En segundo lugar, en hebreo “ojo” se dice ain. La letra ain siempre alude a la letra alef incluida en ella (debido tanto a la similitud fonética de ambas letras como a su razón numérica 1:70). La esencia interna del ojo es ain (nada) (con la letra alef reemplazando a la ain), la “nada” Divina que es una permutación de la palabra ani, “yo”. Así como en inglés la palabra “yo” (I) y ojo (eye) suenan igual, en hebreo hay una muy cercana relación entre las palabras ani, “yo” y ain “ojo”. Encontramos en la Biblia que Di-s tiene siete ojos (Zacarías 4:10), pero obviamente no debe esto ser tomado en forma literal, sino que claramente contiene un secreto.
En Su Providencia, Di-s domina y juzga a la creación desde siete perspectivas (correspondiente a los siete atributos del corazón). Así como tiene siete “ojos”, así El se revela en esta sección de Isaias con siete “yo”, y al meditar sobre ella, nos volvemos más involucrados con el secreto del número siete que con el tres.