Invierno de 1983. En el apogeo de la guerra fría, el mundo tiembla por el miedo a unMataque nuclear. Para contrarrestar la escalada del conflicto, el Rebe solicitó que todos los judíos agreguen oraciones por la paz y la tranquilidad del mundo: Comience la oración diaria declarando; “Por la presente acepto sobre mí la mitzvá de amar a tu prójimo como a ti mismo”. Esto pondrá fin al exilio, causado por la falta de amor por los demás. Concluya la oración con el verso; “Ciertamente, los justos exaltarán Tu Nombre, los rectos habitarán en Tu presencia”. Esto afirma la armonía en el mundo, incluso estando aún en el exilio.