LA RÚBRICA DEL LIBRO DE EXODO
La Luz Trascendente de Dios
El Propósito del Tabernáculo
Mucho del libro de Éxodo se refiere a los detalles de la construcción del Tabernáculo en el desierto. Cuando Moisés finalmente ensambló las partes componentes del Tabernáculo en perfecta concordancia con las instrucciones de Dios, la gloria de Dios descendió para cubrir y llenar el Tabernáculo. Este es su propósito, manifestar la gloria de Dios en la tierra. (La raíz de tres letras de la palabra hebrea para “Tabernáculo”, mishkan, es shin, jaf, nun, que significa “morar”, reflejando el concepto de un lugar habitable para Dios en la tierra.) Es muy apropiado que la porción de la Torá que cierra el libro de Exodo culmine con el “sello de aprobación” de Dios de que todo fue ensamblado exactamente de acuerdo con Su voluntad.
Nube, Fuego y Gloria
En el versículo final de Éxodo aprendemos que “La nube de Dios estaba sobre el Tabernáculo durante el día y el fuego en la noche sobre él….” Mientras que la nube cubría y rodeaba el Tabernáculo durante el día, el fuego nocturno estaba sobre el Tabernáculo. (La nube y el fuego del Tabernáculo se trasformaba en la columna de nube y el pilar de fuego cuando Israel viajaba por el desierto.) Nuestra porción de la Torá también relata que cuando la gloria de Dios descendía y llenaba el Tabernáculo, incluso Moisés no podía entrar. Para entender cuál era la esencia de la gloria de Dios que impedía que hasta Moisés entrara al Tabernáculo, nuestra meditación debe incluir cuatro elementos:
1. La nube
2. El fuego
3. La gloria de Dios
4. El Tabernáculo
La Luz Trascendente e Inmanente de Dios
Aprendemos en cabalá que hay dos clases de manifestaciones de la Divinidad: la luz de Dios trascendente y la inmanente.
Esta luz trascendente es la luz infinita de Dios que rodea todos los mundos. Esta experiencia trascendente de la manifestación de Divinidad no es percibida por nuestros sentidos, sino que es aprehendida por la fe supra racional del alma.
La luz inmanente de Dios es la luz de Dios que llena la realidad. Esta llena la conciencia de cada mundo y el alma de cada persona en directa correlación con su capacidad de contenerla en la conciencia.
¿Qué es la Gloria que Llena el Tabernáculo?
La gloria de Dios que llena el Tabernáculo no es una manifestación de la luz inmanente de Dios. Mientras que la gloria le impide a Moisés entrar, la luz inmanente de Dios le ha de permitir entrar y experimentar la Divinidad al máximo de lo que su alma sea capaz de recibir.
Esto es análogo a lo descripto en Irmiahu 23:24 donde Dios dice: “Yo lleno los cielos y la tierra”. Aquí el versículo no significa que Dios está llenándolos “por dentro”, sino más bien que Su esencia está llena de ellos y los llena completamente. Esta es una manera diferente de llenar todo, llenar la realidad con la esencia de Dios. No es el relleno de la luz inmanente, sino que es una verdadera revelación de la verdaderamente infinita luz trascendente y abarcadora de Dios.
Así también en el Tabernáculo, la gloria de Dios es la luz trascendente de la verdadera infinitud de Dios, que se revela siendo todo incluyente y omnipresente. Este es el propósito culminante del Tabernáculo, la revelación de la luz trascendente de Dios como Su gloria colmando el Tabernáculo. Por eso hasta Moisés no puede entrar hasta tanto la Gloria de Dios no lo llene.
Los Cuatro Niveles de Luz Trascendente que se Revelan en el Tabernáculo
La imagen de cuatro facetas de la luz trascendente de Dios que desciende y se manifiesta en el Tabernáculo corresponde a las cuatro letras del Nombre de Dios.
La Manifestación Mesiánica
En Zejaria 14:9 está escrito “en aquel día Dios será Uno y Su Nombre será Uno”. Esta es la diferencia entre “Este Mundo” y el “Mundo por Venir”. En este mundo la experiencia de la letra vav del Nombre de Dios es sólo un pequeño ápice de la esencia de la revelación de las primeras dos letras. Pero, cuando venga el Mashiaj, como profetiza Zejaria, el Nombre de Dios será Uno, el esplendor de la letra vav de Su Nombre será idéntico al de la iud.
Esta es la experiencia mesiánica de la Gloria de Dios llenando el Tabernáculo, la revelación plena de Dios en Su infinita trascendencia.