Demos una mirada más profunda al Nombre sagrado Adni, אדנ־י , que como ya hemos visto es el secreto de los 127 años de Sarah. Este Nombre se permuta para formar דינא , dina , que significa “ley” en arameo y se relaciona con la palabra דין , din , “juicio”, en hebreo.
Un principio central en Halajah , la Ley de la Torah, es que “la ley del reino es ley [también de acuerdo a la Torah]”, 1 lo que significa que en principio, las leyes civiles del estado deben ser respetadas por los judíos que viven en él. 2 En hebreo esto se escribe דינא דמלכותא דינא .
Entonces, Sarah simboliza el poder de la ley. Por cierto, la guematria de Abraham, אברהם , es רחם , rejem , que significa “misericordia”. En otras palabras, la unión de Abraham y Sarah es semejante a agregar la cualidad de misericordia incluso cuando se deciden temas legales, en la justicia verdadera. 3
No obstante, encontramos que en la Mishna 4 hay una discusión alrededor del tema de la misericordia como una consideración legal:
En el caso de una persona que ha muerto y dejó tras él [obligaciones monetarias] a una esposa, a acreedores y a herederos y además tiene bienes en forma de depósitos o créditos que otras personas le deben, Rabí Tarfón dice: los bienes deben ser dados al más débil de aquellos con quienes tiene deudas. Rabi Akiva dice: la misericordia no tiene peso legal. Más bien los bienes deben ser entregados a los herederos, porque todos los demás [la esposa y los acreedores] deben prestar juramento [para reclamar lo que se les debe], pero los herederos no necesitan prestar juramento.
Por supuesto, el principio de Rabi Akiva de que la misericordia no tiene peso legal sólo se aplica una vez que el caso ya ha sido llevado a la corte. Pero antes de que el caso haya sido juzgado, entre dos personas existe definitivamente una necesidad de ejercitar la misericordia y la compasión para dar un veredicto.
La palabra hebrea para “corte” legal es בית דין , beit din , que significa literalmente “casa del juicio”. Su valor numérico es 2 veces רחל , “Rajel”,
aludiendo al principio de “la ley del reino [Rajel] es ley”. Análogamente, la corte está relacionada con Sarah, como dice la Torah: “Y Havaiah recordó a Sarah”. 5 Explican los sabios que cada mención de Havaia con el agregado de la conjunción “y” hace referencia a Dios y Su tribunal Celestial. 6 Esta es una de las razones que comenzamos la lectura de la Torah en Rosh Hashana con este verso, porque Rosh HaShana es el Día del Juicio en el cual Dios se sienta en Su trono de justicia con Su corte Celestial.
Así como el momento de ejercer la misericordia es antes que el caso llegue a la corte, también se requiere de esta cualidad una vez que fue dictado el veredicto. La Torá prohíbe que el juez mezcle la misericordia, una emoción del corazón, durante las deliberaciones que llevan al veredicto.
Llegar a un veredicto en es llamado en el Talmud גמר דין , que significa literalmente “el final del juicio”, implicando que desde ese momento y en adelante la corte debe ser misericordiosa. Sorpresivamente, el valor de “el final del juicio” es igual a “Rivka”, רבקה .
Un veredicto justo y de verdad es conocido como “juicio de verdad”, דין אמת , din emet , o sea que va a quedar firme y será ejercido en la práctica, porque todo lo que es verdadero no cambia. De todas maneras, la Torá nos exige que dulcifiquemos o alivianemos el veredicto lo máximo posible.
Es importante notar que, en el Talmud, el bien conocido verso “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, se explica con el significado de que los jueces, incluso cuando encuentran culpable a una persona de un crimen que merece la pena capital, deben encontrar la forma menos degradante de administrar justicia.
En otras palabras, incluso en el caso más extremo, cuando una persona ha sido encontrada culpable de un crimen tan atroz que justifica la muerte, aun se nos ordena suavizar el veredicto de tal manera que no se humille innecesariamente al criminal.
Entonces, el secreto de la palabra “verdad”, אמת , emet , es la letra alef (simbolizando la misericordia 7) que da vida, que endulza las letras mem taf, met , que significa “muerte” y simboliza el juicio.
Uniendo el juicio con la misericordia
Abraham representa por si mismo el principio de la misericordia, del juicio con misericordia. Sarah, a su vez, representa el principio del juicio perfecto expresado en el dicho legal: “que la justicia atraviese la montaña”. Simbólicamente, la montaña que el juicio debe perforar es la de Abraham, el monte Moriah, el Monte del Templo, donde Abraham fue a sacrificar a Itzjak y que el propio Abraham llamó “la montaña de Dios”. 8
Por cierto, la perforación del juicio de Sarah penetrando la montaña de Abraham simboliza la maduración de la Nukva a través del agujero perforado en el lado posterior del pecho de Zeir Anpín, como está explicado en extenso en la enseñanza de ayer (ver también nota 7).
La unión de Abraham y Sarah es similar al orden según el cual Dios unió la misericordia con el juicio cuando creó el mundo. Los sabios dicen que al principio, Dios intentó crear el mundo con la cualidad del juicio, pero vio que no podría mantenerse, por lo que agregó, es decir, lo unió con la de misericordia.
La expresión hebrea del concepto de juzgar sólo con bondad y misericordia es:
לפנים משורת הדי
lifnim mishurat hadín
cuyo valor numérico es 1225 = 35 2 = r 49. Pero 1225 es también el valor numérico de:
זה שמי לעלם וזה זכרי לדר דר
zeh shmi leolam vezeh zijrí ledor dor
“Este es mi Nombre por siempre y esta es mi memoria para todas las generaciones”.
La expresión hebrea para “que la justicia atraviese la montaña” es:
יקוב הדין את ההר
iacuv hadin et hahar
“que el juicio perfore la montaña”
de valor numérico 798, el producto de 42 por 19, siendo 42 el valor de בלהה , Bilhah , una de las esposas de Iacov y también el valor de יוכבד , Iojeved , la nieta de Iaacov y la madre de Moisés. 19 es el valor de חוה , Java , la primera mujer y la matriarca de todos los seres vivos, reforzando el concepto que el juicio está relacionado con el aspecto femenino y las matriarcas en particular.
Cuando sumamos los valores de estas dos frases, representando así la unión de Abraham y Sarah obtenemos 2023, el producto de 7 y 172 , u la guematria del reverso de la palabra תורה , “Torá”: ת תו תור תורה , taf, taf-vav, taf-vav-reish, taf-vav-reish-hei , indicando que la Torá es la verdadera unión del juicio con la misericordia.
Conciliación
Hay que enfatizar que, como ocurre con toda unión, el resultado es superior que aquellas cosas que fueron unidas. La verdadera unión del juicio y la misericordia no es la misericordia posterior al veredicto, sino más bien la mediación o conciliación.
Dicen los sabios de sagrada memoria que la mediación es a la vez justicia y bondad, porque el auténtico arbitraje ejercido por un sabio de la Torah trae paz entre las partes litigantes. En hebreo, la palabra que expresa este concepto es פשרה , psharah , que puede ser leída como פה שרה , peh Sarah , “la boca de Sarah”.
Una vez que Abraham y Sarah han sido unificados y se volvieron uno, el juicio de Sarah es convirtió en una conciliación y se le ordenó a Abraham seguir las instrucciones de Sarah, porque en profecía era más grande que él. Una vez unificados, Sarah es llamada una buena (literalmente kosher) mujer, a cuyo esposo se le ordenó escucharla.
Una buena mujer, aclaran los sabios, es aquella que hace la voluntad de su esposo. Pero en jasidut está explicado que la palabra “hace”, עושה , oseh , también significa que ella “crea” o “rectifica” la voluntad de su marido. La verdadera sabiduría de la mujer buena y rectificada es que es capaz de influenciar a su esposo a seguir los senderos del bien y la justicia, como lo hizo Sarah cuando le ordenó a Abraham sacar a Hagar e Ishmael de su casa.
Por cierto, en hebreo las palabras “una buena mujer”, son אשה כשרה , ishah Ksherah , que puede también leerse como “una mujer como Sarah”.
Abraham alivianó el juicio de Sarah
Veamos ahora cómo todo lo explicado hasta ahora puede ser aplicado a la historia de nuestros primeros patriarcas. En la parashá de la semana anterior, Vaierá , Sarah juzgó verazmente que no había lugar para Ishmael en la familia de Abraham. Este fue un juicio correcto.
Pero Abraham encontró esto muy difícil, porque después de todo también Ishmael era su hijo y esto contradecía su natural sentimiento de compasión y misericordia. Pero el Todopoderoso lo llamó y le ordenó: “Todo lo que te diga Sarah, escucha su voz”. 9 Abraham procedió a hacer tal como le ordenó su esposa, pero primero “Abraham se levantó temprano en la mañana, tomó pan y un odre con agua, se los dio a Hagar, los puso en su hombro junto con el niño y la echó”.
Leyendo este verso, los sabios enseñan que el hogar de Abraham era la misericordia.” 10 Sin embargo ¿Cómo es posible que darle sólo pan y agua muestre misericordia? Los comentarios sobre el Midrash contestan que Dios no ordenó a Abraham darles nada en absoluto. El veredicto imparcial era que debían ser echados sin nada en absoluto. Pero Abraham mostró misericordia ante semejante sentencia y amortiguó su ejecución proveyéndoles de suficiente agua y comida para llegar a la ciudad más próxima, Beer Sheva. Por cierto, como dice el Seforno, que de las palabras “la envió” aprendemos que incluso los acompañó en su camino (siendo Hagar la que luego se perdió).
El Arizal explica lo siguiente acera de la relación entre Sarah y Hagar: 11
Sabe que Sarah y Hagar corresponden al cerebro y sus membranas, y así como las membranas preceden al cerebro, así Hagar dio a luz antes que Sarah… Por cierto, la guematria de Hagar [ הגר ] es 208, la misma que la guematria de Itzjak [ יצחק ], ambos representan el juicio. Porque las membranas son el juicio duro. Los reyes antiguos [las sefirot del Mundo del Caos –Tohu] murieron porque no estaban dulcificados [rectificados] y eran de la raíz del mal, de Caín. Entonces, Sarah puso un mal ojo sobre el [primer] embarazo de Hagar y abortó, porque ese niño provenía sólo del aspecto del mal… Sarah quería dulcificar [el segundo embarazo de Hagar] con bondad y aumentar el bien y someter al mal, y por eso Abraham le dijo: “[Aquí está tu criada,] haz con ella lo que veas esté bien”, y el acento aquí está en el “bien”. Esta fue la razón por la cual Sarah atormentó a Hagar, para vencer al mal en ella y fortalecer el bien. Y este es el motivo también por el cual el ángel dijo a Hagar: Vuelve a tu ama y se atormentada por ella”.
Vemos de la explicación del Arizal que incluso en el embarazo de Ishmael, la misericordia de Abraham pudo dulcificar el juicio áspero que era parte del carácter de Sarah. Mientras que al principio Sarah había puesto un mal ojo sobre Hagar causando el aborto, la segunda vez, gracias a la naturaleza misericordiosa de Abraham, pudo utilizar el juicio severo de una manera constructiva de tal manera que pudo rectificar a Hagar (por lo menos hasta cierto punto).
NOTAS
1Baba Kama 113b. Este principio fue establecido por Shmuel, uno de los más grandes de la primera generación talmúdica en Babilonia.
2 De acuerdo con muchas autoridades, este principio general sólo se aplica fuera de la Tierra de Israel.
3 Ver Avot 3:16. En Sanhedrín 7a encontramos: “cada juez que juzga con justicia verdadera trae la Presencia Divina a morar en el pueblo judío…” El verbo “morar”, משרה , m ashrah , en hebreo deriva de la misma raíz etimológica que las letras de “Sarah”, שרה .
4Ketubot 9:2
5 Génesis 21:1
6Shemot Rabah 12:4
7 La única alef en el nombre de las sefirot se encuentra en “belleza“, תפארת , tiferet . Es su letra central. Como belleza corresponde al torso, la letra central corresponde al centro del dorso. Del dorso del medio exacto del torso, el partzuf femenino, Nukva , que es todo juicio, comienza a madurar, como está explicado en extenso en las enseñanzas de ayer. Entonces, la alef de misericordia viene a dar vida a Nukva, que está descripta como “su pie desciende hasta la muerte” (Proverbios 5:5)
8 Génesis 22:14
9 Ibid 21:12.
10 Bereshit Rabah 53:13.
11Shaar Hapsukim, Lej Lejá . Eashi (sobre Bereshit Rabah 53:13) relata un evento similar. Sarah puso el mal ojo sobre Ishmael causandole como hombre de 27 años verse frágil y pequeño como de tres años. Al darle a Hagar pan y agua, Abraham bendijo a Ishmael con el poder de crecer fuerte y sobrevivir.