El trabajo de Itzjak era complementario del de su padre, Abraham, cuyo servicio y rectificación era traer luz directa desde Di-s en lo alto hacia el mundo abajo. Su principal ocupación era traer huéspedes a su casa, donde les enseñaba a amar a Di-s. Abraham proyectaba luz a sus invitados, que eran como estudiantes sentados a los pies de su maestro. El maestro proyecta luz directa, desde arriba hacia abajo a sus estudiantes. Este servicio, realizado desde arriba hacia abajo es llamado or iashar, “luz directa”.
El servicio y rectificación de Itzjak su hijo complementaba al del padre actuando en dirección opuesta, de abajo hacia arriba. Al cavar los pozos revelaba la luz oculta simbolizada por las aguas vivientes, que previamente habían sido atrapadas en el reino material inferior. Con sus herramientas rompía las corazas, las cáscaras físicas revelando la luz encubierta desde abajo hacia arriba. Este servicio se llama or jozer, “luz de retorno”.
Esta es la labor del tzadik oculto que inspira a la gente para estimular su amor y temor a Di-s, aunque no conscientemente. Al cavar los pozos, Itzjak proyectaba su energía positiva hacia los corazones de la gente, causando que experimenten un inexplicable estímulo por conocer y amar a Di-s.
Los Tres Manantiales
Los primeros manantiales que excavó Itzjak son los que habían sido cavados por Abraham y vueltos a tapar por los Filisteos. Estos pudieron sellarlos exitosamente porque la tarea esencial, el servicio Divino de Abraham no era cavar pozos. Pero cuando Itzjak concretó su propio servicio Divino, la reapertura de los manantiales de su padre, los Filisteos ya no tenían poder para cerrarlos.
Al finalizar esta tarea, Itzjak se dedicó a abrir otros tres manantiales propios. Los primeros dos crearon una controversia por su propiedad. Por eso Itzjak llamó al primero Esek, que significa “conflicto” y al segundo Sitná, que significa “odio”. Finalmente viajó a un área diferente donde su tarea no provocó conflictos. En este nuevo lugar estaba claro en todos los niveles de la conciencia del mundo que los pozos que cavó Itzjak eran suyos. Así, nombró al tercero Rejovot, que significa “amplitud infinita”, como anticipando la abundancia que le permitiría dar a luz nuevos frutos en la realidad.