La palabra Trumá, ofrenda también significa “elevar”. ¿Qué tenemos que elevar?
El Baal Shem Tov nos enseña que tenemos que elevar a lo Alto las midot, los atributos o cualidades del alma. Todos tenemos cualidades dobles, de acuerdo la primera naturaleza que vienen de nacimiento. Hay cualidades y emociones no rectificadas, tiene deseos por cosas extrañas, miedos superficiales, impresiones y afectos no bien direccionados. Cada atributo del alma tiene su aspecto no rectificado.
A través de que se da tzedaká, especialmente cuando se da para la construcción del Santuario, para cumplir con el gran precepto de “Y me harán un santuario y moraré dentro de ellos”, así eleva, sublima las cualidades. El deseo lo eleva hacia el amor a Hashem, bendito Sea. Sublima todos los miedos y no teme a nada sólo a Dios. No se deja impresionar por las cosas de este mundo, sólo se conduce de forma honorable en aras del Cielo.
Y así respecto a todas las emociones, a través de la ofrenda que se da con generosidad por su corazón puro, así eleva todas sus emociones a Hashem, y únicamente a Hashem.