Cuando el Baal Shem Tov llegó por primera vez a Campo Blanco (un pueblo ubicado en el río Ros), vivía un rabino justo llamado Rabí Jaim. Antes de entrar a la ciudad, el Besh”t rezó en el campo, y cuando entró en la ciudad con sus discípulos en el Beit midrash todavía estaban rezando, así que entró para oír cuando decían ‘kedushá’ y se paró en el patio de la sinagoga (probablemente en la trastienda o en el sector de las mujeres).
Mientras tanto, el Besh”t ordenó al shamash, el asistente del Beit Hakneset, que quitara el dibujo de la menorá en la pared que estaba frente al rabino (dibujada con los versos del salmo 67 “Para el Director del Coro, un canto instrumental”). El shamash fue y lo arrancó. Cuando el rabino terminó su oración y movió los pies, miró y vio que su menorá no estaba frente a él en la pared. Preguntó a las personas a su lado qué había pasado con la menorá y le dijeron: “La Besh”t lo espera en el patio”.
El rabino esperó e inmediatamente después del recitado de la ‘Kedushá’ fue al patio en busca del Besh”t y le preguntó por qué hizo eso. El Baal Shem Tov le dijo: “Porque siempre tienes un pensamiento extraño durante tu oración, y te sucede eso a causa de esta menorá”.
Hay diferencias de opinión sobre este asunto: algunos dicen que el escritor que escribió la menorá estaba jugando con un perro mientras la escribía, y algunos dicen que era un gran malvado.
(de Shibtei HaBaal Shem Tov)
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Al encender las luces de Jánuca decimos los versos del Salmo 67, “Al director del Coro, un canto con música instrumental” – este es un salmo muy especial.
Alguien le preguntó al rabino Itzjak Ginzburg qué significa decir los versos del salmo según la figura de la menorá.
El rabino respondió que no todos pueden meditar en todas las intenciones de la oración y las mitzvot de acuerdo con la Cabalá. Muchos sidurim, libros de oraciones, no tienen este dibujo, pero si el sidur en el que rezas tiene el dibujo de la menorá, lo simple, que atañe a todos, es que hay una admiración espiritual por la belleza de la Torá.
Aquellos que no pueden meditar en cada una de las palabras del capítulo de los Salmos, pueden al menos admirar la belleza general del capítulo.
El dibujo de la menorá es un fenómeno hermoso en la que puedes ver cómo el único bien esencial (humanista) no es ni el placer ni el conocimiento, sino la belleza.
El significado es que el único bien del hombre, la buena voluntad del hombre para influir hacia el exterior, expresa su belleza.
El salmo “Al director del coro” expresa esto bellamente, que incluso cuando una persona no observa cada palabra, se asombra por la belleza general del salmo.
Una persona que se admira así ve en todos la belleza sencilla y la buena voluntad que existe en cada uno.
En nuestra historia se puede decir que el Baal Shem Tov quería que el rabino observara y profundizara en los detalles (cada palabra) y no se conformara con admirar la pintura general (la pintura de la menorá).
Como rabino y líder debe tratar de pensar en las necesidades personales de todos y cada uno de los miembros de su comunidad y orar por eso, y no conformarse con pensar en todos en forma general.
Es bueno que en este Jánuca tratemos de observar a todos y cada uno de los judíos y las personas en general que conocemos y ayudarlos a brillar de manera particular, y no conformarnos con solo una observación general.
¡Shavúa Tov y Feliz y Luminoso Jánuca para Todos!????????