá menor en lugar de una transgresión.
Esta mishná puede entenderse mejor empleando el secreto del Nombre de Dios, Havaiá: perseguir una mitzvá y crear una cadena interminable de mitzvot corresponde a la letra vav de Havaiá. Huir de la transgresión para evitar crear una cadena interminable de transgresiones corresponde a la sefirá de reinado: la hei inferior de Havaiá. Estas son las dos letras reveladas de Havaiá. “La recompensa de una mitzvá es una mitzvá” corresponde a la sefirá de sabiduría, la iud de Havaiá. La recompensa de una mitzvá es la “unión” creada por la mitzvá misma. En palabras del Tania (capítulo 37), “Porque la mitzvá misma es la que causa, es decir, crea su recompensa. Al realizar [la mitzvá], el hombre atrae la revelación de la bendita luz Ein Sof, de arriba hacia abajo”. “La recompensa de una transgresión es una transgresión” corresponde a la sefirá de entendimiento, la hei superior de Havaiá. Este es el sentimiento de distancia generado al entender nuestra conducta, que despierta despierta teshuvá: “Y su corazón entenderá y volverá”. [4] Según esto, el orden de las letras en este secreto es vav-hei-iud-hei , que forma la palabra vehaiá, והיה, “y será”. Vehaiá siempre indica alegría. Este es el gozo de realizar una mitzvá, que es la fuerza impulsora para seguir el sendero de la mitzvá y huir de la transgresión.
Una hermosa alusión a este concepto se puede aprender del valor numérico de las palabras de esta mishná:
שמצוה גוררת מצוה ועברה גוררת עברה ששכר מצוה מצוה ושכר עברה עברה
“ Porque una mitzvá trae a continuación otra mitzvá, y una trasgresión trae a continuación otra trasgresión. Porque la recompensa de una mitzvá es la mitzvá, y la recompensa de la transgresión es la transgresión”
Toda la frase suma 4942. Esto equivale a דוד (14) veces שמחה (353), David veces alegría, que es igual a סוד הי ליראיו, Sod Hashem Leiriav, (“el secreto de Dios es para los que le temen”), frase relacionada con Ben Azai [5] .
NOTAS
[1] Eclesiastés 7:20.
[2] Proverbios 19:3.
[3] Shmuel II, 12:13.
[4] Ishaiahu 6:10.
[5] Véase Sotá 4b.
HUMILDAD EN LA TIERRA DE ISRAEL
PIRKEI AVOT 4:4
Rabí Levitas de Iavne dacía: Se de un espíritu muy, muy humilde, porque el fin de un hombre son los gusanos.
La expresión en nuestra mishná “muy, muy” (מאד מאד) es la única aparición de tal frase en toda la Mishná. Sin embargo, esta misma expresión aparece en varios versículos de la Torá. Jasidut sugiere un paralelo entre las palabras “Sé de espíritu muy, muy humilde” en nuestra mishná y las palabras de Iehoshúa y Caleb al pueblo de Israel “La tierra es muy, muy buena”, Éxodo 14:7, Que significa que aquellos que se comportan con un espíritu humilde merecen entrar a la tierra de Israel y reconocer su bondad.
La Torá nos enseña que la gran prueba de carácter y compromiso con Dios en la tierra de Israel tiene que ver con la arrogancia y el orgullo. Como dice la Torá: “Ten cuidado de no olvidar a Havaiá tu Dios… Y tu corazón se hinchará… y dirás: ‘Mi fuerza y el poder de mi mano han logrado este éxito para mí'”. Deuteronomio 8:11-17. Uno debe evitar atribuirse el mérito del éxito que logró al decir: “Te acordarás de Havaiá tu Dios, porque Él es quien te da la fuerza para triunfar”. Deuteronomio 8:11-18 El llamado a recordar que es Dios a quien se le debe atribuir todo nuestro éxito se conoce como “El recuerdo de la Tierra de Israel”. El Poder de atribuir nuestro éxito al Todopoderoso se basa en que adoptemos el atributo de la humildad y reconozcamos que todo lo que tenemos proviene de Dios.
Jasidut proporciona un ejemplo vivo de la conexión entre la humildad y la Tierra de Israel. Los maestros jasídicos siempre estuvieron conectados con los atributos de la humildad y el desinterés y también con la tierra de Israel, comenzando con el Ba’al Shem Tov, quien intentó llegar a la tierra de Israel. Rabi Menajem Mendel de Vitebsk, el discípulo del sucesor del Baal Shem Tov en realidad hizo aliá a la Tierra de Israel en 5537 (1777) con unos trescientos seguidores, instalándose en Tiberia. Esto se reconoce como la primera ola de aliá en la era moderna. En ese momento, solo había alrededor de 6000 judíos en toda la tierra, lo que hace que una adición de 300 nuevos inmigrantes equivalga a 300,000 judíos que hacen aliá juntos hoy en día. El libro de Rabi Menajem Mendel, llamado Pri Ha’aretz (El Fruto de la Tierra) está repleto de enseñanzas de la Torá sobre la humildad, mucho más que las enseñanzas de otros tzadikim que no vivían en Tierra Santa. Se identificaba tanto con el atributo de la humildad, que en su firma agregaba las palabras, “el verdaderamente humilde”: “Las palabras del verdaderamente humilde, Menajem Mendel, el hijo del rabino Moshé de bendita y santa memoria”.
Hubo otro tzadik que estaba particularmente conectado con el atributo de la humildad e hizo aliá a la tierra de Israel cincuenta años después de Rabi Menajem Mendel. Este fue Rabi Avraham Dov de Avritch, quien hizo aliá en el año 5591 (1831). Vivió en Tzfat y es famoso por su libro Bat Ain. El Bat Ain es aparentemente el primer libro de Jasidut que se publicó en la Tierra de Israel, en 5607 [1847]. En este libro, las palabras hebreas para “humildad” (ענוה) y “desinterés” (שפלות) aparecen unas 350 veces, nuevamente, mucho más que en otros libros de Jasidut.
¿CUÁN BAJO PUEDES CAER?
Pirkei Avot 4:4
Rabi Levitas de Iavne decía:
Has de ser de espíritu muy, muy humilde,
porque el hombre mortal solo puede esperar gusanos.
Rabí Levitas adopta una expresión única, bastante extrema: “muy, muy” (מְאֹד מְאֹד, meod meod), para describir el nivel de espíritu humilde que uno debe tener. Maimónides escribe [En esta mishná.] que, con respecto a todos los rasgos de carácter, una persona debe encontrar el camino del medio y no adoptar los extremos, excepto cuando se trata del orgullo. Para rectificar el orgullo, la persona debe ir al extremo opuesto, “para que no deje un rastro de orgullo en el alma bajo ninguna circunstancia”.
Maimónides también escribe [Hiljot Deot 2:3.] que la persona debe distanciarse del rasgo de la ira al extremo opuesto. La ira y el orgullo están estrechamente relacionados. La ira en realidad proviene del orgullo. Y es muy oportuno que la palabra hebrea para “ira” (כַּעַס, caás) es igual a 150, que es 10 veces el valor de “orgullo” (גַּאֲוָה, gaavá) = 15. Trabajar en el atributo de la humildad en el alma es una parte fundamental y esencial del servicio a Dios. [Ver el ensayo del rabino Ginsburgh “Rectificar el ego” (o Perek Beavodat Hashem en hebreo).] Tanto que el Alter Rebe escribió que es “el fundamento y la raíz de toda la Torá”. [Tania, c. 32.] El propósito último de la Torá es fomentar la adhesión a Dios y Su revelación en este mundo. Cuando una persona es arrogante y se engrandece a sí misma está separada de Dios, a tal punto que Dios incluso dice: “Él y yo no podemos morar en el mundo”. [Sotá 5a.]
¿Qué nos enseña la expresión “muy, muy” (מְאֹד מְאֹד)? Podemos decir que hay dos niveles de humildad (como se desprende de los comentarios hechos por el Rebe Leibele Eiger). [Imrei Emet, Mishpatim, ועבדתם.] El primer nivel, relevante para toda persona, incluido el tzadik más grande, es el resultado de anularse a uno mismo ante la comunidad de Israel.
Cuando una persona se ve a sí misma simplemente como un individuo particular está llena de ego y está separada de Dios; como tal, su servicio y su aprendizaje de la Torá los realiza para su propio beneficio. Pero cuando se anula al pueblo judío, a la comunidad, entonces participa de la vida eterna de la comunidad, como está ilustrado por la declaración de los sabios que “la muerte no es aplicable a una comunidad”, (אֵין מִיתָה בְּצִבּוּר, ein mitá betzibur) [Horaot 6ª].
El valor promedio de cada letra en esta expresión es igual a “vida” (חַיִּים, jaim).]; el valor de esta frase no es otro que el valor de “humildad” (שִׁפְלוּת, shiflut).
La persona debe ser “muy humilde” con respecto a sí misma. El único valor verdadero que posee es el que se invierte en todos los judíos por igual. Especialmente el tzadik debe ser particularmente meticuloso con esto, ya que es propenso a caer en el sentimiento de que tiene un valor personal.
Hay otro nivel de humildad. Este es el servicio especial del baal teshuvá, la persona que ha regresado a la observancia de la Torá. A veces, el baal teshuvá intenta sentirse parte de la comunidad intentando alcanzar el nivel de humildad de los tzadikim, pero no lo consigue. Se siente rechazado y distante, un extraño. ¿Qué puede hacer él? Puede llorar desde lo más profundo de la amargura de su soledad, con tremenda humildad (muy, muy) hasta que Dios tenga misericordia de él y acepte su arrepentimiento.
Esto es lo que relata el Talmud [Avodá Zará 17a.] acerca de Elazar ben Dordaia, quien era una persona totalmente malvada y deseaba arrepentirse. Fue y se sentó entre dos montañas y colinas y se volvió hacia ellos: “¡Montañas y colinas, pidan compasión de mí!” “Antes de pedir compasión por ti, deberíamos pedirla por nosotros mismos”, respondieron.” Finalmente, comprendió que su arrepentimiento dependía únicamente de él. Lloró desde lo más profundo de su corazón hasta que su alma abandonó su cuerpo. Una voz celestial gritó y dijo: “Rabí Elazar ben Dordaia está invitado a participar del mundo venidero”.
En libros de Cábala y Jasidut [Zohar Jadash, Noaj, Maamarei Admor Hazaken Haktzarim, p. 403 Pele Ioetz s.v. צפוי ] está escrito que una persona que regresa a Dios puede elevar a toda la nación y traer la redención. Podemos decir que esto no se refiere a un tzadik que regresa a Dios, sino más bien, al ba’al teshuvá como se describió anteriormente. Su consumada humildad alberga la energía para traer la redención a Israel y al mundo entero.
Pirkei Avot 4:22: EL PROPÓSITO DEL DESCENSO DEL TZADIK
Él [Rabi Elazar Ha-Kapar] también decía: “Los que nacen morirán y los muertos vivirán. Los vivos serán juzgados, aprenderán, enseñarán y comprenderán que Él es Dios, Él es el diseñador, Él es el creador, Él es el discernidor, Él es el juez, Él es el testigo, Él es el demandante, y Él está destinado a juzgar…[43]
El Notzer Jesed explicó que esta mishná[44] trata acerca del descenso del tzadik con el propósito de elevar a otros. “Los que nacen” se refiere a las personas justas. Que morirán se refiere a su descenso de su elevado nivel espiritual debido a las pruebas que tienen que superar. “Y los muertos vivirán” significa que los justos tendrán una conexión con las personas malvadas, comparadas con “los muertos”, con el propósito de vivificarlos y acercarlos a la Presencia Divina de Dios. También elevarán las almas y crearán las almas de los conversos. Con este fin, deben descender de su nivel espiritual, similar a la muerte para un tzadik, para dar vida a los muertos, que son los malvados y las almas que han caído en las cáscaras impuras.
El vivo que muere y el muerto que vive no se refiere a la vida y la muerte para el cuerpo. La verdadera vida, el verdadero significado de estar vivo, se mide en la cercanía de uno a Dios, como en el versículo: “Y vosotros que os aferráis a Dios, vuestro Dios, todos vivís hoy”.[45] La muerte simboliza estar distante de Dios. “Los tzadikim en su muerte son llamados vivos. Los malvados en su vida son llamados muertos”.[46] Pero «los que nacen morirán» también se refiere al tzadik vivo que experimenta un momento de muerte, un cierto descenso de su nivel y cercanía a Dios, que relativamente hablando, para él, se llama muerte (incluso un atisbo de descenso). Porque “un tzadik caerá siete veces y se levantará”.[47] Cada tzadik cae de su nivel y “muere”. A veces su conciencia desciende de un estado de magnanimidad a un estado de mezquindad. Se las arregla, sin embargo, para levantarse de su caída. ¿Por qué es necesario que un tzadik caiga? Para que pueda elevar a otros, como enseña nuestro maestro, el Baal Shem Tov.[48]
Esta enseñanza del Notzer Jesed es un fundamento importante para la educación. El educador se relaciona con aquellos que están en un estado de conciencia contraído. Además de sus esfuerzos por ayudarles a crecer y desarrollarse, también debe asegurarse de que sus discípulos serán capaces de funcionar incluso cuando se encuentren en un estado de conciencia contraída. La capacidad misma del educador para involucrarse en asuntos que son relevantes para la conciencia contraída depende del nivel de su identificación con este estado en primer lugar. De lo contrario, no podrá manejar la mentalidad contraída de su discípulo. Por lo tanto, la caída relativa del tzadik es lo que le permite educar, guiar y dirigir a sus estudiantes. La caída en sí misma es lo que permite a una persona identificarse con otra persona que está en un estado de pequeñez y, en última instancia, la transforma en un educador bueno y eficaz.
MUCHO ESPACIO PARA TODOS: PIRKEI AVOT 5:5
“Nuestros antepasados experimentaron diez milagros en el Templo Sagrado… Estaban amontonados, pero tenían un amplio espacio para postrarse; nunca una serpiente o un escorpión causaron daño en Ierushalaim; y ningún hombre jamás le dijo a su compañero: ‘No tengo lugar para alojarme en Ierushalaim’”.
El “amplio espacio para postrarse” significa que cada individuo tenía cuatro codos a su alrededor. Los sabios explican que esto también se experimentaba al orar “para que una persona no escuche la oración de la otra”, [1] o “para que un individuo no escuche la confesión del otro [por ejemplo, en Iom Kipur] para que no se avergüence”. [2]
El Maharal de Praga [3] explica que los diez milagros que aparecen en nuestra mishná corresponden a las diez sefirot, de abajo hacia arriba. Por lo tanto, los últimos tres milagros que citamos anteriormente corresponden al entendimiento, la sabiduría y la corona. Estar de pie lleno de gente pero tener un amplio espacio para postrarse corresponde a la sefirá de entendimiento, que se conoce como “la anchura del río” (רְחוֹבוֹת הַנָּהָר, rejovot hanahar), una frase que también sugiere espacio. Además, el Tercer Templo Sagrado se llama Rejovot, que literalmente significa “amplitud”. [4] Identificar el Templo con la amplitud sirve para revelar el secreto del verso: “Desde la estrechez (lleno de gente) llamé Kah [y] Kah me respondió desde la amplitud”. [5] La transformación de estar lleno de gente a estar de pie con un amplio espacio se puede resumir con las letras iniciales de las palabras hebreas para “lleno de gente” (צְפוּפִים, tzfufim) y ” espacio amplio” (רְוָחִים, revajim) que juntas forman la palabra mencionada más adelante en el mishná en la frase “No tengo lugar [es decir, mi alojamiento es ‘estrecho’] para alojarme en Ierushalaim”, la palabra que significa “estrecho” (צַר, tzar). Por lo tanto, el milagro que ocurrió fue una transformación de una experiencia inicial de apiñamiento en una sensación de espacio amplio.
Toda la experiencia de estar de pie abarrotado y postrado con un amplio espacio es una expresión de amor por Israel, que se apiña sin empujar. Posteriormente, se hacen espacio unos para otros para que cada individuo pueda orar y confesar sus pecados a Dios sin avergonzarse. Hay un adagio de los sabios que captura este estado. Se puede traducir como “lo diminuto que contiene lo abundante” (מוּעָט מַחֲזִיק אֶת הַמְּרֻבָּה, muat majziq et hamarbé). Sorprendentemente, el valor de todo este adagio es 949, que también es el valor numérico del término “amor a Israel” (אַהֲבַת יִשְׂרָאֵל, ahavat Israel). En arameo, la palabra “amor” se pronuncia rejimu, (רַחִימוּ, rejimu) y sus letras son una permutación de “amplio espacio” (רְוָחִים, revajim), lo que sugiere que *donde hay amor entre las personas, hay mucho espacio para todos.*
*En las últimas décadas, los judíos “se apiñan” en Lag Ba’omer, el día del fallecimiento de Rabi Shimon Bar Iojai en Merón. El evento anual en Merón se ha convertido en una reminiscencia de la peregrinación al Templo Sagrado de Ierushalaim. De hecho, el Zohar escribe que “¿Quién es el rostro del Amo, Dios? Este es Rabi Shimón Bar Iojai”. [6] ¡Increíblemente, el valor de la palabra “abarrotado” (צְפוּפִים, tzfufim) es igual a Merón (מֵירוֹן, Merón), el lugar de la tumba de Rabi Shimon Bar Iojai! Sin embargo, es imperativo mantener el orden entre la multitud. En hebreo, (סֵדֶר, seder) equivale a “amplio espacio” (רְוָחִים, revajim)! Justamente Rabi Shimon Bar Iojai reveló el secreto detrás del amor de Dios por Israel, a través de las palabras de su hijo, Rabi Eliezer, quien dijo “el amor que comprime la carne”. [7] En otras palabras, debido a Su amor por el pueblo judío, Dios empuja Su revelación infinita, Su luz infinita, a un lado, contrae la luz que nos llega, para que podamos existir.* [8]
Tres niveles de anulación
Jasidut explica que hay tres niveles de anulación correspondientes a las tres dimensiones de la realidad: Mundos, Almas y Divinidad. [9] El primer nivel es la anulación del sentimiento de ser, cuando desde dentro de la simple experiencia de la existencia independiente y separada, una persona intenta conscientemente anular su ego y repetirse a sí mismo que todo lo que tiene es un regalo del Cielo. Este estado corresponde a la dimensión de Mundos.
Por encima de este nivel está la anulación en la realidad, la ausencia de autoconciencia. Este nivel existe en potencial en cada judío. Se manifiesta cuando un individuo entra y recibe el gran abrazo del público en una gran reunión “parado ante la multitud abarrotada” (parado significa anulación) y se incluye a sí mismo en la conciencia colectiva del pueblo de Israel. Este estado tiene una energía purificadora, similar a la inmersión en una mikve (la alberca para el baño ritual) como en el versículo, “Dios es la mikve de Israel”. [10] Así, cuando los judíos peregrinan al Templo Sagrado de Ierushalaim, todos están ritualmente puros. Este nivel de anulación corresponde a la dimensión de las almas.
Por encima de este nivel está la anulación literal en la realidad cuando el alma se integra completamente con su fuente Divina, literalmente, con la conciencia Divina. Esto está simbolizado por la descripción, “amplio espacio para postrarse”. La postración es la anulación en realidad. Cuando una persona se sumerge en su amplio espacio esencial, se vuelve infinito.
Que sean inscriptos y sellados para un año bueno y dulce
[1] Bereshit Rabá 5:7.
[2] Rashi en Iomá 21a.
[3] Segunda introducción de Guevurot Hashem; Ibíd. Cap. 71.
[4] Berehsit 26:22 y ver Ramban en el v. 20.
[5] Salmos 118:5.
[6] Zohar Jadash 2:38a.
[7] Bava Metzía 84a.
[8] Como se explica en Tania, c. 49, que, por la Divina Providencia, es la sección del Tania diario que se lee en Lag Baomer.
[9] Véase la introducción a Las Letras Hebreas .
[10] Hay una historia de Rabi Najum de Chernobil y una víspera de Iom Kipur que no logró sumergir en una mikve. En cambio, bajó la cabeza y se “sumergió” en la multitud que se había reunido a su alrededor.
“QUIENQUIERA QUE CAUSE EL MÉRITO DE LOS MUCHOS, NO HAY PECADO EN ÉL”
(Pirkei Avot, capítulo 5:18).
O sea, el que lucha y se esfuerza por ser de los que hacen que muchos sean meritorios. Y el sabio trae una novedad, que aunque al final sus acciones no dieran frutos, el hecho mismo de ocuparse en ayudar a mucha gente a que sea meritoria tiene el poder de asegurarle que no le ocurra ningún percance.
Y esto es así es, porque la religión de Di-s es – metraje contra metraje, y dado que él se esfuerza por ser una de las absueltas de muchos, Dios no le trae faltas.
(Notas de Pirkei Avot p. 163)
¿ERES DISCÍPULO DE ABRAHAM? ¿O BILAM?
Pirkei Avot 5: 19:
ל מִי שֶׁיֶּשׁ בּוֹ שְׁלֹשָׁה דְבָרִים הַלָּלוּ, הוּא מִתַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִֽינוּ, וּשְׁלֹשָׁה דְבָרִים אֲחֵרִים, הוּא מִתַּלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע. תַּלְמִידָיו שֶׁל אַבְרָהָם אָבִֽינוּ: עַֽיִן טוֹבָה, וְרֽוּחַ נְמוּכָה, וְנֶֽפֶשׁ שְׁפָלָה. תַּלְמִידָיו שֶׁל בִּלְעָם הָרָשָׁע: עַֽיִן רָעָה, וְרֽוּחַ גְּבוֹהָה, וְנֶֽפֶשׁ רְחָבָה.
“Quien posea los siguientes tres rasgos es de los discípulos de nuestro padre Abraham, y quien posea los tres rasgos opuestos es de los discípulos del malvado Balaam. Los discípulos de nuestro padre Abraham tienen buen ojo, espíritu manso y alma humilde. Los discípulos del malvado Bilaam tienen un mal ojo, espíritu altivo y alma tosca. (Pirkei Avot 5:19)
Bilam es la serpiente de la cáscara impura.[49] Esta mishná se refiere a tres rasgos: ayin (ojo), ruaj (espíritu) y nefesh (alma). Las letras finales de estas tres palabras en hebreo deletrean najash (serpiente o hechicería). Bilam trató con la hechicería y se vio obligado a admitir que “No hay hechicería en Iaacov”.[50] Abraham es el Mashíaj, el mismo valor numérico que najash, la serpiente sagrada.
Rashi explica que “un buen ojo” significa que una persona no tiene envidia de su prójimo y que el honor de su prójimo le agrada tanto como su propio honor. Un espíritu manso significa que una persona es humilde y está dispuesta a arrodillarse ante los demás. Un alma humilde significa que una persona está dispuesta a rebajarse ante los demás, tiene buenas relaciones con los demás y no es tosca de espíritu. El malvado Bilam, por otro lado, tenía un mal de ojo, (como está escrito “Y Bilam alzó sus ojos”[51]) un espíritu altivo (como está escrito “Dios se niega a dejarme ir contigo”[52]) y un alma tosca (como está escrito “Si Balak me diere toda su casa llena de plata y oro”[53]).
Un mal ojo es envidia, un espíritu altivo se expresa en la arrogancia y la búsqueda del honor y un alma tosca es lujuria. De acuerdo con esto, los tres atributos malignos de Bilam son los mismos que los de la mishná del capítulo 4 de Pirkei Avot: “La envidia, la lujuria y el honor expulsan al hombre del mundo”.[54] En nuestra mishná, el orden está cambiado: envidia, honor, lujuria.
Estos tres rasgos son paralelos a las tres facultades primarias del alma: Inteligencia, Emoción y Comportamiento. El honor, un espíritu altivo frente a un espíritu humilde, es paralelo a la rectificación de las facultades de la inteligencia (sabiduría, entendimiento y conocimiento). La arrogancia es una mancha en las facultades de la inteligencia. El valor numérico de ga’avá (arrogancia) es 15, iud hei, que representa la sabiduría y la comprensión, respectivamente.
La lujuria, un espíritu altivo como opuesto a un espíritu humilde es paralelo a la rectificación de las facultades emocionales (misericordia, poder y belleza). La envidia, mal ojo en vez de ojo benévolo, es paralela a la rectificación de las facultades de conducta (victoria, reconocimiento y fundamento). Es un impulso oscuro de la envidia que provoca las malas acciones.
De hecho, la raíz de las facultades conductuales está en la corona. Así, todo comienza con un mal ojo o un ojo benévolo, que es el orden en nuestra mishná. Comienza con la rectificación del ojo (corona y las facultades conductuales), continúa con la rectificación del espíritu (las facultades intelectuales) y de ahí a la rectificación del alma (las facultades emocionales).
La expresión “discípulos de” aparece en otro lugar en Pirkei Avot: “Sed de los discípulos de Aarón”.[55] Así tenemos un arquetipo negativo y dos arquetipos positivos. Esto sigue el orden arquetípico de cualquier proceso: jash-mal-mal: Sumisión, separación y endulzamiento. Debemos silenciar la cáscara de Bilam con sumisión (jash) y tener cuidado de no ser su discípulo. Abraham forjó el pacto de separación (brit milá – mal) y Aarón el Sumo Sacerdote es el endulzante, el segundo mal; él “ama la paz y persigue la paz, ama las criaturas y las acerca a la Torá”.
PIRKEI AVOT 5:22: LA TRANSFORMACIÓN
Ben Bag Bag decía: Profundiza y profundiza en ella, porque todo está en ella; mira en ella, envejece y esfuérzate en ella; no te apartes de ella, porque no hay nada mejor que ella. Ben Hei Hei decía: Según el sufrimiento es la recompensa.
Esta semana veremos la mishná, que según algunas versiones del texto es la mishná final de Pirkei Avot.[1] El tratado de Avot en sí consta de 5 capítulos. El sexto capítulo, al que se hace referencia como el capítulo de la “adquisición de la Torá” (kinián Torá), que aparece en las ediciones impresas se agregó más tarde y es un tipo de compilación de dichos éticos similares a los dichos por sabios anteriores. Esto es evidente en la apertura del sexto capítulo: “Los sabios enseñaron usando el lenguaje de la Mishná…”
Conversos
Los nombres Ben Bag Bag (בֶּן בַּג בַּג, hijo de Bag Bag) y Ben Hei Hei (בֵּן הֵא הֵא) que aparecen en nuestra mishná y no se mencionan en ningún otro lugar de la Mishná[2] y, por lo tanto se destacan aquí. Algunos explican [3] que los dos eran no judíos que se convirtieron al judaísmo en un período en el que el gobierno romano lo prohibió, por lo que les dieron apodos para mantener sus identidades ocultas. Según esta explicación, ambos apodos aluden a la letra hei agregada a los nombres de Abraham y Sara, אברהם שרה: El valor numérico de Bag (בַּג) es 5, el mismo valor que la letra hei (ה). Por lo tanto, “Bag Bag” (בַּג בַּג) es igual a hei hei (ה ה). Por supuesto, el nombre Ben Hei Hei en sí mismo es una referencia directa a la letra hei.
Una alusión estructural
Entre muchas cosas, la letra hei alude a los 5 capítulos originales del tratado de Avot. El Nombre Bag, de Ben Bag Bag alude a su división interna en 2 y 3 de los 5 capítulos, ya que las letras que deletrean Bag (בַּג) son bet y guimel cuyos valores son 2 y 3. Los dos (ב) capítulos primeros de Pirkei Avot describen el desarrollo de la Torá oral,[4] mientras que los últimos tres (ג) capítulos son dichos recopilados de los Tanaim, los sabios del período de la Mishná, a lo largo de las generaciones.
La hei (הֵא) de Ben Hei Hei alude a la estructura del tratado Avot después de la adición del sexto capítulo: Cinco (ה) capítulos y el capítulo adicional (א). El hecho de que la estructura del tratado se mencione dos veces, tanto en los nombres de Bag Bag como de Hei Hei, sugiere que no es suficiente aprenderlo una vez. En cambio, sus nombres nos exigen que revisemos constantemente las enseñanzas, como dijo Ben Bag Bag: “Profundiza y profundiza en ella, porque todo está en ella”.
La traducción literal de las palabras de Ben Bag Bag, “Profundizar y profundizar en ella”, es “Dale la vuelta y dale la vuelta”. Esta duplicidad alude a la enseñanza del Zohar de que los verdaderos tzadikim (individuos piadosos) deben saber cómo transformar doblemente, o poner patas arriba, la falsa realidad del mundo.[5] Como dice el Zohar, saben cómo “transformar la oscuridad en luz y la amargura en dulzura”.[6]
Transformar la oscuridad en luz significa elevar la cáscara de la impureza, la dimensión negativa de todo lo que sucede en el mundo, llamada Noga, que constituye el intermediario y la transición del mundo de la santidad a las cáscaras de impureza totalmente impuras, la realidad que parece separarse de Dios.[7] La cáscara Noga es la “barrera” entre la santidad y la impureza. Puede deteriorarse a la otra dimensión de completa impureza, pero también puede elevarse a un estado de santidad con relativa facilidad. En términos generales, la realización de una mitzvá es santidad, mientras que la transgresión de un pecado se convierte en una cáscara de impureza. Noga es el reino de todo lo que no es algo necesario ni requerido (no es una mitzvá) pero tampoco algo categóricamente prohibido. En este sentido, Noga representa a aquellas acciones, palabras y pensamientos que son permisibles. El objetivo es tomar todos nuestros actos cotidianos permitidos y elevarlos a la santidad: comer para tener la fuerza para aprender Torá, dormir para recuperar nuestra energía para servir a Dios, estudiar una profesión a fin de proporcionar buenos ingresos con los que servir a Dios o utilizar el conocimiento mismo para servir a Dios o su Torá.[8]
Transformar la amargura en dulzura es una tarea más difícil porque implica la transformación de la cáscara impura misma y unirla a la santidad. Con el poder de nuestra sagrada Torá, es posible elevar a la santidad incluso las cáscaras más duras. ¿Y quién sabe eso mejor que Ben Bag Bag, que era un no judío que se convirtió y se adhirió a la santidad de Israel?
NOTAS
[1] En el Sidur de Alter Rebe esta es la penúltima mishná, seguida de la mishná que comienza con las palabras “A los cinco años para aprender Torá”.
[2] Ben Bag Bag aparece en el Talmud, a veces como Iojanan Ben Bag Bag, como en Kidushin 10b.
[3] Midrash Shmuel en nombre del Rashbam trajo el Tosfot Iom Tov.
[4] Comenzando con, “Moshe recibió la Torá del Sinaí… hasta los Hombres de la Gran Asamblea”, a través de las parejas, hasta Hilel y Shamai. Después de eso, el linaje de todos los príncipes desde Hilel y de regreso a Hilel (capítulo 2:7). Después de eso, “Rabán Iojanán Ben Zakai recibió de Hilel y Shamai”, con los estudiantes de Rabán Iojanán Ben Zakai, hasta Rabi Tarfón, quien también fue alumno de Rabán Iojanán Ben Zakai. (Ver Rabi Matitiá Haitzhari y Mirkevet Hamishná al final del capítulo 2).
[5] Ver la historia traída en Pesajim 50a sobre Rav Iosef Ben Ribal.
[6] Como en las palabras de Rabí Shimón a los ángeles (Zohar I 4a)
[7] Para obtener más información sobre la cáscara de Noga, consulte Etz Jaim 49:4 y Tania capítulo 7.
[8] Véase el capítulo 8 de Tania
PIRKEI AVOT 6:4
“Así es el camino de la Torá: comerás pan con sal, beberás agua en pequeña medida”.
Como preparación para la clase de esta noche de Tania, te envío esta meditación del rabino Ginsburgh, que va a contestar algunos de los interrogantes que nos hacemos a diario.
¿Significa esta mishná que una persona que estudia Torá y quiere merecer la corona de la Torá tiene que ayunar, afligirse y ser un asceta?
¡No! Todo lo contrario. Los sabios enseñan que aquel que ayuna sin una razón real se llama pecador. [Taanit 11a.] Esto se refiere especialmente a un erudito de la Torá, si el ayuno le dificulta su estudio de Torá. Se dice que cuando el Rebe de Lubavitch, Rabi Menajem Mendel Schneersohn era joven, se abstuvo de comer hasta después de las oraciones de la tarde. Cuando su padre, Rabi Levi Itzjak se enteró, lo convenció de que no lo haga. [Likutei Levi Itzjak p. 443.]
Entonces, ¿cuál es el punto que está trayendo esta mishná? Rashi explica: “Incluso si una persona no tiene más que un trozo de pan con sal, …no debe abstenerse de estudiar Torá, porque finalmente estudiará en abundancia”. Además, una persona que está inmersa en la Torá no tiene tiempo para sumergirse en los placeres materiales. “Un tzadik come para saciar su alma”, [Proverbios 13:25.] ni más ni menos.
En las oraciones de las Altas Festividades decimos: *”Y la teshuvá (volver a Dios) y la tefilá (oración) y la tzedaká (caridad) anulan el decreto negativo”.* En los libros de oraciones, encima de cada una de esas tres palabras, teshuvá, tefilá y tzedaká, hay una pequeña palabra escrita. Por encima de teshuvá, encontramos la palabra tzom, “ayuno”, por encima de la tefilá encontramos la palabra para “kol”, “voz”, y por encima de la tzedaká está la palabra “mamón”, “dinero”. Las tres tienen el mismo valor numérico: ayuno (*צוֹם*), voz (*קוֹל*) y dinero (*מָמוֹן*): 136.
Las tres dinámicas de teshuvá, oración y caridad corresponden a los tres pilares — la Torá, el servicio a Dios y los actos de bondad— sobre los que se basa el mundo. Específicamente, la oración corresponde al servicio de Dios. [Taanit 2a.], caridad corresponde claramente a los actos de bondad.
Finalmente, la teshuvá es paralela al pilar de la Torá. En principio, hay dos formas de teshuvá conocidas como superior e inferior. La forma superior de teshuvá, con gran amor y pasión por incluirse dentro de lo Divino, implica apegarse a Dios por medio del estudio de la Torá. [Véase Tania, Igueret Hateshuvá, cap. 9 en adelante]
La teshuvá superior corresponde a la hei superior del Nombre de Dios Havaiá, y a la sefirá de entendimiento.
De hecho, como se enseña en el Zohar, la palabra teshuvá (תְּשׁוּבָה) se puede leer como “volver a la hei” (תָּשׁוּב ה, tashuv hei) aludiendo a volver a la letra hei en el Nombre esencial de cuatro letras de Dios, Havaiá. “Teshuvá superior” (תְּשׁוּבָה עִלָּאָה, teshuvá ilaá), por lo tanto, significa un retorno a la (primera) hei superior del Nombre de Dios. Por lo tanto, el “ayuno” perteneciente a la forma superior de teshuvá no es un ayuno para arrepentirse de los pecados. Más bien, es un ayuno de “comer pan con sal”. La sal representa la reducción y satisfacerse con lo mínimo. Cuando una persona estudia Torá se adhiere a Dios y se contrae (como la sal en su ayuno) en los “cuatro codos de la halajá, la ley judía”. [Brajot 8a.] Los cuatro codos de la ley judía corresponden a las cuatro letras del Nombre de Dios. En este estado de “ayuno”, está instalado en la hei superior y en un estado de teshuvá superior constante. [Shabat 153a.]
RECTIFICANDO NUESTROS SUEÑOS
Pirkei Avot 6:10
Dios adquirió cinco adquisiciones en su mundo. Estas son: una adquisición es la Torá, una adquisición son los Cielos y la tierra, una adquisición es Abraham, una adquisición es el pueblo de Israel y una adquisición es el Templo Sagrado. (Pirkei Avot 6:10)
Rabi Itzjak de Homil proporciona una explicación profunda de nuestra mishná. Primero hace una pregunta: parecería que la palabra kinián (קינין, adquisición) no encaja aquí. Un kinián es un artículo que se transfiere de un propietario a otro. Generalmente, kinián no se refiere a algo que se adquirió porque no tenía dueño. ¡Pero todo pertenece a Dios! Claramente, una persona tiene que adquirir la Torá e invertir el esfuerzo para merecerla, pero ¿cómo podemos decir en este caso que Dios adquiere la Torá, o cualquier otra cosa?
Rabí Itzjak dice: Hay cosas que están por debajo de la realidad. Desde la ruptura de los recipientes (en el mundo del caos) todas las cosas importantes y grandes existen por debajo de la realidad. Esto se ejemplifica con los sueños: cuando una persona ve una imagen en un sueño, esa imagen pertenece a su mundo de imaginación. No podemos decir que no existe en absoluto, sino que existe por debajo de la realidad.
Todos los grandes elementos relatados en nuestra mishná existen por debajo de la realidad. Están atrapados y cautivos en el poder de la imaginación, en el mundo de la transposición y la idea, y es por eso que deben ser adquiridos. La palabra hebrea para ‘adquirir’ es liknot, לקנות, que es una permutación de tikun, ‘rectificación’. Adquirir algo es en realidad el acto de traerlo al mundo de la rectificación. Cuando Iosef resuelve (poter, פותר) un sueño, cose (תופר, tofer, una permutación de poter) y une las chispas caídas dispersas alrededor del sueño, reconectándolas en una imagen correcta y rectificada. Esto es cierto para todas aquellas cosas cautivas en los “sueños” de este mundo.
Nuestra mishná repite la expresión ‘una posesión’ cinco veces. Esto sugiere sutilmente el hecho de que cada adquisición revela al ‘Verdadero’. Maravillosamente, las palabras “קנין אחד (kinián ejad, una adquisición) equivalen a ein od milvadó אין עוד מלבדו (no hay nada más que Él). Las palabras חמשה קנינים (jamishá kinianim, cinco adquisiciones) suman tariag תריג (guematria 613) el número de mitzvot en la Torá.
Las Adquisiciones y las Sefirot
Como vimos arriba, las cinco adquisiciones (kinián) nos dan propiedad (lehaknot, להקנות – emparentado con kinián) y rectifican (tikun, תיקון – emparentado con kinián) el caos que se destruyó y cayó debajo de la realidad. La ruptura comenzó en la sefirá de daat (conocimiento) y está principalmente en los atributos del corazón que se dividen en los seis atributos emocionales (bondad, poder, belleza, eternidad, esplendor y fundamento). En la dimensión interior podemos comparar las adquisiciones de la siguiente manera:
- “Una propiedad es la Torá” – Rectificación del atributo de daat (daat Torá).
- “Una propiedad son los Cielos y la tierra”, correspondientes a los atributos de fundamento y reinado (que vienen juntos, como en el secreto de la Recámara de piedras de Zafiro). Alternativamente son los atributos de fundamento y la corona de fundamento.
- “Una propiedad es Abraham”, correspondiente a bondad y poder. Abraham ejemplifica el amor, pero en la atadura de Itzjak también dominó el atributo de poder (“Ahora sé que eres temeroso de Dios[56]”). La bondad y el poder son las dos alas que elevan las oraciones y las mitzvot al Cielo como se describe en el Tania.
- “Una propiedad es Israel”, correspondiente al atributo de belleza, como en el dicho “Tiferet Israel” (Belleza de Israel).
- “Una propiedad es el Templo Sagrado”, correspondiente a los atributos de eternidad y esplendor: “Y la eternidad es Jerusalén y el esplendor es el Templo Sagrado[57]”
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VIDEOS Rabino Itzjak Guinsburgh
PIRKEI AVOT el servicio a Dios y la rectificación de las cualidades del corazón
1 – MOSHÉ RECIBIÓ LA TORÁ DEL SINAÍ
https://youtu.be/jh4tnCNuyNA?list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3
El Tratado de los Padres comienza con el verso: “Moshé recibió la Torá del Sinaí”. No está escrito “Monte Sinaí” sino simplemente Sinaí. Está el monte Sinaí y también el desierto del Sinaí. ¿Qué es esto en la psiquis? Monte Sinaí es una pequeña elevación, aunque era la montaña más baja, de todas maneras, era una montaña que se eleva sobre la tierra. En cambio, el “Desierto del Sinaí” es como dicen los sabios: “La Torá no existe sino en quien se hace a sí mismo como un desierto”, el Desierto del Sinaí. Como está dicho “Como el polvo será mi alma para todos”, que es la completa humildad, llanura. Entre los sabios hay dos opiniones. Una dice que, en el hombre sabio, en el estudioso de la Torá es correcto que tenga un octavo de un octavo de auto elevación, esa sensación de “se enalteció su corazón en los senderos de Dios”, cuando va a cumplir un precepto. Hay otra opinión opuesta que dice no, no tiene que existir ni una pizca de orgullo. El Rambam legisla de la misma manera, no tiene que haber nada de orgullo. Entonces hay dos interpretaciones de “Moshé recibió la Torá en el Sinaí”, ambas son con modestia, aunque dos niveles de modestia. O la recibió del Monte Sinaí o del Desierto del Sinaí. Incluso cuando el Todopoderoso se dirige por primera vez a Moshé en la zarza ardiente, le dice: “Moshé, Moshé”. Entonces también se puede interpretar que la primera vez Moshé es un octavo de octavo, pero el segundo Moshé es no tiene que haber ni una pizca. “Y el hombre Moshé era muy humilde, más que cualquier hombre sobre la faz de la tierra.”
2 – TODOS TUS ACTOS ESTÁN ESCRITOS EN EL LIBRO
https://youtu.be/z-qdeyjjl3Y?list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3
En el segundo capítulo del Tratado de los Padres está escrito: “Pon atención en tres cosas, y no llegarás a transgredir: ‘sabe qué hay arriba de ti, un ojo que ve y un oído que oye, y todas tus acciones están escritas en el libro”. Hay una interpretación jasídica muy bella. En la época del primer Templo Sagrado el pueblo de Israel experimentaba “el ojo que ve”, que Hashem veía con Su ojo, es decir que las personas podían ver la Divinidad de forma revelada. En el segundo Templo ya no había una revelación de la Presencia Divina, pues cinco cosas ya no estaban en el segundo Templo, pero aún se podía oír La Voz Celestial, “el oído que escucha”. ¿Y qué sucede ahora en el tiempo del exilio, cuando ya no tenemos esa vivencia directa de poder contemplar y vivenciar el ojo que ve y el oído que oye? Lo que siempre permanece, incluso en las tinieblas del exilio, es que “todos tus actos en el libro están escritas”. ¿Qué significa esto? Cuando abrimos un libro y estudiamos Torá en aras de la Torá, ya sea el Tanaj, la Torá Oral, la Mishná o el Talmud, el Sagrado Zohar, Jasidut, en el libro hay una revelación de la Presencia Divina. El Baal Shem Tov nos enseñó que cuando la persona estudia Torá en aras de la Torá, todas sus acciones están escritas literalmente en la lección diaria que estudia de acuerdo al orden del día. Entonces, sólo tiene que abrir el libro y allí tiene una revelación Divina. Así: “todas tus acciones en el libro están escritas”.
03 – SI LAS PERSONAS TE AMAN,
DIOS TE AMA
https://www.youtube.com/watch?v=xjecAiPYTv8&list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3&index=3
En el tercer capítulo del Tratado de los Padres, estudiamos en nombre de Rabí Janina ben Dosa: “Todo aquel con quien las personas se complacen, también Dios se complace con él. Todo aquel con quien las personas no se complacen, tampoco Dios se complace con él.” Se cuenta que cierta vez nuestro maestro el Baal Shem Tov salió a encontrarse con sus alumnos. Se sentó y todos se prepararon para escuchar palabras de Torá, cosas profundas de la nueva Torá del Jasidut, la Torá del Mashíaj.
Y he aquí que el Baal Shem Tov abre su sagrada boca, y simplemente dice lentamente y palabra por palabra esta Mishná de Pirkei Avot, que Rabí Janina ben Dosa dice: “Todo aquel con quien las personas se complacen…”. Ahora lo voy a traducir, él no lo tradujo, pero se refiere simplemente a quien las personas quieren, es amado por las criaturas, “Todo aquel con quien las personas se complacen…”, es señal cierta de que “Dios se complace con él.” Hashem lo quiere. Si las personas te aman, Dios te ama. Y también lo contrario, si las personas no te quieren es una señal de que Dios tampoco te quiere, Dios no lo permita, que el Misericordioso no quiera.
Entonces, sólo dijo las palabras originales, y las repitió de manera tan potente, algo sabido de memoria por todos, el mensaje, el significado profundo, el alma de las palabras penetraron tan profundamente dentro de la esencia de sus almas, que les dio un rumbo y un sentido para toda la vida.
04 – LA CORONA DEL BUEN NOMBRE
https://www.youtube.com/watch?v=TlhwscwZV2Y&list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3&index=4
En el capítulo cuarto de Pirkei Avot encontramos la enseñanza de Rabi Shimón bar Iojai, “Son tres coronas, la corona de la Torá, la corona del Sacerdocio y la corona del Reinado, y la corona del Buen Nombre se eleva sobre ellas”. Hay tres más una cuarta, pero la diferencia es que esta depende de las tres primeras. Está escrito “se eleva sobre ellas”, entonces primero se necesita a “ellas” y entonces puede venir la cuarta que se eleva sobre ellas.
¿Quién mereció la corona de la Torá? Moshé Rabeinu, nuestro maestro y todo talmid jajám, los sabios de la Torá que son llamados “Moshé”. Así dicen nuestros sabios, lo que dice todo sabio de la Torá es como si Moshé hablara.
¿Quién mereció la corona del Sacerdocio? Aharón el Sumo Sacerdote y tras él todos sus hijos.
¿Quién mereció la corona del reinado? El rey David, que mereció el reinado por siempre jamás, hasta la llegada del justo redentor.
¿Entonces quién es pues la corona del Buen Nombre que se eleva sobre ellas? Es el Rey Mashíaj mismo, así está escrito. Él cumple con la enseñanza que estudiamos en el capítulo anterior, el capítulo tercero: “Todo aquel que las personas se complacen con él, Dios se complace con él.” Esa es la corona del Buen Nombre, quien es amado por todas las personas.
Si tomamos sólo la expresión Keter Shem Tov, “la Corona del Buen Nombre”, כתר שם טוב, y lo juntamos con el Mashíaj, משיח, obtenemos la guematria de un número importante, 1335. Este número es citado explícitamente al final del libro de Daniel, que justamente habla el Rey Mashíaj, “Dichoso el que espera y llega a los días mil trescientos treinta y cinco”. De guematria la Corona del Buen Nombre-Mashíaj. Esto viene a enseñarme, y que todos entendamos e incorporemos dentro que la llegada del Rey Mashíaj depende de la Corona del Buen Nombre, que es “las personas se complacen con él”. Y cuando logramos esto, en cada uno de nosotros brilla la chispa del Mashíaj.
05 – UN AMOR INCONDICIONAL
https://www.youtube.com/watch?v=lxCYoFy6rH8&list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3&index=5
En el capítulo quinto del Tratado de los Padres, encontramos dos categorías de amor, el amor condicional y el amor incondicional. ¿Cuál es el amor condicional? El amor de Amnón y Tamar, un amor que provoca finalmente violación y asesinato. Un amor maligno por demás. ¿Cuál es el amor incondicional? El amor de David y Iehonatán, un amor puro, esencial, un amor de esencia a esencia. Ese amor de estar dispuesto a entregar la vida por el compañero.
Está explicado en Jasidut que el significado del amor que no depende de una condición, es que no depende de nada en especial o específico. El amor está basado y sostenido en esa esencia indivisible, y no es por ninguna cosa en el mundo, ni material ni espiritual específico, sino que es total. Simplemente no puedo vivir, no puedo existir sin ti. Somos en esencia uno. El amor que no depende de nada.
06 – DIOS REINARÁ POR SIEMPRE JAMÁS
https://www.youtube.com/watch?v=RzU5wTsxxsA&list=PLS1OhwY8Oh7ct8wVZn6G5v4Us93fS9va3&index=6
El capítulo sexto del Tratado de los Padres culmina con la enseñanza: “Todo lo que creó el Santo Bendito Sea en su mundo, no lo creo sino en Su honor, como está dicho [Ishaiahu 43:7]: ‘Todo lo que es llamado en Mi Nombre y en Mi honor lo creé, lo formé y hasta lo hice’, y está dicho: ‘Havaiá reinará por siempre jamás.’” Hay muchas alusiones muy importantes en este verso completo en la Torá.
Sabemos que en toda la Torá está exactamente 1820 veces el Nombre de Dios Havaiá, que equivale a סוד [sod-secreto] veces el Nombre de Dios Havaiá, 70 veces 26. Si contamos las apariciones del Nombre Havaiá, el Nombre especial, desde el principio hasta el final de la Torá, hasta este verso, “Havaiá reinará por siempre jamás”, veremos que este lugar en que aparece el Nombre de Dios en la Torá es el 358. ¿Qué es 358? La guematria de Mashíaj, משיח.
Entonces, el Tratado de los Padres culmina con una alusión mesiánica muy clara, que es verdaderamente el objetivo, es el significado literal del Mashíaj. El Mashíaj viene a revelar, a concretar este verso “Hashem reinará por siempre jamás”.
¿Cómo comienza el Tratado de los Padres? Porque es un precepto conectar el final con el principio, “el final está inserto en el principio”. Comienza con “Moshé recibió la Torá del Sinaí”. Comienza con 4 palabras: Moshé kibel Torá Misinai, משה קבל תורה מסיני, y termina con cuatro palabras, Hashem imloj leolam vaed, י-הוה ימלוך לעלם ועד. Si contamos las letras vemos que en el primer verso hay exactamente 15 letras, y en el último también hay 15 letras.
Qué obtenemos si escribimos iud-hei y iud-hei juntos, se forma una palabra יהיה; ihieh, “será”, una clara alusión al verso: [Zejariá 14:9] :
“Y será Hashem rey sobre toda la tierra, y ese día será Havaiá Uno y Su Nombre Uno”,
והיה י-הוה למלך על כל הארץ ביום ההוא יהיה י-הוה אחד ושמו אחד
Vehaia Hashem leMelej al col haaretz baiom hahu ihié Hashem Ejad uShemó Ejad.
VIDEOS GAL EINAI
Año 5783
PARASHÁ SHEMINÍ SALIENDO DE MITZRAIM,
las Cuatro Preguntas del Seder de Pesaj
y comenzamos con Pirkei Avot
Año 5782 y anteriores
¿QUIÉN ES SABIO? EL QUE VE LO QUE VA A NACER
Dedicado a Dr. Shusheim de bendita memoria Fundador
y director de Fundación Efrat
Estudiantes de Abraham: Pirkei Avot 5:19
“Quien posea los siguientes tres rasgos se considera entre los discípulos de nuestro patriarca Abraham, quien posea los tres rasgos opuestos se considera entre los discípulos del malvado Bilam. Los discípulos de nuestro patriarca Abraham tienen buen ojo, un espíritu manso y un alma humilde [o un apetito moderado]. Los discípulos del malvado Bilam tienen mal ojo, un espíritu altivo y un apetito ilimitado …
Abriremos con una alusión: Las letras finales de “ojo espíritu alma” (עַיִן רוּחַ נֶפֶשׁ, ain, ruaj nefesh) [1] deletrean la palabra, “serpiente” (נָחָשׁ, najash). En hebreo la palabra “serpiente” está relacionada con la palabra que significa “augurar”, lenajesh, refiriéndose a las prácticas prohibidas de las naciones del mundo. [2] Bilam estaba hundido hasta las rodillas en el augurio, como dice el versículo, “Bilam… no fue, como en ocasiones anteriores, en busca de presagios”. Por lo tanto, se le considera la serpiente de las cáscaras impuras que finalmente se vio obligado a admitir: “No hay augurio en Iaacov” [3] (כִּי לֹא נַחַשׁ בְּיַעֲקֹב, ki lo najash beIaacov). Por el contrario, Abraham es la serpiente de la santidad en el sentido de que el valor numérico de “serpiente” (נָחָשׁ) es igual a Mashíaj (מָשִׁיחַ) La meta de Abraham es traer al Mashíaj, la verdadera y completa redención al mundo entero.
La Comprensión de los atributos
Para entender la naturaleza de los tres rasgos discutidos en la mishná — un buen ojo, un espíritu manso y un apetito moderado — necesitamos traducirlos o trazarlos en un modelo bien conocido, establecido y desarrollado que se encuentra en Jasidut. Para empezar, veamos primero cómo los explica Rashi, quien escribe:
“Un buen ojo describe a alguien que no está celoso de su amigo, y que tiene el honor de ser querido por su amigo.”
Un espíritu manso describe a alguien que es humilde y sumiso.
Un alma humilde [también traducida como apetito moderado] es aquella que se rebaja entre las personas y las atrae y no es grosera.
Pero, el malvado Balaam tenía mal de ojo, como está escrito, “Y Balaam alzó los ojos”, tenía un espíritu altivo, como está escrito, “Dios se negó a permitirme ir contigo [pero, con otros, Puedo ir]”, y un alma tosca, como está escrito, “Incluso si Balac me diera toda su casa llena de plata y oro”.
Del comentario de Rashi, podemos concluir que un mal de ojo, que es lo opuesto a un buen ojo, tiene una naturaleza celosa. Un espíritu altivo, lo opuesto al espíritu manso positivo, se refiere a una persona que tiene un ego inflado y busca su honor y auto-engrandecimiento. El alma tosca, la versión negativa de un alma humilde, o una que tiene un apetito moderado, se expresa como lujuria, que tiene un apetito ilimitado. Por lo tanto, según la explicación de Rashi, los tres rasgos negativos de Balaam no son otros que los que aparecen en el capítulo anterior de Pirkei Avot (4:21):
“La envidia, la lujuria y el honor quitan a una persona del mundo”
(הַקִּנְאָה וְהַתַּאֲוָה וְהַכָּבוֹד מוֹצִיאִין אֶת הָאָדָם מִן הָעוֹלָם).
Excepto que en nuestra mishná el orden utilizado es envidia, honor y lujuria.
Ahora bien, estos tres rasgos reflejan el estado negativo de la división tripartita de la psique en tres componentes: intelectual, emocional y habitual (o conductual).
Parte de la psique | Rasgo negativo | Manifestación negativa |
Intelectual
(sabiduría, comprensión, conocimiento) |
honor | espíritu altivo |
Emocional
(bondad amorosa, poder y belleza) |
lujuria | alma cruda |
Habitual
(victoria, reconocimiento y fundamento) |
envidia | aojo |
El honor (כָּבוֹד, cavod), que es el resultado de tener un espíritu altivo u orgulloso, representa la mancha de las facultades intelectuales: sabiduría, entendimiento y conocimiento. El valor de “orgullo” (גַּאֲוָה gavá) es 15, que es también el valor del Nombre de dos letras de Dios, Kah (י–ה), cuyas dos letras corresponden a la sabiduría y la comprensión, respectivamente.
La lujuria (תַּאֲוָה taavá), la característica de un alma tosca en lugar de un alma refinada, es la mancha de las facultades emocionales (jesed, guevurá y tiferet).
La envidia (קִּנְאָה, kiná), un mal de ojo en lugar de un buen ojo, es la mancha de las facultades conductuales (netzaj, hod, iesod), ya que un oscuro impulso de envidia eventualmente lo lleva a uno a un comportamiento malvado, correspondiente a la capa habitual o conductual de la psique.
¿Por qué la mishná en el capítulo 4; “La envidia, la lujuria y el honor alejan a una persona del mundo” – comienza por la envidia, que corresponde a la capa más baja de la psique en lugar de con el honor, ¿que corresponde a la más alta? La raíz de las facultades conductuales se encuentra en la corona (keter), que está por encima de la capa intelectual. Por lo tanto, en un nivel profundo, el carácter de uno sigue la mirada de uno, cómo uno ve a los demás ya su entorno. Con buen ojo, uno desarrollará un carácter favorable y rectificado, pero con el mal de ojo, eventualmente cae en “envidia, lujuria y honor”. De hecho, este orden causal se encuentra en nuestra mishná —un buen ojo, un espíritu manso y un alma humilde— que comienza con la rectificación del ojo (correspondiente a la corona y las facultades de conducta), continúa con la rectificación del espíritu (las facultades intelectuales), y termina con la rectificación del alma (las facultades emocionales).
Tres maestros
La caracterización “discípulo de” aparece en otro lugar en Pirkei Avot (1:12):
“Sé un discípulo de Aharon”
Por lo tanto, tenemos una personalidad negativa, Balaam, y dos personalidades positivas, Abraham y Aharón, para considerar. La forma en que debemos relacionarnos con cada una de estas tres personalidades puede entenderse en paralelo con el famoso proceso de tres etapas del Ba’al Shem Tov: sumisión, separación y endulzamiento.
La cáscara impura de Balaam debe ser sometida a la sumisión, y debemos tener cuidado de no convertirnos en uno de sus discípulos. Abraham es el primer judío en ser circuncidado, un acto que lo separa de los no judíos, por eso es de él que aprendemos el arte de la separación. Aharon el Sumo Sacerdote es el endulzante. Los sabios lo describen como alguien que “ama la paz y busca la paz, ama a las personas y las acerca a la Torá”. Siendo sus discípulos, aprendemos a endulzar la realidad.
NOTAS
[1] עין רוח נפש es una serie de números ascendentes. La base de la serie es 132.
[2]. Levítico 19:26. Véase Rambam Sefer Hamitzvot Lavim, 33. Hiljot Avodá Zará 11:4 y en otros lugares.
[3]. ídem. 23:23.
LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO Y LA ALEGRÍA EN MEDIO DE LA TRISTEZA
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/624
Todo Israel tiene una porción en el Mundo Venidero, como se dice, “Y Tu pueblo es todo justo. Heredarán la tierra para siempre. Son la Rama de Mi plantío, la obra de Mis manos, de la que me enorgullezco”.
Se acostumbra comenzar el aprendizaje de Pirkei Avot con esta mishná , que es del tratado del Sanedrín . [1] Aunque esto aparentemente es solo una costumbre, “una costumbre de Israel se considera Torá”, por lo tanto, nos tomamos las costumbres muy en serio. Se han dado varias razones para la costumbre de anteponer a Pirkei Avot con esta mishná en particular, [2] aquí exploraremos este tema.
CABALÁ Y JASIDUT: EL CONSEJO DE LOS PADRES
Parte 1
con la Morá Miri
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/367
Iesodot – Gal Einai
Morá Jana Miriam Reinitz Educadora, consultora familiar, discípula del rabino Ginsburgh, egresada del Instituto Beit Janá de Tzfat y de la Academia Universitaria para Mujeres Beit Rivká, Kfar Jabad, con más de 20 años de experiencia educativa presencial y online.
para más información, envía un email a:
Antes de Shabat
PINJÁS 5780
VEAMOS ¿POR QUÉ IEHOSHÚA? Y LA QUEJA DE LAS MUJERES
Pirkei Avot 1:14
También decía: Si no soy para mí, ¿quién es para mí?
Y si soy solo para mí, ¿qué soy? Y si no ahora, ¿cuándo?
audio: https://t.me/galeinai_audios_es/154
Bamidbar Números Capítulo 26
52 Dios le habló a Moshé, diciendo:
53 Entre estas [personas] dividirás la tierra como herencia, siguiendo el número de nombres [registrados].
54 A un [grupo] mayor darás una herencia mayor, en tanto que a un grupo menor darás una herencia menor. A cada uno se le dará así su propiedad hereditaria de acuerdo con su cuenta.
55 No obstante, la propiedad hereditaria será concedida a las familias paternas por medio de un sistema de lotería. Es así como será dividida la tierra.
56 Ya sea un grupo grande o pequeño, su propiedad hereditaria será dividida por un sistema de lotería.
Números Capítulo 27
1 Fue presentada una petición por parte de las hijas de Tzelafjad, hijo de Jéfer, hijo de Guilad, hijo de Majir, hijo de Menashé, de la familia de Menashé hijo de Iosef. Los nombres de estas hijas eran Majlá, Noáh, Jaglá, Milcá y Tirtzá.
א וַתִּקְרַ֜בְנָה בְּנ֣וֹת צְלָפְחָ֗ד בֶּן־חֵ֤פֶר בֶּן־גִּלְעָד֙ בֶּן־מָכִ֣יר בֶּן־מְנַשּׁה לְמִשְׁפְּחֹ֖ת מְנַשּׁה בֶן־יוֹסֵ֑ף וְאֵ֨לֶּה֙ שְׁמ֣וֹת בְּנֹתָ֔יו מַחְלָ֣ה נֹעָ֔ה וְחָגְלָ֥ה וּמִלְכָּה וְתִרְצָֽה:
2 Se pararon ahora delante de Moshé, Eleazar el sacerdote, los príncipes y toda la comunidad en la entrada de la Tienda de Comunión con la petición siguiente:
3 “Nuestro padre murió en el desierto. No estaba entre los miembros del grupo de Kóraj que protestó contra Dios, mas murió por causa de su propio pecado sin dejar hijo alguno
4 ¿Por qué debería el nombre de nuestro padre estar en desventaja en su familia meramente porque no tuvo un hijo? Danos una porción de tierra junto con los hermanos de nuestro padre”.
5 Moshé trajo el caso de ellas delante de Dios.
6 Dios le habló a Moshé, diciendo:
7 Las hijas de Tzelafjad tienen una demanda justa. Dales una porción de tierra hereditaria junto a los hermanos del padre de ellas. Que la propiedad hereditaria de su padre pase de este modo a ellas.
- Sanedrín 10: 1. ↑
- Vea DereJ Jaim y Pirkei Moshe ↑
- La palabra hebrea, hitbonenut , se traduce como “meditación”. Debido a que la meditación se ha asociado con prácticas originarias del Lejano Oriente, esto presenta un cierto problema. Por lo tanto, enfatizamos que siempre que hitbonenut se traduce como “meditación”, el significado es de profunda contemplación intelectual. ↑
- Crónicas I 28: 9. ↑
- Tania cap. 42. ↑
- Y la alusión numérica a esto es que “chispa” (נִצוֹץ, nitzotz) es igual a “corazón del tzadik” (lev tzadik, לֵב צַדִּיק). ↑
- Avot 4:1 ↑
- Explicación en el video del 17-4-2021: “La Impureza de la Lepra y La Calavera Flotando* – *Parashá Tazría Metzorá 5781* Rabino Jaim Frim en vivo desde Israel Enlace del vídeo https://youtu.be/m6jjNaZ1T_I ↑
- De acuerdo a Bartenura ↑
- Éxodo 21:13 ↑
- Esta interpretación es de acuerdo a Bartenura y el Tosfot Iom Tov ↑
- 2 Shmuel 14:14 ↑
- Sotá 11a ↑
- Comentario de Maimónides sobre nuestra mishná ↑
- Escrito por el rabino Samuel ben Isaac de Uçeda (1545-1604) fue un cabalista, nacido y vivido en Tzfat en las dos generaciones a caballo entre el rabino Moisés Cordovero y el Arizal. Aunque estudió con ambos y continuó aprendiendo con el rabino Jaim Vital, su propio trabajo se centró en la homilética más que en la Cabalá. Es mejor conocido por sus comentarios sobre Pirkei Avot (Ética de los padres). ↑
- Pero vea el Tosafot Iom Tov, quien desafía esta explicación y tiene una solución diferente. ↑
- Génesis 4:23 y Rashi loc. cit. ↑
- Sha’ar maamarei raza”l, Avot c. 2. Y vea la explicación del Rebe de Lubavitch sobre Pirkei Avot ↑
- Sefer halikutim, Bereshit, sv Vaieji Miketz HaIamim. ↑
- Sefer hasijot 5697, pág. 240. ↑
- Véase también en detalle en nuestro volumen hebreo Sod Hashem leirieav p.118 ↑
- Deuteronomio 6:8 ↑
- Bereshit Rabá 14:9 ↑
- Berajot 58a ↑
- Lamentaciones 3:6 ↑
- Zejaria 14:9 ↑
- Ptijat Eliahu ↑
- Ieshaiahu 11:9 ↑
- Oración de Shmone Esrei. ↑
- Nidá 61b ↑
- Julin 60b ↑
- Edición de la Mishná de Rabí Shneur Zalman (siguiendo muchos manuscritos de la Mishná). Algunas ediciones de la Mishná citan aquí a Rabí Shimon. ↑
- Proverbios 3:18. ↑
- Se le menciona de nuevo en Avot 4:16. Su hijo, Rabí Eliezer ben Iaacob, es mencionado ampliamente en el Talmud. ↑
- Ver Avodá Zará 3b ↑
- Deuteronomio 4:4 ↑
- El comentario del Maguen Avot sobre el Rashba”tz ↑
- Así es como se describió Rabi Eliezer al final de sus días (véase Sanhedrín 68a). Las palabras hebreas para “un perro lamiendo el agua del océano”, keleb hamlaqueq min haiam hagadol (כֶּלֶב הַמְלַקֵּק מִן הַיָּם הַגָּדוֹל) es igual a 10 veces “perro”, keleb (כֶּלֶב). ↑
- Deuteronomio 20:19 ↑
- Or Torá 442 ↑
- Meguilá 28b ↑
- Taanit 5b ↑
- Avot 4:22 ↑
- Basado en los escritos del Toldot Iaacov Iosef para la porción de la Torá de Kedoshim. ↑
- Deuteronomio 4:4 ↑
- Berajot 18a-b ↑
- Proverbios 24:16 ↑
- Véase, por ejemplo, Kedushat Levi en el Cantar de los Cantares, s.v. Lerei’aj shemaneja en nombre del Baal Shem Tov y el Maguid ↑
- En hebreo, ayin ruaj nefesh (ojo espiritu almao) es una serie matemática de números crecientes, cuya base es Balak, 132 ↑
- Números 23:23 ↑
- Números 24:2 ↑
- Números 22:13 ↑
- Números 22:18 ↑
- Pirkei Avot 4:21 ↑
- Pirkei Avot 1:12 ↑
- Génesis 22:12 ↑
- Brajot 58a ↑