EL ARBOL DE LAS SEFIROT Y LAS CIENCIAS

INTRODUCCIÓN

INCORPORACIÓN DE LOS ESTUDIOS SECULARES EN LA EDUCACIÓN DE LA TORÁ

Las Aguas Superiores y las Aguas Inferiores

El Rebe de Lubavitch, explicando las enseñanzas del Zohar, enseña que a partir del año 5600, o 1840 de acuerdo con el calendario secular, se liberaron las “aguas inferiores”, la sabiduría de la ciencia. Las “aguas superiores” representan la sabidurïa de la Tora que fertilizan a las “aguas inferiores”, y visceversa, y “de la unión de ambas nacerá un nuevo y gran linaje”. Esta es una parte importante en la visión de la era del Mashiaj.

Ciencia, Música y Torá – Mundos, Almas y Divinidad. 

El Baal Shem Tov enseña que la realidad tiene tres dimensiones: Mundos, Almas y Divinidad, teniendo cada una de ellas una sabiduría inherente. La sabiduría pura de los Mundos, de la realidad que conocemos, es la matemática; la sabiduría pura de las Almas es la música; la sabiduría de la Divinidad es la de la Torá. El Gaón de Vilna y otras fuentes, explican que la máxima expresión de la ciencia es la matemática pura; esto es también reconocido por los científicos. Se dice comúnmente que la matemática es la reina de las ciencias, y que la teoría de los números puros es la reina de las matemáticas; de esta manera, el cénit del conocimiento de los Mundos es la matemática pura, la teoría de los números puros.

Esto está también traido por grandes estudiosos de la Torá, y agregan que la música está por encima de las matemáticas. La música se relaciona con el alma misma, que está más allá del concepto de “Mundos”, pero por encima de todo se encuentra la sabiduría de la Torá, que es la de Di-s Mismo. Esto se puede representar como una pirámide de tres niveles, en el que el nivel superior esta infinitamente por encima de los otros, y sin embargo se pueden conectar cuando la Tora deviene en una experiencia musical, y luego es reflejada en la matemática pura, la sabiduría final de los Mundos.

Las ciencias pueden ser clarificadas y depuradas a través de las disciplinas más cercanas a la Torá: música y matemáticas. Este proceso es llamado “birur”, purificación. Hoy en dïa, como la mayor parte de las ciencias se volvieron mas “espirituales”, esta depuración es posible con la intencion apropiada y el estudio de gente capaz de emprender esta tarea.

Hay distintos aspectos negativos a depurar en la ciencia en general. Uno de ellos es que produce un sentimiento de “ieshut”, egocentrismo o existencia física independiente. Este “ieshut” va siendo hechado por tierra progresivamente, incluso a través de las teorías de los científicos de hoy en día; ellos encontraron que “quien afirma que el electrón es una entidad física, se equivoca”. Esto significa que la realidad está siendo apreciada en nuestra ëpoca desde una óptica más espiritual.

Uno de los aspectos más negativos de la ciencia es la teorïa griega de la existencia primordial del universo fïsico, que prevaleciö hasta no hace mucho. En nuestra época la ciencia está muy cerca de la teoría de la creación continua de la materia y la energía, se está acercando a la Teoría del Campo Unificado. Tiempo y espacio ya fueron depurados por Einstein, quien demostró que vivimos en un universo de cuatro dimensiones, tres de espacio y una de tiempo; esto es llamado en cabalá: “ijuda ilaa” (“unificacion superior). La materia y la energía también fueron unidos segun la ecuación: “Energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado (E = mc2)”, esto es “ijuda tataa” (“unificacion inferior”). Solo queda ahora unificar las cuatro fuerzas de la naturaleza (gravedad, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil), donde cada una corresponde a cada una de las cuatro letras del Nombre de Di-s, a los cuatro Mundos, etc.

Sigue habiendo sin embargo, disciplinas en las que el judío no necesita inmiscuirse de ninguna manera. Todo lo que tenga que ver con la blasfemia debe ser descartado, como así también con lo que su propósito no sea positivo. Los miembros del Sanedrín fueron señalados por Di-s para juzgar la realidad, por eso ellos debían ser expertos en todas las áreas que les competía, como idolatría o lenguajes extranjeros, pero esto no se aplica a la persona común. Por ejemplo, hay individuos que tienen un sentido o talento para la literatura o la poesía que debe ser desarrollado, pero deben hacerlo dentro de un contexto de pensamiento puramente kosher (permitido), cuyos parámetros están delineados en la Torá, y que puede incluir otros aspectos considerados kosher, no considerados insulto o blasfemia.

La habilidad de comprender y apreciar estos conceptos, proviene específicamente de la dimensión interior de la Tora. Aquellos individuos involucrados o concientes sólo de la dimensión revelada, tienen una mayor dificultad para apreciar o entender la unión de las “aguas superiores” e “inferiores” de la Torá. Aunque pareciera que la dimensión revelada de la Torá está cercana a los tópicos que no son explicítamente Torá, la idea de producir el encuentro entre los tópicos de la Torá y los seculares que se incorporaron a lo sagrado, proviene especifícamente de la luz interna de la dimensión interior de la Torá.

Las Dos Razones del Tania para estudiar tópicos seculares

En el capitulo 8 del Tania, se explica que está permitido el estudio de temas seculares, tanto con el objetivo de obtener el sustento material, como para usar esa sabiduría para el Servicio de Di-s. Estas dos razones no son presentadas por el Tania como algo negativo, como si la persona que no puede ser docta en Torá, puede en lugar de eso estudiar asuntos seculares. Todo lo contrario, los estudios seculares fueron permitidos especialmente a los más grandes maestros de la Torá como por ejemplo Rambam y Ramban, quienes primero fueron expertos en las dimensiones revelada y esotérica de la Torá. Invirtieron gran cantidad de tiempo en ser expertos matemática, ciencia y medicina; esta última con el objetivo de ayudar a la humanidad, que es unauna mitzva (“mandamiento”) muy importante, las otras porque con su conocimento se puede servir mejor a Di-s. A través de la comprensión de los fenómenos que estudia la ciencia, uno puede meditar acerca de la grandeza de Di-s, el Creador del universo, lo que está explicitado en el comienzo de Mishné Torá, donde el Rambam dice explicítamente que uno puede meditar acerca de las maravillas de la naturaleza, como son explicadas por la ciencia, con el fin de adquirir apropiados Amor a Di-s y Temor del Cielo.

La necesidad de estudiar materias seculares como fuente de ingresos, también se puede aplicar a un gran erudito de la Torá, no es de ninguna manera un hecho denigrante, pero es un nivel inferior que el de la persona que lo hace para servir mejor a Di-s. En generaciones anteriores, el estudio de ciencias para servir mejor a Di-s estaba reservado a una elite, como los sabios mencionados antes. Sin embargo en nuestra generación, este conocimiento es más accesible, y como se mencionó, más “espiritual”. En nuestra época, la ciencia está tan cerca de la Torá, que la posibilidad de aplicarla al servicio a Di-s es mucho más aplicable para cada uno de nosotros, que en los tiempos de Maimónides y Najmánides. Las dos razones que brinda el Tania para permitir el estudio de tópicos seculares, no son de ninguna manera peyorativas, por el contrario, son aplicables a almas verdaderamente grandes.

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