SHEMOT
שְׁמוֹת
Éxodo 1:1-6:1
Haftará: Isaias 27:6 – 28:13; Isaias 29:22-23
PARASHÁ SHEMOT
Las dos primeras palabras del Libro del Éxodo son 6
Según la Cabalá durante las primeras seis semanas 6
El Rebe Najman de Breslov escribe 7
- Cuatro Méritos para la Redención 14
- 5780 15
- La Universidad de la Torá 15
- Parashat Shemot: El Secreto del 7 y el 13 15
La primera pareja de la parashat Shemot 16
Los Cuatro Méritos y Havaiá 19
Una Correspondencia Reveladora 23
- “MOSHÉ MOSHÉ” 26
- LOS NOMBRES DE MOSHÉ: CONCIENCIA NATURAL Y CONCIENCIA DIVINA 28
- LOS SIETE PERSONAJES DE EGIPTO 29
Conferencia semanal Zohar y Ain Beis 30
Parashat Shemot 21 de Tevet 5773, Ierushalaim 30
Maamar Ain Beis: La Unión de la luz y los recipientes 35
La Historia de Shifra y Pua: 7 personajes 39
- Gracias a las Mujeres 43
- Y vio que era bueno 44
- Los Primeros Pasos del Redentor 45
- Moshé Moshé 47
- Moshé y Aharón 48
- Todos Sobre el Mismo Burro 49
- ¿¡Hasta Cuándo!? 51
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh 52
- LAS PARTERAS SHIFRA Y PUÁ y EL MESÍAS 52
- BENDECIR ANTES DE HACER 53
- SI TE EQUIVOCASTE, HASHEM TE SALVA 54
- GRACIAS POR LA BENDICIÓN DE LA PLEGARIA 55
- NACE EL REDENTOR DE ISRAEL 57
LAS INTERPRETACIONES CUARTA Y QUINTA 59
1. NIGUN MENUJA VESIMJA DE JABAD 62
2. NIGUN MENUKA VESIMJA DE NADBORNA 62
Historia sorprendente del Nigún de Nadborna que el Rav Itzjak nos enseñó ayer 62
La Importancia del Nombre y ¿Por qué arraigarse en el exilio? 64
El Nombre de Dios que aparece sólo una vez 65
Desde la Elevación Propia a la Misión 68
De la experiencia a la anulación 71
El Poder del Nombre Bueno de Moshé para vencer al Satán 75
Del libro Or Israel: Volumen 2 del rabino Ginsburgh sobre las historias de Baal Shem Tov: 76
Los dos primeros descensos de Satán 77
¿Por qué el Baal Shem Tov quería un tercer descenso? 77
Conectando las dos partes del nombre de Dios 78
El cuarto descenso y el Mashíaj 78
Las dimensiones externas e internas del Santo Nombre 79
Saltando sobre la confusión 79
- ESTOS SON LOS NOMBRES DE LOS HIJOS DE ISRAEL 80
- ¡LA ZARZA SE QUEMA, PERO NO SE CONSUME! 81
- Lectura del día Lunes en Beit Hakneset Jabad Rejovot 5780 83
Una meditación frente al mar Mediterráneo 86
Que Hashem cumpla los buenos deseos de tu corazón 88
ESTOS SON LOS NOMBRE DEL PUEBLO DE ISRAEL 5776 90
Meditaciones jasídicas
Año 5783
PARASHÁ DE LA SEMANA
SHEMOT
Guematrias breves para Parashat Shemot 5783
Parashat Shemot comienza con las palabras, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos a Egipto” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרָיְמָה). La palabra “a Egipto” (מִצְרָיְמָה) tiene el mismo valor que la palabra Shejiná, שכינה, 385, la Presencia Divina, aludiendo al dicho de los sabios que dondequiera que el pueblo judío vaya al exilio, la Presencia Divina los acompaña. Esto es especialmente cierto, cuando establecen casas de estudio de Torá en su exilio, como lo hicieron Iaacov y sus hijos en Egipto.
Las dos primeras palabras del Libro del Éxodo son: “Y estos son los nombres” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת). Si separamos las letras que componen la palabra “paz” (שָׁלוֹם, shalom) de estas dos palabras, nos quedamos con las letras אהות cuyo valor numérico es el mismo que “hogar” (בַּיִת, bait). Así, cuando bajaron a Egipto, estaban en un estado de paz en el hogar. Los sabios nos dicen que, porque no cambiaron sus nombres en Egipto, merecieron ser redimidos. En efecto, cuando hay “paz en el hogar” (שָׁלוֹם בַּיִת), el hogar ya está en estado de redención (gueulá). Cuando ese es el caso, entonces cada niño nacido y con su nombre en el hogar nos recuerda la redención
Según la Cabalá durante las primeras seis semanas de la lectura del Libro de Éxodo nos encontramos en una época especial del año dedicada a rectificar la imperfección del pacto. Esta época del año se conoce como Shovavim (שׁוֹבָבִים, shovavim), que representa las iniciales de las primeras seis porciones en Éxodo (שְֹמוֹת וָאֵרָה בֹּא בְּשְׁלַּח יִתְרוֹ מִשְׁפָּטִים), y significa literalmente “traviesos”. Pero las seis letras también se encuentran en las iniciales de las palabras en el primer verso del Libro del Éxodo, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos a Egipto, con Iaacov, cada uno vino con su familia” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרָיְמָה אֵת יַעֲקֹב אִישׁ וּבֵיתוֹ בָּאוּ).
El Rebe Najman de Breslov escribe que las letras finales de las primeras cinco palabras del Libro del Éxodo, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים) forman la palabra “Tehilim” (תְּהִלִּים), Salmos. Las letras finales de las siguientes cinco palabras “a Egipto, con Iaacov, cada uno [vino] con su familia” (מִצְרָיְמָה אֵת יַעֲקֹב אִישׁ וּבֵיתוֹ) forman la palabra “teshuvá” (תְּשׁוּבָה). ּEl Rebe Najman aprende de esto que recitar Tehilim es una segulá para hacer teshuvá.
Parashá Shemot
EL REDENTOR ANÓNIMO
Los nombres decaen en el duro exilio
hasta que como una semilla en la tierra brota la redención
El nombre de esta porción de la Torá, Shemot (שְׁמוֹת) significa “Nombres”. Sin embargo, aparte de la lista inicial de Iaacov y sus hijos que bajaron a Egipto no se mencionan otros nombres propios hasta el final de la parashá. Faraón es el nombre genérico de todos los reyes egipcios, sin embargo, en esta porción incluso a él se le llama generalmente “Rey de Egipto”.
Los sabios nos enseñan que los nombres de las parteras, Shifrá y Puá, son sus seudónimos profesionales y no sus verdaderos nombres como afirma Rashi,[1]
Shifrá (שִׁפְרָה) es Iojeved, [llamada así] porque ella mejoraba (מְשַׁפֶּרֶת, meshaperet) al recién nacido, y Puá (פּוּעָה, Puá) es Miriam, porque ella llamaba la atención (פּוֹעָה, puá) del recién nacido, y le hablaba y murmuraba como hacen las mujeres para calmar a un bebé que llora.
Cuando nace el niño destinado a ser el redentor de Israel no se revelan los nombres de los miembros de su familia. El versículo dice de forma anónima: “Un hombre de la casa de Levi tomó a una hija de Levi”. El nombre Moshé tampoco se menciona explícitamente. Cuando sus padres ya no pueden esconderlo su madre [sin nombre] lo coloca en una canasta y su hermana [sin nombre] se queda junto al río para ver qué le sucede. La hija del Faraón [sin nombre] lo saca del agua “Y ella lo llamó Moshé”. Por fin alguien tiene un nombre en esta historia anónima.
El Midrash nos enseña que el Pueblo Judío mereció la redención de la esclavitud egipcia porque,
No cambiaron sus nombres. “Reubén” y “Shimón” descendieron a Egipto y “Reubén” y “Shimón” ascendieron. No llamaron a Reubén “Rufus” y no llamaron a Shimón “Luliani”, ni a Iosef “Listim” ni a Benjamín, “Alexander”.[2]
Parashat Shemot describe el trabajo duro y la miseria que sufrió el pueblo judío a manos de los egipcios. Quizás el pueblo judío en Egipto ocultó su identidad por temor a ser castigado por los esclavistas. De igual manera Miriam se quedó “lejos” para cuidar a su hermanito en el río. Además de vivir con constante temor, estar exiliados en un ambiente hostil y sufrir la esclavitud en condiciones infrahumanas erosionan la personalidad de una persona. En nuestra generación también los desalmados que perpetraron las atrocidades del Holocausto deshumanizaron a sus víctimas despojándolas de su identidad.
Lo que hay en un nombre
Para comprender más profundamente el significado de la no identidad debemos percatarnos del valor de tener un nombre.
Cuando los padres dan un nombre a su hijo, así nos enseñan los sabios, los inspira una chispa de profecía. Sin saberlo, la elección de un nombre define la vocación y el destino de su hijo en el mundo. Los sabios a menudo interpretan los nombres de los personajes bíblicas según sus actos, como se mencionó anteriormente en el Midrash con respecto a Shifrá y Puá. Nosotros también llegar a comprender en cierta medida nuestra propia misión en la vida al meditar en nuestro nombre judío y en los personajes bíblicos y talmúdicos que lo llevaron antes que nosotros.
Mientras el pueblo judío se tambaleaba bajo la pesada carga del exilio perdió de vista su identidad. La angustia de la esclavitud oscureció la memoria de su destino nacional, pero sin embargo nunca rechazaron sus nombres hebreos. Una semilla se descompone en la tierra y cuando parece que no hay esperanza de supervivencia, se abre camino hacia el cielo un nuevo brote verde de vida. Y fue así que cuando el espíritu del Pueblo Judío había sido casi borrado brotó el redentor de la tierra egipcia. “He aquí un hombre cuyo nombre es Tzemaj [צֶמַח] y de debajo de él brotará [יִצְמַח]”. El nombre del Mashiaj es Tzemaj (צֶמַח), que significa “planta”. El nombre del redentor brota de un desierto árido desprovisto de todo nombre. Mashíaj (מָשִיחַ) es una permutación de las palabras “un nombre vivo” (שֵׁם חַי, shem jai); cuando el pueblo judío despierta de su letargo en el exilio también cobran vida los nombres judíos.
El Jasidut nos enseña que la “descomposición” experimentada en el exilio es la anulación del ego. La total anulación permite que florezca una definición nueva y refinada de la individualidad. Los nombres de los Hijos de Israel cuando ascendieron desde Egipto eran los mismos nombres con los que descendieron, pero sin embargo después de someterse al proceso de refinamiento en el horno de hierro egipcio se les infundió una nueva vitalidad.
Almas sin nombre
Un nombre es tan inherente a la personalidad de un individuo que es imposible concebir a alguien sin un nombre. Pero en la esencia del alma hay un punto que no tiene nombre. En este punto no hay un destino predestinado, “[el Pueblo de] Israel no tiene mazal [destino]”[3]. Allí, el alma es una “parte integral de Dios arriba”[4] no identificable. En general somos incapaces de experimentar este punto de Divinidad desnuda en nuestras almas, porque sale a la luz en momentos de gran autosacrificio cuando estamos preparados para entregar no solo nuestra identidad sino también nuestra propia existencia por una causa que está más allá de nuestra comprensión. En ese momento cuando anulamos nuestras identidades nuestro nombre se recrea con una definición nueva y refinada.
Cuando el Faraón decretó que todos los recién nacidos varones debían ser arrojados al Nilo el pueblo judío estuvo al borde de perder toda esperanza. El padre de Moshé, Amram, se divorció de su esposa Iojeved para evitar perder más hijos por la crueldad del Faraón. Debido a que Amram era un líder todo el pueblo hizo lo mismo y se divorció de sus esposas. Entonces su hija Miriam (מִרְיָם) que nació en la amargura (מְרִירוּת, merirut) del exilio se dio cuenta de que la separación de sus padres fue un acto de desesperación: “¡El decreto del faraón es solo para los recién nacidos varones, pero tu decreto afecta tanto a niños como a niñas!”[5] reprendió a su padre. Posteriormente Amram se volvió a casar con Iojeved y de su reunión nació Moshé. El autosacrificio en la diseminación del Pueblo Judío en este momento de terrible peligro se hace evidente por la ausencia de sus nombres en la Torá.
Una vez que nació Moshé la raíz Divina del alma judía colectiva comenzó a brillar, como la luz que apareció después de la oscuridad de la creación: “Ella [Iojeved] vio que [Moshé] era bueno”, el redentor había llegado para iluminar las tinieblas del exilio.
El Faraón decretó: “Todo niño varón será arrojado al agua”, pero confiada en la compasión de Dios Iojeved colocó a Moshé en una canasta en el Nilo: “Coloca tu carga sobre Dios y Él te proveerá”.[6] Al entregar nuestras almas a la compasión de Dios merecemos la redención.[7] Todo esto ocurre mientras Moshé permanece sin nombre, antes de que su alma descienda desde ese punto anónimo aferrado a lo Divino.
Cuando la princesa egipcia sacó a Moshé del agua lo sacó de su estado de inexistencia, y fue entonces que ella le dio su nombre a Moshé. Cuando lo leemos a la inversa Moshé (מֹשֶׁה) es “el Nombre” (הַשֵׁם). Al igual que la noche de insomnio de Ajashverosh en el Rollo de Ester, este fue el momento en que hubo un giro de 180 grados en el Cielo, y el Pueblo Judío brotó de la cultura egipcia que amenazaba con destruirlo. En la práctica en ese momento nada cambió, permanecieron esclavizados en Egipto sin señales de redención inminente durante otros ochenta años(!). No obstante, justo en ese preciso instante estaba dando comienzo la era de la redención.
El exilio egipcio comenzó con una dinastía de faraones sin nombre que oprimieron al pueblo judío en un intento de eliminar toda señal de sus nombres e identidades. Una opinión de los sabios afirma que la redención final estará marcada por una dinastía de reyes mesiánicos justos quienes todos son llamados “David”.
Será Mashíaj quien revele el punto oculto de autosacrificio en el alma de todo judío, de donde emergerá revitalizado con un nombre nuevo-antiguo: “David Melej Israel jai vekaiam”, “¡David el rey de Israel vive y existe!”[8]
Año 5782
¿HASTA CUÁNDO?
וַיָּשָׁב מֹשֶׁה אֶל ה’ וַיֹּאמַר אֲדֹנָי לָמָה הֲרֵעֹתָה לָעָם הַזֶּה לָמָּה זֶּה שְׁלַחְתָּנִי.
וּמֵאָז בָּאתִי אֶל פַּרְעֹה לְדַבֵּר בִּשְׁמֶךָ הֵרַע לָעָם הַזֶּה וְהַצֵּל לֹא הִצַּלְתָּ אֶת עַמֶּךָ“
“Vaiashav Moshé el Hashem, vaiomer Adon-ai, lama hareota laam hazé, lama ze shlajtani.
Umeaz bati el Paró ledaber biShimjá herá laam hazé vehatzel lo hitzalta et ameja.”
“Y Moisés regresó a Di-s y dijo: ‘Di-s, ¿por qué has hecho mal a esta Nación, por qué me enviaste?
Y desde que vine a Faraón para hablar en Tu Nombre, ha sido malo para esta nación y no has salvado a tu nación”.
¿Es apropiado hablar de esta manera a Dios? ¿Podemos preguntarle ‘Por qué?’ Después de todo, no podemos ni siquiera comprender un ápice de Su sabiduría infinita y Sus caminos. ¿Dios debe darnos cuentas de sus actos? En la superficie, una persona que tiene Temor del Cielo no se atreve a formular preguntas al Amo del Mundo. Si no entiendes ¡haz tus propias cuentas! Debes tener un problema que estás proyectando en Dios…
Podemos responder que una persona común no debe hacer preguntas, pero Moshé puede preguntar, porque sus preguntas ciertamente no se derivan de una falta de fe o de santidad. Pero eso no es suficiente. Finalmente aprendemos de Moshé que hay algo bueno acerca de las preguntas. Es cierto, Moshé es el líder y la responsabilidad recae sobre sus hombros, pero cada persona tiene una chispa del alma de Moshé. Y entonces, cada judío tiene que llorar como Moshé, “¿Hasta cuándo?”
Esta es específicamente la pregunta que abre nuevas puertas. Hasta ahora percibimos nuestra conexión con Di-s de cierta manera, pero esa fue una percepción relativamente superficial. Una pregunta importante socava toda nuestra percepción. Algo aquí no es comprensible e insistimos en que no entendemos, no estamos dispuestos a allanar la superficie como si todo estuviera bien.
Si tu ‘temor al Cielo’ te impide admitir que hay cosas que no entiendes, la pregunta afectará tu alma, eventualmente causando que podredumbre y que tu relación con Di-s no sea correcta. Si sientes una importante conexión interna con Di-s entonces le clamas, le haces preguntas candentes y te das por vencido. Di-s desea esta honestidad directa: es exactamente lo que falta para traer la Redención. La pregunta penetrante de Moshé sobre el Exilio es lo que acelera la llegada de la Redención.
Shabat shalom
Mashíaj no se separará de su esposa
En la porción de la Torá de esta semana, Moisés no se lleva a su esposa e hijos con él para redimir a los israelitas en Egipto. En cambio, los envía de regreso a Midián. En última instancia, se separa por completo de su esposa para poder estar listo en cualquier momento para recibir la profecía. Mashíaj, sin embargo, no se separará de su esposa. Su esposa experimenta todos los eventos trascendentales junto con él. Junto con ella, el Mashíaj alcanza su nivel más elevado. Por lo tanto, en nuestra generación, mientras nos preparamos para el Mashíaj, la relación de una pareja debe construirse continuamente sobre la base de la asociación y la identificación total entre sí.
MAGAZINE GAL EINAI
PARASHAT SHEMOT 5782
Parashá de la Semana
¿Cuál es su nombre?
Nombres e identidad
Imagina que nadie tuviera nombres, quizás solo números de identificación. ¿Qué hay de malo con eso? Todo el mundo tiene su número, que es solo el suyo. Cuando conoces a alguien le preguntas: “¿Quién eres?” y él responde: “Soy 2192910456, pero puedes llamarme 219 para abreviar”. ¿Qué tiene eso de malo?
Por supuesto eso es distópico. Nuestro nombre es mucho más que una forma de identificarnos. El nombre de una persona alude a su esencia y a su misión única en el mundo. Los cabalistas dicen que cuando los padres le dan un nombre a sus hijos se inspiran en el espíritu sagrado (ruaj hakodesh) y el nombre que eligen es el verdadero nombre del alma. (En hebreo, shem [nombre] y neshamá [alma] incluso comparten la misma subraíz: shin, mem). Cada persona tiene un nombre que le han dado Dios y sus padres. Si una persona olvida su nombre, en cierto sentido ha perdido su identidad.
El nombre de la porción de la Torá de esta semana y de todo el segundo libro del Pentateuco, en hebreo es Shemot, que significa “nombres”. El nombre de la primera parashá, la primera parte del Libro de los Nombres (Éxodo), también es Shemot . Relata cómo los Hijos de Israel, los 70 descendientes de Iaacov llegaron a Egipto con nombres. “Y estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto”. Cada uno de ellos tiene un nombre y lleva consigo un nombre que tiene significado.
Exilio y nombres
Sin embargo, después de que muere la primera generación parece que ya no hay personas con nombres. El importantísimo significado de los nombres parece haber desaparecido. Aunque el pueblo judío está creciendo en número al principio no se menciona ningún nombre. Los únicos nombres que aparecen son los de las parteras, Shifra y Pua, pero estos no parecen ser nombres ordinarios. Como señala Rashi estos son los nombres “profesionales” de las parteras, por los que se les conocía por el tipo especial de atención que cada una brindaba a los niños recién nacidos.
¿Qué pasa con la historia del nacimiento de Moshé? Todos sabemos que los padres de Moshé eran Amram y Iojeved y que Miriam era su hermana mayor. ¡Pero todos sus nombres no aparecen en absoluto en esta porción de la Torá! Todo lo que está escrito es que “Un hombre de la casa de Leví fue y tomó a la hija de Leví. Y la mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo… y su hermana se paró de lejos…” Un hombre y una mujer, un niño y una niña, ¡pero sin nombres! Más tarde leemos sobre Moshé, pero recibe su nombre de la hija del Faraón, no de sus padres. ¿Qué se esconde detrás de todo este anonimato?
En el exilio egipcio perdimos nuestros nombres. El exilio significa olvidar mi nombre, mi identidad, mi esencia y mi misión. Quién soy y qué soy. El exilio no es solo un evento cósmico o nacional. El exilio puede golpear a cualquiera; puede afectar a todas las personas. Así como existe el exilio físico existe el exilio del alma. Cuando eso sucede te olvidas de ti mismo, te atraen a todo tipo de lugares, te ocupas viendo y escuchando todo tipo de cosas que hacen los demás hasta que, en un momento, puedes detenerte y preguntar: “¿Quién soy yo? ¿Qué es lo que realmente quiero y necesito hacer? ¿He perdido mi nombre?
¿Cómo salir de este tipo de exilio? ¿Cómo recuperamos nuestros nombres perdidos?
Un nuevo nombre
El gran secreto de la porción de la Torá de Shemot es que al perder nuestros nombres en el exilio, descubrimos nuestro verdadero nombre. A veces necesitamos realizar una especie de reinicio, y al hacerlo descubrimos nuestra verdadera identidad que estaba escondida en lo más profundo. Es cierto que tenemos un nombre. Pensamos que nos conocíamos a nosotros mismos y sabíamos quiénes éramos y, sin embargo, de alguna manera, esa identidad se perdió. ¿Pero quizás podamos lograr algo mucho más profundo, más amplio y mucho mejor? ¿Quizás en algún lugar de lo más profundo de nuestra alma hay un nuevo nombre que espera pacientemente por estallar? Si parece que he perdido mi nombre, si me siento esencialmente perdido, ahora tengo la oportunidad de encontrar uno nuevo, una nueva identidad y una misión que no sabía que tenía.
Esto se puede comparar con la semilla de una planta. Inicialmente la semilla es hermosa, completa y entera, pero para que se convierta en el comienzo de algo nuevo debe pudrirse, debe dejar de existir tal como era. En cierto sentido la semilla se anula en el suelo, se aniquila y muere, se pudre y queda enterrada en las profundidades, es imposible identificarla. Pero es justamente a partir de la desintegración de lo anterior que algo nuevo comienza a crecer, brota y florece en todo su esplendor.
Cuando el pueblo judío entró en el exilio egipcio era como una semilla que se enterraba profundamente en la tierra para morir. Pero precisamente entonces es cuando brota la semilla. Los Hijos de Israel perdieron sus nombres en el exilio llegando a un estado de podredumbre. De repente se descubre un nuevo nombre: el nombre de Moshé, el redentor. El nombre Moshé (מֹשֶׁה) al revés revela cuán apropiado era para él ser el nuevo nombre que brota del pueblo judío, porque al revés su nombre significa “el nombre” (הַשֵּׁם, hashem).
Para que algo realmente crezca, debemos hacer al menos una cosa, la cosa más importante del mundo, permanecer esperanzados, no desesperados, y volvernos a Dios. Al igual que el clamor de los hijos de Israel a Dios y el sacrificio de las parteras y la madre de Moshé. Por favor, Dios, solo Tú puedes darme a luz de nuevo. Quizás esto es lo que pensó Iojeved mientras colocaba a su bebé en la cuna y lo arrojaba al río. “Decidí seguir dando a luz incluso en esta terrible situación. Ahora no sé qué hacer con este bebé. Te lo entrego Dios. Él está en Tus manos…”
No cambiaron sus nombres
¿El nuevo nombre está desconectado del nombre anterior? ¿Tenemos que tirar todo por la borda y empezar desde el principio como si nada hubiera existido antes? Ciertamente no. Después de todo los Hijos de Israel pudieron salir de Egipto gracias al hecho de que no cambiaron sus nombres. La primera semilla que fue enterrada y se pudrió se convirtió en un árbol enorme. Y ahora hay nuevas semillas en los frutos de este árbol. Semillas exactamente iguales a las originales. Moshé no borró la historia temprana del pueblo judío, Dios no lo quiera, por el contrario, despertó a la nación del sueño del exilio y reveló su nuevo y verdadero nombre judío. En el éxodo, Moshé se llevó los huesos de Iosef, literalmente llevó el pasado al futuro. Moshé es la persona que nos une a todos con las generaciones anteriores de patriarcas.
A veces podemos perder nuestros nombres y desplazarnos a lugares a los que no pertenecemos. Eso es el exilio. ¡Pero todos los días evocamos el éxodo de Egipto para recordarnos que es posible salir del exilio! Ahora yo también puedo entender que después de haberme caído e incluso haberme podrido, puedo empezar de nuevo…
Año 5781 y anteriores
Cuatro Méritos para la Redención
Dicen nuestros sabios que los patriarcas fueron redimidos de Egipto en mérito a cuatro cosas:
1. No cambiaron sus nombres (Reubén y Shimón bajaron a Egipto y Reubén y Shimón fueron redimidos).
2. No cambiaron su lenguaje, continuaron hablando hebreo.
3. No hubo en ellos lashón hará (hablar mal del otro).
4. No hubo en ellos una conducta sexual inapropiada.
Tenemos un principio según el cual, cuando hay una lista de ítems, el último es el que tiene mayor peso. En nuestro caso, esto significa que haber observado el pacto sexual fue lo más influyente en la conservación de la identidad y hacer posible la redención.
5780
La Universidad de la Torá
Parashat Shemot: El Secreto del 7 y el 13[9]
Dos páginas sobre 7 y 13, de los cuadernos originales del rabino Itzjak Ginsburgh
Percepciones sobre las matemáticas muy reales escondidas en la Torá. Un PDF del artículo está disponible a continuación. En la foto de arriba hay escaneos de dos páginas de los cuadernos del Rabino Ginsburgh en 7 y 13, el tema de la exploración de esta semana.
El secreto de 7 y 13
Uno de los hallazgos matemáticos que más veces se encuentra en la Torá es la relación especial exhibida entre los números 7 y 13. Con los años hemos encontrado más de mil pares de personajes o conceptos mencionados en la Torá, cuyos valores numéricos muestran esta relación, donde la parte masculina del par es un múltiplo de 13 y la parte femenina es un múltiplo de 7.
Un hermoso ejemplo de este fenómeno se puede ver en el comienzo del Libro del Éxodo, conocido como Shemot (שְׁמוֹת), palabra que en hebreo significa “Nombres”. La Torá relata el episodio sobre las dos parteras, Shifra (שִׁפְרָה) y Pua (פּוּעָה) y su rebelión silenciosa contra el decreto de Faraón de que todos los varones hebreos deberían ser asesinados al nacer. El valor de Shifra es 585 y el valor de Pua es 161. Primero nota el hecho interesante de que la suma de sus dos nombres es igual al nombre del libro en hebreo, Shemot (שְׁמוֹת), “Nombres”, 746. En relación a 13 y 7, Shifra es igual a 13 por 45 y Pua es igual a 7 por 23, lo que indica que de la pareja, Shifra es la más masculina y dominante (ya que su nombre es un múltiplo de 13), mientras que Pua es la más femenina y receptiva a los dos (ya que el valor de su nombre es un múltiplo de 7).
En este caso particular, la relación masculino/femenino se exhibe no solo por los factores 13 y 7, sino también por sus multiplicadores: 45 y 23. 45 es el valor de Adám (אָדָם) y 23 es el valor de Jaia (חָיָה), el nombre original de Javá antes de que la serpiente la sedujera. Así, 45 es el multiplicador de 13 y 23 es el multiplicador de 7.
Los sabios identifican a Shifra y Pua como Iojeved (la madre de Moshé) y Miriam (la hermana de Moshé) o como Iojeved y su nuera Elisheva (la esposa de Aharón, el hermano de Moshé). En cualquier caso, Shifra, la primera de las dos parteras, es la madre o la suegra de Pua, por lo que es el personaje relativamente “hombre” (donante) de la pareja.
Si miramos más de cerca la opción de Iojeved (יוֹכֶבֶד), 42, y Elisheva (אֱלִישֶׁבַע), 413, encontramos que los valores de ambos nombres son múltiplos de 7, ya que 42 es 7 veces 6 y 413 es 7 veces 59. Esto encaja bien con la identificación de múltiplos del número 7 con el aspecto femenino en la realidad.
La primera pareja de la parashat Shemot
A veces la relación 7-13 entre los factores de los valores de dos figuras o conceptos no se puede descubrir directamente. Puede ser necesario un paso computacional adicional, pero este paso es consistente en ambos lados del par. Se puede encontrar una hermosa ilustración de tal paso
computacional adicional en relación con la pareja más importante en el parashá Shemot: Moshé y Tzipora. Como recordamos, después de escapar de Egipto Moshé llegó a Midián y allí se casó con la hija de Itró, el sacerdote idólatra más famoso de su época que finalmente se convirtió y se unió al pueblo judío en la tierra de Israel.
Ahora, el valor de Moshe (מֹשֶׁה) es 345, no es ni múltiplo de 7 ni de 13 y el valor de Tzipora (צִפֹּרָה) es 375, nuevamente, ni 7 ni 13 son factores de este número. Sin embargo, un cálculo numérico importante es encontrar el punto medio de un número.[10] Solo los números impares tienen un punto medio, que se puede calcular sumando 1 al número y dividiendo entre 2. Por ejemplo, el punto medio de 5 es 3, el punto medio de 11 es 6, etc.[11] También podemos hacer la pregunta inversa: dado un número n, ¿de qué número es su punto medio? Para encontrar la respuesta, multiplicamos n por 2 y restamos 1. Aplicando este cálculo a Moshé, encontramos que 345 es el punto medio de 689 y que Tzipora, 375, es el punto medio de 749.[12]
De hecho, vemos que 689 es 13 veces 53, la mitad masculina del par asociado con Moshe Rabeinu, y 749 es 7 veces 107, la mitad femenina del par asociado con Tzipora.[13] Además, 689 es el valor de “El Eterno de Israel”[14] (נֶצַח יִשְׂרָאֵל). Esta frase es particularmente descriptiva de Moshé Rabeinu, a quien se considera el alma arquetípica de la sefirá de victoria o eternidad (נֶצַח netzaj).
En una línea similar, 749 es el valor de la conocida frase “una mujer de valor”[15] (אֵשֶׁת חַיִל), una descripción adecuada para cualquier mujer justa, y ciertamente para Tzipora, la esposa de Moshe.
Las tribus y sus esposas
Entre los pares de conceptos o figuras en la Torá donde esperaríamos encontrar esta relación entre el 7 y el 13, están los de las parejas. De los 12 hijos de Iaacov, solo sabemos los nombres de 2 de sus esposas: Iosef y Iehudá. La esposa de Iosef es Osnat y la esposa de Iehudá es Tamar.[16] Veamos estos dos pares de esposo y esposa.
Iosef (יוֹסֵף) es igual a 156, que es 13 veces 12 y Osnat (אָסְנַת) es igual a 511, o 7 veces 73. 73 es el valor de “sabiduría” (jojmá חכמה), una relación que hemos explorado en otros lugares. Sin embargo, Iehudá (יְהוּדָה) que no es un múltiplo de 13 (o 7) y lo mismo sucede con Tamar (תָּמָר) es igual a 640 que no es un múltiplo de 7 (o 13).
Para ver la relación 7-13 entre Iehudá y Tamar necesitamos aplicar un importante principio textual llamado “Restar, Sumar e Interpretar” (gorí, umosifín, vedorshín, גּוֹרְעִין וּמוֹסִיפִין וְדוֹרְשִׁין).[17] Notamos que Iehudá es el único nombre en todo el Tanaj en el que aparecen en orden las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaiá. La única letra que se agrega es el dalet (ד).
Ahora, si tomamos esta letra dalet y la agregamos a Tamar, nos enfrentamos a la pregunta de qué palabra se forma. ¿Es esta una palabra que tiene sentido? Increíblemente, encontramos que una vez en el Tanaj el nombre Tamar tiene un keri-lectura y ketiv-escritura, o sea una variación entre la forma en que se escribe una palabra y cómo se pronuncia. Esta variación se encuentra en los versos que describen las ciudades en el desierto construidas y fortificadas por el rey Shlomó: “Baalat y Tadmor in cerca de la tierra [poblada]”[18]
(וְאֶת בַּעֲלָת וְאֶת תמר [תַּדְמֹר] בַּמִּדְבָּר בָּאָרֶץ).
La forma escrita es Tamar (תמר) y la pronunciación es Tadmor (תַּדְמֹר): ¡Tamar con una dalet adicional![19](ד)!
Ahora, el valor de Iehudah (יְהוּדָה) sin la dalet es 26, que es 13 veces 2 y a su vez el valor de Tamar (תַּ[דְ]מֹר) con la dalet tomada de Iehudá ahora es 644, o 7 veces 92.
Por lo tanto, con respecto a las dos tribus que se mencionan los nombres de sus esposas, encontramos que sus nombres exhiben la relación de 13 a 7. Como se señaló al principio, hay más de mil ejemplos de este tipo en la Torá, que exhiben este sorprendente fenómeno matemático
Meditación Diaria Sobre el Jitas
Libro de Éxodo
Basado en las palabras de Torá para el iom Rishón de la perasha Shemot 5768 Tevet 5768 – enero 2009
FORJANDO LA IDENTIDAD EN EGIPTO
Cuatro Méritos
Dicen nuestros sabios[20] que los patriarcas fueron redimidos de Egipto en mérito a cuatro cosas:
- No cambiaron sus nombres (Reubén y Shimón bajaron a Egipto y Reubén y Shimón fueron redimidos).
- No cambiaron su lenguaje, continuaron hablando hebreo.
- No hubo en ellos lashón hará (hablar mal del otro).
- No hubo en ellos una conducta sexual inapropiada.
Tenemos un principio según el cual, cuando hay una lista de ítems, el último es el que tiene mayor peso. En nuestro caso, esto significa que haber observado el pacto sexual [21] fue lo más influyente en la conservación de la identidad y hacer posible la redención.
Los Cuatro Méritos y Havaiá
Como hemos enumerado 4 méritos, es natural que veamos cómo corresponde con las cuatro letras de Havaiá, el Nombre esencial de Hashem.
iud ( י ) | Sabiduría | No cambiaron sus nombres |
hei ( ה ) | Entendimiento | No cambiaron su lenguaje |
vav ( ו ) | Belleza | No hubo en ellos lashón hará |
hei ( ה ) | reinado | No hubo en ellos
una conducta sexual inapropiada |
Expliquemos esta correspondencia
Iud y hei : Los dos primeros méritos siguen una misma fórmula “no cambiaron…”. Esto ilustra el hecho que por cierto las dos primeras letras del Nombre son un par independiente; efectivamente, forma un Nombre sagrado en sí mismo, י־ה , Kiá . Estas dos letras corresponden a las facultades intelectuales sabiduría y entendimiento. La inmutabilidad, la posibilidad de permanecer estático e invariable, es una cualidad que implica prudencia y resolución de nuestro poder intelectual. Esta capacidad del pueblo judío está emulando el aspecto trascendente de Dios, acerca del cual dijo el profeta “Yo, Havaiá , no he cambiado y vosotros, los hijos de Iaacov no perecerán”.[22]
Iud: Además, en hebreo el nombre de un objeto (es decir su nombre propio) es la expresión más interna de su ser, lo más cercano a su identidad profunda (esencia, etzem en hebreo). De la misma manera, la sefirá de sabiduría es la primera revelación de Divinidad, la primera expresión de Hashem que es inseparable de Si Mismo. Por esta razón, la letra iud tiene la forma de un punto, como la primera marca de tinta [23] que se forma cuando el lápiz toca el papel y ocurre el comienzo de la revelación del pensamiento por medio de la escritura.
Hei: Dios creó el mundo por medio de la lengua hebrea, y en el contexto de nuestra explicación, es el poder que hace existir a los seres creados. De la misma manera, la primera hei de Havaiá representa el entendimiento y el Mundo de la Creación, el principio del ser. En Cabalá, sabemos que los cinco orígenes de las letras están situados en el entendimiento.[24]
Vav y hei : En el hebreo original, los dos últimos méritos también comienzan con las mismas palabras “se abstuvieron de…” ( שֶלֹא הָיָה בַּהֵן… , sheló haiá baén… ). Nuevamente, las dos últimas letras de Havaiá forman un par y representan la dimensión revelada de este Nombre.
Vav : cuidar nuestra lengua y nunca hablar mal del compañero es la marca en el orillo de la sexta sefirá , representada por la letra vav en Havaiá ( vav = 6). Aunque en conjunto hay seis sefirot que están representadas por la sefirá de belleza y la letra vav . Belleza es un estado de armonía, en el que hasta los opuestos se unen para formar un todo completo. El sentido de unidad entre los judíos en Egipto los protegió de hablar incorrectamente del otro.
Hei : La letra final de la sefirá de reinado y representa a nukva , el principio femenino. La pureza sexual y familiar depende primero y principal de la mujer (y del aspecto femenino de su marido). Los sabios aprenden que este rasgo fue mérito de nuestra matriarca Sará: “Sará descendió a Egipto y protegió su sexualidad, y todas las mujeres judías siguieron en su mérito y se protegieron también.”
Entonces, los cuatro méritos que protegieron a nuestros patriarcas de ser tragados por las abominaciones de Egipto corresponden a las cuatro letras de Havaiá .
Todo en el Primer Verso
Además, estos cuatro méritos están aludidos en el primer verso de nuestra parashá :
Estos son los nombres de los hijos de Israel que vienen a Egipto,
con Iaakov, cada uno con su casa vino.
Las primeras dos palabras Veele shemot , “estos son los nombres”, alude al origen del cuarto y más importante de los méritos, abstenerse de relaciones sexuales inapropiadas. El valor de וְאֵלֶה שְׁמוֹת , es exactamente igual a la expresión hebrea “paz y armonía familiar”, שְׁלוֹם בַּיִת , shalom bait ![25] Las letras de “paz” ( שְׁלוֹם , shalom) aparecen en estas dos palabras explícitamente ו א ל ה שמ ות . El resto de las letras אהות , forman la palabra “y tú” ( וְאָתָּה ) y “deseo [sexual]” ( תַּאֲוָה).
Los Nombres
“Los nombres de los Hijos de Israel” alude por supuesto a conservar sus nombres. Los sabios describen esto en arameo como “Reuvén y Shimón descendieron, Reuvén y Shimón ascendieron”. Las iniciales de las palabras arameas “descender” y “ascender”, (נַחְתּוּן y סַלְקוּן, najtún y salkún ) forman la palabra “milagro” ( נס , nes ), insinuando que los nombres hebreos contienen el poder milagroso del mundo de Emanación ( Atzilut ) de sacar a la persona del exilio.[26]
El Lenguaje
“Venir a Egipto” sugiere que no cambiaron su lenguaje. Los comentaristas preguntan por qué el verbo “venir” está en presente y no en pasado, porque cuando el libro de Éxodo comienza los hijos de Israel ya estaban en Egipto desde hace muchos años. Esta pregunta gramatical acerca de esta palabra sugiere que por cierto alude al lenguaje. De esto aprendemos que mientras la persona conserve su lengua madre ( mame loshen en Idish [27]) continúa sintiendo que acaba de llegar de su patria y así no cae bajo la influencia de la cultura local.
A un nivel más profundo, la sefirá de entendimiento está relacionada con el espacio (sabiduría corresponde al tiempo –orden temporal de precedencia- que existe incluso antes que el espacio). Por eso, retener su lenguaje los ayudó a retener su sentido de espacio sagrado, la Tierra de Israel. Por la misma razón, el pueblo judío continuó siendo conocido como Hebreos durante su exilio en Egipto, un nombre que sólo tiene significado en la Tierra de Israel (significa literalmente, “quien ha cruzado el río”, específicamente el Iardén (Jordán).
Habla
“Con Iaakov” alude al mérito de abstenerse de hablar lashón hará , del compañero. Iaakov es el alma arquetípica de la belleza, que antes vimos corresponde a ese mérito. La Torá describe a Iaakov (antes de estancia con su tío Labán) como “Un hombre sincero que mora en tiendas “de la Torá”. Antes de su encuentro con Labán, Iaakov no sabía cómo actuar fraudulentamente. [28]
En el Tikunei Zohar , la sefirá de belleza es descripta como “el cuerpo”. El pueblo judío está asociado con los órganos del cuerpo. Mientras que su sentido de identidad sea fuerte, que todos están “con Iaakov”, no se harán daño, así como la mano izquierda no lastimará a la derecha mientras la mente funcione y ambas manos se identifiquen como parte del mismo organismo.
La Familia
Finalmente, “cada uno con su casa vino”, corresponde explícitamente al mérito de la pureza familiar y abstenerse de una conducta sexual inadecuada. La mujer es llamada” la casa del marido” (בֵּיתו, beitó ). Incluso una pareja que vive en Egipto, que en hebreo significa literalmente “constricción”, simbolizan la naturaleza difícil y restrictiva que los rodea, en la medida en que permanezcan incondicional y eternamente fieles uno al otro, eventualmente emergerán con riqueza y posesiones como salió el pueblo judío de Egipto. Esta fue la promesa que Dios le hizo a Abraham cuando le reveló la naturaleza del exilio de Egipto.
Por cierto, la guematria de las 3 palabras “cada uno con su casa vino” ( אִישׁ וּבֵיתוֹ בָּאוּ , ish ubeitó bau ) es exactamente 3 veces “Abraham” ( אַבְרָהָם ). Abraham es el alma arquetípica de la bondad y el amor, indicando que el amor entre marido y mujer puede sobreponerse a todas las formas de los Egiptos físicos y espirituales. El amor infinito entre ellos es el reflejo de su amor eterno por Hashem.
LAS MARAVILLAS DE TU TORÁ
PARASHAT SHEMOT 5774
SHEMOT: PENTA PIROMANÍAS
Las cinco revelaciones de la luz que Moshé recibió en su visión, corresponden a las cinco revelaciones Divinas que se convirtieron de forma potente manifiestas en el secreto de la zarza ardiente. Al meditar sobre las cinco interpretaciones del símbolo de la zarza ardiente revelamos cómo Moshé incorporó cinco almas a su alma individual para redimir al pueblo judío de la esclavitud en Egipto.
Una Correspondencia Reveladora
Después de matar a un oficial egipcio, Moshé huyó de Egipto para escapar de la ira del Faraón. A la edad de ochenta años, trabajando como pastor para su suegro Itró, llevó a su rebaño a través del desierto y vio un espectáculo increíble: una zarza en llamas pero que no se consumía. Cuando Moshé se desvió de su camino para dar una mirada más cercana, Dios le habló directamente en lo que se constituyó su primera visión profética.
La palabra “la zarza” (הַסְּנֶה, hasné) aparece cinco veces en tres versos consecutivos en este relato de la profecía de Moshé en el comienzo del libro de Éxodo. Esta quíntuple aparición de una palabra clave en tres versos consecutivos sugiere un paralelismo entre el concepto de la zarza ardiente y la palabra “luz” (אוֹר, or) que también aparece cinco veces en tres versos consecutivos en el relato de la creación que comienza el libro del Génesis.[29] La luz fue la primera entidad que creó el Creador, y aquí la primera visión profética de Moshé es también una revelación de luz en la forma de un fuego que inexplicablemente nunca se apaga.
Por otra parte, la Torá es una unidad que contiene cinco libros y que se conoce como “la luz”.[30]
Una forma de interpretar esta correspondencia se alude en la enseñanza de los sabios, que Dios ocultó la luz original de la Creación y la separó para los justos en cada generación. Por lo tanto, Moshé como un justo en su generación, tuvo el privilegio de experimentar las cinco luces de la creación que corresponden a las cinco veces que la palabra “zarza” (הַסְּנֶה) aparece en su visión profética.
Además de aparecer cinco veces en una sección de la Torá, un atributo especial del tipo de zarza que Moshé vio en su visión es que tenía cinco hojas que salen de una raíz en común.
Cinco almas, cinco Sefirot
Los sabios nos enseñan que las tres hojas de la zarza de mirto de las 4 especies en Sucot, representan las almas de los tres patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaacov, las almas arquetípicas cuyo mérito estuvo con el pueblo judío hasta que Moshé recibió su visión. Las cinco hojas de la zarza que vio Moshé, lo reveló y lo preparó para redimir al pueblo judío en su mérito de las dos almas adicionales, la suya y la de su hermano Aarón.
Está claro que los sabios aluden aquí a que el número cinco está estrechamente relacionado con el secreto de la salida de Egipto.
En Cábala, los tres Patriarcas junto con Moshé y Aarón corresponden a las cinco emociones primarias del corazón, tal como aparecen en nuestro servicio Divino: el amor a Dios, estar con temor ante Dios, la compasión por los demás, y la confianza en el poder de Dios para ayudarnos a tener éxito. El quinto atributo del corazón es la sinceridad, que implica perseverar en nuestro servicio consagrándonos con dedicación y sencillez, reconociendo siempre la presencia de Dios en todos los momentos de nuestras vidas.
El símbolo de cinco hojas que brotan de una raíz en común le enseñó a Moshé que iba a necesitar incorporar los atributos de cada uno de las cinco almas en su alma individual para redimir al pueblo judío de Egipto.
Cinco Interpretaciones
Así como la palabra “zarza” (הַסְּנֶה) aparece cinco veces, también hay un espectro completo de cinco interpretaciones principales que el Midrash[31] nos ofrece para explicar la visión de Moshé de la zarza ardiente.
- La primera interpretación es que la zarza representa toda la realidad y el fuego representa la revelación de la Divinidad que lo abarca todo. El Midrash explica que la razón por la que Dios se reveló a Moshé en una zarza tan humilde fue para hacer hincapié en el hecho de que incluso la más baja de las creaciones es una revelación de lo Divino. La terminología paralela del Zohar es “no hay un lugar vacío de Él”[32]
Esta enseñanza corresponde a la bondad, el atributo asociado con Abraham, la primera alma que Moshé tuvo que incorporar a la suya propia. Abraham fue la primera persona que enseñó el verdadero monoteísmo al mundo al enseñar que Dios es omnipresente. Esta enseñanza fundamental de la omnipresencia suscita una atracción inherente en el alma y el deseo de acercarse a Dios. Esto corresponde al amor a Dios, el primero de los cinco poderes emotivos del alma antes mencionados.
- En la segunda interpretación, la zarza representa al pueblo judío que sufre en el exilio, mientras que el fuego representa la Presencia Divina que experimenta el dolor del exilio junto con ellos. El concepto dolor y sufrimiento deriva de la segunda emanación del corazón, el temor. En este orden de ideas, los sabios interpretan el símbolo de la zarza ardiente como una revelación de que Dios participa en nuestro dolor y lo experimenta junto con nosotros, como dice el versículo: “En todo su sufrimiento, Él sufre”.[33] Saber que Dios está junto a nosotros en nuestro sufrimiento es la clave de nuestra fe en que eventualmente Él nos redimirá.
Esta idea refiere en particular a nuestro patriarca, Itzjak, en cuyo mérito eventualmente vamos a ser redimidos del exilio.[34]
- La tercera revelación de la zarza es la paradoja de los opuestos que existen simultáneamente. La zarza representa a la naturaleza, mientras que el hecho de que no se consume por el fuego representa a los fenómenos sobrenaturales que coexisten milagrosamente dentro de la naturaleza. Una vez que Moshé se dio cuenta de esta paradoja se sintió atraído para inspeccionarla. De hecho, el Midrash dice explícitamente que Moshé dio cinco pasos hacia la zarza, un hecho que confirma la conexión con el número cinco como se ha dicho.
Para que algo sea considerado bello debe incluir dos o más atributos que se combinen armoniosamente. Por lo tanto, percibir dos opuestos que existen simultáneamente es experimentar la belleza. En el alma, el atributo de belleza se manifiesta cuando un alma tiene misericordia activa por otra, fusionándose con el otro individuo con armonía empática.
Aquí, la curiosidad de Moshé refleja, en particular, el atributo de Iaacov, que entre los tres patriarcas era el “científico”. Iaacov meditó en el rebaño de ovejas de Labán y experimentó con ellos hasta que descubrió los secretos Divinos que regían su capacidad de reproducción. Este tipo de curiosidad Divina para examinar y entender las maravillas de la naturaleza es una manera de acercarse a Dios que refleja la sefirá de belleza.
- El cuarto de los cinco atributos corresponde en particular a Moshé, que se asocia con la sefirá de victoria o eternidad (נֶצַח, netzaj). La idea de algo que se consume se refiere a la ley de la entropía, que refleja temporalidad. En este caso, sin embargo, Moshé vio que aunque el zarza se encontraba en un estado de combustión activa, sin embargo no se consumía.
Aquí, el fuego ya no simboliza la Divinidad, sino que es un símbolo del fuego profano de la servidumbre del pueblo judío en Egipto que debía consumirlos de forma natural, Dios no lo quiera. De acuerdo con esta interpretación, el mensaje de que la zarza ardiente que corresponde a Moshé era: “Yo, Dios, no he cambiado, y ustedes, los hijos de Iaacov, no han de ser consumidos”.[35] La lectura literal de este versículo se refiere al hecho de que el intento de consumir el espíritu judío de esta manera, nunca tendría éxito porque el pueblo judío es eterno.
- La quinta interpretación nos enseña que el tipo particular de zarza que Moshé vio en su visión estaba coronada de afiladas espinas. Pero al igual que un rosal, también producía hermosas flores con un aroma fragante. El rosal simboliza al pueblo judío, que tienen grandes tzadikim (personas justas), pero también tiene los individuos malvados más grandes más que cualquier otra nación. Exponiendo el versículo: “Y él miró y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía”,[36] el Zohar[37] revela que Dios le mostró a Moshé cómo las espinas, que representan a los poderes del mal, alimentaban el fuego, pero las ramas, los frutos y las hojas de la zarza no se quemaban.
Rabí Shneur Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jabad, enseñó que esta interpretación ofrece una visión mucho más profunda en el versículo antes mencionado, “Yo, Dios, no he cambiado, y ustedes, los hijos de Iaacov, no han de ser consumidos.” Él afirmó[38] que la zarza representa al alma judía, y el fuego representa nuestra meditación sobre la trascendencia esencial de Dios, que está por encima de la realidad física en estado de cambio constante. Al meditar en este pensamiento y cómo integrarlo en nuestro ser, esperaríamos que el alma sea superada por la experiencia de la inmutabilidad de Dios, tanto es así que puede llegar a querer dejar el cuerpo. Sin embargo, esto daría lugar a la muerte del cuerpo en la tierra, que es algo que Dios no quiere que suceda. De hecho, la zarza ardiente alude al hecho de que el alma nunca se consume.
El alma judía “corre” en su aspiración de convertirse en una parte de Dios, hasta el punto de dejar el cuerpo, pero al mismo tiempo se compromete a permanecer en el reino físico para hacer de esta tierra una morada para Dios. Este compromiso es el requisito previo para que el alma vuelva a su morada física. Sin embargo, al elevarse en su meditación hacia lo Divino, el alma es verdaderamente refinada por el fuego, que consume cada espina de mal que tenga adherida.
Esta idea refleja el servicio de Aharón, el Sumo Sacerdote en el Templo. Aharón fue el alma que se acercó más estrechamente a Dios en los servicios del Templo. Del mismo modo, es el servicio de los cohanim (sacerdotes) en el Templo que en última instancia facilita la morada de la Presencia Divina en nuestro mundo terrenal, físico.[39]
De esta manera, mediante la integración de los atributos de las cinco almas que se manifiestan en estas cinco interpretaciones de la visión de Moshé, mereció redimir al pueblo judío de la esclavitud egipcia.
“MOSHÉ MOSHÉ”
En la visión de la zarza Hashem se dirige a Moshé Rabeinu llamándolo “Moshé Moshé”, duplicando el nombre. Previamente vimos un fenómeno como este en la atadura de Itzjak, cuando al final se dirigen a Abraham Avinu diciéndole “Abraham Abraham”. Luego, antes de que Iaacov Avinu baje a Egipto está escrito “Iaacov Iaacov”, Hashem le habla, duplicando su nombre. Más tarde en el Tanaj, cuando Hashem se revela a Shmuel, le dice “Shmuel Shmuel”.
Rashi dice en nombre de los sabios de bendita memoria que duplicar el nombre es una expresión de cariño. Cuando te amo mucho te llamo dos veces. En el Tanaj esto se ve en Abraham, Iaacov, Shmuel y aquí con Moshé. Pero hay una diferencia importante entre ellos. En los signos de lectura de la Torá, en “Abraham Abraham” hay una línea vertical para separar los nombres, llamada psik tamia, también es así en “Iaacov Iaacov” y “Shmuel Shmuel”, pero en el caso de Moshé Rabeinu no está. El Zohar dice que “Moshé Moshé” no hay con él signo de separación. Todo es afecto, pero en el caso de Moshé hay un cariño especial; no hay una línea de separación.
¿Cómo se explica esto? Como en todo hay diferentes explicaciones. En la Guemará está escrito que la explicación primera es que la raíz del alma de Moshé, tal como es antes de bajar al mundo y luego cuando baja a este mundo y se desempeña como redentor de Israel y entrega la Torá, es la misma. Tiene el mismo nivel de conciencia sin perder nada. Tal como es en su raíz en el Mundo de Emanación, así es abajo.
No es así en “Abraham Abraham”, porque Abraham tal como es en lo alto, Bondad de Emanación, no es así abajo. Él recuerda la raíz y se identifica con ella, pero no es el mismo nivel que la que tiene al descender e investirse en un cuerpo en este mundo. Lo mismo sucede con Iaacov Iaacov y Shmuel Shmuel. Pero en el caso de Moshé se produce un fenómeno único, que es igual en lo alto y abajo.
¿Cómo se expresa esto en el servicio a Hashem de Moshé Rabeinu? Que le permite cumplir con la orden, que también es uno de los fundamentos del Jasidut, que puede estar arriba y abajo al mismo tiempo. Puede estar adherido a Hashem y ocuparse de los asuntos de este mundo. No es algo simple redimir al Pueblo de Israel, es una ocupación enorme, y en cierta medida es una ocupación desagradable, porque tiene que vérselas con el faraón malvado, castigarlo con plagas, cosa para nada sencilla. Y a pesar de eso puede cuidar su apego Divino, que es la conciencia de la raíz de su alma, y junto con eso ocuparse de todos los problemas que se generan.
Es capaz de ocuparse del mundo sin perder ni una gota de su conciencia. Esto tiene un dicho en idish, puede estar: in velt ois velt, “en el mundo fuera del mundo”. Esta es una cualidad en la que nuestro maestro el Baal Shem Tov era excelente. También en cuanto a Moshé está la expresión: “Del monte al pueblo”. No se dirigió a ningún otro, directamente desde arriba a abajo. De todas maneras, es una manifestación empírica de que no hay separación en “Moshé Moshé”.
Una tercera explicación, la más práctica: hay un Moshé en cada generación. También hay Abraham en cada generación, Iaacov en cada generación y Shmuel en cada generación. Todos los demás justos se encuentran en cada generación, pero no exactamente el mismo; hay una contracción, una disminución de generación en generación. Ellos pueden saber que son ellos mismos, y también otro puede saberlo, “entiende”, que es una persona de bondad. Rabi Levi Itzjok de Berditchov, el amante de Israel, quizás fue Abraham Avinu de la generación. Quizás Aarón, que también ama a Israel. Todos se encuentran, pero cada uno es una versión diferente, no exactamente la anterior, aunque haya una identificación.
Pero en Moshé Rabeinu hay una continuidad. No significa que sea la misma cara, o inclusive el mismo estilo, porque el estilo cambia, pero hay algo esencial que es exactamente el mismo de Moshé Rabeinu, sin alteración. Es algo asombroso, Hashem concilia la paradoja de que aunque hay cambio, es el mismo sin ninguna diferencia. No hay ninguna diferencia entre el Moshé primero y el siguiente –“una expansión de Moshé en cada generación”.
Que consigamos este fenómeno, de la revelación de Moshé como redentor final, y “Una Torá nueva de Mí saldrá” en nuestros días, inmediatamente verdaderamente ya mismo.
LOS NOMBRES DE MOSHÉ: CONCIENCIA NATURAL Y CONCIENCIA DIVINA
Cuando nació Moisés su madre lo miró y dijo “él es bueno”. Así dice la Torá vateré otó ki tov hu . Dicen los sabios que ella no sólo vio que era bueno en apariencia, que todo el cuarto se llenó de luz, sino que realmente lo llamo Bueno, y ese fue su nombre original antes de ser llamado Moisés, nombre este que le fue dado por Batiah, la hija del Faraón.
Pero verdaderamente hay dos opiniones en la Guemará. Una de las opiniones, de Rabí Meir, una figura muy mesiánica, dice que su nombre era en sí mismo la palabra “bueno”, tov , ese es el nombre de Moshé Rabeinu. Otra opinión de los sabios dice que se agregaron las dos letras י y ה , iud y hei a su nombre tov, “bueno”, y así quedó Tuviá, que se transformó en un nombre hebreo.
Cuando hay dos opiniones de los sabios, debe haber una diferencia entre ellos, pero también se deben complementar. Obviamente se deben complementar porque ambos se basan en la palabra bueno. ¿Cuál la diferencia en el nombre bueno, y cómo se complementan entre ellos?
Un comentario explica que hay dos dimensiones de bondad. Así como en el tercer día de la creación la palabra bueno aparece 2 veces, los sabios dicen esto significa que la persona debe ser buena para el Cielo y buena para el hombre, para las personas. Y aquí también, si llamamos a Moshé Rabeinu bueno, este comentario dice que la palabra la palabra bueno simplemente significa bueno sólo para las personas. Pero si lo llamamos Tuviá, con el agregado de las dos letras del Nombre de Dios, esto significa que es bueno para Dios. Hay dos categorías de preceptos de la Torá, están aquellos que son entre el hombre y su compañero, sus amigos, y están aquellos que son entre el hombre y Dios.
Entonces Tov, se refiere a aquellos preceptos entre el hombre y sus compañeros. Y Tuviá se refiere a los preceptos entre el hombre y Dios. Y es bueno para ambos, para los Cielos y para las personas.
Otra explicación más profunda es que en cuanto a la conciencia propia en el servicio a Dios, hay un tzadik –justo- que es tan esencialmente bueno que su bondad fluye espontáneamente. Está en un estado que se llama en jasidut mudaut tivit , conciencia natural. Él está constantemente conectado con Dios, pero no necesita estar permanentemente meditando conscientemente acerca de la presencia de Dios, y que Dios le da en ese momento el poder para hacer el bien, para ser bueno, simplemente es bueno.
Hay otro tzadik, cuya conciencia es llamada “conciencia Divina”, mudaut Elokit. Él está siempre consciente del hecho que sin que Dios me esté ayudándome siempre, sin que Dios me dé todos mis talentos, toda mi habilidad para ser bueno, yo no podría ser bueno. Entonces, él es bueno, pero por su conocimiento conscientemente de la presencia y del regalo que Dios le da.
Esta es la diferencia profunda entre estas dos opiniones. Si decimos que Moshé es sólo la palabra bueno por sí mismo, significa que la Divinidad está tan permeada dentro de su ser, que es bueno en esencia y Dios está allí sin que esté permanentemente consciente de la presencia de Dios dentro suyo. Pero la otra opinión dice que para retener esa bondad que posee, debe estar siempre sabiendo conscientemente que Dios lo ayuda, y está con él dentro suyo.
Obviamente, estas dos interpretaciones también se complementan entre sí. No siempre, incluso un gran tzadik, está a un nivel de conciencia natural. A veces se vuelve autoconsciente, y para poder rectificar esa conciencia de sí mismo debe volverse consciente de la Divinidad. Que si Dios no estuviera aquí no podría de ser bueno, no sería capaz de hacer nada.
Y entonces, cuando se eleva a esa gran altura, a la altura mesiánica, que es llamada “Conciencia Natural Pura”, Dios es tan parte de sí mismo porque está anulado a a Dios, batel a Hashem , que ya es bueno en su misma esencia, sin la necesidad de agregar aquellas dos letras del Nombre de Dios.
Entonces estos dos nombres Tov y Tuvia se pueden complementar entre sí, y para poner este comentario junto con el primero, que la bondad esencial se expresa más en los preceptos entre un hombre y el otro, y la conciencia Divina se expresa más en aquellos preceptos que son entre el hombre y Dios.
Cuando los tenemos a ambos juntos, incluso hay una guematria que los complemente: Tov es 17, Tuvia es 32, juntos es 49, que es el cuadrado de 7, la inter-inclusión de las Sefirot como en Sefirat Haomer, la inter-inclusión de los 7 atributos del corazón.
Que podamos conectarnos con Moshé Rabeinu, y redimir la chispa de Moshé Rabeinu dentro del corazón de cada uno de nosotros. Y eso va a traer la manifestación del redentor de Israel para nosotros en nuestros días.
LOS SIETE PERSONAJES DE EGIPTO
Conferencia semanal Zohar y Ain Beis
Parashat Shemot 21 de Tevet 5773, Ierushalaim
Hemos dicho que el nigún Menujah Vesimjah tiene un número de versiones diferentes. Este era uno de Nadborna. La próxima semana aprenderemos el nigún de Jabad, y es algo especial que el servicio para la noche de Shabat tenga un nigún de Jabad.
Este Shabat leímos la parashat Shemot, comenzamos un nuevo Jumash. Es sabido que además de esta parashá, hay 6 parshiot que son conocidas por sus acrónimos, Shovavim (שׁובביﬦ) un tiempo especial para la teshuvah basado en el verso que aparece en Ieremiahu, שובו בנים שובבים, shuvu banim shovavim, “retornen hijos traviesos”. El acrónimo está compuesto de las iniciales de las 6 primeras parashot del Jumash de Shemot, que incluye todo el exilio en Egipto, el éxodo y la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Están especialmente relacionados a la rectificación del pacto de la milá. Y, como dijo el Alter Rebe, el mejor tiempo para rectificar con un corto ayuno es en los meses de invierno, estas semanas.
Shemot es el nombre de ambos: la parashá y el jumash, hay algo especial acerca del principio: “todo sigue al inicio”. El comienzo de la rectificación del pacto es esta semana. Hay un verso en Malaji, el último profeta, que escribe: שובו אלי ואשובה אליכם, regresa a Mí y Yo volveré a ti. La palabra שובו, regresar, es igual a 314, el valor del Nombre de Di´s Shakai (די-ש), el Nombre correspondiente para “fundamento”, y del que los sabios interpretan que significa – que Di´s dijo al mundo suficiente. Como el Rebe Rashab explica, toda teshuvá en el pacto está destinado a frenar y detener la desaparición de la verdadera identidad de la persona, la cual es lo que la mancha del pacto quita. Entonces, estas dos palabras שובו y די- ש son iguales. De hecho, el valor de los dos versos שובו בנים שובבים y שובו אלי ואשובה אליכם también son lo mismo, es 776, ופרצת, ביאת המשיח , la llegada del Mashíaj, etc.
Shovavim (שובבים) es igual a 360, el valor de Shejem (שכם), del cual leímos la semana pasada en la bendición que Iaacov da a Iosef. El valor del promedio de cada letra en שובבים es 360 dividido entre 6 o 60, el valor de כלי, un recipiente. Hay 6 recipientes que necesitan ser rectificados. Si escribimos completo שובבים, tenemos שין וו בית בית ויד מם, o 1926 o 36 al cuadrado (36 es la décima parte de 360, שובבים), o 6 a la cuarta. Por tanto, el שובבים es capaz de rectificar a todos los sextos, especialmente la sexta sefirá: Iesod (Fundamento). Iosef mismo es un múltiplo de 6, Iosef יוסף es igual a seis veces Havaiah (26).
Regresando al versículo en Malaji, retorna a Mí y Yo retornaré a ti. Él promete que, si nosotros hacemos teshuvá, Él regresará a nosotros. En la Torá, en Likutei Moharan (2ª parte) donde él habla sobre este verso, donde el Rebe Najman lo conecta al principio de la parashat Shemot. Trae un remez de las primeras 10 palabras de la parasha: ואלה שמות בני ישראל הבאים מצרימה את יעקב איש וביתו באו . Son 11 palabras en el primer verso, pero si miramos justo hasta las palabras antes de הבאים, las letras finales se deletrean תהלים (Tehilim). Las siguientes 5 palabras, sus letras finales deletrean תשובה (teshuvá). Él aprende de esto que la segulá, la mayor segulá para despertar en teshuvá es el recitado de los Tehilim. Uno necesita decir muchos Tehilim. Él termina la Torá diciendo que con el poder de los Tehilim uno puede hacer teshuvá. Y nosotros podemos agregar, tal como el Rebe siempre traía del Rambam, que al final del exilio el pueblo judío está destinado a hacer teshuvá e inmediatamente serán redimidos. Entonces, ¿Cómo hacer méritos teshuvá y salir de Egipto – cada exilio es como Egipto, incluyendo nuestro actual exilio en la tierra de Israel -? Al recitar Tehilim. El trae otro remez de esto del versículo en Crónicas, נאם הגבר הקם על, El discurso del hombre que se elevó… ¿Qué fue lo que elevó? El estado de teshuvá. Este es el Rey David, que no era digno del acto con Batsheva, pero quien lo soportó con el fin de enseñarnos a hacer teshuvá, con el fin de escribir los Tehilim. Él vino a mostrarnos que cualquiera, en cualquier estado, puede hacer teshuvá. En el Tania dice que no hay nada en lo absoluto que pueda permanecer en el camino de la teshuvá, a pesar de lo que se dice en los libros sagrados, siempre hay esperanza, uno siempre debe seguir adelante. Esta es la naturaleza de Iehudá, que sin importar qué, él continúa adelante.
Esta idea es una de las más céntricas en el Pri Tzadik, del Rebe Tzadok Hacohen, quien escribe que no hay nada que pueda detener la teshuva.
Es interesante… ¿quién trae estos tipos de remazim; que hay 10 letras finales que deletrean תשובה תהלים. Yo podría haber esperado que fuera el Baál Haturim. Y si nosotros abrimos su comentario, vemos todo tipo de palabras que él encuentra en el primer verso de nuestra parasha. Pero él no menciona los Tehilim ni la teshuva. Esta es un ejemplo de cómo cada persona que abre la Torá y lee en ella, encuentra exactamente que ésta está conectada a él y a sus necesidades. Aun el Ba’al Haturim que miró en las letras finales de este versículo, no vio estas dos palabras, esperó por el Rebe Najman. A través de los Tehilim uno merece hacer teshuva.
¿Cuál es la conexión con el verso de Malaji? Hashem primero nos está pidiendo que regresemos a Él y, como dijimos conforme al Rambam, Él regresará a nosotros, al traernos la verdad y redención completa, al Mashiaj. Dice el Rebe Najman, que, así como sólo hay 50 puertas al entendimiento, hay 50 puertas de teshuva. Esto es una cosa sencilla en el Zohar, que el entendimiento es siempre equivalente con la teshuva.
Algunas veces la teshuva se refiere a la hei inferior regresando (תשובה תתאה), pero, en cualquier caso, la fuente de ambas, la superior e inferior teshuva, está en el entendimiento. La teshuva inferior en nuestra parasha es Pu’ah y la teshuva superior en nuestra parasha es Shifra, las dos comadronas. Todos los milagros y maravillas y toda la revelación de Hashem en Shemot está en su mérito. Es bastante explícito aquí, como dice: שם האחת שפרה ושם השנית פועה. De hecho, ellas eran madre e hija (tal como bina y maljut – la hei superior e inferior). Hay otro dicho de los sabios, que ellas eran Iojeved y no su hija (Miriam); sino su nuera, Elisheva (la esposa de Aaron). Tal como Leah y Rajel son la hei mayor y la hei pequeña, así Shifrá y Puá son la hei superior e inferior en Havaia. La diferencia es que Lea y Rajel son el servicio de los tzadikim, mientras Shifrá y Puá son el servicio de los ba’alei Teshuva.
Al final de su historia se dice que Di´s las hizo “casas”. Pero dice להם, en forma masculina. Hasta ahora, la Torá hace un punto para relacionarse con ellas con pronombres femeninos, ¿cómo es que ahora se vuelven masculinos? Un comentarista dice que es porque ellas se sacrificaron a sí mismas para salvar a los hombres, como el Faraón les dijo que mataran a los hombres y separaran a las mujeres, pero debido a su miedo al Cielo, ellas no siguieron sus instrucciones y dejaron con vida a los hombres. Entonces, en este mérito, ellas mismas recibieron un aspecto masculino. Otra explicación en Cabalá es que la relación entre la madre (Ima), quien es aún más influyente que Zeer Anpin (el partzuf masculino), y su hija es como la de un hombre a una mujer. Así, cuando la hei inferior regresa a la hei superior, ambas son designadas como masculinas. Esto encaja con lo que encontramos en los sabios, que Shifrá y Puá eran la misma mujer. Este es un midrash maravilloso. Rav y Shmuel están en desacuerdo en que ellas eran una mujer y su hija o una mujer y su nuera. Pero, aquí, ellas son, totalmente, una persona; siguiendo la idea de regresar desde la hei inferior a la hei superior para volverse en una. Las palabras ויעש להם בתים son igual a 913, el valor de Bereshit בראשית. Según el Tikunei Zohar, todo lo que está relacionado a Bereshit está relacionado al propósito de la creación del mundo, el תכלית. Lo primero, como dijimos, es que que él las hiso casas (ויעש להם בתים). Rashi dice que estas casas fueron las casas de sacerdotes y reyes. Otro comentarista dice que estas aluden a la construcción del tercer templo. Aquí “casas” indica que el tercer templo contiene las dos primeras, los dos primeros templos, como el rebe siempre dice que el tercer templo es triple, pues contiene a los dos primeros.
Entonces, Shifrá y Puá son la hey superior e inferior, pero que se refieren al servicio de los ba’alei teshuvá. Nosotros estamos en exilio en esta parasha, y dijimos que, para salir del exilio, debemos hacer teshuva. Regresa a mí, y Yo regresaré a ti. Necesitamos estas dos almas especiales: Shifrá y Puá. Cuando hacemos teshuva Hashem hace teshuva. Hashem es como nuestra sombra en nuestra mano derecha (ימינך יד על צלך ‘ה). El Rebe dijo lo mismo sobre las campañas: que, si realizamos nuestras campañas de forma correcta, entonces Hashem realizará la Suya, la campaña del Mashíaj.
Regresando al Rebe Najman, dijo: así como sólo hay 50 portales de entendimiento, hay 50 puertas de teshuvá. Las primeras 49 puertas de teshuvá corresponden a las 49 letras de los nombres de las tribus. No lo escribió, pero se refería a cómo las tribus son mencionadas en el principio de la parashá Shemot. Sabemos que sobre las piedras de Shoham en las vestimentas del Sumo Sacerdote, 6 tribus estaban escritas sobre una piedra y 6 sobre otra, con 25 letras en cada piedra, indicado en el verso: וכה כה ויפן, dos veces jaf hei = 25 x 2. En total son 50 letras. El remez (“alusión”) es las Tribus de י-ה, y cuando multiplicamos estas dos letras, iud por hei, obtenemos 50.
¿Cómo entonces, Rebe Najman escribe que hay 49 letras en los nombres de las tribus? El peshat (“literal”) es, sin embargo, que se está refiriendo a cómo los nombres de las tribus están escritos en el principio de nuestra parashá. Ellos no cambiaron sus nombres cuando estaban en Egipto y cuando observamos sus nombres, vemos aquí que tienen 49 letras; porque Biniamin está escrito sin una iud, בנימן. Rebe Najman escribe que cada judío tiene una de estas 49 letras, que es su portal personal para hacer teshuvá (tal como cada uno tiene su porta para sus oraciones). Él se conecta a ellas con los 49 días de la cuenta de Omer. Escribe en otro lugar que cada judío tiene un día especial en la cuenta de Omer (como Rashbi, lag, 33 del omer). Pero no todos conocen su portal. Como escribe el Alter Rebe en el principio del Tania, que no cada persona sabe cuál es su porción en la Torá. ¿Qué previene la Teshuvá? Dice que previene dos cosas. La primera es simple: una persona está tan inmersa en la maldad de este mundo falso en el que habita, que por ello no desea hacer teshuvá. Pero, existe quien desea hacer teshuvá y no puede encontrar el camino. ¿Cuál es el camino?, ¿Cómo debería hacer teshuvá? Me siento como una persona ciega. Tengo un despertar para hacer teshuvá, pero no puedo encontrar el camino. Entonces llega un momento en que me desespero. Pero existe una solución, una segulá para ambos problemas: recita los salmos (Tehilim). Si estás tan burdo que no puedes despertar en teshuvá, si recitas los salmos podrás despertar. Y a la vez, si estás despierto, pero no puedes encontrar el camino para hacer teshuvá, recita los salmos.
Los salmos están conectados con la enseñanza jasídica que durante los primeros 12 días de Nisan leemos la ofrenda de los sacrificios de cada príncipe de cada una de las doce tribus, y después de cada lectura decimos que es por si la raíz de nuestra alma pertenece a esa tribu del día (incluso si somos levitas y no pertenecemos a ninguna de ellas). Durante la cuenta de Omer vamos más allá y alcanzamos las 49 letras de estas 12 tribus. Si contamos (Y Hashem cuenta con nosotros) los 49 días de la cuenta de Omer, entonces el día 50 es cuando Hashem regresa a nosotros. Para encontrar tu día especial en la cuenta de Omer, para encontrar tu letra en las tribus, recita Tehilim. Todo esto es el remez que las letras finales de las 10 primeras palabras de la parashá Shemot deletrean תהילים תשובה, Tehilim Teshuva.
Días atrás en el Haiom Iom leímos que quien lee el Zohar eleva su nefesh (psique), y quien lee el Midrash eleva su corazón, mientras que quien recita los tehilim con lágrimas, lava el recipiente. Que mencione a los tres implica que debemos decir los tres. El Rebe Moharash solía decir que estudiar el Zohar para él era estudiar Jasidut. Y el Zohar eleva la nefesh.המלך להי-א ארוממך, “te exhaltaré Mi Dios el Rey” es la revelación a través de la elevación (התרוממות דרך התגלות), uno tiene que revelar y traer hacia abajo la revelación de la elevación. Esto significa recuperar nuestra integridad personal (שלמות עצמית) que ha desaparecido por haber mancillado el pacto. El Rebe Rashab explica que hacemos esto al estudiar Jasidut, por supuesto de manera que lo podamos entender y darle sentido. Pero, lo primero es el Zohar, significando Jasidut, que eleva el nefesh. Lo segundo es el Midrash, en otro lugar dice que las palabras del Midrash dirigen el corazón hacia ellas y lleva a la persona a conocer a Aquel que creó el mundo. Más adelante traeremos un ejemplo de esto.
Entonces, necesitamos elevar el nefesh, despertar el corazón, pero se necesita además una tercera cosa: que nuestro recipiente sea limpio y puro. Los nombres Shifrá Puá son una alusión a la palabra Shefa (שפע), afluencia o abundancia. ¿Cuándo pedimos por afluencia, por gran abundancia, que es como la revelación de Shifrá y Puá? Sólo en una instancia: justo después de la cuenta del Omer en el iehi ratzón, “sea Su voluntad” de cada noche. La cuenta del Omer es el secreto de Amram, el padre de Moshé Rabeinu. Él es la conexión entre Moshé Rabeinu y el Faraón. Moshé es Amram menos 5, y el Faraón (פרעה) es Amram más 5. Entonces, Amram es su promedio. No explicaremos más por ahora. Entonces, Shifrá y Puá a través de su teshuvá logran hacer bajar una gran abundancia.
Acabamos de mencionar al Faraón. Las historias de Shemot se inician con su figura. Existe también el Faraón en la santidad, refiriéndose a la desenfrenada revelación de todas las luces, como le gustaba decir al Rebe. En el Zohar está dicho que esta es explícitamente maljut de Atzilut, de donde emanan todas las luces. El Faraón de abajo es el más grande ego, el orgullo desmedido. Es el enorme cocodrilo que vive en el Nilo. Moshé Rabeinu de abajo es el miedo al Faraón. Él puede conectarse sólo a través de su padre, Amram. Desde el principio de Shemot hasta el nacimiento de Moshé no se mencionan nombres personales. Aun Shifrá y Puá, en la lectura literal, podrían ser sus posibles nombres, y hasta podrían ser justos gentiles, gracias a quienes descendió gran abundancia.
Lo cierto es que ellas están relacionadas con la teshuvá. El otro único nombre que es mencionado es “el Faraón”. Toda la cultura egipcia gira alrededor del Faraón. Ahora en Shifrá y Puá פועה שפרה, vemos claramente el nombre “Faraón”, פרעה. Hay nombre de lugares, Pitóm y Ramsés, רעמסס פתם, que también contienen la palabra פרעה, Faraón. Todo es acerca del Faraón, concuerda muy bien con Egipto. Pero, de forma interesante, en ambos casos el nombre está dividido en dos. Estos son los cuatro nombres tan especiales en el principio de Shemot. Cuando los sumamos tenemos 4 veces דוד בן משיח, Mashíaj el hijo de David.
¿Por qué el faraón construyó estas ciudades? Estas ciudades eran casas de tesoros, y el Faraón tenía la idea por Iosef, una idea residual de que los judíos son buenos con el dinero, con los tesoros, son los mejores para manejar estas cosas. El verso dice: אדם לעמל ילד, adam leamel ieled, “la persona nace para esforzarse”. Las iniciales de “esforzarse”, עמל, deletrean “tesoro-ciudades para el Faraón” (לפרעה מסכנות ערי, arei miskenot leparó). Nosotros hacemos esto en santidad al reunir y dar todos los tesoros al faraón en santidad. Nosotros necesitamos ambas riquezas, la espiritual y la material. Necesitamos construir dos ciudades fuertes para contener estos tesoros. Con Pitom y Ramses como trasfondo, aparecen Shifrá y Puá, como diciendo que ellas salen de estas dos ciudades.
Hay un verso en Iob que dice: ויסתר עמל מעיני, “Él ocultó mi esfuerzo a mis ojos”. Quiere significar que su sufrimiento es su esfuerzo. Pero acabamos de decir que una persona nace con el objetivo de esforzarse. Sin embargo, Iob prefiere no haber nacido, no ver su labor. Prefiere en cambio que le suceda el decreto del Faraón de que cada varón recién nacido sea matado, morir antes de nacer. Después la historia de las dos parteras, el párrafo (פרשה) termina y escuchamos sobre cómo un hombre levita se casa con una mujer levita, también sin nombres personales, y la historia continúa hasta el nacimiento de Moshé Rabeinu.
Otro hermoso remez. Hay otras letras finales en el segundo párrafo, que comienza con וילך איש מבית לוי ויקח את בת לוי, “Y fue un hombre de la casa de los levitas y tomó una hija de los levitas”. Las letras finales de “de un hombre de la casa de Leví”, שתי, y las letras finales de “hija de Levi”, las últimas dos palabras son תי. El Rogachover escribe que aquí Amram representó la mitzvá del casamiento.
Juntas forman la palabra שתיתי, una palabra de la que ya hablamos la semana pasada en el verso שתיתי. Esta palabra aparece solamente una vez en forma positiva: “Bebí”. Aparece algunas otras veces en forma negativa: שתיתי לא, “No tomé”, como en el caso de Moshe Rabeinu y de Janá, la madre de Shmuel. La instancia positiva está en el verso del Cantar de los Cantares: דודים ושכרו שתו רעים אכלו חלבי עם ייני שתיתי, “tomé mi vino con mi leche, comieron los compañeros, bebieron y se emborracharon los queridos” ¿A qué se refiere “Tomé mi vino”? Al principio del Sidur, el libro de rezos, hay una serie de maamarim sobre este verso, donde está explicado que “tomé mi vino” se refiere a la madre suprema, עילאה אימא, “Ima Ilaá”, “biná de Atzilut”, la meditación pura en la mente, y “yo tomé mi leche” corresponde al padre supremo, עילאה אבא, aba ilaá, “jojmá de Atzilut”. Aquí ellos son Iojeved y Amram, los padres de Moshé. Este es un remez difícil de comprender, y no habríamos llegado a él sin este maamar en Jasidut.
Maamar Ain Beis: La Unión de la luz y los recipientes
Vayamos al Haiom Iom y conectémoslo con el maamar de esta semana en Ain Beis del Rebe Rashab. Nosotros dijimos que primero necesitamos el Zohar para elevar el nefesh, luego el Midrash para despertar el corazón y después los tehilim deben ser dichos con lágrimas para lavar nuestro recipiente. Claro que estas lágrimas, especialmente en Jabad, no deben ser falsas ni forzadas. Deben ser lágrimas de teshuvá. Cuando yo estudio el Zohar y éste eleva mi nefesh, esto aún no es teshuvá. Despertar los corazones es cercano a la teshuvá pero no es teshuvá en sí misma. Pero los tehilim con lágrimas sí son teshuvá, como está dicho que los portales de las lágrimas nunca están sellados. Y esto lava el recipiente.
Usualmente el recipiente es el corazón, pero despertar el corazón no es aún un corazón roto. Pero cuando los tehilim lavan el corazón, éste es específicamente un corazón roto – como el dicho de que “no hay nada más entero que un corazón roto”. De esto aprendemos que el hecho de que un corazón no esté roto es porque no hay aún teshuvá, más bien lavar este corazón roto con los tehilim con lágrimas. En el maamar del Rebe Rashab explica que la luz y el recipiente tienen que estar unificados. La naturaleza de la luz es la nada, para auto anularse ante la voluntad de Dios; mientras que la naturaleza del recipiente es descender y volverse burdo físicamente. Ambos tienen que cambiar la dirección con el fin de conectarse. La luz tiene que descender al reino físico y quiere conectarse con el recipiente, y el recipiente tiene que ascender y anular su ser.
Entonces, tenemos luz y recipiente, y la nada y el ser. En adición está la Torá y la recitación de oraciones, rezar. La naturaleza de la Torá es como la luz, para anularse y regresar a lo alto dentro de Di’s. Una persona que no entiende que la naturaleza de la Torá es la luz, no es el intelecto, aun no tiene la luz de la Torá. La Torá real viene hacia abajo desde el cielo, nosotros la recibimos del cielo. Por hacer eso, por haber sido dada a nosotros en el monte Sinaí, la Torá ya cambió su dirección. Rezar es tomar mi ser, a mí mismo, y elevarlo; cambiando también su dirección. Cuando el rezo está conectado de forma propia con la Torá, eso es la esencia de la rectificación. La palabra rectificación es el lugar donde las direcciones se voltean con el fin de cambiar el caos en rectificación.
El Maguid explicó que la mejor alegoría para entender todo en la Torá y el Jasidut es la del Rebe y su estudiante. El Rebe Rashab no menciona esto aquí. La novedad principal en este maamar es que si no hay un balance correcto entre la Torá y el rezo, entre el Rebe y su estudiante, entonces el estudiante se podría anular demasiado y el Rebe podría descender muy bajo y volverse “rudo, burdo”.
Nuevamente, no dice que el maestro se vuelve estudiante y el estudiante se vuelve maestro, en cuyo caso la luz se vuelve un recipiente y el recipiente luz. Esto es como la inversión de roles, como la terrible situación actual, en que el hombre quiere volverse mujer y viceversa, a través de una operación, o cosas similares. Esto es como lo que mencionamos la semana pasada que la anulación no debe ser por parte del estudiante, ya que puede llegar a ir demasiado lejos.
Si usamos la alegoría del Rebe y su estudiante, parecería que los roles se intercambiaron. El Rebe es alguien altruista. Está el estudiante que ha estudiado mucho sobre altruismo, y piensa que él es el más grande altruismo. Todo esto es ego. Pero, también existe la situación opuesta. El Rebe cuando comienza a hablar, a fin de hacer las cosas claras en un aula, tiene que hacer las cosas concretas. Desde su punto de vista el lenguaje que tiene que usar es burdo y tosco, pero estas son las únicas palabras que los estudiantes entienden, o sea que puede ser entendido por ellos. De otra manera, sus palabras no significarían nada para los estudiantes.
Pero existe la situación en la que el Rebe habla con más tosquedad que los estudiantes y esto es un intercambio de roles, es una situación terrible. Este es un muy buen ejemplo para entender cómo, cuando hay un balance apropiado entre la dirección de la luz y la dirección del recipiente, entonces todo es bueno y está bien. Todo esto está relacionado con lo que dijimos sobre los tehilim y un corazón roto y las lágrimas producidas porque el corazón está roto, entonces una persona puede pensar realmente que tiene humildad. Pero, si no ha lavado esta humildad con lágrimas y tehilim, la humildad puede terminar en un lugar muy negativo. Sólo si tienes las tres cosas juntas puedes ser rectificado, según el dicho del Tzemaj Tzedek.
Negarse a Cumplir Ordenes
Las parteras temían a Dios, tenían temor al cielo. Y ellas no hicieron lo que el Faraón les ordenó hacer, su teshuvá fue no hacer lo que se les dijo que hagan, matar a los varones, de hecho, ellas hicieron lo contrario, se hicieron cargo del niño. La adición es que ellas hicieron completamente lo opuesto, y mantuvieron al niño vivo y lo cuidaron. ¿Cómo se llama esto ahora, a este tipo de teshuvá, este tipo de teshuvá que trae el nacimiento de Moshé Rabeinu, el éxodo, y la entrega de la Torá y la construcción de los Templos? Esto, hoy, es llamado פקודה סירוב, reusarse a cumplir la orden. La teshuvá es reusarse a cumplir una orden particular por la mujer, y por ellas fuimos redimidos.
El mérito de las mujeres rectas trae la redención y en particular esto se refiere al fortalecimiento de la fe en los niños. Pero aquí vemos otro mérito de las mujeres rectas. La redención completa fue en su mérito, que el pueblo judío no cambió jamás sus nombres, ni su apariencia, que no se asimilaron.
Pero en realidad estas son dos cosas diferentes: dar a los niños fe y confianza en Hashem, pero primero debían dar nacimiento a los niños. En la parashá, aun antes ellas fueron “casas” está dicho que Di´s benefició a las parteras al hacer que la gente se multiplicara y fuera fructífera. Esto fue porque su todo su propósito era que el pueblo se multiplicara y fuera fructífero y se incrementara en número. Entonces, lo primero es tener muchos hijos y después, lo siguiente es educarlos sólo en santidad, con santidad pura, y la primera cosa en este aspecto es que ellos crean en la llegada del Mashíaj.
Pero el mérito de tener muchos niños comienza con estar dispuesto a rechazar una orden. ¿Cómo sabemos que esto es verdad? Porque nuestro pueblo entero comienza con una negativa para seguir órdenes. Esa es la historia de Abraham. Existen muchas formas de negarse a seguir órdenes. Una persona que está poco dispuesta a seguir lo que la dicta cultura, esa persona está negándose a seguir órdenes. El medio ambiente de una persona se vuelve como un comandante diciéndole qué hacer y si no le obedece y la sociedad lo encuentra, entonces la persona será severamente castigada y excluida.
Aún Moshé Rabeinu, quien fue el más humilde de todas las personas, su humildad fue porque el miró en la última generación de la historia y vio que eran judíos quienes su único esfuerzo en este mundo es no seguir las ordenes de una sociedad que los fuerza a hacer lo opuesto que Hashem les dijo que hicieran. En el caso de las parteras, todo Egipto era el Faraón. No hacer lo que él dijera era también peligroso físicamente, él podía matarlas.
El principio de negarse a seguir órdenes se alude en el nombre de Iosef. Tiene las letras iud y vav, que son las letras de Havaiá, y las letras samej y pei, las letras iniciales de “negar una orden” (פקודה סירוב, seruv pekudá). ¿Dónde vemos que se negó a cumplir órdenes? Con la esposa de Potifar. Potifar es también un nombre conectado con Faraón. Su negativa a seguir su orden no fue algo pequeño. Ella le dijo que si no hacía lo que le decía tendría que matarlo. La amenaza al final no se cumplió y él “sólo” fue encarcelado.
El hecho de que un judío siempre esté negándose a seguir órdenes es la esencia de lo que significa estar en Tzivot Hashem, que es negarse a seguir órdenes del ietzer, la inclinación al mal. La inclinación al mal es “adulta”, es 13 años más vieja que el alma Divina y por ello se siente como el “adulto responsable”. La serpiente “yo” del Jardín del Edén también se sintió más grande que Adam y Eva.
En los sabios de bendita memoria, las leyes de negarse a una orden son aprendidas de Amasa ben Itra el Israelita, él fue el ministro del ejército de Iehudá. Pero en el Midrash dice que aprendemos a negarnos a obedecer una orden de Iosef. En el sacrificio de los príncipes de las tribus, el octavo día es el día en el que Menashe trajo su sacrificio, y ahí los sabios discuten sobre cómo Iosef se negó a cumplir una orden y ellos conectan todo esto a un verso en Eclesiastés, אלקים שבועת דברת ועל שמור מלך פי אני. Yo, dice el Midrash, soy como el rey que te ordena. Este es el “yo”. Este “yo” del rey, en general porque te ordena, debes cumplir su orden.
Pero, existe una excepción, cuando dice: אלקים שבועת דברת ועל, si lo que te dice es ir en contra de lo que juraste a Hashem. Hay una larga discusión sobre este verso. La negación de Iosef de seguir una orden está conectada con la inclinación al mal, representada por la esposa de Potifera. Pero el Rambam escribe que el negarse a seguir una orden está particularmente relacionado con las órdenes de un rey. Por ejemplo, si el rey te ordena hacer algo, pero estás en medio de realizar alguna mitzvá, entonces no estás obligado a seguir la orden (en cualquier otro caso podrías ser hallado culpable). Tanto más si te ordena hacer algo que la Torá prohíbe. Entonces uno debe negarse a seguir la orden.
En el Talmud aprendemos sobre el negarse a seguir una orden del rey de Amasa Ben Itra, porque ese fue un caso de negarse a seguir la orden del rey (y no como Iosef que se negó a la esposa de Potifera). Es ese caso en particular, Amasa dijo que él no tenía que llamar a filas a los soldados porque ellos estaban ahora ocupados en aprender Torá. Este, por supuesto, no fue un llamado a los soldados necesario para salvar vidas (נפש פקוח, pikuaj nefesh), sino una guerra voluntaria, en caso contrario tendría prioridad sobre el estudio de la Torá. Ioav eventualmente mató a Amasa, pese a que eran primos. Ioav mató a dos tzadikim, Avner ben Ner y Amasa ben Ieter.
¿Cómo era Amasa un tzadik y mejor que Ioav quien lo mató? Porque Amasa sabía cómo aprender de las palabras “sólo” y “salvo” (ורקין אכין), pero Ioav a pesar de que sabía muy bien cómo entender estas palabras, no sabía cómo aprender estas palabras de forma correcta. ¿Qué “רק”, qué concepto de “salvo” Amasa aprendió tan bien? Se dice en el libro de Iehoshúa que la gente venía a Iehoshúa y le decía: “Todo el que se niegue a tu mandato será asesinado, sólo se fuerte y firme (ואמץ חזק רק, rak jazak veematz). La palabra rak, “sólo” aquí viene a excluir a alguien que se rehúsa al mandato del rey (como Iehoshúa) porque él escucha a Dios y no a ti. En tal caso él no es culpable y no debe ser matado.
Los sabios preguntan ¿si hay un maestro y un estudiante, a quién escucharías? Al maestro. Aludiendo a la historia de la serpiente y Eva, ¿A quién debió haber escuchado ella? Al maestro, es decir a Dios. Pero el Rambam usa una terminología diferente. Él dice, entre el amo y el sirviente ¿a quién escucharías? Al amo, porque él desea recalcar que el rey terrenal es sólo un sirviente del verdadero Amo, su Amo, es decir el Todopoderoso. Cuando el rey no sigue las enseñanzas de su Amo, entonces no es siquiera digno de ser llamado estudiante, él es sencillamente un sirviente y no debe ser escuchado. Esto es un punto importante. El estudiante también tiene que sentir que es un sirviente, tiene que saber cuál es su lugar. Algunas veces, aún sentir que eres un estudiante demuestra falta de refinamiento. Esto está relacionado a lo que los sabios dicen acerca de que servir a un maestro es aún más grande que aprender de él.
Regresando a nuestro midrash en la parashá Nasó, en la tribu de Menashe, dice que quien se cuida de no seguir órdenes ilegales, por él el Todopoderoso establece: el tzadik decreta y el Todopoderoso lo cumple. Todo su propósito fue hacer la voluntad de Dios, por eso si existe una situación en la que el Rey verdadero, el Todopoderoso decreta algo que no es bueno a nuestros ojos físicos (והנגלה הנראה בטוב), él tendrá el poder de anular el decreto de Dios. Estos dos principios (el tzadik decreta y Di´s seguirá el decreto; y que Dios decreta y el tzadik anula el decreto) corresponden a netzaj y hod. Otro importante punto es que no importa quién es el rey, todo esto se refiere también respecto a un rey kosher judío, no sólo si es el Faraón o algún otro.
El Gaón de Vilna conecta al Rambam con la mitzvá de honrar a los padres. Tienes la responsabilidad de honrarlos y hacer lo que ellos dicen, a menos que te digan que hagas algo en contra de la Torá. Existen dos casos así: con un rey y con nuestros padres. El Gaón de Vilna escribe que es sencillo entender que uno es más responsable ante un rey que ante nuestros padres. No importa si es un rey judío o no. Construiremos un modelo alrededor de esto. Nuestros padres son la sabiduría y el entendimiento; el “yo” es Zeir Anpin; el rey, que es más que los padres es keter, la corona. Pero, dijimos que algunas veces el rey es judío y otras veces no lo es. Puede ser un rey judío, un estado judío, la cultura judía, como si fuera, “fantasmas” judíos (יהודאין שדין). ¿Cómo podríamos reflejar la diferencia entre ellos? El rey no judío es el aspecto externo de keter, Arij. Esto es voluntad vs. Voluntad, mi voluntad tiene que derrotar su voluntad. Pero, si el rey o la cultura o el estado es judío, entonces, emana del aspecto interno de keter, la corona, viene del placer. Por tanto, tenemos placer vs. Placer. Hay un placer en seguir los decretos del estado judío, especialmente de alguien que cree que el estado representa el comienzo de nuestra redención. Existe un gran placer entonces en seguir las órdenes del estado. Y para no seguir sus órdenes, uno debe tener un placer tremendo en la santidad para levantarse frente a ellos.
Lo que obtenemos de esto es que para desobedecer a nuestros padres cuando nos dicen por ejemplo no respetar el Shabat, necesitamos despertar nuestro poder de anulación para anular lo que ellos dicen. Pero como el poder del reino judío viene del aspecto interno de Keter, si ordenan algo prohibido ese aspecto interno de keter está “apagado” y equivocado. El arquetipo de desobedecer órdenes son Shifra y Pua. ¿Qué es Dios en este modelo? Él es la Radl”a, la cabeza incognoscible. El rey judío es Atik. El rey no judío es Arij, y los padres son Aba veIma. Y el “yo” es Zeir Anpin, y si soy mujer, entonces el “yo” es maljut (no Zeir Anpin).
Otro remez. ¿Cómo sé que las letras samej y pei en Iosef están relacionadas con desobedecer órdenes y que los niños nacen en mérito suyo? Porque estas dos letras en el nombre aluden a tener otro niño: “Mi Dios me ha agregado otro hijo”, fueron las palabras que Rajel dijo cuando le dio a Iosef su nombre. Pero la primera palabra en la Torá que tiene las dos letras samej y pei juntas es cuando Eva dio a luz a Abel:
הבל את אחיו את ללדת ותוסף,
“y agregó dando a luz a su hermano, a Hevel”
Probando que estas dos letras están relacionadas con tener más hijos.
¿A cuánto equivale פקודה סירוב, seruv pekudá, “reusar una orden”? Es igual a תבונה, tevuná, inteligencia, el partzuf inferior de bina, entendimiento. Tevuná en relación a biná representa a la relación de los ba’alei teshuvá respecto a los tzadikim.
El servicio inapropiado a Dios es descrito como לבו בהתגלות אם כי בתבונה כסיל יחפץ לא, “el tonto que no busca tevuná, sino la revelación de su corazón”. Todo lo que hace es buscar el favor ante los ojos de los demás. Tevuná es unificarse con סבא ישראל, Israel Saba, que puede ser traducido como “el auténtico espíritu judío”. Una mujer que desea casarse con Israel Saba, el auténtico espíritu judío, tiene que desobedecer órdenes ilegales.
Entre los sabios tanaicos פקודה סירוב, desobedecer órdenes es igual a “Rabí Meir” (מאיר רבי). Tenemos que buscar historias sobre él desobedeciendo órdenes. Sus contemporáneos no entendían sus opiniones.
La Historia de Shifra y Pua: 7 personajes
Shifrá y Puá (פועה שפרה) es igual a Shemot (שמות). Ellas son las responsables de todos los nombres (shemot) que bajaron a Egipto.
Después de todo esto entramos a su historia. En ella encontramos 7 personajes: están Shifrá y Puá, las mujeres judías y las mujeres egipcias con quienes se comparan, pero las mujeres judías no son como las egipcias; después están los hombres y las mujeres, el hijo y la hija que nacen; Y finalmente está el Faraón. Si queremos hacer una representación teatral se necesitan estos 7 personajes. El argumento gira alrededor de la orden del Faraón que ellos desobedecieron, con el mérito de las ciudades del tesoro, y el tesoro es el temor a Dios.
Hay algo que no terminamos antes. Dijimos lo que Iob dijo sobre “esfuerzo” (עמל). El Ba’al Haturim escribe que la palabra ויסתר, vaister, “y ocultó”, aparece sólo dos veces en el Tanaj. Una vez en este verso en Iov, y otra en nuestra parashá, cuando Moshé oculta sus ojos, no por ver la zarza ardiente, sino por temor a ver a Dios. ¿Cuál es la conexión entre ellos? El Ba’al Haturim explica, existe una disputa entre los sabios si fue algo bueno que Moshé Rabeinu ocultara sus ojos y no deseara ver en la zarza ardiente (más tarde le pide a Dios verlo, pero Dios le dijo: “perdiste tu oportunidad en la zarza ardiente”). Sólo por ver la Shejiná, la Presencia Divina, es ciertamente algo negativo; pero dice el Ba’al Haturim, si hubiera mirado y rezado a Dios que redimiera al pueblo judío, eso hubiera sido positivo. Como dijo el Rebe: para traer la redención, para pedir por el Mashíaj ahora, uno tiene que ver directamente la Presencia Divina y pedir por el Mashíaj ya. Si pidiéramos así por el Mashíaj, y si esta hubiera sido la manera en que Moshé hubiera mirado en la zarza ardiente, entonces hubiéramos sido salvados de todas las dificultadas de todos los exilios después de Egipto.
Iob estaba en desgracia, por eso le pidió a Dios que oculte su esfuerzo, o sea, en primer lugar, que no lo hubiera hecho nacer. Pero en el caso de Moshé, podría haber sido liberado de todos los exilios. “Y ocultó” (ויסתר) es de guematria 676, el cuadrado de 26 (Havaiá). En nuestro verso en Shemot: להים-הא אל מהביט ירא כי פניו משה ויסתר, “y ocultó Moshé su rostro porque temió ver a Dios”, y en el verso de Iob: מעיני עמל יסתר, “oculta el esfuerzo a mis ojos”, juntos suman 1296, y rápidamente vemos que es 36 al cuadrado o 6 a la cuarta potencia.
Ahora, dijimos que son 7 personajes en la historia de Shifrá y Puá. Si son 7, deben corresponder a las 7 sefirot inferiores. Colocamos al Faraón en correspondencia con Maljut, el reino. En esta parasha (פרשה), encontramos que algunas veces le dice Faraón y otras veces sólo lo llama el rey de Egipto (מלך מצרים). Los 7 personajes están hablando de nuestro servicio a Di´s. Así, hasta las mujeres egipcias representan algo en el servicio Divino. ¿Qué representan realmente? En Jasidut está explicado que una mujer egipcia es alguien que sirve a Dios con el propósito de recibir una gratificación personal de su trabajo. Shifrá y Puá les daban agua y comida a otros. Ellas gratificaban a otros. Alguien que trabaja con el fin de gratificarse a sí mismo, es alguien que sirve a Di´s con “un sentimiento de sí mismo”, siente que él ama a Dios, que él teme a Di´s, que él está aprendiendo Torá. Recibe él una gratificación de todo esto.
Esto es una mujer egipcia. Este es el tipo de servicio a Di´s que las mujeres egipcias representan. Esto produce una cortina que cae entre los mundos. Una cortina es una contracción que no permite a la luz pasar entre los mundos, porque ciertamente la distancia entre ellos es infinita. La cortina es una mujer egipcia. Si una persona busca gratificación, esto presenta la forma de Luz Divina descendiendo al mundo inferior. Esto crea contracciones a lo largo del orden de evolución de los mundos (ההשתלשלות סדר, seder hahistalshelut). Tal como cada mitzvá crea un ángel bueno, cada acto que tiene como objetivo proporcionarnos gratificación, crea una cortina que esconde la luz que desciende.
¿Qué hay sobre las mujeres judías? Ellas representan lo opuesto. Ellas realmente son llamadas mujeres hebreas, y la palabra “hebrea” surge del verbo que significa “atravesar” (ויעבר). Esto permite pasar a la luz que desciende aun sin vestimenta, no permitiendo que sea escondida por las mujeres egipcias, por cortinas. ¿Si las mujeres hebreas daban a luz antes que lleguen las parteras, para qué eran necesarias las parteras? Porque ellas asisten a la luz para que pase a través de la cortina puesta allí por las mujeres egipcias.
Ellas pueden hacer esto porque su origen está en la esencia de Dios. Shifrá es el placer inherente en la meditación en Hashem, y Puá es la “palabra de Di’s (‘ה דבר), que se refiere a toda halajá, profecía, o redención. Cuando Puá está contenida dentro de Shifrá eso la vuelve redención. Pero si permanece como entidad separada de Shifrá, entonces es Elisheva (la nuera de Iojeved) y se vuelve la palabra de la halajá, de la ley de la Torá. Pero, si Puá es Miriam, la palabra de Di´s que emana de ella se vuelve profecía, pues Miriam fue una profetiza.
El Faraón quería que Shifrá y Puá mataran a los hijos en la matriz. Pero ellas dijeron que fuera lo que fuera, el niño ya había sacado su cabeza. En Jasidut está explicado que lo que ellas dijeron se relaciona al hecho de que el poder de dar a luz viene de una fuente superior a Shifrá y Puá, que ellas sólo pueden ayudar, o sea que viene de Radla, de la cabeza incognoscible.
En todo caso, en nuestra realidad es muy difícil encontrar a alguien hoy en día que sea como las mujeres hebreas y no busquen gratificación en su trabajo. Tenemos a las mujeres hebreas, a las mujeres egipcias, y al Faraón que en el último día mandó a todos los egipcios a que mataran a todos los niños judíos que encuentren.
Las mujeres egipcias corresponden a hod (reconocimiento); ya que למשחית עלי הפך הודי. Las mujeres judías corresponden a “victoria” como está dicho sobre netzaj: ונצח ישראל לא ישקר ולא ינחם. El niño y la niña aquí son jesed y guevura. El Faraón quiere matar a los niños porque ellos podrían, potencialmente, volverse el redentor. Él creyó que el redentor no podría ser una niña. Podría haber estado equivocado respecto a esto. En jasidut está explicado que el niño es alguien que provee abundancia como parte esencial de su carácter. Tal persona es como un canal abierto, que no detiene el fluido de la abundancia, no se sienten. La niña es alguien que recibe, y por tanto siente que “ellas” han recibido algo, entonces tienen que contener lo que acaban de recibir (como la mujer tiene que contener el esperma recibido con el fin de crear un niño) pero en esta contención, la niña se siente a sí misma. Al Faraón le pareció que las niñas podrían estar hechas para asimilar. Si todos sirvieran a Dios con el propósito de la auto gratificación, entonces ellos podrían asimilar. El Faraón pensó que podía tener a las niñas judías incluidas dentro de las mujeres egipcias.
Ahora nos queda el eje central: tiferet y iesod. Shifrá entonces, claro está, corresponde a tiferet (belleza – eso significa su nombre). ¿Qué hay sobre Puá? Dijimos que todo esto es una historia de rectificación del pacto, el fundamento. Primero ella habla con los niños, tiene una voz interna simple. Habla con los niños, y “voz” aquí es la sefira de iesod, fundamento. Existe una unificación en Cabalá entre sonido y dibur, habla. Los sabios explican que Puá no les hablaba a los niños después de nacer, sino que antes, durante el parto su voz provocaba que éste fuera más rápido. En un sentido interior, su voz tenía la habilidad de dar a luz a la redención, de traer al exterior la revelación Divina. La voz aquí es más importante que las palabras que realmente dijo. La voz es iesod en Cabalá, no maljut (que es el habla).
Entonces, hemos construido un partzuf completo aquí de las siete sefirot inferiores y los personajes en la historia de Shifrá y Puá.
Ahora, para los dos versos finales en la historia, dicen: “Dios benefició a las dos parteras y el pueblo se multiplicó enormemente. Y fue gracias a que las parteras temían a Dios que Él las hizo casas”. En cada ejemplo de verdadero altruismo, la anulación del ser, tiene que haber ambos: ir y regresar. El nivel más elevado de “ir” es llamado “con toda tu ‘muchedad’” (מאדך בכל). En este caso fue la multiplicación del pueblo, mientras que el hecho de que les fueran dadas casas, fue su “regresar”. Regresar está siempre relacionado al miedo (porque ellas temían a Di´s…) mientras que ir, está relacionado al amor.
La palabra יראה, irá, “temor” aparece dos veces en el verso ותראינה y וייראו, “y se atemorizarán y tendrán temor”. Esto corresponde a dos tipos de desobedecer órdenes. Pasivo y activo. El tipo pasivo es cuando se te da una orden para, por ejemplo, desalojar a judíos de sus casas y tú te rehúsas y entonces eres puesto en prisión (hay un comentario que dice que “él les hizo casas”, significando que él las puso en casas de prisión). Pero está la desobediencia activa, donde no sólo no desalojas a los colonos judíos, sino que te unes a ellos. Sobre este tipo de desobediencia está dicho que ellos ayudaron a los niños una vez que ellos habían nacido, ותחיינה את הילדים.
En Iosef las letras iud y vav se refieren al punto de no desear realizar la orden ilegal. La vav es además hacer lo opuesto, pues la vav causa reversión del tiempo, gramaticalmente (היפוך וו). Normalmente decimos que netzaj y hod son activo y pasivo, pero aquí es la iud y la vav.
Ahora, el Faraón les dijo vean en el vientre de las mujeres, para ver con sus manos, al tocarlas, si es niño o niña. Dice Jasidut que ellas primero se rehusaron a seguir las órdenes, se negaron a hacer diferencia entre niños y niñas judíos. No estoy dispuesto a decir hay diferencia. Esto es un punto importante para todas las familias: no diferenciar entre niños y niñas, no desear ni niño ni niña, aceptar a ambos por igual. No desear tener sólo niños o sólo tener niñas. En el servicio Divino esto significa que existe un individuo que puede servir sólo a Hashem en el presente como una niña, alguien que es un receptor. No le importa siempre y cuando sirva a Di´s.
Si medito sobre esto en mí mismo para ver si soy un receptor o un dador, que incrementa su sensación del “yo”. Es sencillo adivinar quién dijo esto en Jabad, que la persona no debe preocuparse por sí mismo. Así, el primer paso de desobedecer una orden es no diferenciar entre ser un niño o una niña. ¿Por qué? Porque yo sé que al final la niña no terminará siendo una mujer egipcia, sino que servirá a Dios con auto anulación (no necesariamente con anulación del ser). Esta niña puede llegar a sentir su esencia, pero al mismo tiempo sin sentirse a sí misma.
Esta no es la anulación de un tzadik, quien puede anular aun sus sentimientos de ser una esencia, sino que es todavía la anulación del ser, alcanzable por el beinoni, el intermedio. Tener una sensación de nuestra esencia y aun anular el ser, es considerado revelar realmente la verdadera unicidad de Hashem. Este es el propósito por el cual el mundo fue creado. Ellas mantuvieron a los niños y a las niñas vivos con el entendimiento de que al final, las niñas son realmente el propósito final de toda la creación –la persona que puede anular su ser pero no puede anular su esencia, pues aun la experimenta como una parte de Dios.
Revelar esto es la esencia de desobedecer órdenes, este es el propósito final de hacer esto en primer lugar.
Que merezcamos la experiencia de cómo Dios las hizo casas, de ser el niño en santidad y más aún la niña en santidad, todo en mérito de las parteras hebreas Shifrá y Puá. Lejaim, lejaim, que merezcamos la verdadera y completa redención por el Mashíaj, inmediatamente.
Gracias a las Mujeres
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo – Domingo
וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרָיְמָה
Veeile shemot bnei Israel habaim Mitzraima
“Y estos son nombres de los hijos de Israel que vienen a Egipto”
Iaacov y sus hijos son recordados por sus nombres y a continuación comienza la descripción del exilio y la esclavitud. Los siguientes nombres mencionados aquí son los nombres de las parteras
“וַיֹּאמֶר מֶלֶךְ מִצְרַיִם לַמְיַלְּדֹת הָעִבְרִיֹּת אֲשֶׁר שֵׁם הָאַחַת שִׁפְרָה וְשֵׁם הַשֵּׁנִית פּוּעָה”
Vaiomer Melej Mitraim lameialdot haivrim,
asher shem haajat Shifra veshem hashniá Púa.
“y dijo el rey de Egipto a las parteras hebreas,
que el nombre de la primera era Shifra, y el nombre de la segunda Púa.”
Los nombres de los varones son como si hubieran desaparecido durante la esclavitud, y en su lugar se puso de relieve los nombres de las mujeres justas que entregan la vida para cuidar la existencia del pueblo de Israel.
He aquí que el faraón le dijo a las parteras: “si es un niño lo matarán y si es una niña vivirá.” Faraón pensó que para someter a Israel era suficiente matar a los varones, como se dice en la Hagadá de Pesaj: “el faraón no decreto sino por los varones”, porque las niñas que quedaran se asimilarían dentro de los egipcios y su cultura. ¡Pero el Faraón cometió un gran error! Es precisamente “gracias a las mujeres justas que Israel salió de Egipto”, de Shifra y Pua que rechazaron su malvado decreto.
Faraón se basó en el dicho “la mujer es de opinión ligera”. Es cierto que en la dimensión del Daat, el conocimiento consciente, hay una cierta ventaja del hombre sobre la mujer. Pero el conocimiento no es todo, la emuná, la fe está por encima del Daat, de la conciencia, y se revela con la entrega simple y la devoción de la mujer más que en el hombre. “Nuestros antepasados no fueron redimidos de Egipto, sino por la fe que creyeron”, por el mérito de las mujeres creyentes.
Hay diferentes opiniones de quiénes fueron realmente Shifra y Púa. Su identidad personal no es tan importante como su sacrificio para asegurar la permanencia de todo el pueblo. Son las que cuidan los “nombres de los hijos de Israel” en el exilio, como nos revela la hermosa alusión: Shifra y Púa = ¡nombres! שפרה ועוד פועה = שמות
Y vio que era bueno
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo – Lunes
וַתֵּרֶא אֹתוֹ כִּי טוֹב הוּא”
“Vateré oró ki tov hu”
“Y vio que era bueno”
Lo primero que sabemos sobre Moshe Rabeinu es que era “bueno”, tov. ¿Cuál era el nombre que le dieron su padre y su madre? ¿Lo llamaban por su nombre? En la Torá esto es un misterio. Los sabios de bendita memoria también tienen opiniones diferentes sobre su nombre, y algunos dicen que es simplemente “bueno”.
Moshé es una novedad maravillosa en el mundo, un “alma nueva”, neshamá jadashá, que aparece de la nada, por eso al principio no tiene un nombre definido. Solo después de haber sido sacado del agua, como si viniera de otro mundo, entonces recibió su nombre, que significa literalmente “extraído [de las aguas]”, כי מן המים משיתיהו, ki min hamaim meshitihu. En otras palabras, el nombre de la persona da fe de su esencia, de su misión en particular. Pero hay algo más primario, antes del nombre: la raíz primordial del alma. Este es el “bien” de Moshé, su raíz esencial que precede a su nombre personal.
La historia del nacimiento de Moshé es la clave para la redención del Pueblo de Israel. Para ser redimido es necesario renovarse, recibir fuerza de la raíz oculta que precede al nombre. Este es el nivel de “tov” de Moshé, desde donde comienza la redención. Sobre este ‘bien’ está escrito: “Hay tres coronas: la corona de la Torá, la corona del sacerdocio y la corona del reino. Y la corona del buen nombre está por encima de ellos”. Este es el nivel elevado de Moshé, que precede a la Corona de la Torá que él mereció.
En la Biblia hay alguien más llamado “Tov“. En el Rollo de Ruth, está escrito: אִם יִגְאָלֵךְ טוֹב יִגְאָל, “im igaleja tov igual”, “Si te redimirá, Tov te redimirá”. De aquí podemos aprender que “Tov” es el nombre del redentor. Moshé redime a Israel de Egipto y el alma de Moshé regresa en el alma del Mashíaj para completar la revelación de la bondad, como está dicho: “El primer redentor es el último redentor”.
Cada judío tiene una chispa del alma de Moshé, por esta razón todos pueden y deben adoptar la característica del “Tov“: ser una buena persona y tener un buen corazón, ser “bueno para los cielos y bueno para ls criaturas”. Ser un “buen judío” significa revelar a Moshé dentro de cada uno de nosotros.
“Buen judío”/יהודי טוב/Iehudí tov, equivale numéricamente a hijo / בן/ ben. Las letras hebreas para bueno/טוב/tov tienen seis combinaciones posibles (como toda palabra de tres letras). 6 veces Tov es igual a banim (בנים, hijos), los hijos de Israel que están emergiendo hacia la redención. Y más aún, banim/hijos = emuná/אמונה/fe.
Todo es en mérito de la Emuná.
Los Primeros Pasos del Redentor
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo – Martes
וַיִּגְדַּל מֹשֶׁה וַיֵּצֵא אֶל אֶחָיו וַיַּרְא בְּסִבְלֹתָם…
וַיִּפֶן כֹּה וָכֹה וַיַּרְא כִּי אֵין אִישׁ וַיַּךְ אֶת הַמִּצְרִי וַיִּטְמְנֵהוּ בַּחוֹל
“Vaigdal Moshé vaiatzá el ejav vaiar besivlotam…
vaifen co vajó ki ein ish vaiaj et hamitzrí vaitmenehu bajol.
“Y Moshé maduró, y salió hacia ver a sus hermanos y vio sus sufrimientos…”
“Y él se volvió aquí y allá y vio que no había hombre [observando],
y golpeó al egipcio y ocultó su cuerpo en la arena.”
El acto de auto sacrificio de Moshé por Israel es su primer paso como redentor. Esta es su grandeza, “Y Moshé maduró”.
Nuestros Sabios dicen que Moshé mató al egipcio con la ayuda del Nombre Inefable de Di-s. Este no es un uso “técnico” del Santo Nombre, sino más bien una revelación interna del alma de Moshé. El Malbim [Meir Leibush ben Iejel Michel Wisser, Ucrania, 1809-1879] alude a esto en su explicación del versículo: “Y vio que no había hombre”, Moshé vio que no debía definirse a sí mismo como un hombre, sino más bien era similar a un ángel, y con este poder espiritual derrotó al egipcio. A esto se aludieron los Sabios en su explicación de que Moshé golpeó al egipcio con el Nombre Inefable de Di-s.
Más tarde en esta porción de la Torá, Di-s se revela a Moshé por primera vez, en la visión de la zarza ardiente:
וַיַּרְא ה’ כִּי סָר לִרְאוֹת וַיִּקְרָא אֵלָיו אֱלֹהִים מִתּוֹךְ הַסְּנֶה וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה מֹשֶׁה וַיֹּאמֶר הִנֵּנִי
Vaiar Havaiá ki sar lirot, vaikrá elav Elokim mitoj hasné vaiomer:
Moshé Moshé. Vaiomer Hineni.
“Y Di-s vio que se volteó para ver y Di-s lo llamó desde dentro de la zarza,
y Él dijo: ‘Moshé Moshé’ y él dijo: Aquí estoy'”.
Nuestros Sabios explican: “Di-s vio que Moshé se desvió de sus ocupaciones para ver sus sufrimientos (que al comienzo de su camino se volvió para ver las cargas de sus hermanos). Por lo tanto, “Y Di-s lo llamó desde dentro de la zarza”. En esa misma reunión, Di-s reveló a Moshé Su Nombre de redención
“Ehié asher Ehié“, א-היה אשר א-היה, “Seré Quién Seré”.
Esto se alude maravillosamente al comienzo del camino de Moshé hacia el liderazgo: la primera parte del versículo “Y se volvió aquí y allá y vio que no había hombre” (vaifen co vajó ki ein ish, וַיִּפֶן כֹּה וָכֹה וַיַּרְא כִּי אֵין אִישׁ) en hebreo tiene 21 letras (hasta el signo de pausa etnajta en el verso). La segunda mitad de este verso “y él hirió al egipcio y lo enterró en la arena” (וַיַּךְ אֶת הַמִּצְרִי וַיִּטְמְנֵהוּ בַּחוֹל) también tiene 21 letras en hebreo. 21 es el valor numérico de Ehié. 2 veces 21 es el secreto de ¡Ehié asher Ehié!
Además, los cabalistas dicen que Moshé golpeó al egipcio con el Santo Nombre de 42 letras (que se reconoce en las iniciales de la oración de Ana B´Coaj ), Ehié más Ehié. Aquí vemos que en el primer acto de Moshé se revela el secreto de la redención.
Moshé Moshé
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo
Miércoles 16 de Tevet 5778 – 3 de Enero 2018
“Y lo llamó Elokim desde la zarza”.
“וַיִּקְרָא אֵלָיו אֱלֹהִים מִתּוֹךְ הַסְּנֶה”
“Vaikrá elav Elokim mitoj hasné”
La zarza ardiente alude a la Nación de Israel sufriendo dificultades. Di-s también está con ellos, como en el versículo: “Estoy con él en el sufrimiento”. En hebreo la palabra para ‘zarza’ es sné / סנה . Si reorganizamos las letras de sné deletrean hanes,הנס, el milagro. La existencia de la Nación de Israel en el exilio y la esclavitud es milagrosa: una oveja solitaria que sobrevive entre setenta lobos, ese es el significado profundo de:
“La zarza está ardiendo con fuego y la zarza no se consume”.
“הַסְּנֶה בֹּעֵר בָּאֵשׁ וְהַסְּנֶה אֵינֶנּוּ אֻכָּל”
“Hasné boer baesh vehasné einenu ucal”
Di-s llama a Moisés desde dentro de la zarza:
“Y [Dios] dijo, ‘Moshé Moshé’ y dijo ‘Yo estoy aquí'”.
“וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה מֹשֶׁה וַיֹּאמֶר הִנֵּנִי”
“Vaiomer Moshé Moshé, vaiomer hineni”
Los nombres de Abraham, Iaacov y Shmuel también aparecen dos veces consecutivamente en la Biblia, pero en esos casos hay una nota de cantilación de la Torá (“|”, pasek) que separa entre los dos nombres (por ejemplo: Abraham | Abraham). Solo el nombre de Moshé se duplica con éxito sin nada en el medio. Una de las explicaciones de esto está en el Midrash, que trae la siguiente alegoría: “Es como un hombre sobre el que ha caído un objeto pesado y grita en voz alta: ‘Señor, señor, tú que estás cerca de mí, elimina este objeto de mí'”. Entonces Di-s dice: ¡Moshé Moshé, ven pronto a ayudarme! Mira cómo todo lo que hay aquí está ardiendo, un fuego horrible está quemando a mis amados hijos y su dolor es mi dolor.
Es cierto que Di-s es todopoderoso y otorga la existencia de Israel milagrosamente, pero aquí en el mundo de la acción “no nos fiamos de los milagros”. Di-s tampoco confía en Sus propios milagros, en cambio espera que lo ayudemos. Si el fuego está quemando no debemos sentarnos de brazos cruzados, debemos estar a la altura de las circunstancias y alistarnos para ayudar y decir: “Aquí estoy”, hineni.
La presencia inmanente de Di-s, la Shejiná dentro del arbusto nos enseña que el rasgo de rajamim, compasión, significa identificarse completamente con el sufrimiento del prójimo. Esto es exactamente lo que hace Moshé, deja su yo individual atrás y entra completamente en el otro. Por eso él es el verdadero líder “porque quien tiene compasión de aquellos que guiará”.
Moshé y Aharón
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo
Jueves 17 de Tevet 5778
וְדִבֶּר הוּא לְךָ אֶל הָעָם וְהָיָה הוּא יִהְיֶה לְּךָ לְפֶה וְאַתָּה תִּהְיֶה לּוֹ לֵאלֹהִים”.
“Vediber hu kejá el haam vehaiá hu ihié lejá lepé veatá tihié lo leElokim”
“Y él [Aharón] hablará por ti al pueblo y será para ti como la boca,
y tú [Moshé] serás para él como Dios”.
Y así está dicho [Tratado de Sanhedrín]: “Una cosa [líder] de la generación y no hay dos cosas generación”. Tal como el cuerpo humano tiene una cabeza, no dos, y sin embargo, aquí Hashem agrega a Aharón a Moshé y así hay dos cosas cabezas o líderes en la generación. Pero está claro que Moshé está a la cabeza y Aharón es el “número dos”, Moshé es el rabino y Aharón “traduce” las palabras a los oídos de la gente, pero de todas maneras Aaron lo hace con corazón alegre:
“וְרָאֲךָ וְשָׂמַח בְּלִבּוֹ” Veraajá vesamaj belibó
“Y te vio y se alegró en su corazón”
Moshé representa la verdad Divina inquebrantable, “cumplir la ley a rajatabla”, como él mismo proclamó en su celo, después del pecado del becerro de oro: “El que esté con Dios venga conmigo”. Mientras que Aarón “ama la paz y busca la paz”, y sabe cómo interpretar la verdad en aras de la paz.
Por el lado de la verdad que viene de lo Alto, debe haber una sola cabeza, por lo que en un principio fue difícil para Moshé aceptar la idea de dos cabezas, como Rashi comenta sobre las palabras “Y te vio y se alegró en su corazón”, “No es como piensas, que Aharón tendrá resquemor cuando seas elevado a la grandeza”. Moshé cree que Aaron tendrá recelo de que haya una sola cabeza, o una o el otro. Pero Aharón una vez más renueva en realidad de la existencia de dos cabezas, ambas cosas a la vez, porque hay otra verdad profunda que se encuentra abajo, dentro de la realidad del receptor.
Moshe es la “figura paterna”, el cabeza de familia, y Aharón es la “figura materna”. Aharón, אהרון, de la raíz de הריון, heraión, “embarazo”, y su corazón contiene y envuelve a todos con el calor de una madre. Las iniciales de Moshe y Aharón forman la palabra אם, em, madre, la combinación de ambos agrega la figura materna a la figura paterna. Estas iniciales se repiten en otros pares de líderes como Esther Mordejai, Eliahu Mashíaj.
En términos del jasidismo, Moshé es el Rebe, y Rebe hay uno solo, alguien que me dice la palabra de Dios y nos inculca la auto anulación frente a las grandeza y majestad de Hashem y Su Unidad. En cambio, Aharón es un mashpía, un consejero y guía, una figura adicional que todo el mundo necesita, alguien que nos guía en el camino del Rebe.
Todos Sobre el Mismo Burro
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo
“וַיִּקַּח מֹשֶׁה אֶת אִשְׁתּוֹ וְאֶת בָּנָיו וַיַּרְכִּבֵם עַל הַחֲמֹר וַיָּשָׁב אַרְצָה מִצְרָיִם”
“Vaikaj Moshé et ishtó veet vanav vaiarkibem al hajamor vaiashav artza Mitzraim”
“Y Moshé tomó a su mujer y a sus hijos, los puso sobre el asno y volvió a la tierra de Egipto”
Rashi trae un maravilloso Midrash sobre este verso: “sobre el burro, el burro único”. Este es el burro que Abraham ensilló para el Encuadernación de Isaac y es el asno al que el Rey Mashíaj será revelado, como dice: “Pobre y montado en un asno”.
El Rebe de Lubavitch dice que hay una diferencia entre las tres instancias: Abraham puso la leña para el sacrificio en el asno. Moshé puso a su esposa e hijos en el asno y el Mashíaj cabalgará sobre el asno. La palabra hebrea para ‘burro’, חמור, jamor, tiene las mismas letras que la palabra ‘materia física’, חומר,jomer, que también se refiere al cuerpo físico.
Con Abraham, antes de la entrega de la Torá, el mundo físico solo ayudaba en el cumplimiento de los preceptos. Con Moshé, se reveló el nivel de la entrega de la Torá, con la santidad impregnando los objetos físicos, y así el burro/materia lleva a su esposa e hijos. Nuestros sabios enseñan que la esposa de una persona es como su propio cuerpo. Sin embargo, estas son la parte inferior de Moshé, no Moshé mismo. El Mashíaj en cambio monta él mismo en el burro. Él revela que la esencia del alma asciende y se sublima en virtud del cuerpo físico.
Este proceso también se aplica a la relación entre marido y mujer (la esposa es como el “cuerpo” del esposo). Moshé lleva consigo a su esposa Tzipora, pero luego la envía de vuelta a Midián. En última instancia, él se separa completamente de su esposa para poder estar listo en cualquier momento para recibir la profecía. El Mashíaj en cambio no se separará de su esposa. Su esposa experimenta todos los acontecimientos trascendentales junto con él y junto con ella el Mashíaj alcanza su nivel más elevado. Por lo tanto, en nuestra generación, mientras nos preparamos para Mashíaj, la relación de la pareja debe estar continuamente basada en la asociación y la plena identificación mutua.
¿¡Hasta Cuándo!?
Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo
וַיָּשָׁב מֹשֶׁה אֶל ה’ וַיֹּאמַר אֲדֹנָי לָמָה הֲרֵעֹתָה לָעָם הַזֶּה לָמָּה זֶּה שְׁלַחְתָּנִי. וּמֵאָז בָּאתִי אֶל פַּרְעֹה לְדַבֵּר בִּשְׁמֶךָ הֵרַע לָעָם הַזֶּה וְהַצֵּל לֹא הִצַּלְתָּ אֶת עַמֶּךָ”
“Vaiashav Moshé el Hashem, vaiomer Adon-ai, lama hareota laam hazé, lama ze shlajtani. Umeaz bati el Paró ledaber biShimjá herá laam hazé vehatzel lo hitzalta et ameja.”
“Y Moisés regresó a Di-s y dijo: ‘Di-s, ¿por qué has hecho mal a esta Nación, por qué me enviaste? Y desde que vine a Faraón para hablar en Tu Nombre, ha sido malo para esta nación y no has salvado a tu nación”. [Éxodo 5:21-22]
¿Es apropiado hablar de esta manera a Dios? ¿Podemos preguntarle ‘Por qué?’ Después de todo, no podemos ni siquiera comprender un ápice de Su sabiduría infinita y Sus caminos. ¿Dios debe darnos cuentas de sus actos? En la superficie, una persona que tiene Temor del Cielo no se atreve a formular preguntas al Amo del Mundo. Si no entiendes ¡haz tus propias cuentas! Debes tener un problema que estás proyectando en Dios…
Podemos responder que una persona común no debe hacer preguntas, pero Moshé puede preguntar, porque sus preguntas ciertamente no se derivan de una falta de fe o de santidad. Pero eso no es suficiente. Finalmente aprendemos de Moshé que hay algo bueno acerca de las preguntas. Es cierto, Moshé es el líder y la responsabilidad recae sobre sus hombros, pero cada persona tiene una chispa del alma de Moshé. Y entonces, cada judío tiene que llorar como Moshé, “¿Hasta cuándo?”
Esta es específicamente la pregunta que abre nuevas puertas. Hasta ahora percibimos nuestra conexión con Di-s de cierta manera, pero esa fue una percepción relativamente superficial. Una pregunta importante socava toda nuestra percepción. Algo aquí no es comprensible e insistimos en que no entendemos, no estamos dispuestos a allanar la superficie como si todo estuviera bien.
Si tu ‘temor al Cielo’ te impide admitir que hay cosas que no entiendes, la pregunta afectará tu alma, eventualmente causando que podredumbre y que tu relación con Di-s no sea correcta. Si sientes una importante conexión interna con Di-s entonces le clamas, le haces preguntas candentes y te das por vencido. Di-s desea esta honestidad directa: es exactamente lo que falta para traer la Redención. La pregunta penetrante de Moshé sobre el Exilio es lo que acelera la llegada de la Redención.
VIDEOS
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh
LIBRO DE SHEMOT – ÉXODO – שמות
PARASHÁ SHEMOT – NOMBRES
LAS PARTERAS SHIFRA Y PUÁ y EL MESÍAS
Rabino Itzjak Ginsburgh
El nombre de esta parashá que también es el nombre del segundo libro de la Torá es Shemot, שמות, que significa “nombres”. En español es llamado Éxodo porque la principal historia al comienzo del libro es el éxodo del exilio de Egipto. ¿Por qué su nombre [que es muy significativo] es NOMBRES? “Veeile Shemot”, “y estos son los nombres”. Al aferrarnos fuertemente a nuestros nombres judíos, y al vivir conforme al significado interior, el significado espiritual de nuestros nombres judíos, ameritamos ser redimidos del exilio egipcio, que representa las limitaciones y confinamientos de la vida. El poder de ser redimidos está en los nombres.
El primer par de nuevos nombres que aparece en esta parashá son los de las parteras del pueblo judío, que ayudaban a dar a luz con mesirut nefesh, autosacrificio a todos los niños de Israel en el exilio. Sus nombres son שפרה y פועה, Shifra y Puá. Si meditamos en estos dos nombres y también calculamos su guematria, Shifra es 585 y Puá es 161, y si los sumamos obtenemos exactamente la palabra שמות, shemot, nombres, 746. La mmanifestación más esencial del poder del nombre es dar a luz nuevas almas que aunque en este momento están en un estado de exilio, pero fueron redimidos inmediatamente del exilio. Ese es el poder de los nombres de las dos parteras Shifra y Puá.
¿Cuál es la diferencia entre los dos nombres? ¿Cuánto hay que agregar a ese nombre 161, que es el de la hija, para llegar al de la madre, 585? Hay que agregarle a la hija para alcanzar a su madre 424. ¿Qué significa este número? משיח בן דוד = 424, Mashíaj ben David, Mesías el Hijo de David.
BENDECIR ANTES DE HACER
Hay muchas explicaciones en Jasidut acerca de la diferencia entre Iosef y Iehudá.
Iosef es la sefirá de iesod, “fundamento”, mientras que Iehudá es maljut, “reinado”. Tiene que haber una conexión entre ellos.
Está escrito en la Torá “Y se acercó a él Iehudá”. Iehudá se acercó a Iosef, se conectó con él. Respecto al futuro por venir está el Mashíaj ben Iosef y Mashíaj ben David que viene de Iehudá.
Una de las explicaciones es que Iosef es el cumplimiento mismo del precepto, cuando el judío hace la voluntad de Dios. Realizar el precepto es una característica de Iosef.
¿Qué es Iehudá? Los sabios establecieron que antes de cumplir un precepto digamos una bendición. Bendecir a Hashem: “Bendito eres Hashem nuestro Dios rey del universo que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó… colocar tefilín, o encender las velas del sagrado Shabat”. De la bendición se pasa a la acción, es decir, primero bendecimos y luego cumplimos con el precepto. En la bendición hay un reconocimiento, un agradecimiento a Dios. Hay una atracción de luz trascendente, y el poder de bendecir es de Iehudá.
Por eso está escrito que Iaacov envió a Iehudá delante suyo, a Iosef. ¿Cuál es la explicación? La explicación es que él dijo que tú eres Iehudá, tú eres el poder de bendecir que pasa a la acción. Tienes que estar antes que Iosef, antes del cumplimiento del precepto en la práctica.
SI TE EQUIVOCASTE, HASHEM TE SALVA
Iehudá es ese tipo de personalidad que nunca desespera. Incluso cuando cae, cuando comete errores, tiene fe, confía en que “Hashem me puede salvar”, y Él por supuesto me va a salvar, aunque yo mismo me haya producido el perjuicio, y haya perjudicado a todos, Dios no lo permita.
Al final de la parashá Miketz, “al final”, después de la historia de la copa de plata y todo lo demás, parece como que se diera por vencido, un poco sin saber qué hacer, le dice aIosef “nosotros somos los siervos de mi señor [de Iosef]”.
Pero luego al principio de la parashat Vaigash “y se acercó”, vemos una renovación, hay un nuevo comienzo, una historia nueva, “y se acercó a él Iehudá”. Entonces se fortaleció mucho, le habla de forma dura a Iosef, tal como dice Rashi. Le dice oye, si no aceptas mis condiciones entonces ¡uy!
Hasta lo amenaza con matarlo, así escribe Rashi.
¿Qué es esto? Se trata de alguien que piensa “quizás cometí un error”, reflexionó, “quizás me equivoqué, me hice garante de Biniamín, quizás fue todo un error mío”. Pero ahora dice no, aunque me haya equivocado no importa, Hashem puede salvarme en toda situación y sólo tengo que fortalecerme.
GRACIAS POR LA BENDICIÓN DE LA PLEGARIA
En el libro de Salmos dice el rey David: “Bendito Elokim que no apartó mi plegaria ni Su bondad de mí”. [Salmos 66:20]
Primero Dios le da a la persona la claridad y la voluntad de rezar, de clamar a Dios, luego le hace llegar la bondad.
Así sucedió en Egipto; cuando estuvimos en Mitzraim, esclavizados en el exilio de Egipto, a tal punto que todos los exilios son llamados como el exilio de Egipto, primero clamamos y rogamos. “Los Hijos de Israel clamaron y entonces se elevó su grito a Dios.” Después de que gritamos a Dios, el Creador nos escuchó, y fue el comienzo de la redención.
Está escrito que el comienzo de la redención es que Dios le brinda al hombre la posibilidad de comprender la raíz de su problema, su carencia. Y cuando de repente se le aclara cuál es la raíz del problema y la severidad del problema, entonces grita a Hashem y entonces Hashem lo salva. Así sucede con cada uno y una.
Y entonces bendecimos, tal como el rey David bendice a Hashem, “Bendito Elokim que no apartó mi plegaria ni Su bondad de mí”, que Hashem me da la plegaria y entonces también me da la bondad al salvarme.
MENSAJE DE LA PARASHÁ DE LA SEMANA
Parashat Shemot 5772
NACE EL REDENTOR DE ISRAEL
“UN NIÑO BUENO”
Parashá que leemos esta semana de la Torá es Shemot, la primera del libro de Éxodo. Una de las cosas más importantes de esta parashá es el nacimiento del redentor de Israel, Moshé Rabeinu, quien aparece en la Tor á por primera vez en la parashá de esta sema
Su madre Iojeved lo da a luz en secreto pues el faraón ha decretado que todos los infantes deben ser arrojados al Nilo, así que todo se mantuvo en secreto y cuando nace su hijo, Moshé Rabeinu, mira al bebé recién nacido y dice en hebreo (que) ella vio que era “bueno” y lo escondió por tres meses.
Los comentaristas dicen que toda madre ama a su hijo, y que al ver a su recién nacido, inmediatamente lo abraza y sabe sin lugar a dudas que su hijo es bueno y que es el mejor regalo que Dios le ha dado. Entonces, ¿Qué es lo que la Torá quiere decirnos al enfatizar la palabra “bueno”, “que ella vio que él era bueno”? Debe haber un significado especial, algún significado único de la palabra “bueno” en este contexto del nacimiento de Moshé Rabeinu.
En realidad, hay una gran variedad de comentarios diferentes, distintos significados de qué es lo bueno de Moshé Rabeinu. Tomando en cuenta que es el redentor de Israel, fue el primer redentor y su alma regresa para ser el redentor final, el Mashíaj. Así, todo lo que se dice de él es muy pertinente para nuestra comprensión, para nuestra conexión con el redentor de Israel.
El hecho de que el primer término descriptivo usado para él es que es “bueno”, debe ser algo esencial de su ser, para el núcleo del ser del redentor de Israel, Moshé Rabeinu. En forma breve vamos a ver 7 significados diferentes que los sabios han dado sobre a qué se refiere la palabra “bueno” en el nacimiento de Moshé Rabeinu.
Y así como hacemos usualmente, cuando discutimos una serie completa de comentarios sobre cierto tópico, tratamos de ordenarlo, de modelarlo basados en un modelo cabalístico, y si hay siete diferentes interpretaciones, deben corresponder a los siete poderes emotivos del corazón que son en hebreo: Jesed, Guevurá , Tiferet , Netzaj , Hod, Iesod y Maljut , y la traducción al castellano es generalmente: bondad, poder (rigor), belleza, victoria, reconocimiento, fundamento y reinado.
Veamos cómo los sabios dan 7 interpretaciones a la palabra “bueno” al nacimiento de Moshé, y la manera en que se corresponden con su carácter emotivo.
PRIMERA INTERPRETACIÓN
La primera interpretación es la que Rashi nos trae, (es el que hace el comentario más literal del Jumash, de la Biblia) nos dice que “bueno” se refiere a la primera vez que “bueno” fue mencionado en la Torá. Al principio de la creación, se dice que la primera cosa que Dios creó fue la luz en el primer día. El primer día de la creación corresponde a la primera de las siete emociones que es la bondad, “y creó la luz y observó la luz y vio que era buena”.
Por eso es muy similar, así como cuando Dios creó la luz, miró la luz y vio que era buena, exactamente del mismo modo, Iojeved, la madre de Moshé Rabeinu, dio a luz a Moshé, lo miró y vio que era bueno.
Entonces, debe haber alguna relación entre el nacimiento de Moshé y la aparición de la nueva luz creada. Los sabios dicen que, efectivamente, al momento de su nacimiento, cuando salió del vientre materno, toda la habitación se llenó de luz. Esta es la primera interpretación: el hecho de que ella vio que él era “bueno” significa que la luz llenó, abarcó todo el espacio alrededor de Moshé Rabeinu.
Y ya que esta interpretación se deriva de la comparación de su nacimiento al primer día de la creación, que es Jesed, la primera luz en aparecer es su amor y bondad esenciales, su midá, su carácter de Jesed .
LA SEGUNDA INTERPRETACIÓN
La segunda interpretación dice que sabemos que Moshé Rabeinu nace al séptimo mes, mejor dicho, al inicio del séptimo mes de embarazo, seis meses y un día. Una madre que da a luz a un bebé prematuramente podría haberse producido un aborto, si el bebé no hubiese estado completamente formado. También dice que era una mujer muy anciana entonces –pocos saben que tenía 130 años de edad– y de acuerdo a la naturaleza, una mujer ya entrada en años, muy a menudo da a luz a un bebé débil. Pero cuando miró a su bebé, Moshé Rabeinu, no solamente estaba completo, sino que también parecía estar fuerte.
Esta es en realidad la interpretación del Tárgum Ionathan, una de las traducciones al arameo del texto, que aunque había nacido prematuramente y de una madre muy anciana, estaba completo y era fuerte, y ese hecho es el significado de la palabra “bueno,” (que) vio que era “bueno”, que estaba completo, completamente formado, bien formado y muy fuerte, casi como un niño crecido.
Esta interpretación corresponde a poder, puesto que la palabra que utiliza es “fortaleza”, ella vio que era fuerte, hay algo acerca de la palabra “bueno” que da idea de que la persona es fuerte. Para ser “bueno” debes ser fuerte.
LA TERCERA INTERPRETACIÓN
La siguiente, que se asemeja a la anterior, pero es una interpretación diferente, es que muy a menudo la palabra “bueno” en hebreo, en el Tanaj y en la Torá significa bello.
Por ejemplo cuando la Torá describe a Rivká también cuando era una niña a la edad de tres años, antes de que desposara a Itzjak, la Torá usa la palabra tová, que tenía buena apariencia, así que mucho de los comentarios dicen que Moshé era simplemente el más bello de todos los niños, aunque, como ya habíamos dicho, toda madre ama a su hijo, pero hay una belleza especial en este niño que ninguna otra madre ha experimentado al ver a un recién nacido.
Esta es obviamente la interpretación de que “bueno” en este contexto significa “bello”, lo cual corresponde a la tercera sefirá emotiva, Tiferet.
LAS INTERPRETACIONES CUARTA Y QUINTA
Las siguientes dos sefirot , Netzaj y Hod , normalmente van juntas como pareja, y sólo para explicar en breve cual es la diferencia entre éstas dos y las tres anteriores, digamos que: las tres anteriores son esenciales a nuestra personalidad o carácter. Decir que alguien es “bueno” significa que hay algo bueno innato en esa persona, que sea “bueno” como “lleno de luz,” o que es fuerte, o hermoso, todos éstos son atributos que le describen. Pero cuando llegamos a las siguientes dos sefirot , Netzaj o Hod , son más pragmáticas, es decir que si alguien es “bueno” a nivel de Nétzaj o Hod –victoria y reconocimiento– significa que es bueno para algo, algo que es capaz de realizar, que puede alcanzar y lograr, y para cierta función para la cual es bueno.
Así que en realidad, ahora tenemos dos nuevas interpretaciones que van juntas como un par. Dicen los sabios era bueno para ser profeta. Ella tuvo una sensación -las madres son intuitivas- vio a su recién nacido y dijo: “este bebé es bueno para ser profeta”. ¿Cuál es la profecía de Moshé Rabeinu? Él es el niño a través del cual recibimos la Torá, la mayor profecía de todas.
Hay otra interpretación, ella vio a su bebé y dijo: “ Él es bueno para ser el redentor del pueblo judío ”. Los sabios dicen en un contexto diferente que Moshé Rabeinu es llamado “bueno”. Hay una hermosa expresión que dice: “Que lo bueno venga y reciba lo bueno del Bueno para el bueno.” “Que lo bueno venga ” es Moshé, llamado “bueno” cuando nació, “ y reciba lo bueno, ” la Torá, su profecía, la Torá es llamada “bueno”, “ del Bueno ”, Dios es el autor de la Torá, Él es el bien absoluto, “ para el bueno, ” al pueblo judío también se le llama “bueno”.
Así que ésta es como un extenso juego de palabras que dicen los sabios, “ Que lo bueno venga y reciba lo bueno del Bueno para el bueno”. Todo esto tiene que ver con la propiedad de Nétzaj de Moshé Rabeinu, pues en la Cabalá se dice que la profecía viene de ésta sefirá , de este poder emotivo de victoria. Victoria también significa “eternidad”, la Torá es la palabra y enseñanza eterna de Dios.
La correspondiente con Hod: así como Moshé Rabeinu nos entregó la Torá, es bueno, veo que es bueno para ser profeta, veo que es bueno para ser el redentor de Israel ” ¿Cómo sé que “bueno” se refiere a “redentor”? “Redentor” significa que sacas a alguien del cautiverio, como el pueblo judío esclavo del faraón de Egipto. En Cabalá se nos enseña “el cautiverio vs. la libertad” es propiedad de Hod, de ésta quinta sefirá . Ya sea una persona libre o cautiva, Moshé es capaz de tomar esa alma, nuestras almas que están en cautiverio físico o espiritual, y es capaz de redimirnos de nuestro cautiverio. Ésta es la propiedad de Hod en Cabalá. ¿Cómo sé que es llamada “bondad”? Porque en el libro de Ruth, (el rollo de Ruth) al redentor se le llama “bueno”. La palabra “bueno” es utilizada como el nombre del redentor: él es bueno para ser profeta, es bueno para ser el redentor.
En realidad, el faraón mismo sabía que ese era el día, su astrólogo le dijo que era el día en habría de nacer el redentor de Israel. Esto también hace que corresponda a Hod, pues hasta en el otro lado –el lado malvado, perverso– el faraón se dio cuenta que este día, este buen día, era el mejor día para que nazca el redentor de Israel.
Obviamente eso estaba “en las noticias” porque también ella tenía miedo, todos temían el decreto del faraón. Todos sabían que el astrologo dijo que este era el día en el que el redentor de Israel nacería, y cuando vio a su recién nacido dijo: “ Éste es el redentor de Israel, él será el redentor de Israel .”
LA SEXTA INTERPRETACIÓN
El siguiente comentario es Iesod , el fundamento. El fundamento en la Cabalá así como en la parte revelada de la Torá tiene que ver con el birt milá , la circuncisión. De hecho se dice que Moshé Rabeinu nació circunciso. Y ya que nació circuncidado, ser “circunciso” es su bondad esencial pues acerca de un Tzadik que es circuncidado se dice: amrú tzadik kitov “digan al justo que es bueno”. También quiere decir que él es bueno, su naturaleza es buena, no tiene bajas pasiones, el estar circuncidado significa que es muy puro en sus deseos que en caso contrario serían animales, ya sea los referentes a la comida o los sexuales. Él es una “buena” persona, el es bueno en su esencia y en su fundamento. En su fundamento es bueno, y eso es “bueno” en Iesod.
El último es Maljut. Y en Cabalá Maljut es nuestro nombre. Por eso dicen los sabios que esta palabra “bueno”, que aparece en el nacimiento de Moshé Rabeinu también se refiere a su nombre.
Y la hija, la princesa de Egipto, Batia la hija del Faraón lo llamó Moshé. Pero antes de recibir el nombre Moshé, el nombre original que le dio su madre fue “Tov”, “bueno”. Nuestro nombre es cómo uno se presenta a los demás.
Cómo se dirigen a uno y cómo es llamado por la sociedad que lo rodea. Eso es Maljut. Nuestro nombre es nuestro Reinado. El reino de Moshé Rabeinu, él reino por su nombre, “bueno”, la esencia de lo bueno.
Entonces este es el esquema explicado en forma breve de las 7 interpretaciones diferentes del significado de la palabra “bueno” en el contexto del nacimiento de Moshé Rabeinu. y esto es realmente el retrato completo del carácter de su corazón. Los 7 atributos son los 7 atributos del corazón
Así, que seamos meritorios del Moshé Rabeinu de esta generación, con todos estos atributos. Cuando pensemos en ellos tenemos que tratar de manifestar estos atributos también en nosotros mismos. Porque cada uno, está dicho, tiene una chispa de Moshé Rabeinu en su interior.
Quizás Moshé Rabeinu ha de nacer esta semana, esta misma semana.
PARASHAT SHEMOT 5773 .DOS VERSIONES DEL NIGÚN
1. NIGUN MENUJA VESIMJA DE JABAD
2. NIGUN MENUKA VESIMJA DE NADBORNA
Historia sorprendente del Nigún de Nadborna que el Rav Itzjak nos enseñó ayer
Del shiur de ayer, Ain Beis Parashat Shemot 5773, Ierushalaim
El rabino Itiel Giladi, secretario y asistente directo del rav, que transcribe y difunde las enseñanzas del rav Itzjak en hebreo, nos relata esta historia maravillosa de estos días:
“Al comienzo del shiur el rav Itzjak nos enseñó un nigún, una melodía jasídica del jasidut Nadborna. El día viernes de la semana anterior el rav Itzjak me llamó, y después de confirmar si estaba despierto (después de una noche de trabajo sobre el texto del shiur) me dijo que grabemos un nuevo nigún, ‘fresquito, fresquito’. Mientras el rav dormía al amanecer soñó que comenzamos a grabar un nuevo CD (acerca del cual se habló la noche anterior) y con ese motivo entonó el nigún “Menuja vesimja”, “descanso y alegría”, una melodía de Shabat del jasidut Nadborna. Mientras cantaba con devoción, en el sueño, se le acerca un iehudí joven, rabino de la Casa de Nadborna (como un “lactante” de Nadborna”, y le preguntó por qué canta el nigún sin la introducción. El Rav Itzjak dijo que no conoce la introducción del Nigún, y entonces el iehudí le enseñó al rav el nuevo nigún, que por cierto es muy apropiado como introducción a Menuja vesimja.
El rav aclaró que aquí hubo un buen ejemplo del secreto del tzimtzum y el reshimo, “la contracción y el resabio”, porque, aunque el nigún con el cual el rav se despertó sonaba bien, era sólo un ‘reshimo’ del nigún maravilloso que había escuchado cantar en el sueño. También había palabras en idish que se olvidaron.
VIDEOS GAL EINAI
Año 5783
Lectura de la Torá Parashá Shemot 5783:
La Importancia del Nombre y ¿Por qué arraigarse en el exilio?
Éxodo Capítulo 1
1 Éstos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto con Iaakov, cada uno con su familia:
אוְאֵ֗לֶּה שְׁמוֹת֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל הַבָּאִ֖ים מִצְרָ֑יְמָה אֵ֣ת יַֽעֲקֹ֔ב אִ֥ישׁ וּבֵית֖וֹ בָּאוּ:
2 Reuvén, Shimón, Leví, Iehudá,
ברְאוּבֵ֣ן שִׁמְע֔וֹן לֵוִ֖י וִֽיהוּדָֽה:
3 Isajar, Zevulún, Biniamín,
גיִשּׂשכָ֥ר זְבוּלֻ֖ן וּבִנְיָמִֽן:
4 Dan, Naftalí, Gad y Asher.
דדָּן וְנַפְתָּלִ֖י גָּד וְאָשֵׁר:
5 El número [original] de los descendientes directos de Iaakov, incluyendo a Iosef que estaba en Egipto, fue setenta.
El Servicio a Dios en el Presente, Mirando Hacia el Futuro
Parashát Shemot – Nombres
El Nombre de Dios que aparece sólo una vez
con el rabino Jaim Frim
INTRODUCCIÓN
¿Cómo lograremos la paz que anhelamos? ¿Es desarrollándose cada vez más, conquistando nuevos picos y apareciendo un nuevo bien en el mundo, o dejando de lado la carrera agotadora y enfocándose en el potencial del momento actual?
El mundo de la Nueva Era y el Oriente es alienta mucho “estar aquí y ahora” y dejar de buscar cómo cambiar la realidad externa o incluso interna, aceptar el presente y el mundo tal como es y así liberarse del sufrimiento. Si todas estas cosas te aburren un poco, puede ser quizás porque eres judío…
Ya en nuestra ‘sala de partos’ como nación justo antes del éxodo de Egipto se nos inculcó el famoso ímpetu e inquietud judíos:
Dios se nos presentó con el nombre “Seré el que Seré”, א-היה אשר א-היה, Ekié asher Ekié, y desde entonces hemos estado caminando por el mundo y pensando constantemente en lo que sucederá a continuación. Para el resto del mundo los judíos se encuentran al frente de cada gran cambio y revolución conduciendo al mundo entero tras ellos hacia un nuevo futuro.
En la meditación que tenemos ante nosotros presentaremos tres hermosas interpretaciones del nombre Ekié, “Seré”, siguiendo las palabras del defensor de Israel, Rabi Levi Itzjak de Berditchov. Su impulso y entusiasmo conocidos por las historias que conocemos sobre él están bien expresados aquí:
Ekié, Seré, y por lo tanto siempre debo elevarme y mejorar. No hay fin para el refinamiento y la depuración. Siempre estoy justo al comienzo del camino, parado en la línea de largada y me siento tan incompleto en relación con lo que todavía es posible lograr.
Ekié, Seré, y por lo tanto no debería maravillarme de la inmadurez y la pequeñez del presente. Cierto, es decepcionante descubrir lo ocupado que estoy conmigo mismo y con mis pequeños intereses, pero ya seré “maduro”, así que mientras tanto me permito en este momento trabajar con “inmadurez”.
Ekié, Seré, y por lo tanto siempre nos espera algo mejor y más rico. No hay un límite en que Dios agote sus reservas de bondad y nos mueva a un estado estático. Él nos conduce de victoria en victoria hasta la redención y también mucho después de ella.
Después de eso descubriremos que el nombre “Yo seré” no es un objetivo en sí mismo, a veces es una etapa del proceso que nos conduce hasta el Nombre י-הוה, “Havaia”. Resulta que cuando una persona está dotada del poder del Nombre Ekié, “Yo seré”, es impulsada a estar ya en el presente: a ser para los demás, a concretar todo lo que ha acumulado en su ascenso incesante, a ser desinteresado y no esperar la recompensa futura.
Resulta que el judío por cierto también se esfuerza por estar aquí y ahora, por estar en el Nombre de “Havaia”. Pero cuando de fondo está el Nombre “Seré” hay en esta vivencia de ser una melodía judía única.
Te invito a participar hoy con nosotros de esta travesía y entonces también tú vivirás la unificación del pasado y el futuro en el presente.
_______________________
Primera Etapa
¡¿Cuál es Su Nombre ?!
“… Y me dirán ¿Cuál era Su Nombre? ¿Qué les diré?”.
“… וְאָמְרוּ לִי מַה שְּׁמוֹ מָה אֹמַר אֲלֵהֶם”
Nos dirigimos a Di-s bajo diferentes nombres: “E-l”, “A-Donai”, “E-lohim”, “Sh-adai”, “Havaia”, y otros. Los sabios definen estos nombres como la expresión de diferentes atributos o cualidades de Di-s con las cuales se revela. Los nombres nos brindan la posibilidad de percibir y captar sus diversas acciones: cuando nos beneficia, es la acción del nombre “E-l”, el atributo de Jesed, bondad, y cuando oculta su rostro se revela su atributo de juicio, el nombre “E-lohim”.
Cuando Moisés anticipa que el pueblo le preguntará cuál es el nombre del Señor, el Señor le dice: “אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה… אֶהְיֶה שְׁלָחַנִי אֲלֵיכֶם”, “Seré el que Seré… Seré me envió a ustedes”. ¿Cuál es el punto de este Nombre especial?
El nombre más “infrecuente” de Hashem aparece solo en nuestra parashá, cuando Hashem se revela a Moshé y le pide enviarlo para liberar al pueblo de Egipto. Cuando Moisés anticipa que el pueblo le preguntará cuál es el nombre del Señor, el Señor le dice: “אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה… אֶהְיֶה שְׁלָחַנִי אֲלֵיכֶם”, “Seré el que Seré… Seré me envió a ustedes”. ¿Cuál es el punto de este Nombre especial?
la revelación de Dios en el nombre de “Yo seré” fue una “inyección de aliento”, incluso si el presente se ve mal, incluso si piensas que no estoy contigo – ¡Estaré contigo!
La palabra “Seré” tiene un significado simple: una descripción de lo que será en el futuro, “estaré allí mañana”. En Egipto estábamos esclavizados con servicios forzados y exilio y la revelación de Dios en el nombre de “Yo seré” fue una “inyección de aliento”, incluso si el presente se ve mal, incluso si piensas que no estoy contigo – ¡Estaré contigo! El futuro será bueno, te sacaré de la difícil situación y seré bueno contigo. Cuando el presente es difícil es necesario centrarse en el futuro que contiene la esperanza de cambio y reparación.
Conclusión 1:
Los nombres de Dios son las maneras de Su revelación en el mundo. El nombre “Seré” aparece sólo en nuestra parashá y describe una futura revelación de Dios.
_____________________________
Segunda Etapa
Desde la Elevación Propia a la Misión
Cuando Dios le pidió a Moshé que vaya a liberar al pueblo de Israel de Egipto, Moshé respondió que no era digno:
מִי אָנֹכִי כִּי אֵלֵךְ אֶל פַּרְעֹה, וְכִי אוֹצִיא אֶת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל מִמִּצְרָיִם?!”.
“¿Quién soy yo que debo ir a Faraón, y para sacar a los hijos de Israel de Egipto?”
Esto es cierto para todos y cada uno de nosotros. Cuando se nos asigna una gran tarea o un papel importante, y cuánto más cierto cuando se trata de asuntos del espíritu, a veces hay un sentimiento de “no soy adecuado, no soy digno, necesito un mayor desarrollo”.
A veces esto se debe a la suposición de que más tiempo de esfuerzo alcanzaré el nivel apropiado. Pero el servicio a Di-s no es así: si al principio, cuando éramos adolescentes pensábamos que dentro de un año o dos nos convertiríamos en siervos de Di-s, después nos dimos cuenta de que tomaría al menos unos cuantos años, al final de los cuales nos quedó claro que este no era sino un proyecto de toda la vida, y no era del todo seguro que lo terminaríamos. En el servicio a Di-s la experiencia es que cualquier cosa que logre solo me abrirá nuevos y vastos horizontes, como un alpinista que desde la cima de cada pico que conquista revela un paisaje más lejano, más amplio y nuevos picos más altos por conquistar. Por lo tanto, un siervo de Dios siempre se siente carente e indigno. Después de todo ¡solo estoy al comienzo del camino!
Siempre habrá hacia dónde elevarse y a qué aspirar. Hay una etapa en la que debo dejar de centrarme en la trascendencia y el progreso personal, asumir la responsabilidad y la iniciativa y embarcarme en una misión.
Aspirar a lo Alto
Rabi Levi Itzjak de Berditchov en su libro Kedushat Levi “La santidad de Leví”, explica que este pensamiento, esta perspectiva es en realidad vivir con el nombre Ekié, “Seré”. En cada paso del servicio a Di-s uno debe saber que hay otros pasos que no alcanzamos y debemos esforzarnos por alcanzar. “Hay más por lograr, muchas cosas todavía están por delante y con la ayuda de Di-s las alcanzaré y Hashem se me mostrará allí”. La duplicación en la frase “אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה”, “Seré quien Seré” refuerza y profundiza esta comprensión: incluso lo que logre, incluso los niveles que alcance solo serán la puerta de entrada a nuevas aspiraciones y metas en el servicio a Di-s.
Este no es sólo un sentimiento digno de los que sirven a Dios, sino que es la verdad misma. Hashem nunca puede ser percibido. Una persona que siente que ha “captado a Dios”, que ha logrado “llegar al destino” no está sino equivocada. Puede ser un buen hombre, sabio o inteligente, pero no es un “siervo de Dios”, sino un servidor, Dios no lo quiera, de la “imagen” y la definición que eligió para Dios. El servicio a Di-s de forma madura es entender que Di-s es infinito y tengo que avanzar en el camino hacia Él y adquirir niveles y comprensiones cuanto más mejor, pero nunca seré capaz de captarlo o alcanzarlo.
Este es el mensaje de Di-s a Moshé del cual todos podemos aprender:
“וַיֹּאמֶר כִּי אֶהְיֶה עִמָּךְ, וְזֶה לְּךָ הָאוֹת כִּי אָנֹכִי שְׁלַחְתִּיךָ”
“Y dijo Yo estaré contigo, y esta es para ti la señal de que Yo te he enviado”
¡Empieza a Hacer!
Con toda la importancia que tiene el nombre Ekié, “Seré”, no se repite de nuevo en toda la Torá. Es una etapa importante en el comienzo del servicio, pero no es el propósito final. Precisamente por el hecho de que siempre habrá lugar para esforzarme y trascender en el servicio a Di-s, hay una etapa en la que debo dejar de centrarme en la trascendencia y el progreso personal, asumir la responsabilidad y la iniciativa y embarcarme en una misión.
Dedicarse a la preparación de uno mismo, el deseo de ser digno, puede ser una desventaja para nosotros. Como un joven de ieshivá que construye su mundo espiritual antes de salir a su shlijut, su misión en el mundo, un soltero tratando de alcanzar la madurez antes de la boda, o un escrita que está ocupado escribiendo, siempre es posible perfeccionar y afinar, mejorar y superarse sin fin. Pero siempre llega un momento en el que tienes que detenerte y decir: ¡ahora es el momento! “Si no es ahora, ¿cuándo?”, si no sales y comienzas a concretar, las cosas “permanecen en el estante y levantan polvo” y pueden volverse irrelevantes.
Por el contrario, es precisamente el sentimiento de que no somos dignos lo que nos da una humildad bendita, que nos pone en proporción de tal manera que nos facilitará las cosas en las grandes tareas. Este es el mensaje de Di-s a Moshé del cual todos podemos aprender:
“וַיֹּאמֶר כִּי אֶהְיֶה עִמָּךְ, וְזֶה לְּךָ הָאוֹת כִּי אָנֹכִי שְׁלַחְתִּיךָ”
“Y dijo Yo estaré contigo, y esta es para ti la señal de que Yo te he enviado”
La experiencia de la carencia y la lejanía de la perfección es el indicio y la señal de que tú eres el mensajero. Es ella quien muestra que realmente estás sirviendo a Di-s, experimentando Su infinito y continuando esforzándote hacia adelante y es precisamente por eso que es apropiado ser el líder.
Además, ir a cumplir una misión no es “renunciar” al intento de aferrarse a Di-s y alcanzarlo, por el contrario, es la única posibilidad para hacerlo:
Cuando dejamos de pensar que “un día llegaré, y nos enfocamos en la misión que tenemos en el mundo y el cumplimiento de la voluntad de Di-s es cuando hemos llegado. Cada momento en que lidiamos con el destino para el cual fuimos enviados al mundo, desde criar hijos hasta influir en el pueblo y en toda la humanidad, entonces llegamos al destino al que fuimos enviados, nos conectamos a la voluntad de Di-s y revelamos la gran Divinidad dentro de nuestra parte del mundo.
Conclusión 2:
El servicio a Di-s con el Nombre “Seré” es una trascendencia constante con un sentido de no ser suficientes y una comprensión de que cualquier cosa que logre solo me mostrará cuántos pasos y logros hay todavía por delante. La elevación y perfeccionamiento personal no es el propósito: junto con el sentimiento de carencia debo salir a realizar la misión, influir en el medio que me rodea y concretar la gran Divinidad dentro del mundo.
Tercera Etapa
¿Qué Obtengo de Ello?
Rabí Levi Itzjak de Berditchov nos revela otra dimensión del Nombre “Ekié”:
Todos tenemos situaciones de “pequeñez” o inmadurez en el servicio a Di-s, en las que buscamos nuestro interés personal y somos incapaces de dedicarnos adecuadamente al servicio a Di-s. El Nombre “Seré” que indica una revelación que sucederá en el futuro, viene como respuesta a estas situaciones pequeñez. ¿Cómo?
“Mitoj sheló lishmá ba lishmá”
Dicen los sabios: “ocúpate de la Torá incluso si no es en aras de ella, porque al hacerlo no en aras de ella, llegarás a hacerlo en aras de ella.” Hazlo por interés y llegarás a hacerlo desinteresadamente.
Hashem nos pide que lo sirvamos, pensemos en Él y nos enfoquemos en hacer Su voluntad: lishmá, “servicio en aras de sí misma”. Pero la mayor parte del tiempo es difícil para nosotros centrarnos en eso, porque nuestro bienestar personal y el beneficio que hemos obtenido de esto están a la vanguardia de nuestras mentes.
Esta actividad se conoce como “no en aras sí misma”. En los conceptos de Cabalá, estos estados se conocen como “grandeza” y “pequeñez”. Como un niño pequeño que quiere estar en el centro y todo girará en torno a él, así en el servicio de Di-s hay momentos en que estamos inmersos en nosotros mismos y en nuestra bondad.
La mente vaga hacia el futuro: “¿Qué obtuve de eso? ¿Qué obtendré al final?’. Los “intereses sagrados” también pueden hacer que el servicio “no sea por sí mismo”. El deseo de estudiar Torá para eventualmente convertirme en rabino también proviene de una cierta “pequeñez”. La “grandeza” en el servicio de Di-s es enfocarse en la voluntad de Di-s y nada más.
También los “intereses sagrados” pueden transformar el servicio “en aras de…” en “No en aras de…”
No negamos estas situaciones, y cuando una persona está en ellas debemos hablarle en ese idioma. Al comienzo del libro de Éxodo se presenta un buen ejemplo de esto: el pueblo de Israel en Egipto estaba en un estado de inmadurez, “pequeñez”, katnut. Por eso Di-s les promete los beneficios mundanos, te llevaré “a una tierra buena y ancha, a la tierra de la leche y la miel”. Pero el rango de la Tierra de Israel es la madurez, ‘grandeza’, gadlut, en el que el deseo principal debe ser únicamente servir a Di-s y como dice Maimónides: “Los sabios y los profetas no ansiaban los días del Mashíaj, ni gobernar sobre todo el mundo, ni descender sobre los gentiles, ni ser llevados por las naciones, ni comer, beber y regocijarse, sino para ser libres en ocuparse de la Torá y su sabiduría”.
Pero para aquellos que son pequeños e inmaduros los placeres mundanos deben ser garantizados.
El Nombre “Seré” que indica una revelación que sucederá en el futuro viene como respuesta a estas situaciones pequeñez. ¿Cómo?
“Al hacerlo no por sí misma, viene hacerlo por sí misma“. Cuando necesitamos apresurarnos a servir a Di-s a través del interés personal, en el tiempo de la pequeñez, necesitamos la acción de Di-s a través del nombre “Seré“, Ekié. Pero al mismo tiempo es necesario saber cómo avanzar y “madurar” en un servicio más profundo a Di-s, “en aras de Él”, sin luchar por salarios futuros: el servicio del nombre de “Havaia“, una revelación del “presente“.
De la experiencia a la anulación
Madurar en el servicio a Di-s se repite una y otra vez. Incluso dentro del servicio “por sí mismo” hay diferentes niveles en los que debemos avanzar y mejorar. En otro comentario del rabino Levi-Itzjak de Berditshov, el nombre “Ekie” y el nombre “Havaia”, Iud Kei Vav Kei, son en realidad dos niveles diferentes de conciencia humana en el servicio a Di-s:
Incluso cuando el hombre ha superado intereses propios y trabaja lishmá, “en aras de sí misma”, hay una tarea en la que está ocupado “preparándose” para el futuro con la conciencia de que “todas tus obras serán en Nombre del Cielo”, mientras trabajamos para ganarnos la vida o comemos por la existencia de nuestros cuerpos para que nos permitan adorar a Di-s. De esta manera preparamos el terreno y el alma para la revelación de Di-s que ha de aparecer: “Ekié“, Seré.
Más profundo es el servicio sobre el que se dice “en todos tus caminos conóceLo“: encontrar la misión dentro de lo profano en cada momento de la vida. Durante el encuentro con las personas diariamente, la honestidad en el comercio, el sentimiento del amor de Di-s en el sabor de la comida: este es el servicio a Di-s y Su conocimiento aquí y ahora, “Havaiá“.
“Cuando necesitamos apresurarnos a servir a Di-s a través del interés, en el tiempo de la pequeñez, necesitamos servir a Di-s con el Nombre “Seré”.
En la tarea de “preparación” no hay encuentro directo con Di-s sólo una esperanza. Me digo a mí mismo: ‘Yo seré’, ahora me estoy preparando y sentando las bases para que en el futuro me conecte con Hashem”. Tengo la intención y me dirijo a Hashem, pero al mismo tiempo ‘me siento a mí mismo’. Por el otro lado, en el encuentro con Di-s en el presente, lo principal es la revelación de Di-s aquí y ahora. Cuando esto sucede logro ‘olvidarme de mí mismo’, anularme a Di-s y dejar que Él llene toda la realidad.
Conclusión 3:
En situaciones de pequeñez necesitamos apresurarnos en el servicio a Di-s mientras pensamos en el bien futuro que surgirá de esto. Al mismo tiempo, debemos madurar en el servicio a Di-s “en aras de Él”, sin interés personal. Incluso dentro del servicio “en aras de DIos” necesitamos madurar, en lugar de centrarnos en los logros personales, debemos centrarnos en la voluntad de Dios.
Cuarta Etapa
Progreso Eterno
Rabí Levi-Itzjak de Berditchov no está satisfecho con esto y nos revela otra capa profunda y significativa: allí “Seré” es la revelación de Di-s en situaciones cambiantes y transitorias.
El rabino Levi Itzjak, conocido como el “defensor de Israel”, explica que en el exilio es malo para el pueblo de Israel y bueno para las naciones del mundo, mientras que en la redención completa todo será bueno para el pueblo de Israel y Di-s castigará a todos aquellos que son malos con sus hijos durante el exilio. Estos procesos provienen del nombre de “Ekié”, Seré, que describe los cambios futuros en comparación con la situación actual.
La persona suele pensar que los cambios indican una situación de carencia y problemática que solo se completará cuando alcancemos la meta. Pero la Torá es eterna, todo lo que aparece en ella existe para siempre y allí “Seré quien Seré” también enseña acerca de un significado eterno sin interrupción.
Por lo tanto, hay cambios en la conducción de Di-s que cambiará en el mundo: el castigo a las naciones del mundo no es eterno, y después de que algunas de ellas desaparezcan, una parte significativa de ellas será rectificada y se unirán al pueblo de Israel.
“Seré el que Seré”, Hashem no dejará de beneficiarnos, de un bien a otro bien.
Por otro lado, los cambios para mejor durarán para siempre. Hashem nos está mirando ahora, siente nuestras carencias y promete: “Ekié, Estaré” con ustedes y les haré el bien. Sin embargo, incluso después de que llegue la redención en la que no habrá problemas ni dificultades, Di-s continuará beneficiándonos un favor tras otro. “Seré quien Seré”, Di-s no dejará de beneficiarnos, un bien tras otro. Los cambios y el progreso de lo bueno a lo mejor serán eternos e infinitos:
“יֵלְכוּ מֵחַיִל אֶל חָיִל יֵרָאֶה אֶל אֱלֹהִים בְּצִיּוֹן”.
“Irán de fortaleza en fortaleza, se mostrarán delante de Hashem en Tzión.”
Conclusión 4:
El Nombre Ekié, “Seré” en esencia es la revelación de Dios en situaciones cambiantes. Hay cambios que indican un estado incompleto que terminará en la redención completa. Pero “Seré quien Seré” es un cambio bueno y eterno: Di-s nos beneficiará constantemente, de un bien a otro, “de fortaleza en fortaleza”.
Año 5782
¡¡No solo una, dos lecturas de la Torá con su respectivo mensaje!
LOS HIJOS DE ISRAEL ESTÁN
PARA ILUMINAR EL EXILIO:
Lectura de la Torá parashá Shemot: Estos son los Nombres de los Hijos de Israel
5782
El principio de la redención en el exilio más profundo. Cómo realizar una tarea de buen salario y productive
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/791
Dicen nuestros sabios que los patriarcas fueron redimidos de Egipto en mérito a cuatro cosas:
1. No cambiaron sus nombres (Reubén y Shimón bajaron a Egipto y Reubén y Shimón fueron redimidos).
2. No cambiaron su lenguaje, continuaron hablando hebreo.
3. No hubo en ellos lashón hará (hablar mal del otro).
4. No hubo en ellos una conducta sexual inapropiada.
Tenemos un principio según el cual, cuando hay una lista de ítems, el último es el que tiene mayor peso. En nuestro caso, esto significa que haber observado el pacto sexual fue lo más influyente en la conservación de la identidad y hacer posible la redención.
Éxodo Capítulo 1
1 Éstos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto con Iaakov, cada uno con su familia:
2 Reuvén, Shimón, Leví, Iehudá,
3 Isajar, Zevulún, Biniamín,
4 Dan, Naftalí, Gad y Asher.
5 El número [original] de los descendientes directos de Iaakov, incluyendo a Iosef que estaba en Egipto, fue setenta.
6 Iosef, sus hermanos y [todos los demás de] esa generación murió.
7 Los israelitas fueron fértiles y prolíficos, y su población se multiplicó. Llegaron a ser tan numerosos que la tierra se llenó de ellos.
8 Un nuevo rey, que no sabía de Iosef, tomó el poder en Egipto.
Año 5781 y anteriores
La Llave del Jasidismo y la Superación de la Confusión
El Poder del Nombre Bueno de Moshé para vencer al Satán
Parashá de la Semana Shemot
5780
La mujer tiene el secreto de la redención final, y la revelación de la última letra del Nombre de Dios, la letra de Maljut-el reinado
Del libro Or Israel: Volumen 2 del rabino Ginsburgh sobre las historias de Baal Shem Tov:
El jasid Reb Guershon Dovber de Fajar contó la siguiente historia en nombre del piadoso Rabi Hilel de Paritch:
Cuando las fuerzas del zar arrestaron al Alter Rebe de Jabad, lo llevaron para su interrogatorio en la ciudad de Nevel. Sediento, el soldado a cargo del Rebe entró en una casa judía para tomar un trago de agua y le dijo al judío allí: “Llevaremos a su rabino a Peterburg”.
El dueño de casa salió para ver al Rebe y este le dijo: “Bendíceme, porque eres un Cohen”.
La noticia se extendió por toda la ciudad y la gente judía se juntó alrededor del Alter Rebe. Cuando fue liberado de la prisión y volvió a su casa, el Alter Rebe una vez más viajó a
través de Nevel, entonces la gente del pueblo realizó una gran celebración en su honor.
El Alter Rebe les preguntó: “¿Qué prefieren escuchar, un discurso jasídico o una historia?” La gente entendió que el Rebe seguramente les contaría una buena historia, ya que él mismo lo había sugerido. “Les diré cómo llegó al mundo el Jasidut”, dijo el Rebe.
“Una vez, el Baal Shem Tov supo que había un Nombre Sagrado de Dios atesorado en una cámara celestial en particular y que la llave de esa cámara estaba en manos de Satán. (El jasid Reb Guershon Dovber escuchó de otros jasidim cómo la llave llegó a las manos de Satán: cuando se estaba produciendo la destrucción del Segundo Templo, el Satán no quería aceptarlo, porque el exilio a Babilonia después de la destrucción del Primer Templo solo iba a durar setenta años. Entonces se le dijo que el Nombre Sagrado del que dependía la redención estaría en sus manos, y aceptó). El Baal Shem Tov dijo que el Satán debía ser enviado a este mundo y así él le quitaría el Nombre.
Le dijeron al Baal Shem Tov que era muy peligroso traer al satán a este mundo. “No tengo miedo”, respondió el Baal Shem Tov. “Mi padre de bendita memoria me enseñó que no temiera a ninguna criatura, que temiera solo a Dios”.
El Baal Shem Tov trajo al Satán a este mundo.
“¿Cómo es que no tuviste miedo de traerme aquí abajo?” Preguntó el Satán. “¡Desde el día en que se creó el mundo, solo he estado en el mundo dos veces!” (Por el pecado del Árbol del Conocimiento y por la destrucción del Primer Templo). Entonces el Baal Shem Tov quitó de sus manos la dimensión exterior del Nombre de Dios, de donde surgieron todas las enseñanzas de Jasidut.[40] Y la dimensión interior del Nombre permaneció en manos de Satán “…Hasta que él [el Mashíaj] venga a Shiló”, que sea rápido en nuestros días, y entonces lo tomará también de sus manos”.
(Otzar Sipurei Jabad Vol. 14, p. 216)
Los dos primeros descensos de Satán
El Satán descendió al mundo dos veces por su propia voluntad antes de que el Baal Shem Tov lo bajara contra su voluntad, y descenderá una vez más en el futuro, como se relata al final de esta historia. En total, el Satán aparece cuatro veces en la realidad:
Las primeras dos veces tiene el control de la situación y las segundas dos veces no. Tratemos de entender la dimensión interior de este orden, meditando en el orden de las cuatro letras del Nombre esencial de Dios, Havaiá – iud hei vav hei.
El descenso de Satán ante el pecado del Árbol del Conocimiento fue una mancha en la iud de Havaiá, que según la Cabalá alude al intelecto del partzuf Aba, el principio Padre. La conexión real entre Dios y su mundo se vio afectada cuando, por primera vez, sus creaciones desobedecieron su palabra.
El descenso del Satán cuando fue la destrucción del Primer Templo produjo una mancha en el primer hei de Havaiá, que alude al intelecto del partzuf Ima, el principio de madre. El Templo es como el hogar que Israel construyó y adorna, como una esposa que prepara y decora su hogar para su amado marido. El intelecto de Ima es el lugar de encuentro entre Dios e Israel. Su esencia central es la manifestación de cómo experimentamos y recibimos la luz de Dios en nuestra realidad. Con la destrucción del Templo, esta experiencia de unión y conexión quedó vacía, y se abrió un agujero en las almas de la Nación de Israel.
¿Por qué el Baal Shem Tov quería un tercer descenso?
El tercer descenso contra su voluntad de Satán, que fue iniciado por el Baal Shem Tov, corresponde a la letra vav del Nombre de Dios, que alude al partzuf Zeir Anpín, los seis rasgos emocionales (desde la bondad hasta el fundamento). Aquí es donde se produce el cambio trascendental, ya que tiene una gran importancia en la transición entre las dos partes del Nombre Havaiá, entre las dos primeras letras y las dos letras finales.
Las dos primeras letras de Havaiá, iud y hei, son la parte interior y oculta del Nombre, escondiendo dentro de ellas la luz oculta, que se desconoce cómo es en los mundos. Las dos letras finales, vav y hei, toman la luz de la parte interna del Nombre y la hacen realidad. Esto es aludido por la forma alargada de la vav, que evoluciona de arriba a abajo, extendiendo el punto compacto de la letra iud desde la raíz del Nombre.
La atención del Satán se enfoca principalmente en el punto de transición entre las dimensiones internas y externas. Su objetivo es no permitir que la luz suprema descienda y se manifieste en este mundo. Mientras la luz esté oculta y sellada en las recámaras celestiales, en la psiquis esto significa estar solo a nivel subconciente y mental, o sea en el reino de la voluntad y el intelecto (la corona, que corresponde a la punta de la iud y las dos primeras letras), solo mientras esté allí puede evitar su concreción en la realidad empleando muchas justificaciones. Pero, cuando finalmente se convierte en parte de la realidad, es imposible revertir el flujo.
Los sabios expresaron esto en su famosa enseñanza:[41]
“Porque hay una mano en el asiento de Kah”.[42]¿Por qué el versículo no llama a Dios por Su Nombre, Havaiá, sino por la forma abreviada de Kah [que contiene solo las dos primeras letras: iud y hei]? Rabi Levi en nombre del rabino Jama Bar Janina dijo: Por así decirlo, mientras los descendientes de Amalek estén en el mundo, el Nombre no está completo y el trono no está completo. Cuando los descendientes de Amalek son borrados del mundo, el Nombre está completo y el trono está completo.
El poder de Amalek está en su capacidad de separar la cabeza del cuerpo [el nombre de Amalek proviene de la raíz que significa decapitar], para evitar que la luz del intelecto descienda al corazón y a las facultades de comportamiento. Una vez que se ha construido una realidad de santidad en los reinos inferiores que comprenden la realidad, esto significa que la luz se ha filtrado tan profundamente que se ha convertido en parte integral del mundo, Amalek no tiene poder para deshacer esto.
Conectando las dos partes del nombre de Dios
Así, la derrota de Satán comienza en el punto de paso entre el intelecto y el corazón, y esto es así porque precisamente en este punto su poder más grande. Jasidut ilumina la vida en este mundo con una luz oculta y sobrenatural, no está dispuesto a permitir que la luz permanezca oculta, que es lo que desea Satán.[43] La luz ilumina los seis rasgos más humanos, que contienen ambos el bien y el mal, con la luz de la esencia del alma, hasta que cambian su naturaleza y manifiestan su esencia Divina en su estado puro.
El cuarto descenso y el Mashíaj
Pronto, mereceremos el momento en que Satán se verá obligado a descender al mundo por cuarta y última vez para que el Mashíaj pueda derrotarlo y sacar a su presa de su boca de una vez por todas: “Ha tragado riqueza y la vomitó, de su vientre Dios la hizo expulsar.”[44] Este descenso corresponderá al hei final en el Nombre de Dios, aludiendo a la sefirá de Reinado y al servicio de Dios en el cumplimiento práctico y físico de la Torá y sus mandamientos.
Específicamente la acción física en nuestro mundo es la que expresa de forma más adecuada el reinado de Dios y su presencia completa en este mundo. Ante esta manifestación, el Satán no tiene más remedio que entregar todo el control que tenía en sus manos a su fuente, de donde la recibió como ángel designado para esta tarea por Dios, fortaleciendo y solidificando así el gobierno del Mashíaj.
Las dimensiones externas e internas del Santo Nombre
Según nuestra historia, el Baal Shem Tov tomó un Nombre sagrado del Satán, que es la llave del Jasidut, pero solo tomó el aspecto externo de este Nombre, su dimensión interna está oculta hasta el final de los tiempos.
Podemos explicar que el Nombre del cual se extrajo el Jasidut es el Buen Nombre: alef, hei, vav hei, (אהוה), cuyo valor es “bueno” (טוב, tov), y por eso el Baal Shem Tov significa literalmente el “Amo del buen nombre”. Este nombre unifica los cielos y la tierra (את השמים ואת הארץ). Cada unificación tiene dos aspectos: la unificación externa, en la cual los miembros de la unificación se reúnen de su estado de separación y se convierten en uno, y la unificación interna: la manifestación de la unidad simple que trasciende toda separación.
El Baal Shem Tov mereció revelar cómo es posible estar “en el mundo y fuera del mundo” simultáneamente; cómo unificar entidades separadas y saber que la contracción de la luz divina de Dios para dejar espacio a la realidad no debe entenderse literalmente. En el futuro, sin embargo, hay un secreto más profundo que eso: cómo no hay contradicción entre la contracción y el hecho de que todo es literalmente uno.[45]
Saltando sobre la confusión
Podemos aprender un principio rector importante de esta explicación. En las dimensiones más internas del alma, a pesar de su pureza y refinamiento, hay mucha confusión. Por lo tanto, aquí es donde Satán enfoca sus esfuerzos. A menudo nos confunde con éxitos y evita nuestro progreso. Estos obstáculos se manifiestan como dudas intelectuales, que nos dificultan comprender el punto de la fe simple y servir a Dios con sencillez y seriedad.
Siempre debemos tener en cuenta que si empleamos el auto-sacrificio y saltamos el puente entre la mente y el corazón, directamente al servicio del corazón y al servicio de Dios en la realidad, se va a manifestar en nuestro servicio una cualidad superior al intelecto. Es el punto de la esencia del alma, donde el Satán no tiene control, no puede asentarse. Esta revelación es un hecho real, y su existencia emite una luz que se reflejada en el alma de la persona, ayudándole a rechazar la confusión que el Satán intenta inyectar dentro de él.
El acto de auto-sacrificio proviene del poder del nivel singular del alma (iejidá), el nivel que abarca y se aferra a la esencia Divina de Dios. Al emplear el sacrificio personal revelamos fuerzas dentro de nosotros que no pueden ser dominadas. El Rey David nos revela que el nivel del alma de Iejidá es justamente el que Satán nos roba y lo oculta en sus tesoros en el verso: “Salva mi alma (nafshi) de la espada, de las manos del perro, mi Único [iejidá].”[46] Iejidá justamente es el que puede ser capturado por el perro,[47] aludiendo simbólicamente a Satán. Los mensajeros de Satán se enfrentan a los otros niveles del alma, pero él mismo tiene que enfrentarse a la esencia del alma.
Mashíaj se considera el nivel singular todo-abarcador de todas las almas de Israel. Rectifica toda la realidad a la luz de la esencia de Dios, que es la fuente específica de la verdadera curación. (ver tzelem 90 30 40) En preparación para la llegada de Mashíaj, todos debemos esforzarnos al máximo de nuestra capacidad para manifestar nuestra iejidá individual, la chispa de Mashíaj dentro de cada uno de nosotros. De estas pequeñas llamas, ascenderá una gran luz.
Tal vez esta es la razón por la que los sabios dicen acerca de la generación en la que viene Mashíaj: “La cara de la generación es como la cara del perro”.9 En esta generación, ya no es posible evitar una confrontación directa con el perro/Satán y el imperativo de quitar de su boca las riquezas que se ha tragado.
El Baal Shem Tov inició esta nueva era con una tremenda revelación del nivel singular del alma. Nos enseñó a no temer a nada en el mundo, ni siquiera al propio Satán, debemos temer solo a Dios. Si nos concentramos en esto constantemente ninguna barrera puede bloquear nuestro camino.
5780
ESTOS SON LOS NOMBRES DE LOS HIJOS DE ISRAEL
AUDIO
Meditación por el Rabino Jaim Frim
¡LA ZARZA SE QUEMA, PERO NO SE CONSUME!
– Parashá Shemot – Éxodo
Estamos en la parashá Shemot, en la cual nace Moshé Rabeinu, el redentor de Israel, “él es el primer redentor, él es el último redentor”. La primera vez que Moshé Rabeinu logra la profecía de Hashem es en la visión de la zarza, snéh , cuando sale al desierto, para pastorear el rebaño de Itró su suegro, y allí se revela ante sí una visión asombrosa: “la zarza arde en el fuego y la zarza no se consume”. Dice entonces: “prohibido desde aquí” observar esta gran visión, ¿¡cómo puede ser!? “¿Por qué no se quema la zarza?”. Y entonces HaKadosh Baruj Hu se le revela a Moshé rabeinu, y lo primero que le dice, antes de que se aproxime: “no te acerques aquí”, no te acerques demasiado, “של נעליך מעל רגליך”, shal naaleja meal ragleja, “retira tus zapatos de tus pies”. Quítate los zapatos, aquí ve descalzo, porque el lugar en que estás parado es una tierra sagrada, prohibido ir allí con zapatos.
Existe en Cabalá que en toda parashá de la Torá hay una expresión central que equivale a la primera palabra de la Torá. Está escrito que la primera palabra de toda la Torá, בראשית Bereshit, “en el principio”, comprende a toda la Torá entera, Todo es Bereshit. Las ideas, todos los preceptos, todo lo que hay en la Torá está incluido en la palabra “en el principio”, Bereshit de guematria 913. En toda parashá hay una expresión, dicho, que suma Bereshit. En la parashá Shemot esa expresión es “retira tus zapatos de tus pies”! Entonces, no sólo así comienza a hablar Dios con Moshé Rabeinu ante la visión del arbusto, el principio de la profecía, sino que es el lugar donde Hashem designa a Moshé Rabeinu para ser el enviado para sacar a los Hijos de Israel de la tierra de Egipto y luego darle la Torá sobre el Monte Sinaí. Todo comienza con esta orden “retira tus zapatos de tus pies”, de guematria Bereshit. Es el principio de la profecía de Moshé.
¿Qué quiere decir? Shal literalmente es “quitar”, “quítate los zapatos”, pero shal es de shlilá , “separar” o “negar”, “sepárate de tus zapatos”, es despojarse de los zapatos, negar la existencia de los zapatos. Algunas veces en Cabalá y Jasidut explican que zapato es en esencia todo el cuerpo, respecto al alma. Shal naaleja es separarse de lo material, Sacar el alma, la esencia de la conciencia del profeta, del tzadik, de la vestimenta física, “sepárate de tus zapatos”,
Hay algo más, quizás más bello, una explicación que también podremos entender en nuestra vida, en nuestra actualidad. ¿Qué es “tus zapatos”? נעליך , naaleja , es el concepto de נעול , naul , “cerrado”, herrado. El calzado “cierra” el pie de tomar contacto directo con el suelo, que puede dañarlo, por eso hace falta el calzado. El significado de la palabra calzado es “cerrado”. ¿Entonces qué es shal naaleja ? Pensemos un poco. “Quítate el calzado”, él que necesita, aquí “porque este lugar sobre el cual te paras es tierra sagrada”, es una visión sagrada, si comprendes esta visión del arbusto que se quema en el fuego y no lo consume, entenderás todo lo que se necesita entender como redentor de Israel, a quién vas a redimir, qué hay de especial, qué es lo que está pasando aquí…
Naaleja, “Tu calzado” es como decir que hoy tu estás encerrado dentro de algo. No te acerques aquí. Si quieres comprender a “la zarza ardiente en fuego” tienes que eliminar las conclusiones que tuviste hasta ahora. Lo que pensabas que era al cien por cien verdades, estás cerrado en eso, para ti es un axioma. “ Shal” , hay que eliminarlas. Hay un verso del rey Shlomó que dice; Sas anoji al imrateja kemotzé shalal rav ”, “feliz soy por lo que has dicho, como quien encuentra un enorme tesoro [ shalal , “botín de guerra”]”. Cuando logras despojarse de convencionalismos y llegar a conclusiones verdaderas es “como quien encuentra un enorme tesoro”.
“Feliz estoy yo” ¿quién es Yo [ anojí ]? Es La Entrega de la Torá, el primer mandamiento dice: “Yo soy Havaiá tu Dios quien te sacó de la tierra de Egipto”. Entre las letras guturales se intercambian la ain y la hei . נעלים – נהלים , los “zapatos” [ naalaim ] son también las “normas” [ nohalim ] de la persona; las piernas [ raglaim ] son los hábitos [ herguelim ].
Está escrito en jasidut que regalim [las 3 festividades] es herguel [costumbre]. Dentro de las convenciones en las que estás encerrado tienes costumbres, hábitos; tienes que anular todo. Este lugar sobre el que te paras es tierra sagrada, y la visión que ves es una visión maravillosa, que si tu no la entiendes no podrás redimir al pueblo de Israel. Esto es lo primero, “elimina tu calzado de tus pies”. Eliminar esas cosas en las que estás encerrado.
Ahora vamos a meditar un momento sobre qué es esta imagen. Hay muchas explicaciones de la imagen de “la zarza que arde en fuego y la zarza no se consume”. Uno de ellos es que la zarza es un símbolo del pueblo de Israel, que arde en fuego, pero sigue vivo y permanece, lo queman, pero no se quema, permanece completo vivo.
¿Pero quién ilustra en especial “la zarza que arde en el fuego, pero no se consume”? Está escrito que son simplemente Jananiá, Mishal y Azariá. En esencia comienza con Abraham Avinu, que lo arrojaron al fuego y salió vivo, es el principio del pueblo de Israel. Pero al final de la Biblia –el final está insertado en el principio y el principio en el final- son Jananiá, Mishal y Azariá, que no aceptaron inclinarse frente a la estatua de Nebujadnetzar, y los arrojó al horno de fuego y allí pasearon libremente, Gabriel junto con ellos, y salieron vivos.
Entonces no hay una imagen viva de “la zarza ardiendo en el fuego” -otra vez, el pueblo de Israel- que arde en el fuego y sale vivo, más reforzado y más eterno, más pueblo eterno que ellos. Esto es exactamente “quítate los zapatos”. Estás encerrado en las convenciones de la naturaleza, en que hay gobierno, hay un establishment, y esa institución es la que domina y determina, y sus leyes son las leyes, pero tú Moshé Rabeinu tienes que dar leyes nuevas. Entregar Torá al pueblo de Israel y a todo el mundo. Tú tienes que ser capaz de eliminar todas las normas, todos los calzados, todos los candados. Eliminar todo eso para continuar con algo completamente nuevo, “una luz nueva iluminará sobre Tzión”, “una Torá Nueva”.
Todo esto es esta imagen, es Abraham Avinu, es Janania, Mishal y Azariá. Que el pueblo de Israel se opone, no se inclina. “Y Mordejai el judío no se agachó y no se posternó”, no se sometió a una institución que está en contra de la Torá, incluso si lo quemasen –cuando entra al fuego no piensa que va a salir vivo, así como Janania Mishal y Azariá no pensaron que se iban a salvar, y si lo hubieran pensado no se hubieran salvado. Fueron a morir y por eso Hashem les hizo un milagro y salieron vivos. Esta es la fuerza de eliminar los zapatos, y es el “bereshit”, el principio de Moshé Rabeinu, de “ shal naaleja meal ragleja ” de guematria “ Bereshit ”.
Que logremos esto de la fuerza de Moshé Rabeinu que hay en cada uno y uno y el Moshé Rabeinu general de la generación que es el Mashíaj de la generación.
Parashá Shemot
5780
Lectura del día Lunes en Beit Hakneset Jabad Rejovot 5780
Éxodo Capítulo 1:1
Éstos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto con Iaakov, cada uno con su familia:
2 Reuvén, Shimón, Leví, Iehudá,
3 Isajar, Zevulún, Biniamín,
4 Dan, Naftalí, Gad y Asher.
5 El número [original] de los descendientes directos de Iaakov, incluyendo a Iosef que estaba en Egipto, fue setenta.
6 Iosef, sus hermanos y [todos los demás de] esa generación murió.
7 Los israelitas fueron fértiles y prolíficos, y su población se multiplicó. Llegaron a ser tan numerosos que la tierra se llenó de ellos.
8 Un nuevo rey, que no sabía de Iosef, tomó el poder en Egipto.
9 Le anunció a su pueblo: “Los israelitas están volviéndose demasiado numerosos y fuertes para nosotros.
10 Debemos lidiar sabiamente con ellos. De lo contrario, es posible que se multipliquen tanto que si hay una guerra se unan a nuestros enemigos y peleen contra nosotros, expulsándonos de la tierra”.
11 [Los egipcios] designaron reclutas sobre [los israelitas] para agobiar sus espíritus con trabajos forzados. [Los israelitas] debían edificar las ciudades de Pitom y Raamsés como centros de aprovisionamiento para el faraón.
12 Pero cuanto más [los egipcios] los oprimían tanto más [los israelitas] proliferaban y se extendían. [Los egipcios] llegaron a temerles a los israelitas.
13 Los egipcios empezaron a hacer que los israelitas efectuaran trabajos designados a quebrar sus cuerpos.
14 Hicieron las vidas de [los israelitas] miserables con trabajos forzados que incluían argamasa y ladrillos, así como también toda clase de labores en el campo. Todas las labores que les hacían hacer estaban destinadas a quebrarlos. :
15 El rey de Egipto les habló a las [principales] parteras hebreas, cuyos nombres eran Shifrá y Puá.
16 Dijo: “Cuando asistan a las hebreas en el parto, deben mirar detenidamente el asiento de partos. Si [el bebé] es un niño, mátenlo; pero si es una niña, déjenla vivir”.
17 Las parteras temieron a Dios y no hicieron como el rey de Egipto les había ordenado. Les permitieron vivir a los bebés varones.
Los cuatro méritos que los protegieron de ser tragados por las abominaciones de Egipto: No cambiaron sus nombres, siguieron hablando la lengua sagrada, no lashón hará y la pureza sexual.
Iud y hei : Los dos primeros méritos siguen una misma fórmula “no cambiaron…”. Esto ilustra el hecho que por cierto las dos primeras letras del Nombre son un par independiente; efectivamente, forma un Nombre sagrado en sí mismo, י־ה , Kiá . Estas dos letras corresponden a las facultades intelectuales sabiduría y entendimiento. La inmutabilidad, la posibilidad de permanecer estático e invariable, es una cualidad que implica prudencia y resolución de nuestro poder intelectual. Esta capacidad del pueblo judío está emulando el aspecto trascendente de Dios, acerca del cual dijo el profeta “Yo, Havaiá , no he cambiado y vosotros, los hijos de Iaacov no perecerán”. 3
Iud: Además, en hebreo el nombre de un objeto (es decir su nombre propio) es la expresión más interna de su ser, lo más cercano a su identidad profunda (esencia, etzem en hebreo). De la misma manera, la sefirá de sabiduría es la primera revelación de Divinidad, la primera expresión de Hashem que es inseparable de Si Mismo. Por esta razón, la letra iud tiene la forma de un punto, como la primera marca de tinta 4 que se forma cuando el lápiz toca el papel y ocurre el comienzo de la revelación del pensamiento por medio de la escritura.
Hei: Dios creó el mundo por medio de la lengua hebrea, y en el contexto de nuestra explicación, es el poder que hace existir a los seres creados. De la misma manera, la primera hei de Havaiá representa el entendimiento y el Mundo de la Creación, el principio del ser. En Cabalá, sabemos que los cinco orígenes de las letras están situados en el entendimiento. 5
Vav : cuidar nuestra lengua y nunca hablar mal del compañero es la marca en el orillo de la sexta sefirá , representada por la letra vav en Havaiá ( vav = 6). Aunque en conjunto hay seis sefirot que están representadas por la sefirá de belleza y la letra vav . Belleza es un estado de armonía, en el que hasta los opuestos se unen para formar un todo completo. El sentido de unidad entre los judíos en Egipto los protegió de hablar incorrectamente del otro.
Hei : La letra final de la sefirá de reinado y representa a nukva , el principio femenino. La pureza sexual y familiar depende primero y principal de la mujer (y del aspecto femenino de su marido). Los sabios aprenden que este rasgo fue mérito de nuestra matriarca Sará: “Sará descendió a Egipto y protegió su sexualidad, y todas las mujeres judías siguieron en su mérito y se protegieron también.”
¿TODO ES PARA BIEN?
Una meditación frente al mar Mediterráneo
Parashá Shemot 5780
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/25
Cuenta la Torá, en la parashá de la semana:
Min haMain meshitihu, מִן־הַמַּ֖יִם מְשִׁיתִֽהוּ , [Shemot 2:10].
Dijo la hija del faraón, Batia, “de las aguas fue extraído”. Cuando el faraón quiso matar a todos los primogénitos, a todos los varones porque sabía que de ahí iba a salir el redentor del pueblo de Israel, su propia hija, lo encontró en el lugar más sagrado y más importante, que todos los egipcios veneraban, el Nilo, y de ahí, de la oscuridad más profunda salió la redención, salió la salvación del pueblo de Israel. Moshe es el primer Redentor y Moshe es el último Redentor y en cada generación hay una extensión de Moshé que utiliza el pueblo de Israel y es el que lleva a toda la humanidad la palabra de Hashem a través de Su palabra sagrada, de Su boca limpia y sus emociones puras y verdaderas.
En cada uno de nosotros hay una chispa de Moshé. A veces está revelada y a veces no. ¿cómo podemos hacer para revelarla? continúa la parashá de la semana diciendo que Moshe creció y salió a ver a sus hermanos. Vio como el pueblo de Israel sufría y él que está alimentado por la leche de su propia madre, aunque fue criado en la casa del faraón, esa chispa iehudí, esa chispa divina dentro suyo, el alma que Hakadosh Baruj Hu puso para traer al pueblo de Israel a la redención; y cuando aprendemos de sus acciones podemos también revelar dentro nuestro, esa chispa que a veces también está escondida. Dice la Torá que vio como sufría su pueblo y de repente vio a alguien que maltrataba a otro, y fue e hizo algo, no podía quedarse parado frente al sufrimiento del que estaba delante suyo.
Y esa es una de las señales de tener un alma divina, de querer que el mundo sea diferente, de tener una chispa de Moshe. Cuando uno ve que el otro sufre, cuando uno ve que hay sufrimiento en el mundo no puede decir “gam zu letová”, no puede decir “todo es para bien”, Hacol min hashamaim.
Es verdad, todo viene del cielo, pero en el cielo, Hakadosh Baruj Hu se ocupa de hacer Su justicia, nosotros estamos acá para pedirle a Hashem, para buscar Su Misericordia, entonces cuando me pasa algo a mí, ¿qué quiere decir? Todo es del cielo, Gam zu letová, también esto es para bien, y recibo lo que Hakadosh Baruj tiene que darme, y trato de ser mejor
Pero cuando veo a otro que sufre no puedo decirle gam zu letová, tengo que ir y hacer algo, y está en mi posibilidad cambiar la realidad del prójimo, del pueblo, de toda la realidad, tengo que pedirle a HaKadosh Baruj Hu: <<yo se que todo es correcto, que tienes la verdad, pero esto no se puede soportar, por favor haz justicia, pero con rajamim, muestra Tu misericordia, Tu bondad>>.
Esa es la chispa de Moshe en cada uno de nosotros, aceptar lo que Hakadosh Baruj Hu nos da, con amor, y no aceptar, cuando uno ve sufrimiento en el otro. Por eso pedimos Mashiaj Now, por eso difundimos jasidut y por eso estudiamos Torá, para enseñar a todas las naciones. Porque el sufrimiento no es solamente del Pueblo de Israel, tampoco de todas las naciones, sino que Hakadosh Baruj Hu mismo sufre, cuando ve sufrir.
Entonces, si no lo haces por ti, si no lo haces por el prójimo, hazlo por Hashem.
Queremos Mashiaj Now, que tengas una hermosa semana y siempre pide que se revele la verdad de Hashem, con misericordia y con bondad.
ESTOS SON LOS NOMBRES DE LOS HIJOS DE ISRAEL
QUE VIENEN A EGIPTO
Parashá SHEMOT
5772
Que Hashem cumpla los buenos deseos de tu corazón
Estos son los nombres de los hijos de Israel que vienen a Egipto, con Iaakov, cada uno con su casa vino. Las primeras dos palabras Veele shemot , “estos son los nombres”, alude al origen del cuarto y más importante de los méritos, abstenerse de relaciones sexuales inapropiadas. El valor de וְאֵלֶה שְׁמוֹת , es exactamente igual a la expresión hebrea “paz y armonía familiar”, שְׁלוֹם בַּיִת , shalom bait !
Las letras de “paz” ( שְׁלוֹם , shalom) aparecen en estas dos palabras explícitamente ואלה שמות . El resto de las letras אהות , forman la palabra “y tú” ( וְאָתָּה ) y “deseo [sexual]” ( תַּאֲוָה ).
LOS CUATRO MÉRITOS
PARASHÁ SHEMOT 5773
Estos son los Nombres del Pueblo de Israel Que Hashem cumpla los buenos deseos de tu corazón. Pon me gusta al video para difundir el Jasidut Enlace del vídeo Cuatro Méritos Dicen nuestros sabios 1 que los patriarcas fueron redimidos de Egipto en mérito a cuatro cosas: No cambiaron sus nombres (Reubén y Shimón bajaron a Egipto y Reubén y Shimón fueron redimidos). No cambiaron su lenguaje, continuaron hablando hebreo. No hubo en ellos lashón hará (hablar mal del otro). No hubo en ellos una conducta sexual inapropiada. Tenemos un principio según el cual, cuando hay una lista de ítems, el último es el que tiene mayor peso. En nuestro caso, esto significa que haber observado el pacto sexual 2 fue lo más influyente en la conservación de la identidad y hacer posible la redención.
Los Cuatro Méritos y Havaiá Como hemos enumerado 4 méritos, es natural que veamos cómo corresponde con las cuatro letras de Havaiá, el Nombre esencial de Hashem.
- iud ( י )Sabiduría No cambiaron sus nombres
- hei ( ה ) Entendimiento No cambiaron su lenguaje
- vav ( ו ) Belleza No hubo en ellos lashón hará .
- hei ( ה ) reinado No hubo en ellos una conducta sexual inapropiada
LAS PARTERAS SAGRADAS
ESTOS SON LOS NOMBRE DEL PUEBLO DE ISRAEL 5776
SHEMOT
Que Hashem cumpla los buenos deseos de tu corazón.
Pon me gusta al video para difundir el Jasidut
Parashá que leemos esta semana de la Torá es Shemot, la primera del libro de Éxodo. Una de las cosas más importantes de esta parashá es el nacimiento del redentor de Israel, Moshé Rabeinu, quien aparece en la Torá por primera vez en la parashá de esta semana. Su madre Iojeved lo da a luz en secreto pues el faraón ha decretado que todos los infantes deben ser arrojados al Nilo, así que todo se mantuvo en secreto y cuando nace su hijo, Moshé Rabeinu, mira al bebé recién nacido y dice en hebreo (que) ella vio que era “bueno” y lo escondió por tres meses. Los comentaristas dicen que toda madre ama a su hijo, y que al ver a su recién nacido, inmediatamente lo abraza y sabe sin lugar a dudas que su hijo es bueno y que es el mejor regalo que Dios le ha dado. Entonces, ¿Qué es lo que la Torá quiere decirnos al enfatizar la palabra “bueno”, “que ella vio que él era bueno”? Debe haber un significado especial, algún significado único de la palabra “bueno” en este contexto del nacimiento de Moshé Rabeinu.
En realidad, hay una gran variedad de comentarios diferentes, distintos significados de qué es lo bueno de Moshé Rabeinu. Tomando en cuenta que es el redentor de Israel, fue el primer redentor y su alma regresa para ser el redentor final, el Mashíaj. Así, todo lo que se dice de él es muy pertinente para nuestra comprensión, para nuestra conexión con el redentor de Israel. significados de qué es lo bueno de Moshé Rabeinu. Tomando en cuenta que es el redentor de Israel, fue el primer redentor y su alma regresa para ser el redentor final, el Mashíaj. Así, todo lo que se dice de él es muy pertinente para nuestra comprensión, para nuestra conexión con el redentor de Israel.
PARASHAT SHEMOT:
Una oportunidad de oro
PARTE 1
UNA OPORTUNIDAD DE ORO
PARTE 2 ZOHAR
Parashat Shemot habla del exilio y la redención del pueblo judío desde su primer exilio en Egipto. En esta sección del Zohar, Rabí Shimón compara el exilio egipcio, donde a los judíos les dieron casa y comida, pero fueron esclavizados de todos modos, con los exiliados posteriores y la redención final a través del liderazgo del Mashíaj.
Ven y mira Está escrito: Porque así dice el Señor Dios: Mi pueblo descendió la primera vez a Egipto para vivir allí; y el asirio los oprimió sin causa. (Isaías 52:4)
Los asirios dispersaron a las tribus exiliadas a los rincones más remotos de su imperio y les quitaron y privaron de su propio país. Egipto proveyó a los judíos con todas esas cosas buenas [la tierra de Goshen, casa y comida] y, sin embargo, fue castigado con todos esos castigos [las plagas y la destrucción militar].
Cuánto más será el castigo de Siria y Edom [Europa] y de aquellos otros pueblos que los angustian y los matan y toman sus riquezas. [Este castigo será] en el momento en que el Santo Bendito sea Él decide revelar la gloria de Su nombre sobre ellos. Así está escrito [acerca de la guerra de Gog y Magog]: “Así me engrandeceré y me santificaré, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones, y sabrán que yo soy Dios”. (Ezequiel 38:23). Allí en Egipto [cuando Di-s manifestó Su gloria] hubo un rey [Faraón]. En el futuro [la redención se manifestará Su gloria] a todos los gobernantes del mundo.
Rabí Shimón levantó sus manos y lloró.
La elevación de las manos, que están compuestas por 10 dedos que representan las 10 sefirot, es la manifestación física de la conexión con las sefirot superiores, que son los contenedores de la manifestación de lo Divino. Las lágrimas derramadas por Rabí Shimón fueron un sincero intento de endulzar el duro juicio que previó.
Y dijo: ¡Ay de aquel que esté presente en ese momento [de la venida del Mashíaj] y feliz es la porción de quien esté presente y se encuentre en ese momento!”
¡Ay de aquel que está presente en ese momento porque en el momento en que el Santo Bendito sea Él venga a redimir a la cierva [la Shejiná del exilio] Él mirará en general a todos los que estén con ella y mirará en particular a todos los que estén con ella! Él mirará las acciones de todos y cada uno de ellos, y no encontrará a alguien que sea digno y justo, como está escrito: “Y miré, y no había quien los ayudará” (Isaías 63:5). Entonces, ¡cuántos problemas tendrá Israel! Feliz es aquel que está listo en ese momento, porque aquel que vive en la fe en ese momento será digno de recibir la luz del gozo del Rey [porque entonces Dios se regocijará en Sus obras]. A ese tiempo el versículo se refiere: “Los refinaré como se refina la plata!”
La plata se refina a través del calor. Las impurezas son quemadas. Así será en el momento de la revelación del Mashíaj.
Los problemas serán como fuego para purificar a los rebeldes y los malvados. El resto será probado en cuanto a su fe, ya que el oro se prueba en la forja del orfebre para comprobar si está libre de impurezas. Felices son aquellos que tendrán la fe que les permita soportar estos tiempos porque verán la dirección de los eventos aparentemente caóticos. Aquellos que no tienen fe estarán sujetos al terror y al temor, lo que les dará la oportunidad de enfrentar el desafío, o no pasar la prueba.
ZOHAR SHEMOT
TORAT HANEFESH 5777
- Rashi, Éxodo 1:15; otras opiniones se ofrecen en Sotá 11b ↑
- Shir Hashirim Rabá 4:25. ↑
- Maor Einaim, Likutim, oración que comienza “Cuando Abraham quiso” (כשרצה אברהם). ↑
- Tania cap. 2, de acuerdo a Iob 31:2. ↑
- Sotá 12a ↑
- Salmos 55:23. ↑
- El valor numérico de “abandonar al alma” (כְּלוֹת הַנֶפֶש) es 891 (11 veces 92), el mismo valor numérico de la familiar frase “El Éxodo de Egipto” (יְצִיאַת מִצְרָים, ietziat Mitzraim). ↑
- Rosh Hashaná 25a ↑
- Del libro en inglés “913: La sabiduría secreta del Génesis”, del rabino Moshe Genuth, en base a lasenseñanzas del rabino Itzjak Ginsburgh. ↑
- Ver el libro 913: La sabiduría secreta del Génesis, p. 26, en inglés) ↑
- Matemáticamente, una de las conexiones profundas entre 7 y 13 es que 7 es el punto medio de 13 ↑
- Ver La Universidad de la Torá, Matemáticas-Jojmá https://new.galeinai.org/matematicas/ ↑
- Volviendo a Shifra y Pua, vimos que Shifra es 585, o 13 veces 45, y Pua es 161, o 7 veces 23. En este caso, no solo son 7 y 13 sus factores, donde 7 es el punto medio de 13, sino que también el segundo par de factores 23 y 45 también están relacionados de la misma manera: ¡23 es el punto medio de 45! En Cabalá, el punto medio representa el aspecto femenino de la realidad dentro de lo masculino. En otras palabras, el punto medio de un número es a ese número su aspecto femenino dentro de lo masculino. Es por eso que 7 es femenino y 13 es masculino. En este caso, Pua (cuyo factor es 23) es el punto medio de Shifra (cuyo factor era 45), ¡lo que hace que Shifra sea masculino en relación con Pua! ↑
- Shmuel I 15:29. ↑
- Proverbios 31:10. ↑
- Iehudá tenía otra esposa que también se menciona, pero solo se la conoce como “la hija de Shua”. ↑
- En Cabalá, este método de exégesis homilética se compara con el “secreto de la bisección” (סוֹד הַנְּסִירָה sod hanesirá), el acto por el cual el Todopoderoso separó a Javá de Adam, como se describe en el segundo relato de la creación. Por lo tanto, este método está esencialmente relacionado con la alineación de 13 y 7 con lo masculino y lo femenino, respectivamente. ↑
- Reyes I 9:18. ↑
- Es interesante notar que hay otra variación en el nombre de esta ciudad entre los Tanaj y los sabios. En la época de los sabios, la ciudad de Tadmor se llamaba Tarmod, como en el fallo halájico de que las velas de Janucá se pueden encender hasta que “el pie de los tarmodianos salga [del mercado]” (Shabat 21b). La ciudad de Tadmor se identifica con la antigua ciudad de Palmira, cuyo nombre proviene del hebreo Tamar, que significa “palma o palmera”. En la época de los sabios, Palmira se había convertido en un rico imperio que se extendía desde el Mar Negro hasta el Mar Rojo y se basaba en comercio, de ahí la conexión con los tarmodianos como comerciantes en los mercados del Cercano Oriente.También es digno de mención que la razón principal de una variación entre las formas escritas y orales de una palabra proviene de problemas con la dicción, pero en este caso la variación tiene alguna otra base poco clara. También es la única vez que se agrega un dalet a una palabra de esta manera (hay otra vez en Daniel, pero es con respecto a una palabra en arameo). ↑
- Psikta Derav Kahana 11:6 en el verso de El Cantar de los Cantares 4:12. ↑
- El término hebreo que utilizan los sabios para describir esto es גְדוּר עֶרְוָה ( gdur ervá ), cuyo valor numérico es “Eva” veces Havaiá , חוה · י־הוה . “Eva” (19) es a su vez igual a las letras usadas para el “relleno alef” (י וד ה א ו או ה א ). El valor total del relleno alef es entonces, 19 ┴ 26 = 45, es también el valor de Adam (אָדָם), representando la realidad rectificada inicial (y final) de la humanidad. ↑
- Malají 3:6 ↑
- En hebreo, la palabra “tinta” ( דְיוֹ ) es una permutación del nombre de esta letra, iud ( יוֹד ). ↑
- Pardés Rimonim 23:1. Likutei Arizal, Tehilim 53. ↑
- Hoy conocido coloquialmente como “Shalom en la Casa”. ↑
- Esto es también cierto en estos días. Si una persona está experimentando una dificultad especial, es apropiado que insista en ser llamado por su nombre hebreo, especialmente si hasta ahora lo ha sido por su equivalente no hebreo. ↑
- Hoy, para muchos judíos fuera de la Tierra de Israel, mame loshen puede ser por cierto el hebreo, mientras que por un extraño caso de inversión histórica, para retener una identidad autónoma en la Tierra de Israel, libre de las influencia negativa institucional anti religiosa, puede ser que sea el Idish. ↑
- Por su naturaleza sincera y honesta, su madre Rivká tuvo que motivarlo a robar la bendición de Eisav e instruirlo en todos los detalles de cómo lograrlo. ↑
- Génesis 1:3-5; véase Tikunei Zohar, Tikun 19. ↑
- Meguilá 16b. ↑
- Idem. ↑
- Tikunei Zohar, Tikun 70. ↑
- Isaías 63:9. ↑
- Shabat 89b. ↑
- Malají 3:06. ↑
- Éxodo 3:2. ↑
- Zohar 5, 274b. ↑
- Likutei Torá, Shlaj 45:3. ↑
- Las almas de los dos hijos de Aarón, Nadav y Avihu, fueron consumidas por el fuego cuando voluntariamente entraron en el Templo para ofrecer incienso, contra el mandato de Dios. ↑
- En Likutei Sipurim p. 9 se agrega: Y el rabino Guershon Dovber explicó que esta es el alma del Alter Rebe. Por eso el Baal Shem Tov tomó medidas para permitirle descender a este mundo, ya que esta es la clave del Jasidut. Es conocida atención especial que puso el Baal Shem Tov en el nacimiento del Alter Rebe, incluidas las instrucciones especiales que le dio a la madre del Alter Rebe sobre su cuidado. Podemos decir que entre todos los líderes del Jasidut, no hubo otro que estableciera, ampliara y fomentara el Jasidut más que el Alter Rebe, y esta es la razón principal por la que todo dependía de él. ↑
- Pesikta Rabatí parashá 12. ↑
- Éxodo 17:16. ↑
- Satán emplea afirmaciones basadas en la Torá, diciendo, por ejemplo, que es bueno que esta luz se oculte para que no sea accesible a cualquiera, y cosas por el estilo. Muchos eruditos piadosos ya han negado esas afirmaciones, como se explica en muchos prefacios al estudio de las dimensiones interiores de la Torá. ↑
- Iov 20:15 ↑
- Esta idea se menciona en la guematria del Buen Nombre, אהוה de dos maneras. Una de las formas de interpretación es extendiendo las letras. La forma reversa de esta guematria en el Buen Nombre se escribe de la siguiente manera: א אה אהו אהוה, que suma a 36 ó 6 (vav) al cuadrado, correspondiente a la vav en el Nombre Havaiá y al sexto día (viernes), la víspera del día que es todo Shabat. La otra manera es La forma frontal del Buen Nombre que está escrita de la siguiente manera: אהוה הוה וה ה que suma a 49, ó 7 (zain) al cuadrado, correspondiente al séptimo día, el día que es todo Shabat y serenidad para la vida eterna. ↑
- Salmos 22:21. ↑
- El perro es la imagen simbólica en la que se inviste el Satán.9 Sotá 49b. ↑