Partzuf:
LO QUE TIENEN EN COMÚN SACRIFICIO, CERCANÍA, CONFLICTO E INTERIORIDAD
Esta semana, comenzamos el tercer libro del Pentateuco, Vaikrá. En español este libro es llamado Levítico, siguiendo el nombre que le dieron los rabinos, la “Torá de los Sacerdotes”, Torat Cohanim (תּוֹרַת כֹּהֲנִים). Como tal, gran parte de Vaikrá cubre el trabajo de cohanim y levitas en el Tabernáculo, centrándose en detalle en los diferentes tipos de sacrificios y ofrendas. La palabra hebrea para “sacrificio”, korbán (קָרְבָּן) proviene de la raíz de tres letras קרב, cuyos diferentes significados exploraremos en el partzuf de esta semana. Pero antes de comenzar, nos gustaría explicar la conexión entre el contenido del tercer libro de la Torá – los rituales de los sacerdotes – y su nombre, Vaikrá, que significa “Él llamó”, tomado de su primera palabra.
El fundamento de la educación judía
De acuerdo con la costumbre judía, los niños comienzan a aprender la Torá en el jeider desde “Vaikrá“, cuando comienzan a aprender a leer. El verbo “leer”, likró (לִקְרֹא) en hebreo significa tanto clamar como leer desde un libro. La conexión entre leer y clamar se aprende del versículo: “son vida para aquellos que las encuentran”.[1] Aprendemos que es posible estudiar la Torá (encontrar) sin hablar o leer en voz alta, pero de acuerdo con la interpretación de los sabios, el versículo quiere decir que, “son vida para aquellos que los recitan con su boca”. En otras palabras, para conocer verdaderamente la Torá, uno debe leerla en voz alta, pronunciando lo que los ojos ven mientras leen.
Hay una conexión entre estos dos significados, como escribe el Alter Rebe en el Tania[2], que quien lee del libro en realidad está llamando al Todopoderoso para que venga a él. Por lo tanto, el versículo: “Di-s está cerca de todos los que Le invoquen, de todos los que sinceramente Le invocan”[3] puede entenderse como refiriéndose a “invocar la verdad”, es decir, leer la Torá en voz alta. Al leer la Torá en voz alta, uno invoca la esencia y el ser de Di-s para que vengan a nosotros. Esta es la lección esencial que debemos extraer de la primera palabra de la parashá de esta semana y, por lo tanto, de todo el Libro de Vaikrá: Di-s está cerca de todos los que Le invocan a través de su estudio de la Torá.
Raíces de dos letras
La conexión entre clamar-invocar (וַיִּקְרָא) y que Di-s esté cerca (קָרוֹב) tiene cierto peso gramatical. La raíz de “clamar” es קרא; La raíz de “cerca” es קרב. Además de las raíces conocidas de 3 letras, la gramática hebrea también se basa en raíces de dos letras. Estas se conocen como “portales”, shearim (שְׁעָרִים), ya que nos imaginamos caminando a través de una puerta que tiene dos postes y, en cada poste, está grabada una letra hebrea. Digamos que la letra de la derecha es una kuf (ק) y la letra de la izquierda es una reish (ר). Si pasamos por el marco de la puerta en una dirección, leeremos la puerta, קר. Caminando a través de ella en la dirección opuesta, leeremos la puerta, רק. Al agregar letras no consonánticas al portal, formamos las diferentes raíces.
Las dos raíces, קרא y קרב comparten el portal común קר. Aunque la letra bet (ב) es una consonante y normalmente, no se agregaría al portal קר para formar “cerca” (קרב), pero como vimos en el versículo de los Salmos, “Di-s está cerca, karov [קָרוֹב] de todos los que Le invocan, ikrauhu [יִקְרָאֻהוּ]”, uno que clama a Di-s (leyendo la Torá), Le acerca.
Di-s nos llama a acercarnos
Vemos esta conexión entre קרא y קרב aún más pronunciada aquí al comienzo de Vaikrá. La primera palabra proviene de la raíz קרא, el segundo versículo dice:
“Cuando un hombre entre vosotros acerque una ofrenda a Di-s, de animal, de vacuno y del rebaño, acercarás tu ofrenda”[4]
אָדָם כִּי יַקְרִיב מִכֶּם קָרְבָּן לַי-הוה מִן הַבְּהֵמָה מִן הַבָּקָר וּמִן הַצֹּאן תַּקְרִיבוּ אֶת קָרְבַּנְכֶם
y ¡contiene la raíz קרב cuatro veces! De un acto de invocación (קרא) surgen cuatro actos de acercar (קרב). Esta es una proporción de uno a cuatro, lo cual es significativo ya que es la proporción que se encuentra en el Nombre esencial de Di-s, Havaia, que es de 1 palabra a 4 letras.[5] Los escritos jasídicos, basados en el sagrado Zohar, explican que hacer un sacrificio (u ofrenda) a Di-s acerca o aproxima todos los poderes y sentidos del alma a lo Divino.
El proceso completo descrito por los dos primeros versículos es, por lo tanto, que acercarse desde abajo comienza con un llamado desde arriba. Primero, Di-s llama a Moisés – al aspecto de Moisés en cada alma. Esto se conoce como un despertar desde arriba, itaruta dileila (אִתְעָרוּתָא דִּלְעֵילָא) cuyo propósito es hacer que el alma busque acercarse a Di-s desde abajo, un despertar desde abajo, itaruta diletata (אִתְעָרוּתָא דִּלְתַתָּא). Esta es la relación clásica entre lo masculino y lo femenino en la dimensión interior de la Torá.
En la dimensión revelada de la Torá, los sabios utilizan una hermosa imagen para representar esta misma relación: “por cada gota que cae desde arriba, dos gotas se elevan desde abajo”. Sin embargo, la proporción en esta imagen es de 2:1, mientras que aquí, la relación se duplica a 4:1 – una llamada desde arriba da como resultado cuatro medidas de acercamiento desde abajo. La razón es que aquí, la Torá se refiere a: “Cuando un hombre trae de vosotros”, y “de vosotros”, mikem (מִכֶּם) está en plural, refiriéndose tanto al alma Divina, que anhela regresar al Creador, como al alma animal, que no tiene tal inclinación natural.
Ambas almas se plasman en las palabras del versículo, “un hombre”, se refiere al alma Divina, y más adelante en el versículo, “del ganado”, refiriéndose al alma animal. Está muy claro aquí que la Torá quiere que prestemos mucha atención a la conexión entre estas dos raíces: “clamar” (קרא) y “acercar” (קרב).
Los significados de la raíz
La fuente primaria para trabajar con los significados de una raíz es el Sefer HaShorashim del Radac. Allí encontramos que divide la raíz קרב en cuatro “asuntos”, (ענינים)[6] o significados. Podemos agregar que las cuatro instancias de esta raíz que aparecen en el segundo verso de nuestra parashá, como se señaló anteriormente, aluden a estos cuatro significados.
Cercanía y sacrificio: ¿lo mismo o distinto?
El primer significado es “cercanía”, keruv (קֵרוּב). Un significado relacionado es “un sacrificio”, korván (קָרְבָּן), como en nuestro segundo versículo. Es importante mencionar que, de acuerdo con la dimensión interior de la Torá – el Zohar y las enseñanzas jasídicas – también se analiza “sacrificio” como proveniente de cercanía. Sin embargo, de acuerdo con el análisis sencillo, el peshat del texto de la Torá, la cercanía y el sacrificio son dos asuntos diferentes. En consecuencia, hay un énfasis aún mayor en el entendimiento de que, “Cuando un hombre acerque de entre vosotros” (אָדָם כִּי יַקְרִיב מִכֶּם) implica autosacrificio. Conectando los dos significados, como se dijo anteriormente: para acercarse a Di-s, uno debe estar dispuesto a sacrificarse.
Otra palabra acerca de קרב como sacrificio: Comenzamos la educación de un niño en el jeider con Vaikrá. La palabra hebrea para “jeider” (חֶדֶר), que significa escuela, deriva de la raíz que significa arraigar, inculcar, lehajdir (לְהַחְדִּיר) porque lo primero que debe estar arraigado en un niño es el sacrificio. Un judío debe estar dispuesto a sacrificar su comodidad y sus posesiones en aras de Hashem y por el bien del pueblo judío.
Esto nos lleva a la relación entre estos dos primeros significados de קרב – sacrificio y cercanía. El sacrificio, korvan (קָרְבָּן) es un movimiento espiritual de “correr” (ratzo) mientras que la “cercanía”, kirvá (קִרְבָה) es su movimiento complementario de “retorno” (shov). Es la sensación más alta de placer sentirse cerca de Di-s.
Sin embargo, la necesidad de ofrecerme a Di-s es todo lo contrario de dedicarme a mí mismo. Requiere que me abandone por completo, que sacrifique y anule mi propio sentido del yo. Cuando “corro” de esta manera hacia Di-s, Di-s responde de la misma manera (“Como el agua refleja el rostro”[7]) y Él también se acerca a mí y me ilumina, en un movimiento de “retorno”. Dado que la cercanía suele entenderse como gratificante, es toda una innovación que se logre a través del autosacrificio. Hemos dicho esto sólo para enfatizar que la cercanía y la ofrenda no son lo mismo de acuerdo con el Radac y el sentido llano de la Torá.
Conflicto e interior
¿Cuáles son los otros dos asuntos, o significados incluidos en la raíz קרב? Uno es conflicto o batalla, krav (קְרָב) y el otro es interior, kerev (קֶרֶב). Como “interior”, encontramos esta raíz utilizada en el verso, “Y su interior (entrañas) y sus patas, se lavarán con agua”[8] (וְקִרְבּוֹ וּכְרָעָיו יִרְחַץ בַּמָּיִם). Esta es la última de las 9 ocasiones en que aparece esta raíz en la primera parshiá (párrafo) de nuestra parashá.
Puede haber una gran guerra, y un enfrentamiento particular dentro de ella es krav – así es como se entiende en hebreo. Esto es diferente al lenguaje del Targum, donde la traducción para guerra es krava. Esto significa que el krav no es solo una batalla particular, sino que la totalidad de la guerra en sí misma es krav.
El Partzuf de los Significados
Ahora que tenemos los cuatro significados de la raíz קרב, necesitamos organizarlos en un partzuf.
Podríamos pensar que, dado que tenemos cuatro elementos, deberíamos corresponderlos con las cuatro letras de Havaia. Sin embargo, como ahora veremos, estos cuatro significados crean una especie de patrón circular que comienza con la corona. Desde la corona continúan a sabiduría, a conocimiento (da’at) y finalmente a entendimiento.[9] Como en muchos otros casos, conocimiento aquí abarca las seis emociones del corazón.
Sacrificio que ubicaremos en la corona. Por lo tanto, “una persona que trae de vosotros un sacrificio a Di-s” corresponde a la corona.
La cercanía en la Cabalá se asocia con la forma en que la revelación infinita de Di-s, or ein sof (אוֹר אֵין סוֹף) está investida en la sefirá de sabiduría.[10] También hay un aspecto de esto en la corona (recuérdese que la dimensión interior de la Torá considera que el sacrificio y la cercanía como pertenecientes al mismo significado), pero en relación con el resto de las sefirot, comenzando con entendimiento, es sabiduría la que es seleccionada para esta descripción de estar cerca. Con respecto a la corona, generalmente se suele utilizar otra descripción – “muy cerca”. En cualquier caso, correspondemos cercanía con sabiduría.
El significado de la raíz קרב como batalla o conflicto se refiere a la lucha que todos tenemos contra el ietzer – la inclinación al mal. Todos los conflictos en nuestras vidas como individuos y todas las guerras llevadas a cabo en el mundo se deben a los 7 reyes de Edom, los Reyes del Tohu, que gobernaron y murieron.
Como vimos en un artículo anterior, la raíz de todos los reyes y, por lo tanto, de todos los tipos de conflictos, está en la sefirá de entendimiento (da’at). Los tipos de conflictos en sí mismos pueden corresponder al ámbito emocional – las seis sefirot que están gobernadas por conocimiento. El valor de “conocimiento”, daat (דַּעַת), es 6 veces el valor de “opinión”, deá (דֵּעַה), y por lo tanto podemos considerar todas las guerras como guerras entre opiniones divergentes.
Finalmente, קרב como interior corresponde a la sefirá de entendimiento, que también se conoce como el principio madre, Ima (אִמָּא). De hecho, muchas veces, cuando se hace referencia a “entrañas” (קרב), se hace referencia al útero. Incluso se dice que el nombre de nuestra matriarca Rivká (רִבְקָה) deriva de una combinación de las letras de “sus entrañas”, kirvá (קִרְבָה).
Un principio importante en la Cábala del Arizal y en el Jasidut es que las dimensiones “internas” se refieren al principio madre. Por ejemplo, en los Salmos se describe a una persona que ora profundamente como si hubiera alcanzado “las entrañas del hombre y un corazón profundo”[11] (קֶרֶב אִישׁ וְלֵב עָמֹק), puesto que el corazón está asociado con el entendimiento, “el entendimiento es el corazón”, biná liba (בִּינָה לִבָּא).
En resumen:
Corona-keter כֶּתֶר sacrificio קָרְבָּן | |
Entendimiento – Biná בִּינָה interior קֶרֶב | Sabiduría – Jojmá חָכְמָה cercanía קֵרוּב |
Conocimiento – Daat דַַּעַת Batalla/conflictoקְרָב |
(basado en una clase dada el 25 de Adar, 5772)
[1] Proverbios 4:22
[2] Capítulo 37.
[3] Salmos 145:18.
[4] Levítico 1:2.
[5] Obsérvese que hay otra raíz relacionada que aparece en este versículo, en la palabra “el ganado” (הַבָּקָר), cuya raíz es בָקָר, una permutación de “cerca” (קרב).
[6] Obsérvese que la distinción entre el primer y segundo significado es algo implícito.
[7] Proverbios 27:19.
[8] Levítico 1:9.
[9] Otro ejemplo del uso de este patrón circular en un partzuf se puede encontrar con respecto al análisis de la respiración, que contiene por partes: inhalar, retener, exhalar y descansar. Se puede encontrar una explicación en nuestras clases sobre la Respiración Jedvá (https://estudiodecabalayjasidut.blogspot.com/2012/02/jedva-alegria-respiracion-y-salud.html) y en detalle en el artículo “Sod HaNeshimá” en Essa Einai.
[10] Ver Eitz Jaim 42:13 y en otros lugares. En Jasidut, véase, por ejemplo, el ma’amar Karov HaShem Lejol Korav 5718 del Rebe de Lubavitch.
[11] Salmos 64:7