CONSTRUYENDO EL REINADO DESDE LA NADA

Las Maravillas de Tú Torá

Construyendo el reino de Israel

Tras el incidente en el que Pinjas vengó el Nombre de Dios, matando inmediatamente a Zimrí y la princesa madianita que lo sedujo, Dios dijo a Moisés que se vengase de la nación midianita por enviar a sus hijas a seducir a los hombres judíos. Pinjas fue elegido para dirigir el ejército judío a la guerra y regresó victorioso después de matar a todos los varones adultos. El ejército del pueblo de Israel regresó con el botín de guerra, incluyendo a todas las mujeres y los niños y los llevaron ante Moisés. Pero cuando Moisés vio que habían tomado a las mujeres adultas en cautiverio, increpó a los soldados, porque estas mismas mujeres habían sido los instrumentos de seducción que causó la peste en la que tantos judíos murieron. Los únicos cautivos que debían quedar vivos eran “las niñas bebés”, es decir, las mujeres menores de tres años de edad, que aún no eran capaces de tener relaciones maritales.

El valor numérico de la frase “las niñas bebé” (הַטַּף בַּנָּשִׁים, hataf banashim) es 496, que es también la guematria de la palabra “reinado” (מַלְכוּת, maljut), en referencia a la femenina sefirá de reinado. El Arizal explica que la sefirá del reinado se construye a partir de los juicios (guevurot), los juicios mismos en estado prístino simbolizados por las niñas bebé de Midián.

El Zohar describe cómo para ser rectificado y compasivo, los juicios femeninos deben ser endulzados reconstruyéndolos con la bondad masculina. Una mujer que se casa con un judío se conecta a su atributo innato de compasión y bondad amorosa y su juicio así se endulza. Esta fue la razón por la cual se salvaron sólo las niñas, que no pudieron haber tenido ninguna relación con los hombres no judíos.

El Zohar nos enseña que el reinado puede ser construido a partir del juicio y del poder, o de la bondad amorosa. A pesar de que se puede entender esto como que un gobierno puede gobernar por la fuerza o con la compasión, el caso de las niñas madianitas nos enseña que el reinado construido a partir del rigor realmente significa que los juicios femeninos deben ser tomados cautivos mientras aún están en su estado puro del ser, antes de que incluso sean capaces de mantener relaciones maritales. Una mujer que se casa con un hombre judío (tanto si es judía de nacimiento o una conversa) es afectada por el atributo innato de bondad amorosa de su marido y sus juicios son endulzados. Del mismo modo para estas jóvenes niñas midianitas. Una vez convertidas podían casarse con un hombre judío, como explica el Or HaJaim. De esta manera, todos los juicios severos se endulzan en su origen. Es específicamente el estado dulcificado de los juicios madianitas caóticos e ingobernables lo que se necesita para construir la sociedad redentora y rectificada que anhelamos exista en el reinado del Mashíaj.

Construyendo el Reinado de mi Alma

Traduciendo esta idea al ámbito psicológico, podemos entender que una vez que triunfamos en nuestra lucha contra los poderes del mal del alma que quieren seducirnos para alejarnos de servir al Todopoderoso, debemos tomar cautiva a la “niña” dentro de nosotros (esto es cierto para los hombres y mujeres por igual). La “baby girl” representa el estado primigenio y prístino de la nada que es la materia prima del juicio puro. Una vez que hemos regresado a este estado amorfo de juicio, nuestra calidad innata judía de la bondad pasa a primer plano y transforma la materia prima en una capacidad de contribuir con bondad a nuestra comunidad.

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