P: ¿Cuál es su opinión acerca de las declaraciones del PM Sharon llamando a “terminar con la ocupación” y la “evacuación de los puestos de avanzada judíos”?
Según su opinión ¿Cómo deben reaccionar los pobladores de Judea y Samaria (Iesha) a la adopción por parte del gobierno del plan “Mapa de ruta”? ¿Deben aceptar las reglas de la democracia y la postura del gobierno sobre los asentamientos? ¿El rabino es de la opinión que la evacuación de los asentamientos llevará a una guerra civil? ¿Cuál es el rol de los rabinos de Judea y Samaria (Iesha) en la pugna de los pobladores por mantener sus hogares? ¿Cómo deberían guiar a los pobladores anticipándose al conflicto sobre el futuro de los asentamientos judíos en Judea y Samaria?
R: Parece que el Primer Ministro Ariel Sharon considera el concepto de “ocupación” como algo negativo e inmoral. Esto no es lo que sostiene la Torá. Es el deber del pueblo judío conquistar la Tierra de Israel, la herencia que el Creador legó a Su pueblo elegido, para poblarla en su totalidad. Como con todo valor de la Torá, el cumplimiento parcial de una mitzvá (“mandamiento”) desvirtúa el objetivo de la misma y puede llegar a invalidarla en su totalidad. La mitzvá puede incluso aparentar ser distorcionada, Di-s lo prohíba. En nuestro caso, vemos que nuestras desafortunadas circunstancias en que nos encontramos son el resultado de nuestra renuencia a completar la “ocupación”, la conquista de la Tierra de Israel, apropiadamente –y a poblarla toda inmediatamente- cuando Di-s nos devolvió la mayoría de nuestra tierra en la Guerra de los Seis Días. En aquellos días de victoria milagrosa nuestra nación alcanzó el cénita de confianza espiritual, la cual fue contínuamente erosionada (con la ayuda de nuestros ‘líderes’ y los medios de información). Utilizando el ambiguo término político “evacuación de los puestos de avanzada”, el Primer Ministro trata de desdibujar la diferencia esencial entre una avanzada del ejército en territorio ocupado y un asentamiento judío en la tierra prometida por Di-s al pueblo judío. En un plano más profundo, lo que apunta hacia la raíz del problema es la intención de Sharon de desarraigar a los judíos de sus hogares, siendo que Sharon fue uno de los grandes constructores de los asentamientos en todas partes de la Tierra de Israel.
No obstante, vemos que sin el reconocimiento de la Torá como el fundamento básico de nuestras vidas en Israel y sin la voluntad de aceptar la guía y las soluciones de la Torá para nuestros problemas, incluso el más ferviente “derechista” pierde su camino y acepta como necesaria la “solución de la izquierda” de evacuar a los judíos de sus hogares. Sólo una revolución cultural puede cambiar la dirección en la cual han procedido los recientes gobiernos de Israel, tanto de derecha como de izquierda.
De esta manera, los colonos de Judea y Samaria (Iesha) no deberían prepararse para luchar sobre puntos específicos o por reacciones aisladas a varias acciones del gobierno. En lugar de eso, los colonos y los rabinos de Iesha, así como también todos los rabinos y todos judíos creyentes en Israel y la diáspora, deben unirse para producir una revolución cultural en el estado de Israel. Aunque esta lucha debe ser conducida dentro de los límites de la ley y las leyes de la democracia, su objetivo es la transformación total del régimen existente en Israel. Este esfuerzo excluye el uso de la violencia y no da lugar a la amenaza de una guerra civil. Si los rabinos quieren representar correctamente el punto de vista de la Torá, deben dejar claro para todos que lo que se necesita ahora es un cambio total.
La Torá tiene la solución para todos nuestros problemas existenciales, y su orientación nos traerá desarrollo y prosperidad en cada faceta de nuestras vidas. Esto es bueno para los judíos y también para nuestros vecinos no judíos. Entonces, la verdadera lucha no es sobre determinado asentamiento, a pesar de su importancia, sino más bien sobre la esencia del Estado de Israel. Aunque debemos conducir esta lucha dentro de los parámetros de la democracia moderna de nuestros días, no creyendo que los judíos pueden adoptar en sus corazones leyes, modos de pensar y conclusiones que son ajenas a la Torá de Israel. Debemos presentar claramente la verdadera alternativa judía, creyendo firmemente en el Creador, en Su elección de Am Israel (“el pueblo de Israel”), en Su Torá y en el hecho de que El nos legó la Tierra de Israel como una herencia eterna.
Ha llegado el Momento de Decir la Verdad, Toda la Verdad y Nada más que la Verdad…
De una transmisión en vivo en la radio Arutz-7, Israel, 7 de Tevet 5758 (5 de enero)
Israel y todo el pueblo judío están en un momento crucial.
¿Debemos voluntariamente caer nuevamente en el torbellino de “dolorosas concesiones, terror y desesperanza”,
¿O podemos emerger de la nebulosa de una “paz” virtual con una solución verdadera y abarcadora a los problemas que plagan la existencia del pueblo judío y toda la humanidad?
La Alternativa Judía
La Torá es el proyecto para la vida proveniente de Dios. Ella contiene las soluciones a todos nuestros problemas. Las herramientas para cumplimentar el programa inspirado en la Torá que veremos a continuación, existe hoy en Israel. Este programa abarca cada faceta de nuestra vida, nuestra conección con Di-s y la tierra de Israel, seguridad, economía, salud, educación, ciencia, tecnología y arte.
Si lo deseamos de verdad, no es un sueño.
Siete Pasos Prácticos:
1. Toda la Tierra de Israel pertenece a Todo el Pueblo judío, poblando toda la Tierra
2. Erradicar el terrorismo desde su raíz
3. Establecer un sistema legal basado en la Torá
4. Alentar la Aliá masiva desde todas partes de la diáspora
5. Alejar los elementos foráneos antagónicos de la Tierra y sustentar a la vez a los Justos Gentiles
6. Salvar la brecha educacional entre la Torá y las ciencias
7. Preparar el camino para la construcción del tercer Templo
Ha llegado el tiempo de reafirmar nuestro pensamiento y hacer realidad este programa.