El secreto detrás de la prohibición de la carne y la leche
La Torá permite comer carne, también permite beber leche. ¿Por qué combinar los dos juntos se convierte en algo prohibido? Una visión fascinante de los motivos de la prohibición de la carne y la leche desde lo literal hasta los secretos de la enseñanza del Jasidut.
La fuente de la prohibición de la carne y la leche se encuentra en los versículos de la Torá que se han dicho tres veces: “No cocinarás un cabrito en la leche de su madre”, de los cuales los sabios explicaron que la prohibición de la carne y la leche es de cocinar, comer y tener provecho.
Nuestros sabios de bendita memoria también decretaron sobre la carne de pollo, y también establecieron una serie de cuidados que hay que tener respecto a la carne y la leche, como se explica en detalle en el Shulján Aruj.
Y debe dilucidarse y aclararse, a la luz de esta mitzvá, que aunque está a un nivel de ‘ley’, jok, y un ‘decreto de la Torá’, por encima del alcance del intelecto de la persona y debe ser observado, por supuesto, debido a que es un mandamiento de Di-s, pero sin embargo los comentaristas escribieron un pequeño motivo del asunto:
No seas cruel…
Una de las razones mencionadas por los comentaristas es refinar las cualidades del ser humano y alejarnos del atributo de crueldad.
Así también el Rashbam escribió “la modalidad de las cabras es dar a luz dos cabritos juntos, y acostumbraban a sacrificar una de ellos, y por el hecho de que la mayor parte de la leche era de cabra, lo solían cocinar en su leche materna. Y según está escrito lo presente, y es algo reprobable para la persona y tragar y tener apetito de comer leche materna con sus hijos…”
Y de la misma manera escribe el rabino Abraham Ibn Ezra: “Y no necesitamos preguntarnos cuál es el sentido de su prohibición, porque ha desaparecido de los ojos de los sabios. Quizás fue que es una crueldad del corazón cocinar al cabrito con la leche de su madre…” Y en el mismo el Rambán y otros comentaristas escribieron que es el motivo es por la crueldad.
Y el Rebe HaRaiatz, Rabi Iosef Itzjak de Lubavitch escribe en una de sus epístolas: “Que el asunto de esta mitzvá es mantenerse alejado de los refinamientos y placeres materiales, incluso en las cosas permitidas por sí mismos (como la carne y la leche, cada una de las cuales está permitida por sí misma)”.
Y aunque ostensiblemente se trata de cocinar después de la muerte del cabrito, y no parecería haber crueldad alguna, sin embargo se trata de la crueldad de la psique humana, que se acostumbra a actuar con cierto grado de crueldad.
¡Cuidado con el sufrimiento del judío!
Y de esto, explica el Rebe en varios de sus discursos, aprendemos una enseñanza en el servicio a Dios:
“Qué cuidado se debe tener con todo tipo de precauciones para no causar dolor a otro judío”. Porque si la Torá se preocupó tanto por los animales, más todavía por las personas, y especialmente por los judíos, el pueblo elegido, como está escrito: “nos elegiste de entre todos los pueblos”, cuánto más”.
Y agrega: “Vemos que debido a alguna crueldad en comer un cabrito en la leche de su madre y sacar provecho de ello, la Torá prohibió no solo “un cabrito en la leche de su madre”, sino también toda carne en leche, y no solo en la comida y el provecho, sino también cocinarlo, para evitar actos que pudieran llevarnos a la crueldad, Dios lo prohíba. Por otro lado, aprendemos cuán preciado es amar a la humanidad en general, y el amor de Israel, por ser “ustedes son hijos del Hashem tu Dios”, con mayor razón”.
- Guía de los Perplejos de Maimónides Parte III Capítulo 48. Continuación Samej Vov, Discurso Festividad de Shavuot.
- Or HaTorá Parshá Ajarei Mot 92.
- El libro Recopilaciones del Tzemaj Tzedek, Tema Cocción.
- Cartas al Rebe Raiatz (parte 2 pág 521).
- Likutei Levi Itzjak, Comentarios sobre el Zohar Parashat Mishpatim. Torat Menajem Discurso Ki Tetzé 5744
- Tiferet Levi Itzjak, Parte II, apartado 105
- Likutei Sijot, Vol. 16, Parashat Mishpatim y Ki Tisá.
Nuestras festividades no son como sus festividades
Maimónides aporta a la prohibición de carne y leche otro motivo, que es alejarse de todo lo que tenga un “olor a avodá zará, idolatría”, la Torá nos lo prohibió porque como esta era la práctica de la idolatría y la celebración de sus fiestas, las nuestras no son como las de ellos.
Evitar que las cáscaras impuras se alimenten de lo sagrado.
En el Zohar y otras fuentes en la Cabalá y el Jasidut se trae otro motivo, que las “cabras” son las fuerzas de la klipá, la cascara de la impureza, y vienen a mamar de la santidad, en el nivel de maljut del mundo de Atzilut, y esto es una cuestión de “la leche de su madre”. Esto también está implícito en el hecho de que gdi, cabrito tiene las mismas letras de gid, “tendón”, que alude la cuestión de la santidad y el cuidado del pacto.
Hay mezcla y hay mezcla…
El Sefer Hajinuj, “Libro de la Educación” resalta algo diferente en esta prohibición, que hay algunos preceptos negativos, de “no hacer”, que la Torá estableció por la mezcla que hay en ellos, y además esta prohibición es precisamente por la mezcla de carne y leche juntas.
Y la profundidad del asunto en esto, se cita en Likutei Levi Itzjak (del gaón y rabino jasid cabalística Levi Itzjak) y se explica en detalle por (su hijo) el Rebe, y este es el contenido de las palabras:
Según la Cabalá, la leche es jesed-bondad y la carne guevurá-rigor. El orden de la creación es de forma de separación de jasadim y guevurot. Las bondades por sí mismas y las guevurot por sí mismas, y no deben mezclarse, porque se confunde el orden de la creación, no solo en este mundo, sino en todo el orden de descendencia de los mundos.
Pero aparentemente hay una contradicción, porque sabemos que la conexión de la bondad y el rigor es algo bueno y deseable, y hay una virtud maravillosa en ello, hacer ‘la paz’ entre los opuestos, e incluso en la santidad, como el asunto de la inclusión de las sefirot en el conteo del Omer.
Y la explicación de esto es: en la mezcla y la interinclusión hay dos cosas hay (en general) dos formas: una especie con su especie, que es un asunto bueno y deseable, y una especie con algo que no es su propia especie, que es un asunto indeseable.
Una mezcla de atributos y asuntos de santidad, esto es algo deseable, ya que están anulados a Di-s, y por lo tanto, los atributos opuestos tampoco están en oposición real entre sí, ya que tanto la “bondad” como el “rigor” son atributos Divinos, que están en un estado de anulación a la Voluntad del Creador.
Por el contrario, una mezcla de los asuntos terrenales es de una especie con otra que no es su especie, ya que el mundo se encuentra en un estado de “existencia”, donde están firmes el ego y la separación están con toda su fuerza, y cada atributo en el mundo está con toda su fuerza, y su mezcla lleva a la controversia y la separación.
(Y hay diferentes modos de interinclusión en esto, por lo que hay diferentes prohibiciones, como shatnetz, lana y lino e híbridos y similares, cada uno de los cuales tiene diferentes limitaciones y definiciones, y no es el espacio aquí para extenderse).
Y dado que la carne y la leche simbolizan los atributos de jesed-bondad y el guevurá-rigor tal como se manifiestan en la realidad material, conectarse es algo negativo y prohibido.
De esto podemos entender el motivo interior de que nuestro antepasado Abraham les dio a los ángeles carne y leche, ya que en lo Alto, del lado de la revelación de la luz Divina, estas cualidades se pueden combinar entre sí, y por lo tanto a los ángeles se les permitió esta mezcla.
Por esta razón, esta prohibición será anulada en el futuro por venir (como escribe Rabeinu BeJaie), porque verán de manera revelada cómo toda la realidad física y material es la palabra de Dios, y la conexión entre las virtudes simbolizadas en la carne y la leche será en una forma anulación y santidad.