Leemos en el libro de Proverbios 8:5: “Quien cuida el precepto no conocerá nada malo”. La palabra “shomer”, “cuidar”, también significa anticipar, prever, como en el verso “su padre cuidó su palabra”, cuando Iaacov escuchó los sueños de su hijo Iosef a pesar de que trató de anular los sueños en el presente, porque en presencia de los hermanos esos sueños produjeron odio y celos. Pero en su corazón creía en esos sueños y los guardó dentro suyo, esperando cuándo se van a cumplir, cuando se manifestarían en la realidad.
De esta manera cuidar significa esperar y anticipar, desear que algo se cumpla y se produzca en la realidad.
Si la persona ansía, prevé relacionar así con los preceptos, y busca la oportunidad para cumplirlos como Abraham, que esperaba todo el tiempo que lleguen huéspedes, y si no encontraba, no había huéspedes él se sentía muy mal, se preguntaba ¿cuándo llegarán los invitados? Porque recibir invitados era su mitzvá. Y la palabra mitzvá, mandamiento o precepto, significa conectar, conectarse a Dios, al hombre. Cada mitzvá que realizamos decimos que es en nombre de todo el Pueblo de Israel, para conectarnos al Pueblo de Israel tal como nos conectamos a Dios quien nos dio los preceptos, nos ordenó los mandamientos.Así, si prevemos cuidar y anticipar, esperamos todo el tiempo la oportunidad de cumplir la palabra de Dios, nunca conoceremos nada malo. En Cabalá está explicado que malo también es pgam habrit, mancillar el pacto de nuestra conexión con Dios y con otras almas. Y la forma de estar seguros que ese pacto está siempre firme es esperar la oportunidad de realizar el deseo de Dios.