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Generalmente asociamos el concepto de “arrepentimiento” con un retorno personal a la observancia religiosa. A alguien que nunca se le enseñó acerca de Dios y el judaísmo y, en algún momento de su vida descubrió sus raíces judías y se embarcó en una vida de cumplimiento de mitzvot y santidad. También hay familias enteras que han vuelto a la práctica religiosa e incluso comunidades enteras. Sin embargo, este regreso no parece tener nada que ver con la nación en su conjunto. Nos hemos acostumbrado al dominio público como un lugar desprovisto de toda observancia religiosa. El gobierno, la municipalidad, la Kneset y los diversos ministerios del gobierno parecen ser lugares donde reina el secularismo, donde solo hay palabras para honrar las raíces judías de Israel.

La verdad, sin embargo, es que la Torá no se aplica únicamente al dominio privado, al individuo, su hogar y su cocina. Tiene un alcance más allá de su sinagoga o sus encuentros personales. La Torá se aplica al dominio público. Se aplica al gobierno, a la imposición de la ley, el bienestar de la sociedad, la economía, las relaciones exteriores, la seguridad y más. ¿Estamos preparados para llevar la Torá al dominio público? ¿O insistimos en encerrarlo en nuestros hogares y pequeñas comunidades?

Es hora de refrescar y ampliar el concepto de regresar a la observancia. No basta hablar de arrepentimiento y retorno personal, de muchos judíos que en privado redescubren su herencia. Volver a Dios en el dominio público es nuestro próximo desafío. Debemos admitir que establecimos un estado como todas las demás naciones, apenas mencionamos a Dios. Ahora es el momento de pedirle perdón a Dios y mostrarle que genuinamente deseamos regresar a Él como sociedad. Deseamos reinventar la forma en que se dirige nuestro país para que refleje nuestra herencia judía, deseamos crear un dominio público que se comporte de acuerdo con la Torá.

¿Quién liderará esta revolución? A menudo, una persona que creció en un ambiente religioso no tiene la audacia necesaria para pensar de manera diferente y cambiar el enfoque. Sin embargo, una persona que haya experimentado personalmente el regreso a la observancia, una persona que creció en el mundo secular que se consideraba a sí mismo simplemente un ciudadano del estado o incluso del mundo, y que finalmente descubrió la gran luz de la Torá, puede liderar la siguiente etapa. Puede guiar a la nación a través de la transición del arrepentimiento personal al arrepentimiento nacional. Puede conectar el mundo con su Creador y dirigir el estado por medio de la Torá.

Es muy posible que aquellas personas que regresaron personalmente a sus raíces judías tengan un papel importante en llevar a la Nación y al mundo a un gran retorno público que traerá la redención.

Imagen de Yael Shilo יעל שילה – נוצר על־ידי מעלה היצירה, CC BY 3.0,

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