Pregunta:
Un estudiante de Jerusalén que se inscribió en nuestro programa ‘Jabad en el campus’ pidió unir también a un conocido suyo, un estudiante gentil suizo muy interesado en el judaísmo.
En otro caso, un estudiante que se unió al programa preguntó si una amiga de su universidad, una estudiante árabe, también podría unirse al estudio. Según él, ella se identifica mucho con el pueblo de Israel [y no le gusta el comportamiento de los árabes para con Israel] y está muy interesada en aprender Torá y judaísmo.
¿Cómo debo responder a estas solicitudes?
Respuesta:
En tales casos, es útil invitar a los estudiantes no judíos a una conversación introductoria en profundidad.
Si después de la conversación la sensación es que existe un deseo real y honesto de aprender y acercarse al judaísmo y efectivamente existe una posibilidad práctica de hacerlo, puedes invitarlos a participar en la actividad.
Hay un aspecto de tu actividad en el que debes ser como jueces de conversión, conocer en profundidad al candidato y comprender su alma.