LA FUERZA DEL JURAMENTO

Significado en la Torá y su Esencia

En la porción de la Torá de esta semana, parashat Jukat, encontramos la siguiente historia. Después que murió Aharón el sumo sacerdote, desaparecieron temporariamente las nubes de gloria que rodeaban y en cierto sentido protegían al pueblo judío. Luego reaparecieron por mérito de Moshé, pero existieron todo el tiempo por mérito de Aarón, pero cuando murió ellas también se fueron, y luego los goim [las naciones] que estaban mirando, observando, lo que estaba teniendo lugar dentro del campamento de Israel, pensaron que los Israelitas ahora eran vulnerables. Y especialmente ese goi [nación] que estaba ubicado más cerca del sur de Israel, llamado Amalek, el archienemigo del pueblo judío, pensó que ahora era un momento apropiado para atacarlo. Entonces, para que el pueblo judío no identifique exactamente quién es, está dicho que cambió su lenguaje. Hablaba con un lenguaje diferente. No en idioma amalekita, sino canaanita. Siguió vistiéndose como amalekita, pero hablaba canaanita, para que [el pueblo judío] no sepa quien es. Por eso está dicho que el pueblo judío antes de hacer la guerra… -en realidad [Amalek] atacó y tomó cautiva a una doncella judía.

Y entonces está dicho que el pueblo judío “vaiedar Israel neder laHashem”, [Israel] hizo un juramento a Dios que: “Si me entregas a este pueblo”, en otras palabras, “si puedo triunfar sobre este pueblo…”. Y dijeron sólo “este pueblo”, porque no estaba claro quién era, si era Amalek o Canaán. Entonces por eso lo dicen en forma general: “Si entregas este pueblo en mis manos, entonces dedicaré todas sus ciudades a Dios”, “vehajaramti et areihem”. Y así fue. Como está dicho: “vaishmá Hashem kol Israel”, “y escuchó Hakadosh BarujHu [Dios] la voz de Israel”, prestó atención y aceptó la plegaria de Israel y le entregó al pueblo de Amalek, en las manos de Israel. Y ese pueblo fue destruido, como la mitzvá –precepto- en la Torá de destruir, o sea matar este pueblo, y todas las posesiones de sus ciudades fueron dedicadas y entregadas a Dios, o sea fueron entregadas al Templo. Entonces, estos son los versos que cuentan esta historia que aparece en la lectura de la Torá de esta semana, Jukat.

La frase de hacer un juramento a Hashem, que si haces esto por mí, te prometo y juro, el juramento es un acto muy solemne. Es un acto muy poderoso, el poder que el judío tiene en su boca, de hacer un juramento, unneder. Esa frase, “vaiedar neder”, “e hizo un juramento”, aparece 3 veces en toda la Biblia. La primera vez es Iaacov, nuestro patriarca, el elegido de los 3 patriarcas, quien al estar en su viaje a Jarán, para encontrar a su beshert [pareja], construir su casa, entonces hizo un juramento, “Vaiedar Iaacov neder”, “Y Iaacov juró un juramento”. Esto fue después que tuvo su sueño y que vio la escalera que llegaba hasta el cielo. Hizo un juramento, y dijo “Si Tú [Dios] me has de proteger…”, estoy yendo ahora por un sendero muy precario y peligroso… Si has de estar de mi lado y me has de proteger y me darás alimento y vestido, entonces regresaré en paz a mi tierra, la Tierra de Israel, y esta piedra que está aquí, la haré un Templo, y todo lo que me des, entregaré los diezmos para Ti.

¿Qué significado tiene un juramento? Significa que ahora estoy en una situación peligrosa. Y una de las cosas que hace un judío cuando está en una situación peligrosa es hacer un neder, hace un juramento. Que si Tú me has de ayudar y estarás conmigo y me darás la victoria en la batalla, entonces yo haré tal y tal cosa por Ti. Entonces la primera vez que aparece esto es en referencia a Iaacov, Vaiedar Iaacov neder. La segunda vez es en esta historia, en parashat Jukat, “vaiedar Israel neder laHashem”, “Israel hizo un juramento a Dios”. La primera vez lo dice Iaacov [en la Torá]. Realmente, Israel que es el nombre de todo el pueblo de Israel, es también el nombre propio de Iaacov. Por eso la primera vez que aparece esta frase es vaiedar Iaacov neder, “Iaacov hizo un juramento”. La segunda vez es “vaiedar Israel neder”, “Israel hizo un juramento”.

Y la tercera vez aparece recién en el Libro de los Jueces [11:30-40], más adelante en la Torá, “vaiedar Iftaj neder”, “E Iftaj hizo un juramento”. Donde Iftaj, uno de los jueces, también estaba por entrar en guerra con los enemigos de Israel. Y realizó un juramento que “si me has de entregar a los enemigos…” –suena similar a la segunda vez- “Si has de entregar a los enemigos en mis manos, lo primero cuando regrese en paz a mi hogar, lo primero que salga por la puerta o de mi casa, lo ofreceré en sacrificio para Ti” ¿Qué fue lo primero que vio? A su hija. Por eso esta es una de las historias más trágicas en toda la Biblia.

Vemos aquí una secuencia muy interesante. Esta secuencia, es la secuencia de degeneración de hacer un juramento, en una situación seria, peligrosa, de dar algo a Dios. La primera vez es el nivel más elevado, que lo dice el mismo Iaacov, donde la promesa es que si Tú [Dios] estarás a mi lado. No es una guerra explícita, pero es similar a una guerra, porque está yendo a un lugar peligroso, espiritualmente. “si has de estar conmigo y me has de dar todo lo que necesite, ambos físicamente”. Primero y más que nada la realidad, lo material, fue lo que pidió. “Luego cuando regrese en paz, construiré un Templo para Ti, y te daré todos mis diezmos, dedicaré todo lo que posea a Ti”.

Luego viene esta historia en nuestra lectura semanal de la Torá. Que Israel dice “tengo que pelear…” Primero que todo el motivo para pelear es que [los amalekitas] tomaron una cautiva una niña de Israel. Y ahora estoy yendo a la guerra, todo el pueblo, por esa niña.

Esto es algo muy importante para que aprendamos en nuestra generación. Que una niña pequeña que los no judíos toman de la comunidad judía, es un motivo más que suficiente para que todo el pueblo judío vaya a la guerra. Y yendo a la guerra hacen un juramento, vaiedar Israel neder, etc. Y Hashem escucha. Primero se dice, y se le da mucha importancia a esto, que Hashem escucha y oye y acepta la plegaria de “kol Israel”, “la voz de Israel”. Esta es una voz sagrada de Israel, el juramento.

En verdad, aquí lo cumplieron, pero luego, más adelante en la Biblia, en el caso de Iftaj, se degeneró. También, a causa del juramento, Dios le dio la victoria en la guerra. Pero luego, para cumplir con el juramento, surgió esta situación tan trágica, donde no se percató cuáles podían ser las consecuencias de su juramento. Y así, su hija fue la primera en irse, la primera en salir por la puerta de su casa, al regresar en paz.

Entonces, lo primero que aprendemos de esto es. No hacer juramentos, incluso si son por algo bueno. Porque vemos que el concepto de hacer juramentos a Dios es muy poderoso, pero a su vez es muy peligroso. Por eso enseñamos que debes hacer todas las decisiones y promesas en tu corazón, pero no necesariamente tienen que ser expresados en palabras, como un juramento real. Esta es una enseñanza muy clara que aprendemos de estas 3 veces que está dicho “vaiedar neder”, “e hizo un juramento”.

Ahora finalicemos con una guematria muy importante. La frase [que describe el juramento] es siempre vaiedar neder, וידר נדר . En esta frase: La primera vez dice “vaidar Iaacov neder”, la segunda vez dice “vaidar Israel neder”, y la tercera vez dice “vaidar Iftaj neder”. Vaidar neder [וידג נדר ], 474 = daat [דעת ], “conocimiento”. Es “conexión” a Dios, significa que es la habilidad de hacer un juramento de forma correcta, como el juramento de Iaacov.

Esa capacidad para hacer juramentos requiere un nivel muy elevado de daat [conocimiento o conciencia]. Que si una persona tiene daat elión [una conciencia superior] eso se llama el daat supremo. Que “en lo Alto está todo”, “Dios es todo”, Dios es el verdadero “algo” y todo lo que está por debajo es “nada”. Entonces su juramento será verdadero, será bueno. El comienzo será bueno y también el final lo será.

Si el juramento sólo viene de daat tajtón [“la conciencia inferior”], como en el caso de Iftaj y su mentalidad, su conciencia es de aquí abajo, donde este mundo es lo verdadero, la realidad tangible es llamado el iesh [algo]. Y a pesar de que creo en Dios, y creo en que Dios me da la victoria, de todas maneras, Él [Dios] es ain, desconocido, “nada”. Como decimos que la realidad es creada “algo de la nada”. Entonces, con ese daat [conciencia], no es sabio hacer un juramento, si te encuentras a ese nivel de daat, de conciencia, de conocimiento y conciencia.

Hay un intermedio entre ambos llamado Kel deot Havaiá [Havaiá es un Dios con dos clases de conocimiento/conciencia]. Un estado intermedio, que es el estado del juramento en esta parashá de la semana. Ese es el juramento que Israel hizo y Dios escuchó e Israel cumplió al matar a todos los amalekitas y dedicando todas sus “rejusham”, “sus posesiones” al Templo. Es un nivel inferior al del juramento de Iaacov, pero definitivamente superior al de Iftaj.

Ahora digamos una palabra final sobre la palabra “juramento”. La subraíz de 2 letras de “juramento” es dar, [דר , dalet reish]. Neder [נדר , juramento] viene de esta subraíz de dos letras, dar. Dar en hebreo significa “morar” aquí abajo. Entonces, de esto aprendemos que el propósito final de un juramento, de un buen juramento es crear una morada aquí abajo para Dios. Bajar a Dios a la realidad.

Que el juramento, el poder de hablar al hacer un juramento es tan poderoso, que si es realmente bueno, si viene realmente del daat elión [la conciencia suprema], entonces traigo la esencia de HaKadosh Baruj Hu [Dios] abajo a la realidad física. Y entonces lo hago realmente, como dice Iaacov, construyéndole un Templo. O en el estado intermedio, dedico todo lo que tengo, todo lo que he conquistado en la guerra, lo dedico a Dios.

Pero, nuevamente, si no estoy a ese nivel de daat [conciencia], entonces no estoy creando una dirá [una morada], sino exactamente lo contrario. [como en el caso de Iftaj] mi hija estaba en la dirá [la casa]… El segundo juramento era para salvar a una hija judía. Y el tercer juramento creó una situación donde jas veshalom, “Dios lo prohíba”, se pierde una hija judía justamente a causa del juramento. 

Entonces, hay mucho para meditar en esta secuencia degenerativa de las tres veces que está dicho vaiedar neder. Y lo que aprendemos, una vez más, es que para poder hacer realmente un neder [juramento], tienes que ser a un nivel elevado de conciencia. Y el propósito final de hacer el neder, es crear una morada, que es construir el Templo, “vaasú li mikdash veshajanti betojam”, [“y me harán un santuario, y moraré dentro de ellos”].

Si no estás a ese nivel, puedes igual hacerlo, pero sin expresar verbalmente tu juramento. Hazlo en tu corazón. Por eso para la mayoría de nosotros, para casi todos nosotros, 99 porciento, todos los juramentos deben estar en nuestros corazones. Porque no estamos a ese nivel de daat elión [conciencia superior], que es el nivel de Iaacov Avinu.

Que seamos meritorios de la dirá batajtonim, “una morada aquí abajo”, cuando todo ese poder que está en el juramento, de traer abajo el Atzmut [la esencia de Dios] en la dirá batajtonim [la morada aquí abajo], esté con nosotros. Tanto si podemos decir verbalmente el juramento, o no necesariamente tengamos que decirlo, sólo prometer a Dios en nuestro corazón.

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