“וַיֹּאמְרוּהַחַרְטֻמִּם אֶל פַּרְעֹה אֶצְבַּע אֱלֹהִים הִוא”
“Vaiomeru hajartumim el Paró: etzvaElokim hi”
“Y los magos le dijeron al Faraón: ‘Es el dedo de Di-s’.”
También estamos familiarizados con este versículo de la Hagadá de Pesaj, donde el dedo sirve como base para calcular el número de plagas que sufrió Egipto. La expresión ‘el dedo de Di-s’ también aparece en la Torá con referencia a las Tablas del Pacto, que fueron escritas “con el dedo de Di-s”. Hay una conexión esencial entre los dos: las DIEZ plagas rompen la cáscara externa de Egipto y permiten que el mundo escuche y acéptelos DIEZ Mandamientos. El mismo ‘dedo de Di-s’ que los magos egipcios reconocen, aparece una vez más en los Diez Mandamientos pero aquí la revelación es a un nivel mucho más elevado: los magos por su lado admiten que el origen de la plaga es Di-s manifestándose en el mundo (y no la magia), mientras que los Diez Mandamientos son una conexión más profunda entre Di-s y las almas de Israel.Los magos invocan el nombre de Di-s,’Elokim’, pero niegan aún el Nombre de Di-s ‘Havaiá’, como dice el Faraón: “No conozco a Havaiá”. En guematria, sin embargo, las tres palabras “etzva Elokim hi” (“Es el dedo de Di-s (Elokim)”) es igual a tres veces אני הויה,”Ani Havaiá“, “Yo soy Di-s (Havaiá)”. (Comodice al comienzo de la porción de la Torá: “Y Egipto sabrá que Yo soy Havaiá”).
El Zohar dice que los hechiceros y magos de Egipto eran el componente principal del Erev Rav, la multitud de pueblos extranjeros que se unieron a Israel en el Éxodo de Egipto, después de que admitieron que hay una fuerza superior a la que reconocían hasta ese momento. El Erev Rav nos causó incesantes problemas, pero Moshé los aceptó de todos modos y se sintió responsable de rectificarlos, dejando que salgan de Egipto y eventualmente incorporarse al Pueblo de Israel.