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Queridos amigos,
*SHABAT HAGADOL, TZAV Y PESAJ*
*Queridos amigos,*
La ciencia moderna ha traído muchas bendiciones a la humanidad. Además del diluvio de conocimiento y sabiduría abierto a todo aquel que desee adquirirlos, la ciencia ha generado una tecnología sofisticada que ha ido evolucionando y transformando el mundo: en transporte, comunicaciones, medicina, agricultura, y más. Sin embargo, este desarrollo tecnológico y científico ha tenido un alto costo: se ha entrelazado con el rechazo a la fe y el abandono de la tradición. La admiración por el Creador ha sido reemplazada por la adoración a la ciencia, la tecnología y sus representantes: profesores, investigadores, ingenieros, inventores, etc. En esencia, la cultura moderna adora al ser humano en lugar de al Creador.
Esta descripción encaja perfectamente con las enseñanzas de la Torá sobre la cultura egipcia. Los egipcios construyeron pirámides colosales con técnicas asombrosas que hoy desconocemos; en Egipto hubo sabios con una inmensa erudición y habilidades extraordinarias; el Faraón negó a Di-s al declarar *”No conozco a Hashem”* (Éxodo 5:2), probablemente debido al éxito, la sabiduría y la tecnología que poseía. Más adelante, el profeta Ezequiel pone en boca del Faraón las palabras: *”Mi río es mío, yo me lo he hecho”* (Ezequiel 29:3), reflejando a un hombre que se crea a sí mismo y, por tanto, se adora a sí mismo.
Así, el Éxodo de Egipto representa la liberación y redención de esta cultura que sofoca la fe en Di-s. Pero la perspectiva cabalística, que describe el proceso divino e interno que ocurrió paralelamente a los eventos del Éxodo, añade una dimensión crucial a esta redención. El Arizal (Rabí Itzjak Luria) —cuyas enseñanzas fueron ampliadas en los textos jasídicos— explica que durante el exilio en Egipto, el *”Zeir Anpin”* (el “Rostro Pequeño”, que simboliza las emociones y cualidades del corazón) estaba oculto dentro de *”Ima”* (la *sefirá* de *Biná*, el intelecto desarrollado). En la salida de Egipto, se reveló *Kéter* (la *sefirá* más elevada, que trasciende el intelecto), permitiendo el “nacimiento” y la manifestación del *Zeir Anpin*.
¿Qué implican estas ideas para la corrección de la ciencia y el cientificismo?
De las palabras del Arizal se desprende que una cultura científica y tecnológica avanzada, que idolatra sus propias capacidades y sabiduría, encierra el mundo emocional y lo silencia. La adoración del intelecto y el conocimiento reprime los sentimientos humanos y obliga a todos a ser “racionales”, analíticos y eficientes. La redención de Egipto ocurre al revelar lo que está más allá de la naturaleza y del intelecto que la comprende (como *Kéter*). Los milagros demuestran que el Creador no está sujeto a las leyes que Él mismo estableció y puede alterarlas a Su voluntad.
Liberarse de las cadenas del intelecto hacia la fe en Di-s también libera las emociones, las experiencias humanas simples e infantiles, pues frente al Infinito, todos somos como niños pequeños. Como dice el *Tania*: *”Ante el Santo, bendito sea, que está más allá de la razón y el conocimiento, todos somos como ingenuos…”*. La fe permite la oración, el amor, el temor, el arrepentimiento, la confianza y otras experiencias humanas que la cultura científica margina.
De hecho, la liberación y revelación de la dimensión emocional y humana también corrige a la ciencia misma. Reconocer el factor humano permite considerar sus sesgos y manejarlo adecuadamente, algo imposible cuando se oculta bajo una falsa objetividad.
Este concepto se refleja vívidamente en el Seder de Pésaj. Los protagonistas de la noche son los niños, y en cierto sentido, todos nos convertimos en niños esa noche. Como dice la Hagadá: *”Aunque todos seamos sabios, entendidos y conocedores de la Torá, igual estamos obligados a narrar el Éxodo.”* El relato apela al niño dentro de nosotros, a la emoción pura y simple, y habla su lenguaje. *”Zeir Anpin”* significa “pequeño” o “joven”: la niñez interior es redimida y renace en el Éxodo.
En síntesis: La verdadera libertad —la *”libertad eterna”*— no es solo física, sino la liberación del intelecto auto-idolatrado para abrazar la fe, lo trascendente y lo emocional. La ciencia, cuando se somete a la humildad ante el Creador, puede ser una herramienta de santidad; pero cuando se erige como ídolo, se convierte en un nuevo Egipto. Pésaj nos recuerda que la redención llega cuando reconocemos que, ante Di-s, somos como niños necesitados de Su luz.
*¡Shabat Shalom!*
*Pesaj Casher Y Alegre*
*RABINO JAIM FRIM Y EL EQUIPO DE GAL EINAI EN ESPAÑOL
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*PARASHÁ VAIKRÁ:*
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*PESAJ*
Para vivir el tiempo de la liberación.
*VIDEOS Y CURSOS TZAV – HAGADOL – PESAJ*
*EL HIJO PERDIDO*
Cada año, nos reunimos en la mesa del seder con cuatro hijos: “uno sabio, uno malvado, uno simple y uno que no sabe preguntar”. Este cuarteto es ciertamente diverso, pero aún debemos preguntarnos: ¿Qué hijos (e hijas) todavía no están incluidos?
*TANIA EL PRINCIPIO MÍSTICO DE LOS SACRIFICIOS*
el principio místico de los sacrificios [ofrecidos] sobre el Altar es sabido del santo Zohar y del AríZal: Ellos son el nivel de la elevación de máin nukvín que derivan del Alma Animal, [quien recibe su fuerza vital] de kelipat noga, a la raíz y fuente de ellas, es decir, las formas de los cuatro Animales de la Carroza Celestial que sostienen el Trono…
*PESAJ LIBERTAD ETERNA*
Una vez aprendimos[1]que en cada festividad las letras de la palabra “Jag” (festividad) son acrónimos de diferentes conceptos:
- En la festividad de Matzot, (בחג המצות) Jag representa Jemla Gdolá (חמלה גדולה) gran compasión”[2](con la que Hashem nos sacó de Egipto)
- En Shavuot, la festividad de las Semanas, Jag representa Jemdá Gnuzá (חמדה גנוזה) “Tesoro Oculto”[3] (la Torá que Hashem nos entregó)
- y en la festividad de Sucot, la festividad de las Cabañas, Jag representa Jerev Gaavá (חרב גאוה) “la espada del orgullo” [4](una alusión al lulav).
*LA CUENTA DEL OMER*
El domingo a la noche, el segundo día de Pesaj comenzamos con el refinamiento de las emociones con la cuenta del Omer:
*LAS CUATRO PREGUNTAS*
Mediante la pregunta que surge desde la propia persona, desde su intelecto, así como un hijo pregunta sobre el cambio que observa, así también todo el pueblo judío, que alcanza un nivel elevado de repente, no gradualmente, lo cual es un gran cambio – a través de esto preguntarán e investigarán hasta que la luz llegue a los atributos y al intelecto.
*RABI ABRAHAM DE SADIGURA*
El Rebe Avraham Yaakov de Sadigura (su iohrzait es el 5 de Nisán, el jueves antes de Shabat HaGadol, este año 2025) solía contar esta historia en la noche de bedikat jametz, cuando buscamos el jametz en la noche anterior a Pésaj:
*LOS HIJOS DE LA HAGADÁ*
El hijo perdido
El Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendel Schneersohn, fue el primero en llamar nuestra atención sobre un hijo que no se menciona en la Hagadá.[1] Hay un “quinto hijo”, explicó – aquél que, por el momento, está perdido para el judaísmo. Este hijo está tan alejado, que no tiene ningún interés en asistir al Seder, y puede que ni siquiera sepa de su existencia.
*MELAVE MALKA TZAV Y PESAJ*
*RABI ARIE LEVIN Y EL REBE*
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