EDUCACIÓN, TORÁ Y CIENCIA – FUNDAMENTO  PARTE 4

Después de la sefirá de netzaj (victoria) a la derecha y la sefirá de hod (reconocimiento) a la izquierda, viene la sefirá de iesod (fundamento) en el medio. Fundamento centraliza todas las sefirot que están por encima de ella y es “el sello de la verdad” -un poder que expresa la esencia misma del alma con alegría y exuberancia. La sefirá de fundamento corresponde al Iosef el justo -que fielmente guardó su pacto [el órgano reproductor], el miembro en el cuerpo que corresponde a la sefirá de fundamento – como dice el versículo: “Y el justo es el fundamento del mundo.”

En el ámbito de la rectificación del estado: hasta ahora hemos estado tratando sobre todo con la “política”, incluyendo conflictos y guerras. ¿Pero qué nos interesa realmente? ¿Qué es lo realmente más importante para un estado judío? Más aun ¿Para qué queremos exactamente un Estado judío? Vamos a escuchar lo que nuestro gran maestro, Maimónides, tiene que decir sobre esto:1

“Los profetas y los sabios no deseaban los días del Mashíaj para que pudieran controlar el mundo… ni para que pudieran comer, beber y ser felices. Más bien, porque tendrían un respiro para estudiar la Torá y su sabiduría sin interrupciones o estorbos… y en aquel tiempo [el tiempo del Mashíaj] no habrá ni hambre ni guerra, ni celos, ni competencia… y la única misión de todo la mundo será conocer a Dios… como está dicho: “porque la tierra estará llena del conocimiento de Dios, como las aguas cubren el fondo del mar”.2

Si es así, el ministerio más importante en nuestro estado es el Ministerio de Educación. Como ahora, y desde hace algún tiempo, estamos en una crisis nacional frente a una preocupante falta de educación judía. Por lo tanto, tenemos que actuar con rapidez para promover un plan de estudios judíos básicos: para asegurar que no haya ningún niño o niña judíos a los que los conceptos fundamentales del judaísmo les sean ajenos – el libro de oraciones y la sinagoga, los patriarcas y matriarcas, el Pentateuco y los Profetas, la Mishná, el Talmud y el Código de la Ley Judía, la historia del pueblo judío y las grandes figuras judías, la Tierra de Israel y Ierushalaim, las buenas virtudes y conducta agradable, el Shabat y la comida kosher, y así sucesivamente, comenzando con la educación en la infancia y siguiendo sin fin. Hay que distinguir entre las cuestiones principales y las secundarias, y entre lo sagrado y lo secular; por lo tanto, en la educación judía auténtica los estudios seculares y la formación profesional ocupan el segundo lugar frente al estudio de la Torá, sin minimizar la importancia de estudiar una profesión honorable.

Todo esto siempre ha sido cierto, pero ahora estamos acercando aceleradamente a una revolución espiritual. Hasta ahora, la Tora y la ciencia por lo general han sido percibidas como dos campos diferentes y a veces incluso como en conflicto entre sí. La Torá es la sabiduría Divina que desciende hasta nosotros de lo Alto, mientras que la ciencia es el campo del conocimiento humano, que nace de la observación del mundo que nos rodea. Sin embargo, la visión completa es unir a la Torá y la ciencia. El Zohar3 afirma que el mundo está destinado a un diluvio de conocimiento (como el agua cubre el fondo del mar). Y así como el diluvio en los días de Noé se produjo como resultado de que “se abrieron todos los manantiales del gran abismo, y las ventanas de los cielos se abrieron,”4 de la misma manera el flujo de sabiduría vendrá a partir de dos fuentes complementarias: la sabiduría humana, como “los manantiales del gran abismo [se abrirán desde abajo]” y la Torá, como “las ventanas de los Cielos se abrieron [desde arriba].” La ciencia corroborará la Torá a los ojos de todos, y la Torá iluminará y enriquecerá la ciencia con una nueva luz.

A lo largo de los siglos hubo individuos selectos ocupados de esta tarea -como Iosef el justo, que era un sabio fenomenal tanto respecto a la sabiduría del mundo y el conocimiento Divino. Actualmente se debe establecer la “Universidad de la Torá” en la que los alumnos estudian “estudios seculares con santidad pura.” Sin embargo, la relación final entre los dos se manifestará a través de la plena revelación de la Providencia Divina, como se ha dicho con referencia al Mashíaj en cuyos días será revelará: “Una nueva Torá”5, o sea que se revelarán facetas nuevas y más profundas de la Torá transmitida por Moshé.

Hacia el Reino de Israel – Reinado

La sefirá final es Maljut (reinado), la capacidad de auto-expresión rectificada en el discurso y la acción, al reconocer que soy un recipiente que recibe toda la energía desde Arriba, con nada que yo pueda llamar mí mismo, “porque de Ti es todo y de Tu Mano es lo que te hemos dado a Ti.”6 El poder interior del reinado es el desinterés positivo- el atributo del rey David, quien dijo: “Y yo soy despreciable a mis ojos”7. Específicamente este poder nos da la capacidad para elevarnos y gobernar sin rastros de arrogancia negativa.

En el ámbito público, hay que recordar que el objetivo de un estado judío es llegar a ser el Reino de Israel. Cuando recordamos todo lo que los reyes malvados del pasado tenían en mente para el pueblo judío y para toda la humanidad, nuestro instinto natural es retroceder ante la idea de una monarquía. Sin embargo, el rey judío deseado es todo lo contrario de un dictador tiránico, como describe Maimónides:8 “De la misma forma en que las Escrituras tributaron un gran respeto [al rey]… así que también les intimaron a que su corazón debe ser humilde y vacío dentro él, como está dicho: ‘y mi corazón está vacío dentro de mí’9, y que no debe actuar con excesiva dureza con el pueblo judío, como está dicho “para que su corazón no se eleve por encima de sus hermanos,10 y debe ser clemente y misericordioso para con el pequeño y el grande, comprometiéndose en su cuidado y bienestar. Se debe proteger el honor de hasta el más humilde de los hombres… Siempre debe conducirse con gran humildad… a un rey se lo conoce como un pastor… como los profetas han descrito el comportamiento de un pastor: ‘Él apacentará su rebaño como un pastor, reunirá a los corderos con Su brazo y los llevará en Su pecho.”11

También debe recordarse que el Sanedrín se encuentra al lado del rey, con amplias facultades jurisdiccionales. También es posible que, junto con el rey haya un estado controlador -un gobierno elegido por el pueblo- que puede participar continuamente en el desarrollo de la gestión del país.12 Pero el rey es quien nos lleva hacia los grandes destinos tales como la construcción del Templo, y su existencia misma es un puente que despierta el honor de aceptar el Reino de los Cielos. Así es como los sabios interpretan la doble expresión: “En verdad designarás un rey [lit. designarás tú designarás.] sobre ti”.13 “‘Designar’ -el Reinado de Dios, ‘designarás’ – un rey de carne y sangre como se ha mencionado con referencia al rey Shlomó, ‘y Shlomó se sentó en el trono de Dios como rey”14

Por un lado, el mandamiento de nombrar a un rey es un mandamiento dado a nosotros “Al pueblo judío le fueron ordenados tres mandamientos cuando entraron a la Tierra [el primero de los cuales es] nombrar a un rey, como se dice ‘Por cierto designarás a un rey sobre vosotros.” Sin embargo, por otro lado, el versículo se refiere a un objetivo Divino y la promesa [es decir, a ser revelado de lo Alto, no designado desde abajo], “El Mashíaj se mantendrá en el futuro y devolverá el reino de David a la antigua gloria del primer gobierno, y va a construir el Templo, y reunirá a los judíos distantes. Todas las leyes volverán en sus días, tal como fueron antes: Se ofrecerán los sacrificios, y los años sabáticos y de jubileo serán observados de acuerdo con todos los preceptos que se encuentran en la Torá”15

Pero ¿cómo va a venir el Mashíaj? Los sabios ya han ofrecido dos posibilidades: o milagrosamente o de forma natural.16 En cualquier caso, no estamos exentos de actuar para restablecer el Reino de Israel en la práctica, y podría ser que de nuestras acciones ha de venir éxito, indicando así la aceptación Divina. Una vez que se nombre a este rey, entonces podremos darnos cuenta de que este rey es el Mashíaj según las calificaciones de Maimónides: “Si actuó y tuvo éxito y construyó el Templo en su lugar y reunió a los judíos distantes, entonces éste es definitivamente el Mashíaj.”17

Por un lado, se habla de una monarquía como una meta final, e incluso si se demora vamos a esperar por ella. Sin embargo, también ahora es posible derivar una aproximación práctica del mandamiento de nombrar a un rey, y es nuestro deber trabajar en aras de un liderazgo rectificado. Y si el proceso se acelera, y Mashíaj viene hoy, ¡le vamos a darle la bienvenida con gusto!

NOTAS

1 Leyes de Reyes 12:4.

2 Isaías 11:9.

3 Zohar I, 116b.

4 Génesis 7:11.

5 Vaikrá Rabá 13:3.

6 I Crónicas 29:14.

7 Shmuel II 6:22.

8 Leyes de Reyes 2:6.

9 Salmos 109:22.

10 Deuteronomio 17:20.

11 Isaías 40:11.

12 Por ejemplo, el poder de “La Ciudad de los Buenos” en la ley judía.

13 Deuteronomio 17:15.

14 Crónicas I 29:23; véase también, Derej Mitzvoteja, el precepto de nombrar a un rey.

15 Maimónides Leyes de Reyes 1:1.

16 Sanedrín 98a; véase también Or Hajaim, Números 24:17.

17 Leyes de Reyes 11:4.

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