A la derecha está el mandamiento:
“Y amarás a Di-s tu Di-s
con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza.”
Esta es la mitzvá de amar (ahava) a Di-s. Amar a Di-s es la emoción que motiva el cumplimiento de los 248 mandamientos positivos de la Torá.
La Unicidad se Inviste en el Amor
En la Torá, este versículo sigue al anterior (“Oye, Oh Israel…”), indicando que amar a Di-s es el resultado natural de contemplar su unicidad. Porque en realidad, parece una redundancia que uno deba ser “ordenado” amar a algo: o lo amas o no. Asociamos “mandamientos” con acción , más que con emoción .
El Baal Shem Tov enseña que este mandamiento no es una prescripción de “encender” en el alma la “emoción” del amor, sino que implica más bien que uno debe contemplar la unidad y la grandeza de Di-s, que entonces espontáneamente despertará el amor por El. Porque si Di-s es de hecho el origen último de toda realidad, quién puede desear otra cosa que no sea a Él? Y a la inversa, si toda otra cosa que percibimos no posee por cierto ninguna realidad intrínseca, ¿para qué molestarnos en dedicarle nuestra energía?
“El amor de Agua” y el “Amor de Fuego”
Este mandamiento está ubicado a la derecha, ya que en la imaginería judía el lado derecho está asociado con la emoción del amor y el atributo de bondad amorosa. Como se apuntó anteriormente, la derecha corresponde al sur, simbolizando el sentimiento de calidez hacia Di-s e Israel. El Baal Shem Tov (el fundador del Jasidut, palabra que proviene de jesed , “bondad”, derecha) puso cierta vez su mano derecha en el corazón de un niño judío y lo bendijo que sea un “judío cálido”.
La experiencia de la calidez es llamada en Jasidut “amor de fuego”. Por cierto, el valor numérico de la frase “con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” es el mismo que el de la palabra “llama” ( shalhevet , 737). Nuestros sabios aluden al siempre ascendente amor de Di-s como “una llama completamente encendida”. Uno enciende la llama del amor con la meditación en la unidad de Di-s, “Di-s es uno”. En Jasidut, se nos enseña que sin meditación, uno puede manifestar su amor innato por Di-s como “amor de agua”, pero sólo con la meditación profunda y sincera del corazón, buscando a Di-s con todo nuestro ser, podemos llenar nuestra alma de “amor de fuego”.
En el primer día de la creación, el día que corresponde a la sefirá de jesed y a la derecha, Di-s creó la luz (la fuente del calor). Se enseña en jasidut que Di-s ocultó la luz original dentro de toda la creación, porque es, por cierto, el poder creativo Divino con el cual Di-s creó la realidad, Su poder del amor. En cada generación, el justo revela la luz oculta estudiando y enseñando la Torá de Di-s, que es su modelo de la creación, con amor. La misma palabra “amor”, en hebreo ahavá , es un acrónimo de: Or Hakadosh Baruj Hu, la luz del Santo, bendito Sea.