Vive con el Tiempo, lee la porción de Torá de hoy para comprender esto:
En la parashá de la semana leemos: [Devarim 4:41]
“Entonces Moshé separó tres ciudades del otro lado del Iardén, al este del sol. Para que se escape un asesino que asesinó a su compañero involuntariamente…”
“אָז יַבְדִּיל מֹשֶׁה שָׁלֹשׁ עָרִים בְּעֵבֶר הַיַּרְדֵּן מִזְרְחָה שָׁמֶשׁ. לָנֻס שָׁמָּה רוֹצֵחַ אֲשֶׁר יִרְצַח אֶת רֵעֵהוּ בִּבְלִי דַעַת…”
“Az iavdel Moshé shalosh arim beever haiarden mizraja shamesh. Lanús shama rotzeaj asher irtzaj et reehu bivlí daat…”
Moshé separa las ciudades de refugio e inmediatamente después la Torá dice:
“Y esta es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel”.
“וְזֹאת הַתּוֹרָה אֲשֶׁר שָׂם מֹשֶׁה לִפְנֵי בְּנֵי יִשְׂרָאֵל“
“Vezot HaTorá asher sam Moshé lifnei Bnei Israel”
En virtud del hecho de que estos dos versículos son adyacentes entre sí y que están conectados por un ו / vav / ‘y’ (“Y esta es la Torá”), nuestros Sabios explican que hay algo acerca de las ciudades de refugio y el estudio de la Torá que son similares. Las palabras de la Torá son un refugio del Ángel de la Muerte. (Tratado Makot 10a).
En una dimensión interior, las tres ciudades de refugio que Moshé separó están en paralelo a los tres mundos inferiores: el mundo de la Acción-Asiá es el más bajo, luego el mundo de la Formación por encima y el mundo superior de la Creación.
Sobre todos estos mundos está el Mundo de la Emanación, que no tiene una autoconciencia separada y donde todo es Divino. Cuando una persona aprende Torá asciende al Mundo de Emanación, que es completamente bueno y donde el Ángel de la Muerte no tiene control. En los mundos inferiores la ciudad de refugio solo salva de los vengadores de la sangre, pero no detiene al Ángel de la Muerte. Pero en el Mundo de Emanación el Ángel de la Muerte se detiene y no tiene lugar allí.