SALIR DE LA TIERRA DE ISRAEL

Los Patriarcas y la Tierra de Israel

Una visión jasídica sobre las porciones de la Torá de Vaietze y Vaishlaj

El Rebe de Lubavitch habló muchas veces de la prohibición de salir de la tierra de Israel. En las porciones de la Torá de Vaietze y Vaishlaj, leemos acerca de cómo, “Iaacov salió de Beer Sheba y fue a Jarán”[1] y posteriormente regresó, “Iaacov regresó sano y salvo a la ciudad de Shejem”.[2] Entre tanto, pasó 20 años trabajando, 14 de ellos para sus esposas y 6 más para crear su riqueza.

En una declaración relevante, Maimónides escribe:[3] “Está prohibido abandonar la tierra de Israel, en ningún momento, excepto con el propósito de estudiar Torá o casarse o para salvar [el dinero propio] de los no judíos. Luego debe regresar a la Tierra. Uno puede partir hacia el comercio. Sin embargo, uno no puede residir [permanentemente] fuera de la Tierra a menos que haya hambruna…. Aunque puede estar permitido abandonar [la Tierra], hacerlo no sería una conducta altruista. Porque vemos que Majlon y Kilion, dos de los grandes [líderes comunitarios] de su generación, se fueron sólo debido a los considerables problemas que había entonces y, sin embargo, perecieron”.

En palabras de Maimónides encontramos 5 razones válidas para abandonar la tierra de Israel: 1) estudiar Torá; 2) casarse; 3) salvar sus bienes de las naciones.[4] Con todo esto, la advertencia es que uno debería regresar a la Tierra. 4) Para el comercio, y una vez más esto está condicionado a la intención de regresar (como es costumbre de los comerciantes); y 5) debido a una hambruna, entonces se permite salir para habitar fuera de la Tierra y no sólo salir por un corto tiempo, sino incluso desarraigarse de la propia vivienda. Aun así, la conducta altruista (Midat Jasidut) requiere que uno se abstenga de ello. De hecho, por partir en tiempos de hambruna, Majlon y Kilion (como se relata en el libro de Rut) fueron condenados a perecer (como en la palabra hebrea “Kilion”, que significa destrucción).

De acuerdo con la sabiduría interior de la Torá, somos impulsados a corresponder estas cinco razones válidas para abandonar la tierra de Israel con las sefirot y su representación en el Nombre esencial de Dios, Havaiá, de la siguiente manera:

RazónSefiráParte de HavaiaDescripción
  Estudiar Torá    Sabiduría  iud  “La Torá surge de la sabiduría”[5]  
  Salvar las posesiones por medios legales      Entendimiento    Hei  “desde el [el entendimiento] surgen los juicios”[6]  
  Casarse con una mujer  Conocimiento   “Adam conoció a su esposa Eva”[7] y el propósito del matrimonio es tener descendencia que cumpla la meta de “el mundo será lleno del conocimiento de Dios”[8]
    Para el comercio  Las facultades emotivas (de bondad hasta fundamento)    Vavel comercio sirve para recoger las chispas de santidad que han caído a lugares lejanos con la rotura de los recipientes de las facultades emotivas
    Debido al hambre    Reinado    Heiel hambre constituye un riesgo mortal y “sus pies [del reinado] descienden hasta la muerte”[9], descendiendo incluso hasta el punto de abandonar la Tierra.

Respecto a la salida para el comercio agregamos que las naciones de Canaán – cuyo significado en hebreo es “un mercader” – corresponde a las facultades emotivas.[10]

Los Patriarcas

Los tres patriarcas exhiben tres enfoques distintos para abandonar la Tierra. Iaacov se fue por dos razones. La primera, para salvarse de Esav (como dijo Rivka su madre “levántate y huye”[11]), aunque este motivo no se menciona en la halajá podemos decir que simplemente, está permitido salir de un lugar de peligro para su vida. La segunda razón fue casarse (según las instrucciones de su padre Itzjak[12]). Sin embargo, por estas dos razones, los primeros 14 años, durante los cuales trabajó para Labán como pago por Rajel y Leá, fueron tiempo suficiente. Por lo tanto, los últimos seis años que trabajó para Labán le fueron permitidos debido al comercio. Desde la perspectiva de la dimensión interna de la Torá, a Iaacov se le permitió irse para estudiar Torá. Iaacov es considerado el alma arquetípica del pilar de la Torá, “aquel que habita en las tiendas”.[13]

Aunque ya había pasado 14 años en las academias de Shem y Ever, en Harán, donde vivió bajo la presión de la impureza y dificultades impuestas por la casa de Labán, él ameritó aprender, “la Torá que aprendí con ira – esto es lo que me sostuvo”.[14] Harán representa la ira de Dios (חרון אף)[15] tal como se revela en este mundo, el mundo de la acción sobre el cual está dicho “…incluso, yo lo he hecho” (אף עשיתיו).[16] Iaacov alcanzó este estado al continuar aprendiendo bajo la presión de la impureza del hogar de Labán. La Torá estudiada bajo presión incluye el Talmud babilónico, descrito homiléticamente como: “Él [Dios] me puso en oscuridad”.[17] Y, sin embargo, el Talmud babilónico, aunque fue escrito fuera de la tierra de Israel, es superior en algunos aspectos al Talmud de Jerusalén, ya que dictaminamos según el primero sobre el segundo. Cuando Iaacov regresó a la Tierra de Israel, ascendió a un nivel superior, similar a cómo el Talmud afirma que un sabio talmúdico de Babilonia, cuando hace aliá a la tierra de Israel, tiene el peso de dos sabios de la tierra de Israel.[18]

El viaje de Abraham a Egipto

Abraham salió de la tierra de Israel hacia Egipto debido al hambre. Aunque, como vimos, esta es una razón legítima, todavía es difícil de entender, ya que no es altruista (midat Jasidut) hacerlo. Dado que Abraham es considerado el epítome del altruismo y la bondad, ¡no esperaríamos que actuara de esta manera! Sin embargo, dado que la hambruna se considera una de las diez pruebas que Abraham enfrentó en su vida y las superó todas,[19] se deduce que actuó correctamente al partir hacia Egipto. Además, los sabios aprendieron de las acciones de Abraham que: “Cuando haya hambre en la ciudad, dispersa tus pies”, es decir, huye.[20]

El Maharsha responde que la hambruna en la época de Abraham ponía en peligro la vida. Sin embargo, el Zohar[21] aporta una razón diferente. Explica que Abraham pudo abandonar la tierra de Israel porque la santidad de la tierra aún no estaba completa. Dios le había dicho a Abraham: “A tus hijos les daré esta tierra”. De esto entendió que aún no estaba completo en su santidad. Rabi Levi Itzjak de Berditchev explica que todo estaba incluido en la orden: “Ve por tí a la tierra que te mostraré”.[22] La orden no era explícitamente ir a la tierra de Canaán,[23] sino más bien a esa tierra, “por la cual tendréis un motivo para ir”. La hambruna fue entonces una razón, desde Dios, para enviar a Abraham a Egipto (y por supuesto, todo esto fue sólo antes de que se completara la santidad de la Tierra, según la explicación del Zohar).[24]

Sin embargo, Najmánides escribe[25] que Abraham pecó cuando descendió a Egipto, y así nos dice el Zohar,[26]

Rabí Yehuda dijo: Ven a ver. Desde que Abraham bajó a Egipto sin permiso, sus hijos fueron esclavizados en Egipto durante 400 años; como está escrito, “Abraham descendió a Egipto”[27] y no está escrito, “Desciende a Egipto”.

Hay quienes cuestionan la opinión de Najmánides.[28] Y seguramente Najmánides admite que Abraham pasó todas las pruebas. Sin embargo, aparentemente Najmánides argumentaría que “no hay una persona justa en el mundo que haga el bien y no peque”,[29] cuyo significado es que incluso cuando se hace el bien y se actúa correctamente, todavía hay un indicio de incorrección[30] y el Todopoderoso juzga al justo hasta la anchura de un cabello.”[31] Así que a pesar de que Abraham pasó la prueba y no cuestionó las acciones de Dios (y como sabemos, cada prueba es en esencia una prueba en fe[32]) al provocar el hambre justo cuando cumplió el mandamiento de ir de Harán a la tierra de Israel[33], hubo cierta mancha en la partida de Abraham hacia Egipto. Sin embargo, el resultado de sus acciones fue considerable porque una pequeña imperfección encontrada por el padre acarrea duras consecuencias para los hijos. Ahora podemos entender por qué fueron necesarias diez pruebas. Aunque Abraham las pasó todas, siempre hubo alguna imperfección, que el acusador podía imputarle, hasta la décima y última prueba que Abraham soportó sin mácula alguna cumpliendo el versículo: “Tú eres completamente hermosa, mi novia, y no tienes mancha.”[34] Es con este fin que los sabios enseñaron,

El Todopoderoso le dijo a Abraham: “Te he puesto a prueba con muchas pruebas y las pasaste todas. Ahora resiste por mí esta prueba, para que no digan que las primeras no tienen contenido”[35].

Al final, Abraham regresó rápidamente a la Tierra, cuando el Faraón lo despidió. Podemos decir que, si Faraón sintió, “vio en las estrellas”, que Abraham estaba manchado por estar fuera de la Tierra y debía regresar inmediatamente, ciertamente el mismo Abraham se sintió así.

Itzjak

Itzjak nunca abandonó la Tierra, ya que era un “sacrificio perfecto”, aunque según la letra de la ley se le permitía salir debido al hambre o casarse. Sin embargo, durante la hambruna, Dios le ordenó: “no desciendas a Egipto”.[36] Además, Abraham advirtió a su siervo Eliezer (a quien envió en una misión para encontrar una esposa para Itzjak) que no sacara a Itzjak de la tierra de Israel, incluso si no encontrara su pareja ideal. Desde la perspectiva de la dimensión interna de la Torá, lo que esto nos enseña es que a veces salir de la Tierra de Israel es necesario para revelar la “luz circundante” (makifim) de una persona, las dos dimensiones superiores del alma, jaia y iejida; pero Itzjak, cuando entregó su vida en la Akeidá (y se transformó en una olá temimá), ya adquirió estos niveles de su alma.

De hecho, sabiendo esto, podemos entender lo que Iaacov ganó durante sus años fuera de la tierra de Israel. Iaacov estuvo en la casa de Labán durante 20 años y al final de su vida pasó 17 años en Egipto. Por lo tanto, estuvo fuera de la Tierra por un total de 37 años, el valor mismo de la parte más elevada de las luces circundantes del alma, la iejidá (יחידה). Estos 37 años equivalen a la edad de Itzjak en la Akeidá; y, desde entonces, se le prohibió salir de la Tierra.

Casarse con una mujer en la tierra de Israel

Itzjak tuvo una sola esposa, a diferencia de Abraham que se casó con Hagar su sierva, y Iaacov que se casó con Rajel y Leá (y Bilha y Zilpa). Esto también está relacionado, de manera especial, con el secreto de la Tierra de Israel. Vivir en la tierra de Israel es el significado secreto detrás de la unión entre un hombre y una mujer, como el profeta describe vivir en la tierra con el símil, “como un joven se casara con una joven, así tus hijos serán contigo. “[37] En el extremo opuesto, practicar la idolatría en la tierra de Israel se compara con el adulterio. Así, alguien que está tan conectado con la Tierra como Itzjak puede casarse con una sola mujer: “Una es ella, mi paloma, mi perfecta.”[38] La conexión especial entre Itzjak y la tierra de Israel también se demuestra numéricamente, ya que “la tierra de Israel” (ארץ ישראל) es igual a 4 veces “Itzjak” (יצחק).


[1] Génesis 28:10

[2] Ibid. 33:18

[3] Hiljot Melajim 5:9

[4] La fuente de esta tercera licencia está en Eruvin 47a y Avodá Zará 13a.

[5] Zohar II 121a

[6] Zohar II 175b

[7] Génesis 4:1

[8] Isaias 11:9

[9] Proverbios 5:5

[10] Tratado de Pesajim 40

[11] Génesis 27:43

[12] Génesis 28:2

[13] Génesis 25:27

[14] Ialkut Shimoni Eclesiastés תתקסח?…ver nota al pie 9 en hebreo

[15]Rashi a Génesis 11:32

[16] Isaias 43:7

[17] Eijá 5:3, Tratado de Sanhedrín 24

[18] Tratado de Ketubot 75

[19] Pirkei Avot 5:3. Todas las explicaciones cuentan esta prueba de la hambruna como una de las diez pruebas

[20] Tratado de Bava Kama 60

[21] Zohar ח”א 91,1

[22] Génesis 12:1

[23] …Ver nota al pie de página 18 en hebreo

[24] …Ver nota al pie de página hebrea 19

[25] Ramban, Génesis 12:1… citado en la nota 20 al pie de página en hebreo

[26] Zohar ח”א 91,2

[27] Génesis 12:10

[28] …Ver nota al pie de página 22 en hebreo

[29] Eclesiastés 7:20

[30] Como las palabras del Ba’al Shem Tov…ver nota al pie 24 en hebreo

[31] Tratado de Ievamot 121

[32] …Ver nota al pie de página 26 en hebreo.

[33] Rashi a Génesis 12:10

[34] Cantar de los Cantares 4:7

[35] Tratado de Sanhedrín 89

[36] Génesis 26:2

[37] Isaías 62:5

[38] Cantar de los Cantares 6:9

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