FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA JASÍDICA: FE

En este extracto de una clase sobre psicología jasídica, el rabino Ginsburgh expone las creencias que el consejero debe tener con respecto a Dios y con respecto a la persona que acude a él en busca de consejo.

Lo que queremos hacer hoy es comenzar desde Emuná, Fe, hasta Shiflut, Humildad, es decir desde Keter-Corona hasta Maljut-Reinado 

Pasar revista a los rasgos necesarios y también cómo fluyen esos rasgos en el consejero. Lo primero es la Fe, Emuná. Lo que debemos creer para ser un buen consejero, entonces hay varias cosas en las que hay que creer, tener fe. Primero que todo debemos creer en la enseñanza del Baal Shem Tov:  así como hay una mitzvá, precepto, de creer en el Santo bendito es, que hay Dios en el mundo, que Dios existe, así también debes creer en el judío. 

Lo primero, cuando un judío entra al cuarto y se sienta frente a ti, ¡¡tienes que creer en él! Que es una verdadera parte de Dios en lo alto que está sentado ahora frente a ti.  

Por providencia Divina está en el Haiom Iom de hoy, donde están escritas las enseñanzas del Rebe Rashab:

“¿Qué es Jasidut? Jasidut cambia la realidad y revela la esencia.”

Así está escrito. ¿Cuál es la esencia de un judío? Que es parte de la esencia. 

“Cuando aferras parte de la esencia estás aferrando a toda la esencia”

“Este es también un principio importante del Baal Shem Tov, aunque es una completa paradoja, ¿Cómo puedes decir “parte de la esencia”, cuando la esencia no se puede dividir? Salvo que, y esa es la conclusión del Haiom Iom, Dios puede hacer lo que desee, crea desde dentro de Sí mismo, crear es sacar afuera, por así decirlo, parte de Él, que esta parte de Él Lo contiene todo. Es imposible comprender esto con el intelecto. Este es el Haiom Iom de hoy. 

Lo que el Rebe no escribe allí es que todo esto fue una respuesta del Rebe Rashab, a alguien que le dijo que Jasidut cambia la esencia de una persona. Y luego (el Rebe Rashab) comentó, y le dijo, eso no es correcto, Jasidut cambia la *realidad* de la persona, pero *revela* la esencia. No cambia la esencia. ¡Lo que significa que no necesitas cambiar nada de la esencia de la persona que acaba de entrar en la habitación, ¡la esencia es cien por ciento pura! Y no solo eso.

Y la continuación de esto, no escrito en el Haiom Iom, es que, de hecho, hay más revelación de la esencia del judío simple, más que en un gran estudioso de la Torá, que es también uno de los principios más fundamentales del Baal Shem Tov. Todo esto, tenemos que creer, automáticamente, de inmediato, tengo que creer que realmente hay una parte de Dios arriba, frente a mí. Necesito creer que este encuentro es por providencia Divina. Que el que te trajo aquí es el Dios bendito.

Y Dios bendito tiene una agenda. Tiene un plan para qué esta persona está aquí. Por supuesto, el plan de Dios es hacer el bien, el bien para él y también para mí. Esto es llamado creer en la providencia, la providencia de Dios.

Esto no es casualidad, nada es casualidad, sobre todo un encuentro entre personas, lo cual, según el Baal Shem Tov, es una unificación, una unión, ciertamente no una coincidencia. Esta es una providencia muy importante, que estamos sentados uno frente al otro. Ahora, esto ciertamente es válido y correcto también para los no judíos. No hay diferencia entre no judío o judío a este respecto, que Dios quiere algo de nosotros, hay una rectificación sagrada que debe suceder aquí. 

Hay una chispa aquí. Si llamamos a esta chispa ” una parte verdadera de Dios en lo Alto”, o de otra manera, eso no importa, con respecto a esta segunda “creencia”, de la que ahora estamos hablando, que es la fe en la providencia Divina aquí. ¿Qué más necesitamos creer? 

La tercera cosa que debemos creer es la enseñanza atribuida a Rebe Najman: 

“Si crees que es posible estropear, cree que es posible repararlo. “

 Necesito creer en el poder de nuestra reunión ahora, para poder realizar una rectificación. Una rectificación en quien la busca, y como explicaremos una y otra vez, también en mí. Para mí también hay aquí una rectificación. Y esta es una creencia en sí misma. Entonces, si pensamos en estas tres creencias que hemos dicho, que están todos en la Cabeza Incognoscible de Keter [Radl”a]) en primer lugar, todos los tripletes para nosotros corresponden a Sumisión, Separación y Endulzamiento.

Lo primero, es que aquí hay parte de la esencia, que yo creo, en otras palabras, ¿qué es creer en un judío (algo que también puede aplicarse a un no judío)? El significado es creer en el potencial que tiene. Aquí tenemos a alguien que viene y derrama su corazón. Tiene problemas, no se las arregla solo, y por eso necesita buscar consejo. Pero creer en él, significa creer en su potencial, que tiene un poder oculto del que él mismo no es consciente, pero lo tiene.

Ahora, de dónde viene esto y cuál es exactamente la definición de este poder, para un judío es una cosa, y para un no judío es otra. Ciertamente, un no judío también tiene un potencial, todo el mundo lo tiene, todo tiene un potencial.

El “ser hablante”, de los cuatro niveles de existencia (mineral, vegetal, animal y humano), [Datzja”m] tiene potencial, que él mismo no se da cuenta de cuanto poder tiene, y esa es mi tarea (como consejero) para ayudarlo, para revelar su esencia, tal como ya dijimos. Y si revelamos su esencia, también cambiaremos su realidad. Pero lo principal es revelar su esencia. ¿Entonces qué es esto? Esto es Separación. Aquí todos están separados de su situación dada y también separados de su imagen.

No lo que piensa de sí mismo. Algo más, algo mejor, más maravilloso. Tiene un potencial ilimitado. Que “si crees que puedes romper, creer que puedes arreglar” ¿qué es esto? Esto es dulcificar. Por más amarga que sea la realidad dada, es posible endulzarla. No hay amargura en el alma, que sea imposible convertirla en dulce. Esto es dulcificar.

¿Qué es lo tercero que dijimos? La esencia de este encuentro, que aquí hay providencia Divina, esta es mi Sumisión. Necesito someterme a Dios, a Su providencia. La dimensión interior del Reinado es la humildad, y como explicaremos, Providencia Divina. El Baal Shem Tov explica: “Pidieron por Havaiá su Dios y David su rey”, y “Pedir por David su rey” es ver la providencia.

El rey David, que es la humildad, debe ver en todo la mano que dirige del Santo Bendito sea. Para esto necesito estar en un estado de Sumisión, Necesito estar en un estado de humildad, no de anulación, al que llegaremos pronto. Aparentemente, en la Cabeza Incognoscible, la Humildad está más presente que la Anulación. La humildad en este contexto es lo que permite a una persona ver la providencia. Ahora, todo esto está conectado al encuentro. Alguien entra, derrama su corazón dice cuál es su problema. Si no fuera por el problema, no habría venido aquí. Hay algo más, no hemos hablado simplemente de la fe en Dios, sino en la Divina Providencia, que no es solo Dios, es el encuentro. Si queremos agregar otra creencia, una cuarta, para que tengamos las cuatro letras del Nombre de Dios Havaiá en lugar de Sumisión, Separación y Endulzamiento, entonces, ¿qué necesitamos para creer en Dios?

Necesitamos creer que Dios es bueno, Dios es la esencia del bien. Que el Creador del mundo no solo crea problemas. Dios, el Creador, es bueno. Y, por lo tanto, todo lo que hace es bueno; la naturaleza del bien es hacer el bien. Entonces, si agregamos esto, ¿qué tenemos? Ahora tenemos un cuarteto, no triplete. Entonces, ¿cómo ordenamos esto de acuerdo con el nombre Havaiá? El orden será un poco diferente. Lo que antes llamábamos Dulcificar: “Si crees que puedes romper, creer que se puede arreglar”, ¿dónde están todas las rectificaciones? “Todos en Sabiduría se aclaran”. Todas las rectificaciones son “hiciste todo en Sabiduría”, esto es la iud del Nombre de Dios.

Que todo el mundo tiene un potencial que desconoce, creer en él, eso es Entendimiento. Esta es la Madre, la raíz de las almas. La raíz de un alma es Madre, en Cabalá. Que Dios es bueno, y por eso todo lo que pasa en la vida tiene que ser bueno, como se explica en la undécima epístola del Tania, esto lo pondré en la Vav del Nombre de Dios.

“El día que va con todos los días”.

Y el último es el más querido”, es lo que dijimos antes, la creencia en la providencia Divina es Reinado, este es David.

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