Atribuida a Iaacov Avinu
Esta melodía solía cantar Iaacov Avinu cuando pastoreaba las ovejas,
y con él derramaba su alma ante su Creador
Interpreta Mordejai Brodski en violín
Rabí Israel Baal Shem Tov deseó toda su vida recordar la melodía de Iaakov Avinu y no lo lograba. Y así les relató a sus estudiantes el significado de la melodía: “Una melodía agradable al oído y dulce para el alma oí en mi primera encarnación, cuando era un cordero en el rebaño de Iaacov Avinu.
Esta melodía solía cantar Iaacov Avinu cuando pastoreaba las ovejas, y con él derramaba su alma ante su Creador, a punto tal que HaKadosh Baruj Hu escuchó su pedido de bendecir a su rebaño. Recibí de mi maestro que también con esta melodía Iaacov envió a sus hijos a Iosef en Egipto, como está escrito (Génesis 43:1) “Y les dijo Israel su padre: ‘Por tanto así harán, lleven con ustedes los productos preciados de la tierra”. זמרת zameret, “los productos distintivos…”, como זמר, zemer, “melodía”.
Continuó el Baal Shem Tov y dijo: “Sólo una vez más pude escuchar de nuevo esta melodía, cuando pasé junto a un pastor que la entonaba delante de sus ovejas. Cuando oí esto casi me volví de nuevo un cordero”… Y cuando el Baal Shem Tov quiso emigrar a la Tierra Sagrada dijo: “Es posible que amerite oír el mismo nigún de las “melodías de la Tierra”, y cuando lo aprenda perfectamente y lo sepa no lo volveré a olvidar. Y cuando se difunda esta melodía entre todo el mundo vendrá la redención”. … La fuente de la historia no es conocida, y las notas del nigún provienen del tratado “Anales”, del libro “Daat Kedoshim” del Gaon Hakadosh de Buchach. (tomado de la revista Kfar Jabad, Volumen 844)