Al principio de cada mes hebreo nace la luna de nuevo, después de haberse ocultado el mes que pasó.
La redención que se acerca es como este nacimiento, como está dicho: “En el futuro ellos [Israel] van a renovarse [en la redención] como ella [la luna]”.
Parecería más adecuado asemejar la redención al momento en que la luna está llena en medio del mes y no al nacer, cuando la luna se ve más pequeña.
Pero la verdad es que justamente el nacimiento expresa la redención.
Así como el nacimiento revela en esencia la verdadera existencia de la luna después de haber desaparecido el mes anterior, así también la redención revelará la esencia verdadera de la existencia del judío, conectada y aferrada completamente a la Esencia verdadera de Dios.
Así como se debe rezar “como un niño”, con simpleza e inocencia”, y justamente así nos conectamos con DIOS mismo.
En cada Rosh Jodesh, cuando nace la luna, se revela en todo judío esta conexión, que es la “chispa de Mashíaj” que existe en él.
Y esto se expresará en forma completa en la cercana redención.
El Rebe de Lubavitch, parashá Toldot 5782.