RECTIFICACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL-Parte 3

(Se publica como forma de dispersar luz en medio de las tribulaciones en guerra en el territorio de Israel, dadas en medio de Shabat-Simját Torah 5784)

En la Parte 1 y la Parte 2 de esta serie, empezamos a definir una plataforma concisa para rectificar el estado en correspondencia con las sefirot cabalística. Comenzamos con la sefirá de la corona y llegamos a la sefirá de belleza. Ahora vamos a continuar desde donde lo dejamos.

Hacer Aliá – Victoria

La bondad, el poder y la belleza son los principales atributos del corazón, que corresponden al nivel emotivo de la psique humana. Los atributos que siguen tienen un carácter más práctico-operativo y representan un nivel inferior, más de comportamiento de la psique. Como el movimiento de las piernas, que es más poderoso que el de las manos, aunque menos refinado. Aquí, llegamos a la sefirá de netzaj (la victoria), correspondiente a la pierna derecha, que se mueve primero.1 El poder motivador interior de la sefirá de victoria es la confianza. Esto se refiere a la confianza en Dios, que a su vez conduce a una sensación rectificada de confianza en sí mismo y la capacidad de levantarse y actuar. La raíz de “victoria” (נֶצַח , netzaj) tiene una serie de connotaciones relacionadas: actuar con decisión para salir victorioso y superar los obstáculos que se interponen en nuestro camino; supervisar el trabajo y la organización (por ejemplo, dirigir una orquesta); actuar para lograr una realización estable y duradera de los objetivos, etc…

En la estructura que recomendamos para rectificar el estado, la sefirá de victoria corresponde a hacer aliá (inmigración) a Israel, siguiendo los pasos de Abraham, cuyo primer mandamiento fue: “Ve por ti…”2 El concepto de hacer aliá en la Torá y en las enseñanzas de nuestros sabios -en contraste con la pasión por los viajes y la emigración por razones vagas- retrata el carácter sagrado de la Tierra de Israel y su singularidad frente a todos los demás países. “La tierra de Israel es más elevada que todos los demás países” y emigrar a la Tierra Santa es una parte de un proceso de elevación completa “Se aumenta en santidad [y no disminuye].” El apogeo de la ascensión es la peregrinación al Templo en Ierushalaim.

Aunque las últimas generaciones han visto la inmigración de millones de judíos a la Tierra de Israel, no hay que olvidar que hay millones más que se quedaron aun en el extranjero, y todo Estado judío digno de su nombre debería alentar la aliá como un objetivo nacional de la más alta prioridad. ¿Cómo podemos fomentar la aliá? Obviamente, el estado debe abrir sus puertas a todos los judíos, como en la ley de retorno que existe hoy en día (que todavía necesita una modificación fundamental, véase más adelante), ofreciendo beneficios y subvenciones para nuevos inmigrantes (una “canasta de absorción”) y ayudando en el proceso de absorción con una asistencia considerable. Pero, las condiciones materiales previstas para los nuevos inmigrantes no son suficientes para calentar los corazones de nuestros hermanos en la diáspora a emigrar a la Tierra de Israel. Gracias a Dios, la aliá en estos días es mucho más rápida y más fácil de lo que era durante las generaciones anteriores. Sin embargo, debemos encontrar una manera de estimular el deseo de hacer aliá y calentar sus corazones para amar y vivir en la Tierra de Israel, no sólo como un refugio de la persecución, sino como un ideal. Este objetivo se puede lograr una vez que el país cuente con un agradable “cara judía” que atraiga a cada judío que desee de forma automática hacer su casa aquí.

Por este motivo hay una fuerte conexión entre la rectificación del sistema legal (que hemos mencionado en relación con la sefirá de belleza) y emigrar a Israel: cuando la Torá marca las pautas del país, y la santidad de la tierra pasa a primer plano en el ámbito público, entonces la conexión natural del judío a su tierra será despertada de su sueño, “Tzión será rescatada con la justicia [la rectificación del sistema judicial en la Tierra de Israel, entonces] y sus repatriados a través de rectitud [se refiere a el renovado retorno a Tzión]”.3 Además, la aliá masiva será el resultado de un liderazgo corregido que pugna por avanzar, como la de Moshé (que representa el atributo de la victoria) que sacó al pueblo judío de Egipto y los llevó a la Tierra Prometida.

No sólo debemos enseñar hebreo a los nuevos inmigrantes en el centro de absorción, también deben ser expertos en la forma en que un judío debe comportarse en la Tierra Santa, en la que nos encontramos bajo la Providencia Divina directa, “Una tierra que Havaiá, tu Dios, cuida, los ojos de Havaiá tu Dios están siempre sobre ella”;4 al vivir en ella se exige la observancia de una vida de Torá de acuerdo con las mitzvot de Dios con más cuidado aún5; al vivir en ella la Torá y los preceptos son observados en su totalidad;6 y viviendo en ella vamos a merecer tener una mayor conciencia espiritual y profecía. La emigración a la Tierra de Israel está impregnada de un sentido de la naturaleza eterna del pueblo judío: “La Eternidad de Israel (Netzaj Israel) no miente”.7 En esencia, esto también es cierto acerca de la creencia en la resurrección de los muertos (la naturaleza eterna de cada judío), “Él da un alma [la Resurrección de los Muertos] al pueblo sobre ella, y espíritu a los que caminan sobre ella”.8

La eliminación de elementos peligrosos – Reconocimiento

Junto con la sefirá de netzaj (victoria) viene la sefirá de hod (reconocimiento), como un esfuerzo conjunto de las dos piernas (también conocidas como “las dos mitades de un mismo cuerpo”). En la psique humana, la sefirá de reconocimiento se relaciona con la capacidad de ser agradecido por lo bueno, a admitir los pecados, a reconocer la verdad, y está motivado por la calidad de la sinceridad en el alma “Se sincero con Havaiá tu Dios”.9 La sefirá de victoria es relativamente “masculina” y activa, mientras que la sefirá de reconocimiento es “femenina” y pasiva, con un modo de pensar que “todo lo que Dios hace es para bien”.10 En la psique, el reconocimiento y el agradecimiento refinan y purifican el alma y actúan como el sistema inmunológico lo hace en el cuerpo para protegernos contra las intrusiones no deseadas a nuestras mentes.

Con referencia a la rectificación del estado, junto con la acción positiva de fomento de la inmigración judía, se debe prevenir que los elementos indeseables se apoderen del país. Tal como la sefirá de rigor acompaña a la sefirá de la bondad y la complementa, así también la sefirá de reconocimiento acompaña a la sefirá de victoria y la guarda de caer en un estado de enfermedad [un caso de “Mi gloria se ha vuelto en mí como un destructor”, donde “Mi gloria” (הוֹדִי , hodí) es también la forma posesiva de “reconocimiento” (הוֹד , hod)]. Así, por ejemplo, a pesar de la “Ley del Retorno” es una idea maravillosa, sin embargo, todavía tenemos la obligación de corregir la definición de “¿quién es judío?”, ya que esta ley hoy tiene una amplia brecha por la que muchos gentiles pueden entrar el país (por ejemplo, ‘conversos’ que no aceptaron sobre sí mismos vivir de acuerdo a la Torá, o cientos de miles de inmigrantes rusos que no son judíos). Así también, no podemos ignorar el amplio fenómeno de los inmigrantes extranjeros ilegales. Ningún país civilizado jamás puede permitir alegremente una inundación de inmigrantes extranjeros ilegales que lo ahoguen, cuánto más esto es cierto para un estado judío, cuya tarea principal es la de proteger su carácter judío mediante el fomento de una sensibilidad hacia el peligro de los matrimonios mixtos, que para nosotros es una cuestión existencial (esto en particular, traerá una gran bendición para toda la humanidad).

En la primera fase -lo antes posible- hay que evitar que alguien ponga en peligro nuestra seguridad de residir en el país. Esto pertenece a la etapa más temprana de la sefirá de rigor, y “el firme brazo de Israel” por el cual deportamos a los terroristas (y a los misioneros también) que representan una amenaza inmediata para nuestra existencia. Sin embargo, ahora, en la sefirá de reconocimiento, llegamos a un tratamiento “de raíz” más integral, que se hará posible una vez que el sistema legal se haya rectificado y sigue a la inmigración judía masiva a la Tierra de Israel. Este tratamiento no sólo se refiere al enemigo obvio, sino también al enemigo encubierto, es decir, una población hostil que represente a largo plazo un peligro de seguridad o espiritual (como los matrimonios mixtos). Por lo tanto debe fomentarse la emigración de esta población a otros países, ya sea ofreciendo una subvención financiera, o, al menos, al no ofrecerles con nuestras propias manos las condiciones óptimas necesarias para fomentar un caldo de cultivo para el terrorismo. Recordemos que cuando estalló la Guerra de la Independencia, aldeas árabes enteras huyeron del país. Pero, incluso si la situación hoy en día parece ser diferente, tenemos que empezar la corrección de nuestro modo de pensar, al reconocer nuestro derecho y nuestra obligación de no dejar que permanezca un elemento antagónico entre nosotros. De hecho, la Torá nos advierte: “Pero si no sacas a los habitantes de la tierra delante de vosotros, entonces aquellos que dejéis permanecer serán como púas en vuestros ojos y espinas en vuestros costados, y os va a acosar en el tierra en la que te asientes”.11

El esquema general para la rectificación debe basarse en la descripción de las tres opciones que Iehoshúa envió a los caananeos que habitaban en la Tierra de Israel antes de que fuera conquistada por los Hijos de Israel: “El que quiera huir que huya. El que quiera hacer la paz, que haga paz. El que quiera ir a la guerra que vaya a la guerra”.12 En este contexto, se nos recuerda a Sará, que sabía cómo exigir que Abraham, el hombre de la bondad, debía desterrar a Ishmael de su casa porque representaba un peligro para la seguridad de Itzjak.

“Extranjero residente”

En una etapa más avanzada, seremos capaces de aplicar en su totalidad las leyes de13 “Un residente extranjero es un no judio que se ha comprometido a observar las siete leyes de Noaj, una obligación fundamental de todo ser humano.14 Tales residentes tienen derecho a vivir en la Tierra de Israel bajo nuestros auspicios y recibir prestaciones sociales selectivas, según lo requerido por la Torá, “un converso o un residente, vivirá contigo”.15 Sin embargo, esto sólo puede llegar a ser posible una vez que el pueblo judío tenga sus raíces en su tierra y hay sido restituida la ley del año del jubileo, en cuya etapa vamos a ser capaces de incorporar a una población de extranjeros residentes sin peligro espiritual. Esta etapa marca la finalización de la etapa del “reinado” que discutiremos en la siguiente parte de esta serie. Sin embargo, no podemos permitir a cualquier persona que no resista a los criterios mínimos para los extranjeros residentes que permanezca en la Tierra de Israel, del mismo modo que no sería correcto traer a casa a un inquilino que tenga una mala influencia para la familia que vive en ella, “Ellos no se asentarán en tu tierra, no sea que os lleven a pecar contra Mí”.16

En mérito de Rabí Shimón

Para terminar, mencionaremos que LagBaomer corresponde a hod shevehod, “reconocimiento dentro de reconocimiento.” En sus enseñanzas, Rabi Shimón Bar Iojai (Rashbi), combinó la brillante luz de la dimensión interior de la Torá, que abre la puerta a los mundos superiores, junto con un amor ardiente por todos los judíos. De hecho, se le permitió salir de su cueva sólo después de que hubo aprendido a amar a cada judío. Desde una perspectiva diferente, Rashbi representa una asertividad intransigente hacia los enemigos del pueblo judío (por lo cual al principio tuvo que escapar a la cueva). Esto nos enseña que la asertividad contra el enemigo se deriva únicamente de los incentivos puros y positivos: “Los amantes de Dios, odian el mal”.17

NOTAS

1 Véase Iomá 11b; al caminar avanzamos primero la pierna derecha.

2 Génesis 12:1.

3 Isaías 1:26-27.

4 Deuteronomio 11:12.

5 Véase SeferJasidim pág. 59; SeferShneiLujotHabrit, El Portal de las Letras, Letra Kuf, La Santidad de la Tierra de Israel.

6 Véase la interpretación de Najmánides en Levítico 18:25.

7 Samuel I 15:29.

8 Isaías 42:5. Ver también Ketubot 111a, que la resurrección de los muertos está particularmente relacionado con la Tierra de Israel.

9 Deuteronomio18:13.

10 60b Berajot.

11 Números 33:55.

12 Maimónides, Leyes de Reyes 6:1-5.

13 Véase Maimónides, Leyes de la Idolatría, cap. 10; Leyes de Relaciones Prohibidas 14:7-8; Leyes de Reyes, 6:1, 10-11.

14 Enumerados en Maimónides, Leyes de Reyes cap. 9.

15 Levítico 25:35; Maimónides Leyes de la Idolatría 10:2; Najmánides, Observaciones sobre el SeferHamitzvot, adicional a los Preceptos positivos 17.

16 Éxodo 23:33.

17 Salmos 97:10.

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