PARTE 27 EL COMPROMISO POR ALCANZAR A DI-S

Como se explicó anteriormente, un sistema inmunológico sano es el que protege en todo momento el bienestar del cuerpo. La sefirá espiritual que se relaciona con este sistema es hodHod significa “reconocer”, en nuestro caso qué es verdadero y qué es bueno. En jasidut, esto se entiende como el poder del alma de comprometerse en el logro de una vida de verdad y bondad.

Comprometerse con un ideal implica reconocer algo que trasciende nuestra esfera normal de entendimiento; un verdadero ideal no es el que fue formado y desarrollado en la mente racional, sino más bien el que refleja el más profundo sentido intuitivo del alma de lo que es realmente verdadero y bueno. Hod se ocupa del sumo ideal, comprometiéndose a dedicar la vida para su cumplimiento.

Pero aquí, más que con respecto a cualquier otra sefirá (justamente porque hod está vinculado con el trascendente e indefinido reino del alma y la realidad) es donde recae el peligro de la mala construcción, en este caso, la identificación errónea del verdadero ideal. En lugar de comprometernos a servir a Di-s y dedicar nuestra vida a Su plan Divino para la creación, podemos caer a tal punto de comprometernos para el otro lado…

Con respecto al cuerpo, encontramos en el libro de Daniel un versículo que describe la incapacidad del cuerpo para reconocer adecuadamente qué es (verdadero y buen) “yo y “no yo”:

“Mi agradable apariencia [hodi] fue horriblemente alterada.”

La palabra utilizada para “agradable apariencia” es hodi, literalmente “mi hod”. Cuando hod se escribe al revés tenemos la palabra davah, que significa estar mal dispuesto o enfermo.

Explica la cabalá que la cualidad de hod durante el tiempo del exilio (un estado disfuncional donde desaparecen las condiciones normales y se instala la confusión) es la cualidad de enfermedad, de davah.

En la frase “separación de su dolencia” [nidat devotah], davah (en este caso “dolencia”) se refiere al estado de enfermedad inherente al ciclo menstrual femenino, como se mencionó antes. Todo esto apunta hacia la relación entre hod y la realidad femenina, en las palabras del Zohar: “ella está en hod”, como explicaremos más adelante.

Entonces, se entiende que el sistema inmunológico sea de naturaleza femenina, un sistema fisiológico que –metafóricamente, como una mujer– reconoce su alma gemela y se compromete fielmente a consumar su/sus propósitos en la vida, o se descarría y es infiel a su pareja, incapaz de reconocerlo como el lado complementario de su verdadero ser, sin el cual ella no puede realizarse.

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