El método de la investigación divina, que culmina en el famoso libro “Moré Nevujim”, Guía para los Extraviados, pone la mente en el centro: la prueba filosófica es el argumento ganador, los versículos de la Torá también deben interpretarse bajo esa luz. Por otro lado, el jasidismo instruye a estudiar la Torá con la inocencia del corazón y alinear el intelecto en consecuencia. Con Maimónides, el intelecto es el punto focal, asumiendo que el corazón lo seguirá de todos modos, y en el jasidismo el objetivo declarado es “el servicio del corazón”, incluso cuando conduce el corazón por un “camino largo y corto” que pasa por el intelecto.
De hecho, cuando profundizas en la personalidad y la Torá del Rambam la división se desvanece. El temor al Cielo del Rambam, como lo atestiguan los grandes hombres de Israel, muestra que no tenía dudas sobre la Torá y la investigación solo le sirvió como un camino para acercar la verdad de la Torá a los extraviados de su generación. El primer precepto del Rambam, transformar la fe en Di-s el conocimiento de Dios da el título de avodá, ‘servicio’ a todas las mitzvot de la Torá. Por otro lado, la sinceridad e inocencia jasídica pretende conectar con el intelecto más profundo y abstracto de la Torá, innovar en ella a partir del temor a Dios y transformarla en instrumento para moldear de los sentimientos del corazón.
Las maravillosas clases de lecciones que tenemos ante nosotros tratan sobre la conexión necesaria entre el intelecto y la emoción en la forma jasídica de ‘servicio’, también descubren el ‘Rambam jasídico’, cerca de su día de celebración, y enseñan una forma de reparación completa del hombre, de pies a cabeza, compartiendo toda su estatura en el servicio de Dios.
