La palabra אמת, emet, ‘verdad’ es básica e importante, y en la Torá aparece por primera vez en nuestra parashá. En realidad, aparece tres veces en esta porción, la concentración más grande en toda la Torá. Primero Eliezer, el sirviente de Abraham dice: “Bendito es Di-s… cuya bondad y verdad no abandonaron a mi amo”. Después Eliezer le cuenta a la familia de Rivká cómo le agradeció a Di-s “Quien me guio en el camino de la verdad”, y finalmente les dice: “Y ahora, si quieren hacer bondad y verdad con mi maestro, díganme”.
En esta historia está la primera revelación de la verdad, que es el sello de Di-s. Es la manifestación de la Divina Providencia, tanto que incluso Labán y Betuel admiten que “Esto ha salido de Di-s”.
Todo comienza con Abraham, el gran hombre de fe. La fe está conectada a la verdad, emet v’emunah, אמת ואמונה, verdad y fe. Esta fe se manifiesta primero en Eliezer, en su sentido interno de certeza. Después él expresa esta verdad cuando cuenta la historia. Finalmente, exige que los demás actúen con verdad. Labán y Betuel primero están de acuerdo. Parece que se están conectando con la verdad. Pero en un abrir y cerrar de ojos resulta que para ellos su disposición a actuar con la verdad era estrictamente superficial e intentaban retractarse… hasta que Rebecca salva el día con una sola palabra: ¡Elej! (“¡Iré!”)