Todo depende de mi

Pregunta: Se dice que si solo una persona se arrepintiera genuinamente la redención vendría de inmediato. ¿Cómo puedo decir eso de mí mismo, si durante 2000 años todos los grandes tzadikim han intentado traer la redención y no han tenido éxito?

Respuesta: Hay una famosa parábola transmitida por los tzadikim sobre el anillo del rey que se perdió. Todas las personas grandes e importantes lo buscaron, pero finalmente un simple campesino lo descubrió sin buscarlo. Está escrito que el Mashíaj vendrá cuando no pensamos y no somos conscientes de su venida. Para nosotros, ser inconscientes significa no pensar: “¿Quién soy yo en lugar de todos los grandes maestros espirituales?” 

Está escrito, “El que camina con simpleza y sinceridad camina seguro”. Si el Rebe nos dijo: “Hagan todo lo posible para traer el Mashíaj”, entonces debemos hacerlo con sinceridad e ingenuidad y no pensar en todas las posibles preguntas y objeciones. Mashíaj es como un objeto perdido que queremos encontrar, como dice el Salmo “Encontré a David mi siervo”. Cuando nos topamos con un objeto perdido sucede sin nuestra atención: debemos ser ajenos a todos los demás cálculos. Está escrito: “Tres cosas vienen de repente, una serpiente, un tesoro y el Mashíaj”, “El maestro (Mashíaj) vendrá de repente”. 

Toda persona debe verse a sí misma como si todo dependiera de ella; no importa si es grande o pequeña.

Rabino Itzjak Ginsburgh

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